Alta sociedad (1)

Una mujer casada, de la alta sociedad madrileña, tiene un encuentro con una amiga de su hija.

Teniendo en cuenta mi condición de hombre hetero, no se como va a salir este relato lesbico, espero que os guste;

Cuando conocí a María, mi vida pego un cambio radical, toda mi moral católica se quedo en la cama de mi hija, pegada a sus sabanas, mezclada con los jugos de su amiga.

María era una amiga de mi hija del nuevo colegio católico al cual la habíamos matriculado este año, ella tiene 19 añitos, pero vaya 19 añitos, debe medir 1,70 mas o menos, tiene un pecho abundante, alrededor de la talla 100, su culo esta duro y tieso, tiene depilado todo su cuerpo, sus labios son carnosos y brillantes y tiene una mirada desafiante, provocante y picarona, en resumidas cuentas es una chica de bandera, mi marido cuando esta ella por casa no puede dejar de mirarla, se le va la vista detrás de su cuerpo, pero no es el único, cuando voy al colegio a buscar a mi hija me fijo como todos los chavales rompen sus cuellos para observar toda la anatomía de María.

Yo soy una mujer de 44 años, con una vida de alta sociedad española, mi marido nunca esta para consolar mis calenturas, las cuales no son pocas, pero con el paso del tiempo una se acostumbra y para aliviarme solo tengo que hechar mano de mi querido amigo el vibrador, aunque más de una vez había pensado en ponerle los cuernos siempre me arrepentía por el que dirán si alguien se entera, pero todo esto cambio desde el día en que vi a María desnuda en el cuarto de mi hija Dolores. Yo normalmente cuando veía a María era con el uniforme del colegio, pero ese fin de semana sé i va a quedar a dormir en muestra casa, ya que realizábamos la fiesta de cumpleaños de Dolores (19 añitos), yo entre en el cuarto de mi hija sin llamar por la costumbre, y lo que apareció antes mis ojos fue la visión más maravillosa de mi vida, era María, desnuda, tal y como dios la trago al mundo, tiene unos pechos grandes, duros y alzados, coronados con unos pezones rosados y gordos, su culo es redondo y firme, su coñito esta totalmente rasurado, tiene unos labios carnosos y rosados y su cara, ahí su cara, tiene unos labios carnosos y rojos y una mirada atractiva, brillante y provocativa, o sea toda una diosa, mis mas bajos instintos salieron a la luz, mis bragas se empaparon en unos segundos, no podía dejar de admiran su cuerpo, una de mis manos se dirigió a mi entrepierna sin yo poder impedirlo;

Perdone, Lourdes que quería?.

Perdona, hija, tendría que a ver llamado, una mala costumbre. Te quería decir que si quieres ducharte tienes toallas en el cuarto de baño de Dolores.

No se preocupe, si las dos tenemos lo mismo, Jaaa!.

Bueno pero una mas en su sitio que otras, por que a mis edades ya empiezan a estar las cosas caídas, Jaaa!.

Pues yo pienso que para su edad esta usted muy bien.

Ahí, muchas gracias María. Bueno el desayuno estará en cinco minutos, lo pondrán en la terraza.

Vale me pongo algo y bajo, por que me voy a duchar después de darme un bañito con Dolores.

De a cuerdo, me bajo a la terraza.

Al salir de la habitación mis piernas temblaban de la excitación, me dolían los pezones de los duros que los tenia, mis bragas estaban mojadisimas, no podía dejar de pensar el cuerpo de María, su tetas y su coñito me habían dejado turbada.

Cuando estabamos ya toda la familia en la mesa, apareció María por la puerta de la Terraza, si pensaba yo que mi calentura podría descender, sé desvanecido, el atuendo de María no dejaba mucho a la imaginación, traía puesto un top blanco, sin sujetador, puesto que se trasparentaban todos sus pechos, se marcaban sus pezones, duros y firmes, mi mente volvió a la imagen vista hace unos minutos, cuando baje mi mirada hacia su coñito, pude observar en todo su esplendor sus labios vaginales, puesto que las mallas que traía enfundadas se le introducían en toda su raja, dejando bien presente que no usaba ropa interior, yo no me lo podía creer, mi mente funcionaba a mil por hora, no podía dejar de pensar en las cosas que haría con María a solas, me imaginaba desnudándola lentamente, besándola todo su cuerpo, chupando esos pezones jóvenes y lamiendo todo ese coñito rasurado.

Cuando pude dejar de pensar en obscenidades, vi como mi marido babeaba ante la amiga de su única hija, me fije en su entrepierna y me pareció ver una pequeña erección, el muy cabrón hacia que no me follaba tres meses por que estaba muy cansado, por el trabajo y en unos segundos la niña se la pone dura. Esa visión saco de mi todos los prejuicios que tenia para insinuarme a María, el único pensamiento que tenia en mente ahora mismo era follarme a esa diosa que tenia en casa.

María se sentó a mi lado, cada vez que nuestros cuerpos se rozaban por casualidad, o no tanta casualidad, mi bello se erizaba y mis bragas se mojaban un poco mas, mis pezones ya no tenían sitio dentro del sujetador.

Poco a poco nuestros pies se fueron juntando como a traídos por la inercia, ella descalzo su pie y comenzó a rozarlo con los míos, poco a poco fue ascendiendo por toda la extensión de mi pierna hasta que paro repentinamente, sonriendo pícaramente. El idiota de mi marido no se daba cuenta de nada por que no podía sacar sus ojos de las tetas de María.

Yo ya no aguantaba mas, pidiendo disculpas me dirigí hacia mi cuarto para sacarme las bragas, las cuales estaban empapadas, y darme una ducha de agua fría, para intentar calmar el calor de mis entrañas.

Con mucha premura me desnude y me metí debajo del chorro de la ducha, cuando impacto el chorro de agua fría con mi cuerpo desnudo, todos mis músculos se estremecieron y mi bello se erizo. Cuando me acostumbre al agua, comencé acariciarme todo el cuerpo con las yemas de mis dedos, rozaba todas las partes eróticas de mi cuerpo, rozaba los pezones, rozaba mi clítoris, con una mano comencé a caricia mis grandes pechos de la talla 120 y con la otra acariciaba mi culo duro y respingón. Cuando me quise dar cuenta me estaba introduciendo tres dedos en mi coño chorreante y con la mano libre estiraba mis pezones hasta producirme pequeños gemidos callados por el chorro de la ducha.

Cuando ya termine de saciar mi calentura tras dos maravillosos orgasmos, me dirige al vestidor para elegir la ropa con la que tenia que encandilar a la amiga de mi hija y para la ocasión escogí un conjunto de falda y chaqueta gris precioso, la falda me llegaba hasta las rodillas pero tenia una abertura lateral que llega casi hasta arriba, por lo que al cruzar las piernas dejaba a la vista gran parte de mis tesoros y la chaqueta es escotada, pero yo la abrí un poco mas al dejar sin abotonar el ultimo ojal. Antes de bajar a la piscina donde se encontrarían mi hija y su amiga me eche un vistazo en el espejo para ver que tal pintaba y lo que me gusto; una mujer madura, de 1,60, con la mirada ardiendo de pasión, unos pechos grandes pero todavía firmes (gracias a una pequeña cirugía), unas piernas morenas y duras y un culo muy provocativo.

Cuando salí al jardín la vista se nubló al ver a María, tomando el sol y como única prenda traía puesto un diminuto tanga que solo cubría su sexo, su pecho desafiante mira al cielo, y sus labios vaginales se marcaban tras la tela del tanga.

Perdone Lourdes, me podría poner crema en la espalda? No me gustaría quemarme.

Con mucho gusto.

Me senté en el borde de la hamaca que ocupaba y rocíe su espalda con crema protectora, muy dulcemente comencé a caricia su espalda y a esparcir la crema por toda ella, con mis dedos hacia pequeños círculos en su espalda hasta llegar al borde de su tanga.

Deme crema ahí también que el culo puede que se quema.

Claro, ahora mismo.

Con mis dos manos me apodere de su culo y lo comencé a cariciar, pero con los dedos pulgares rozaba su zona interior, produciendo en ella pequeños gemidos, con lo cual mis caricia fueron más notables y ya pasaba mis dedos por toda su raja del culo. Una mano la libere y comencé a cariciar su cuello y su espalda, rozando cada poco el comienzo de sus pechos, pero la voz de mi hija nos saco de nuestra fantasía;

María!, ven conmigo a jugar un rato en el agua.

Si voy, por que tengo un calor en el cuerpo (mirándome a los ojos).

Bueno chicas, no olviden que la comida estará a las tres. Ser puntuales que vienen tus tíos a comer.

De nuevo volvía a estar super caliente, además esta vez mis jugos me chorreaban por mis piernas ya que no me puse ropa interior.

Cuando me iba del jardín, María me guiño un ojo y me sonrío muy pícaramente.

Hasta el comienzo de la fiesta todo fue muy normal, aunque siempre hubo algunas miradas de por medio, yo a su escote, ella al mío, yo a sus piernas, ella a las mías, etc... Pero lo mejor vino en los postres, en un momento impreciso de la tarde, yo me fui al baño para aplacar mis gamas de orinar y cuando estaba entrando por la puerta del baño de mi hija, una ano me agarro y me introdujo en la habitación de esta. Era María;

Ya no puedo mas necesito comerme tu coñito.

Pero que dices?, estas loca, ese es una guarrería.(Dije muy enfadada).

No me vengas ahora con remilgos, por que llevas todo el día poniendo caliente, cuando me vistes desnuda aquí mismo, cuando me pusisteis crema en la piscina o cuando me mirabas mis tetas en al cena Esto no es una guarrería.

Vale, vale perdona. Pero no esta bien, somos las dos mujeres, yo estoy casada y tú eres la amiga de mi hija, por dios, esto es una locura.

Ella se acerco a mí y comenzó a cariciarme la cara.

Nunca lo has hecho con una mujer? Vas a ver lo que es placer, vas a gemir como nuca en tu vida. (Me digo al oído).

Con su otra mano comenzó a cariciar mis pechos sobre la chaqueta, yo ya estaba entregada a sus caricias, sus labios recorrieron toda mi cara sin rozarme los labios, sus manos jugaban con mis tetas ya liberadas de la chaqueta, yo me dejaba hacer y acariciaba su pelo, sin dame cuenta nuestras lenguas se estaban entrelazando, mis manos ya se movían por si solas, acariciaban su culo firme enfundado en unos pantalones negros ajustados, mis dedos recorrían toda la raja de su culo, su boca chupeteaba mis pezones dándome pequeños mordiscos, produciendo en mi un gran placer, mis manos ya estaban en el interior de sus pantalones buscando su coñito con suma facilidad, puesto que no llevaba bragas, ella me tiro sobre la cama se quito la camisa me puso un pezón suyo en mi boca e iba alternándolos, con sus manos desabrochaba mi faldita y al ver que no llevaba ropa interior sonrío, introdujo un dedo en mi ya chorreante coño, mis gemidos cada vez eran más fuertes, sus suspiros eran muy fuertes.

Ella se deslizo entre mis piernas y cometo a succionar mis jugos;

UUHH! Que rico, es la primera vez que me lo monto con una madurita y no va ser la ultima, verdad?.

Verdad, va a ver muchas mas te lo aseguro. Sigue comiendo amor.

Ella comenzó a comerme el clítoris a la vez que me introducía un par de dedos, sus movimientos eran cada vez más rápidos, mis gemidos ya no los podía silenciar;

AAHH! AAAAH! Que rico por dios, cuanto placeeeer, NO PARES POR DIOOOS!.

Me estaba follando con tres dedos y me producía el doble de placer que el cornudo de mi marido.

Su lengua no paraba quieta, jugando con mi clítoris, yo estiraba mis pezones, me los chupaba y no paraba de gemir, me iba a correr en la cara mas angélical jamas vista en mi vida;

ME CORROOO! ME COOORROOO! Dios que gusto, quiero mas, dame tu coñito mi niña, te quiero provocar lo mismo.

Giramos sobre nuestros cuerpos, la empece a desnuda lentamente, la quite su camisa, al no llevar sujetador, la comí sus tetas con pasión, saboree sus pezones con dulzura, los estire con mis labios, con mis manos baje hacia sus pantalones y se los quite, acaricie su coño con mis manos, jugué con su clítoris, mientras seguía comiéndome sus pechos, los estaba devorando, ella no para de pedirme mas, seguro que alguien lo estaba escuchando, sus gemidos no eran normales, se estaba corriendo en mis dedos sin llegar a metérselos, esta chica es una diosa del sexo.

Me deslice por su cuerpo, chupe todo su ombligo, hasta que llegue a su coñito, saboree sus jugos, son deliciosos. Le comí el clitorís con rapidez, mientras la metía dos dedos en su palpitante coño, ella arqueaba su espalda, se retorcía de placer;

Quiero mas, no pares, AAAH! AAH AAAHHH!. Cuanto placer, NO PARES!

Te gusta, mi niña?. Te lo como bien?.

Sí MUUCHOOO!.

La pase mi lengua por su raja, se la introduje unas pocas veces y volví al tajo con mis dedos, volví a succionar su clítoris, ya tenia dentro tres dedos, acelere el ritmo, se iba a correr en mi cara, introduje mi lengua en su coño, se estaba corriendo en mi boca, que placer;

ME COORROOO! CÓMETELO TODO!.

Si dámelo, córrete en mi cara.

AAAAAHH! TOMA CHUPA AMOR; CHUPA!.

Me estaba comiendo todos sus jugos, era delicioso.

Estuvimos un rato abrazadas en la cama de mi hija, pero tampoco mucho, por que suficiente tiempo llevábamos fuera de la fiesta y seguro que alguien nos estaría buscando.

Espero que os aya gustado, si queréis hacer algún comentario, mi correo es;

Dcote_sanz@hotmail.com