Alquilada por el negro rosendo
Llevaba un par de días en que no dejaba de pensar en que un macho me vendiera y que yo me hiciera garchar para su beneficio, sin preguntar cuántos ni quienes. No había visto ni la cara del segundo que me estaba culeando, cuando otro arrimo su verga para que se la mamara, alcance a ver en su reloj que recién eran las 7, y pensé Que divino como me van a dar pija!!!!!!!!
En el final de mi relato anterior les decía, “otro día de playa perdido por puta.Caí en la cama y quedé seca.”
5to. DIA
OTRA PRIMERA VEZ…
ALQUILADA POR ROSENDO
Mi plan era despertarme a eso de las ocho de la tarde, como quien dice, a la hora de vestirme y partir rumbo a la verdulería.
Pero a las 4 y poco me despertó el timbre del departamento, y al ver que mis viejos no respondian, (y que evidentemente habían salido), me levanté a atender.
Al abrir me encontré con el petiso, pero antes de que le diera una puteada, me dijo:
… tu sabes que a veces jodo, pero no soy un atrevido, vine porque abajo esta el Negro Rosendo y si no venia yo, ese negro atrevido lo hacia el.
Pero, ¿pasó algo? pregunte,
...a mi solamente me dijo que te precisaba ahora y que tu eras la más interesada…
No me dio otros detalles.
No le dije nada al petiso, pero ya intuía lo que pasaba.
Dile que en menos de 15 estoy en la verdulería, le respondí al petiso y cerré la puerta.
Después de garchar mas de 12 horas continuas, las piernas me temblaban, igual me subí en unas altas sandalias que se ataban al tobillo, una cortita mini, un top (sin sostén) y un collar que me había regalado Rosendo y que seguramente era para perros.
Baje al garaje, donde por supuesto encontré al petiso, curioso y expectante…
Al pasar a su lado, me dijo…
Huyy que divina estas, lastima que no sea para mi dándome una palmadita en la cola.
Les juro que estuve tentada de ofrecerle una mamadita rapida, pero me conozco bien, y si veo una verga dura hasta que no la bajo no me voy, y le queria cumplir al negro, ademas sospechaba lo que me esperaba.
Llegué y Rosendo me alcanzó la acostumbrada tácita con aquella especie de té con un poco de vino calentito.
Casi enseguida se confirmaron mis sospechas.
Los milicos que me habían estado culeando el día anterior. Habían vuelto con una propuesta para el negro. Ellos tenían un ásado en la comisaría y le preguntaron si existía alguna posibilidad de que yo fuera un rato, bailara y les hiciera un striptease.
Mi macho había contestado que no sabía si yo bailaba, ni si me gustaba, aclarandoles que si el interés era que fuera dispuesta a unas cuantas mamadas o a hacerme garchar, no había problema, si arreglaban con él...
Y habían arreglado.
Como le dijeron que serían unos 10 tipos, el negro les habia pedido $200 por cada uno (unos 10 dolares de ahora) por todo el servicio.
Habían quedado que estuviera en la Comisaría a eso de las 5:30, porque empezarían temprano.
Rosendo aclaró…
Calculo que no te van a largar antes de las 12 de la noche, pero con nosotros no tenes problema En todo caso nos compensas mañana, el que no se aguanta y te va a garchar como siempre, es el negrito.
Algún problema, me pregunto…
Creo que cumplí tus deseos…
Tu querias que cobrara unos pesos, para mi.
Pero bien barato nomás, cuánto, cuánto para que no fuera de regalo.
¿Se imaginaron mi respuesta verdad?
Me encantaba el plan, llevaba un par de días en que no dejaba de pensar en que un macho me vendiera y que yo me hiciera garchar para su beneficio, sin preguntar cuántos ni quienes.
Pero había estado pensando a que lugares me podría llegar a mandar el negro, y en que situaciones me meteria por ser tan puta.
Así que se me ocurrió que era genial comenzar estas locuras cogiendo con los milicos pues de ahí en adelante, me cuidarian
Por eso, cuando llegué al asado y vi que eran más de 30 machos, me acerqué a los que ya conocía y sin que nadie me lo pidiera, les prometí que yo no contaría nada.
Habían dicho 5.30 y yo llegué a las 6, pero ya 4 o 5 milicos tenían unas cuantas copas arriba.
Yo que… ALQUILADA por primera vez, estaba alzada como nunca…
o… como siempre
Empecé a caminar entre aquella cantidad de machos, sintiendo las sensaciones que recorrían mi cuerpo, yo era la putita para todos ellos, había venido a eso.
Los que ya estaban alborotados, comenzaron a decirme cosas…
algunos piropos…
y algunas groserías…
Confieso que entre un … “que buena que estas”
y un “te voy a partir el culo”, era con éste último que me quedaba.
Cuando uno me metió mano, me pegué a él y le di un buen chupón, al hacerlo sentí claramente su verga bien dura, no quería ilusionarme, pero, me pareció que era un hermoso pedazo.
Mientras me dejaba manosear toda, miré disimuladamente a uno de mis arrendatarios, y él con un gesto me dio el OK.
Saboreando la lengua del milico, desprendí su pantalón, metí mano y al manotearle la garcha
confirmé mi primera impresión.
El loco tenía bruto vergón, recaliente al ver como arrancaría la joda, sin soltar su verga le pregunté…
¿Qué calibre es?
A esa altura ya estaba mamándosela, pero al sentir que me respondía…
El calibre de reglamento…
Sin sacarla de mi boca, levanté los ojos y le pregunté….
Y eso qué significa…
...Que salvo alguna diferencia de modelo. El calibre es igual para todos….
Volví a mirar a uno de mis arrendatarios, el loco se arrimo y me dijo…
Por lo menos hoy, te hicimos una selección…
Mirá… y les hizo una seña a todos.
Cuando los tipos arrancaron a sacar sus garchas para afuera… No podía creerlo, no solo me iba a hacer coger por 30 machos sino por 30 pijones.
Sin poder esperar más, volví a la mamada en la que estaba y lo hice con tal entusiasmo que poco después estaba tragando la primera dosis de leche de ese día.
Cuando mamaba la décima garcha, por primera vez sentí que alguien me levantaba la mini, y apartaba mi minúscula tanga.
Enseguida vino la clásica escupida en mi orto, un par de pinceladas con la guasca para después posar la cabeza en mi ojete y entrar a empujar.
Si bien no dejé la mamada que estaba haciendo, seguí solo con la boca. Decidida a hacerme garchar bien por el macho que se preparaba para culearme.
Calcé mis manos en el piso, levantando bien el culo, y sacando solo por un segundo la otra verga de mi boca, giré mi cabeza para verle la cara a quien me iba a garchar.
Era un tipo enorme, medio pardo, con una cara horrible, picaduras como de viruela, a medio afeitar, pocos dientes, una fea cicatriz, muy sudado y bastante borracho…
el loco, al ver como yo bajaba la mirada, adivinó mi interés y se enderezó un poco mostrándome su guasca.
DIOS MIO….
Otra que de reglamento
Esa garcha era bastante más grande, que las 10 que ya llevaba mamadas y las de los 5 milicos que me habían cogido en la verdulería.
Viendo mi sorpresa, el beneficiado por mi mamada, mientras me largaba su leche y yo se la tragaba como ternera guacha,...
dijo burlón…
Nadie te aclaró que los oficiales pueden elegir el calibre.
Y vaya calibre que había elegido, aquella verga era tan larga como la del negro Rosendo, pero bastante mas grueza y muy, pero muy cabezona.
===
Habiendo digerido la décima dosis de leche, anuncié que suspendía por un rato las mamadas para que me rompieran el orto a gusto.
Ese comentario hizo que el pijudo que tenía atrás mío, sin decir ni “agua va”, me diera bruto vergazo enterrandome aquel cipote, creo que hasta la mitad.
Cuando vio que sin una mínima queja, yo me afirmaba en el piso y levantando el culo comenzaba a recular buscando que me la enterrara aún más.
Me dio otro bruto envión y ahí sí la sentí bien a fondo.
Lo miré y le dije…
¿Me la piensas sacar por la boca???
Levantándome en brazos me llevó hasta una mesa, me puso boca abajo con los pies colgando, alguien le alcanzó unos buzos o camperas él los colocó debajo mío, de manera que quedé con la cabeza enterrada en la mesa, el culo bien arriba y a total disposición.
Y ahí arrancó a darme bomba con aquel hermoso pedazo, me enterraba la garcha bien a fondo, sin un milímetro fuera de mi ojete.
Al rato se echaba bien atrás sacándomela toda y cuando su cabezota me estaba dando vuelta el culo, de otro brutal guascaso me la ensartaba hasta los huevos que rebotaban en mis nalgas.
Con eso me hacía encorvar de placer y largar bufidos y berridos igual que una yegua.
Me estaba garchando tan bien, que apenas mi orto le dio el primer polvo sentí claramente que mi ojete comilón también soltaba caquita…
Imaginando la cara de brisca recogida que debía tener, y siguiendo las enseñanzas del negrito, miré al loco, y le dije…
no te hagas drama por la caquita, que yo te la dejo bien limpita.
Decirle eso, entrar a sentir brutos chorros calientes que me llenaban el ojete, y enseguida estar de nuevo dando leche a lo yegua fue todo una…
No me dejaron enderezar, alguien me acercó un vaso con pajilla y pude tomar unos tragos de whisky apenas levantando la cabeza.
Mi reciente culeador, sentado en la mesa, me acerco su cipote embadurnado en la mezcla achocolatada con que mi orto le había dado las gracias, y empecé a darle mi ofrecido servicio de limpieza.
Sin mucha demora sentí unas manos separando mis nalgas y de nuevo estaba bien ensartada y gozando emputecida.
No había visto ni la cara del segundo que me estaba culeando, cuando otro arrimo su verga para que se la mamara, alcance a ver en su reloj que recién eran las 7, y pensé…
Que divino como me van a dar pija!!!!!!!!
No teman que no demoro con la continuación, y no se la pierdan…
Nunca me habían garchado tantos machos y de esa manera.
Pero ahora no puedo seguir, necesito una buena paja ya que no tengo pija a mi alcance.
Chauuu
Un Beso
Noelia
Arriba tienen mi email, tengo algunos audios que quizas les guste escuchar.