Almuerzo de familia en aquel restaurante
Dejo de aprisionar mi cuello con su mano para acabar por introducir dos de sus dedos dentro de mi boca, ¡soltándome Chúpalos imagina que es mi polla aaahhh!!.
Almuerzo de familia en aquel restaurante
Antes de nada, agradecer tantos a aquellos que me leéis como los que me ponéis un comentario, ya sea al portal de www.todorelatos.com como a mí email, pues por vosotros me dais animo a continuar.
Soy de esas personas que recuerda casi todo, mis recuerdos alcanzan incluso donde hice el parvulito e incluso, donde vivían algunos de mis compañeros de entonces. Pero mis recuerdos a veces no están claros, quizás por querer olvidarme de episodios que tuve malas experiencias, quedando en mi memoria lagunas o restos de otros, solo recordados con algo que lo relacione.
Pero de otras las tengo bastante claras, tantas que hasta me asombro a mí mismo de mis experiencias, tantas que no sabría por dónde comenzar, pues en verdad son excitantes. Aunque la verdad es que ha habido de todo, ha habido buenas, no tan buenas, regular y malas, ha habido no satisfactorias y claro esta satisfactorias. Ha habido sorprendentes y no planeadas, donde el morbo siempre ha estado de una manera u otra presente, pues mi curiosidad ha sido ese punto detonante. Dónde vas o pasas de inocente e ingenuo, por lugares no recomendados, observando e imaginándome las posibilidades, donde me dejo llevar por el palpitar y los nervios, saliendo unas veces bien y otras no. Donde la finalidad de estas experiencias, depende muchas veces de las circunstancias, pues a veces son fantasías que deseo hacer realidad, aunque a veces se inician por obra o mano de otra persona.
Bueno no me enrollo más, comenzare por una que se generó precisamente por lo mentado, una que se generó a raíz de unas circunstancias no planeada, donde la finalidad de esta no era precisamente programada. Esta comenzó de la forma más rutinaria, como aquella comida en familia, comida que decidieron mis tíos por mis padres, comida que nos llevaron a un restaurante a las afueras de Sevilla capital, restaurante que se encontraba a las afueras de Saltera, cuyo municipio se encuentra a tan solo nueve kilómetros.
Recuerdo del restaurante que era bastante grande, almorzando en el interior, pasando una buena velada hasta que en un momento dado cuando fui al aseo, pasé junto a un conocido que estaba sentado en otra mesa con esposa e hijos. Claro está hice como si no le conociera, tras salir de los aseos y cuando fui a salir de la zona de los baños, me crucé con este conocido, el cual, tras detenerme con su mano en mi pecho, me dijo…
- “¿Qué haces aquí cabrón?, me sigues o que, no conseguirás acosarme”.
Le miró incrédulo, pues no sabía a qué se refería, ya que mi presencia en ese restaurante era normal, volviendo nuevamente a preguntar…
- “¿Qué quieres amargarme la vida o qué?, ¿Dime que pretendes conseguir?”.
Explique a este que mi presencia allí era casual, no queriendo acosarle ni seguirle, ni nada parecido, pues nuestro encuentro ha sido algo fortuito, explicándole que venía con algunos familiares estando entre estos mis padres y tíos, explicación que me sirvió para que me dejara marchar entre disculpas por su parte. Tras volver a la mesa, tuve que justificar mi tardanza a mi visita a los aseos, justificándome con algo parecido a…
- “Perdonarme, pero los servicios estaban llenos, no teniendo más remedio que esperar la cola, y además algunos W.C. era imposible de respirar”.
Tras mi explicación, hubo risas, carcajadas e incluso bromas respecto a lo último, acabando por sugerirme mi tío…
- “La próxima vez, te sugiero que vayas a los de la primera planta, estos están más alejados, pero eso sí, te aseguro que allí no habrá nadie o al menos esperaras cola, además estarán limpios”.
El almuerzo transcurrió normal, charlas entre familia, chistes, preguntas personales e incluso algunas indiscretas. Tras el almuerzo y el postre, recuerdo que decidieron quedarnos a tomar allí la merienda, momento en que tras levantarme les hice saber que debía de ir a los aseos. Cosa que mi tío me soltó…
- “José, ya sabe, vete a los aseos de la primera planta, están subiendo las escaleras a la izquierda al fondo, procura no perderte”.
Tras encaminarme hacia los aseos, tome las indicaciones de mi tío, subí las escaleras hasta la primera planta, mire de derecha a izquierda no viendo un alma, girándome hacía la izquierda pudiendo ver al fondo en una puerta un letrero donde se podía leer… “Aseos”. Abrí la puerta y accedí, dando a una especie de recibidor donde este había dos puertas más, una puerta que daba a mi izquierda donde ponía chicas y una puerta a mi derecha donde ponía chico. No había dudas, abrí la puerta y accedí a este, dando nada más entrar había un lavabo, luego dos orinales de pared y al fondo una puerta que daba al W.C.
Me encaminé a este, abriendo la puerta y entre, y sin llegar a darme tiempo a girarme para encajar o cerrar la puerta, sentí como me empujaban hacia el interior con fuerza. Asustado quise responder, pero con rapidez un fuerte brazo me rodeo acabando por sujetarme el cuello con la mano. Al mismo tiempo que su mano izquierda aprisiono mi entrepierna, sintiendo un bulto en mis nalgas, y posar su barbilla en mi hombro y escucharle decirme...
- "Qué putilla estas hecha, no nos podemos ver de esta manera, si está necesitada de rabo vas a tener que buscarte otro proveedor".
Rápidamente supe de quien era esa voz, sintiéndolo sobre todo mi miembro cuya forma inicialmente era flácida, y tras escucharle comienza a endurecerse… uuummm!!. Este lo noto al momento, magreándome con descaro… ooohhh!!, mientras yo comenzaba a morderme el mentón por puro placer… uuummm!!. Dejo de aprisionar mi cuello con su mano izquierda para acabar por introducir dos de sus dedos dentro de mi boca, soltándome…
- “Chúpalos… imagina que es mi polla… aaahhh!!”.
¡Claro está no lo son… pero aún llevado por el morbo los chupé... uuuffff!!, pude notar por el temblor y dureza de su bulto que debía de gustarle mucho… uuummm!!, este prosiguió a soltar mi cinturón, desabotonar el botón de mi pantalón y bajar la cremallera, tirando levemente de mi pantalón hacia abajo, cayendo este solo a mis pies llevado por el peso de mis bolsillos. Introduciendo su mano ahora dentro de mis calzoncillos, ¡sintiendo como rodea sus gruesos dedos mi tronco… uuummm!!, como aprieta y desliza su mano a lo largo de este… aaahhh!!, ascendiendo hasta mi glande y descendiendo hasta mis pequeños testículos, tirando de mi prepucio hasta descapullármelo… ooohhh!!.
Sacando sus dedos del interior de mi boca impregnados en mi saliva, mano que descendió hasta mi pecho, acariciando mis pezones por encima de mi camisa, sintiéndolos lo endurecidos que están y soltarme…
- “Cómo me gustan… uuummm!!, tienes los pezones como mi hija de catorce años… uuuffff!!, y los senos como la de doce… ooohhh!!”.
Pellizca fuertemente y tira de ellos hasta escucharme, como doy un grito de dolor, soltándome…
- “No vayas a gritar muy fuerte, no querrás tener al personal del restaurante, sería una situación incómoda y difícil de explicar”.
Volviéndome a pellizcar con fuerza, como si comprobara que poder de autoridad tiene sobre mí, observando como ahora un leve quejido, volviendo a soltar…
- “Cómo me pones cabrón, menudo cuerpo tienes de putita y que calientes estas hoy, no te preocupes que te voy a saciar… uuuffff!!”.
Hasta ese momento me encontraba impasible, mis manos que se encontraba apoyadas a los azulejos blancos de enfrente, mano que una de ellas tomo y tirando de ellas, me hizo dirigirla hacia su entrepierna. Soltándome…
- “Notas como esta… esto está por ti… uuummm!!, y espero que cumplas”.
La note palpitar y dura… muy dura, y mientras su mano, ¡me “obliga” a restregar mi mano contra su bulto y a magreársela… ooohhh!!, él no deja al mismo tiempo de acariciar mi pecho y pezón… uuuffff!!. Momentos en que sus labios recorren mi cuello y oreja, dándome pequeños bocaditos y lamiendo… ooohhh!!, sabiendo de sobra como me pone eso… uuummm!!. ¡Y me conduce al cielo… uuummm!!, yo comencé a recordar aquellas experiencias en aseos, experiencia como aquella vez que precisamente lo conocí, vez que fue el quien me dijo eso de…
- “Tienes un perfil que atraes tanto a maduro como abuelos, no veas como te coja uno, van… y vais a disfrutar de lo lindo”.
Pero bueno vamos a lo que vamos que me pierdo. Mi mano apretó su bulto, magreo a conciencia su miembro, descendiendo por este hasta su capullo, acabando por apartar su mano de la mía, pudiendo notar como este con prisa y nervios, sacaba del interior de su pantalón su miembro… uuummm!!. Volviéndome a coger mi mano para “obligarme” a cogérsela de nuevo, ¡sintiendo su miembro desnudo en mi mano… uuuffff!!, notar como emana calor, como palpitaba y cuando mi mano llego a su glande, sentir como me impregnaba de líquido preseminal… ooohhh!!.
Yo continuaba en el cielo, pues este no dejo de besar mi cuello, no dejo de chupármelo, no dejo de lamerme e incluso darme un par de muerdos… aaahhh!!, no dejando de ascender y descender, llegando a mi lóbulo al cual chupo y mordisqueo con cuidado y placer… ooohhh!!. Conociéndome como me conoce, sabe que esto me hace llegar al clímax, pues bien me conoce al saber cómo puedo correrme sin necesidad que me toque o toquen… ooohhh!!.
Continuo con su labor, apartando su mano de mis nalgas no sin antes alojar su glande entre mis glúteos, como si deseara que entrara una cosa por propio deseo. Apartando su mano, cogió y la dirigió hasta mi pecho, e ir descendiendo a medida que iba desabotonando cada botón de mi camisa, acabando por tirar de ella hacia abajo hasta dejármela a la altura de mis codos. No dejándome de decirme…
- “Uuuffff!!... como estas mi niño, no creo que aguantes mucho más, pero no te imaginas como estoy yo… ooohhh!!”.
No se detiene… no dejándome de darme placer, no mire hora ni mire si estábamos solos o no, ni me percate de nada o simplemente no quería saberlo. Este volvió a bajar su mano, volvió hasta cogerme mi miembro, miembro que estaba a punto de explotar, cosa que sabía… uuuffff!!. Estaba a mil, pues ya no solo era la situación, sino una mezcla de sensaciones y morbo, esa mezcla de esos labios en mi cuello, de esa mano en mi miembro o de esa otra en mis pezones, pero mi mayor atención estaba en ese capullo presionando mi orificio… ooohhh!!.
¡Glande que poco a poco me hacía desear que entrara de una puta vez… uuummm!!, pues gracias a ese calor que emanaba y a su liquido preseminal, fui sintiendo algo de dolor, no siendo por otra cosa que como eso se me fue introduciendo… ooohhh!!, pero no mucho más.
¡Pero yo estaba a punto… uuummm!!, imaginad, pues no hizo falta mucho, ya que este con tan solo deslizar su mano por dos veces por mi tronco… estalle… ooohhh!!... uuuffff!!. Esté estuvo atento y rápido ante mi corrida, pues evito que los chorros de mi semen dejara pruebas en los blancos azulejos… aaahhh!!. Pruebas que mantuvo en su mano, retirando su mano de mi glande y subiéndola hasta verla delante de mi rostro, viendo como me introduce dos de sus dedos dentro de mi boca, mientras me suelta…
- “Prueba y disfruta de tu placer, ¡esto es lo que buscabas o era otra cosa… eeehhh!!”.
Sus dedos entran en mi boca y los mueve emulando la penetración… mmm!!, dedos que con mi propia lengua limpio y saboreando mi propio semen… uuummm!!. Acabando por sacarlos, apartando su mano y retirarla de mi vista, mientras no dejo de besar, lamer y chupar mi cuello, no dejando de hacer que mi cuerpo se estremeciera, no dejando de que mi piel dejara de estar de gallina… aaahhh!!. Mano que sentí no porque se posara en mis nalgas, sino porque con algo pegajoso impregnaba entre mis nalgas. ¡Algo que intento introducirme uno de sus dedos… aaahhh!!, no dejándome de decirme…
“Ahora me toca a mí disfrutar maricona, ¡prepárate que te toca putita… uuuffff!!”.
“No veas que ganas te tengo, no has dejado de calentarme durante todo el almuerzo, veras que merecido te voy a dar”.
Fue segundos lo que fue verme como este me gira y me hace sentar sobre la taza del W.C., tiempo que coge y me acerca su polla a mi boca, dándome cuenta entonces que este en ningún momento le había dado por cerrar la puerta, aunque sí que estaba entornada. Bien recuerdo que fui a cogérsela cuando palmeo mis manos, soltándome…
- “!No¡… aún no”.
Cogió y comenzó a restregar su glande por mi rostro, deslizándolo por mis labios y presionándolo, entre abrí un poco mis labios y este comenzó a presionar, introduciéndomelo dentro de mi boca una vez tras otra… aaahhh!!. Chupe y lamí sin necesidad de utilizar mis manos, deslizo su tronco por mis labios hasta que finalmente me dejo ayudarme con mi mano… ooohhh!!. No dejándome de decir…
- “Joder nene… como me pones, ¡cómo me gustaría tener tiempo para poderte follar… uuuffff!!”.
Pero en esos momento comencé a chupar su polla, metiéndomela tanto como pude hasta sentir arcadas, este presionaba mi nuca mientras gemía, dejando caer su otra mano ya se para acariciar mi espalda como mi pecho, pellizcando mis pezones con fuerza y tirar de ellos… aaahhh!!. Soltándome…
- “Hazme las guarradas como te enseñe”.
Guarradas que no eran otras que lamer su tronco hasta sus genitales, lamer y chupar cada uno de esto, introduciéndomelo con cuidado, siguiendo por lamer su perineo e incluso su culo, parte que pocas veces hago a no ser que este muy caliente y fuera de mí, cosa que en esos momentos estaba… aaahhh!!.
No me duro muchos minutos más, pues le puse al límite, llegándome a tomar mi cabeza con cada una de sus manos en mi sien, tomarme y comenzar a moverme a modo de follarme la boca… aaahhh!!. Hasta que entre convulsiones me hizo saber que se venía, no dejando apartarme y entre nauseas… ¡llena mi boca… ooohhh!!. Pero fue tal cantidad que por mis comisuras salen a borbotones, goteando de mi barbilla hacia pecho, vientre, muslos y suelo… uuummm!!, dejándo este su polla en el interior de mi boca hasta que esta se quedó flácida… uuuffff!!. Pues como he dicho, este sonriente no dejaba de acariciarme cabellos, pecho y espalda, claro está no era para menos tras haberse corrido, corrida que le dejo tan satisfecho que según me decía…
- “Me tiemblan las piernas”.
Entre elogios y tarareando, cogió y antes de girarse espero a que me subiera los pantalones y calzoncillos. No dejándome de decir…
- “Venga date prisa que me están esperando, venga… que estarán extrañados por mi tardanza”.
Y sin esperar a que me abrochara los dichosos botones de mi Levi Strauss y la totalidad de los botones de mi camisa, cogió y finalmente se giró, abrió la puerta al tiempo que me soltaba…
- “Date prisa que no debemos de levantar sospechas, pero antes lávate la cara que la tienes con resto de semen”.
Fue salir del W.C. y callarse, me extraño, pero no pensé mal tampoco, camino en dirección hacia el lavabo, mientras yo me quede de pie abrochándome algunos botones de mi camisa. Os puedo asegurar que hasta ese momento no me percate de nada, simplemente estaba satisfecho al igual que este, satisfecho no solo por el morbo o el placer dado, sino también por el placer recibido… uuuffff!!.
Recuerdo que me quede mirándole mientras este caminaba, me quede echado sobre el marco de la puerta del W.C., deje de abrocharme los botones de la camisa… comenzando a deslizar varios de mis dedos por mi entrepierna… uuummm!!. Sintiendo como se me endurecía nuevamente, deseando que se diera la vuelta y me viera, deseando provocarlo y que me volviera a meter en ese wáter… uuummm!!, y deseando que me la metiera… ooohhh!!.
No deje de mirarlo, cayendo en el detalle, sí ese detalle de ver como su cuerpo ocupaba la mitad de ese aseo de caballero, cuerpo que ocultaba los urinarios y el lavabo, pero precisamente llegar a este cuando cogía y se inclinó. Dejando a la vista la presencia de otra persona, persona que inicialmente miraba a mi amigo mientras yo me quedé sorprendido, siendo segundo pues giro su rostro hacia mí.
Me quede en blanco y petrificado, no esperaba que hubiera nadie en ese aseo y menos precisamente en estos momentos. Trague saliva, no era para menos, pues patidifuso le miraba con horror, avergonzado de cómo estaba y parecía, no supe reaccionar… me quede inmóvil, ya que no sabía qué hacer, callado vi como ese miraba a mi amigo y en segundos giró su cabeza en mi dirección, mirando lascivamente mi postura y como estaba, mirada que me dio miedo más que turbarme.
Mi amigo con derecho… bueno más que amigo acosador, tras lavarse cara y mano, actuó como si nada, no echando cuenta y actuando como si no me conociera. Mientras ese otro, acabo de orinar o eso pensé yo al verle como escurría ese pedazo de miembro, mirada que seguí unos segundos, pues tras escurrirla me dio la sensación que se estaba pajeando… uuummm!!.
Subí la vista apartándola de su miembro, pudiendo ver como este me miraba, avergonzado tragué saliva, teniendo la imprudencia de humedecer mis labios al notármelo secos, cosa que me pasa con los nervios. Mi descuido quizás fue interpretado malamente por este, pues al recorrer mi lengua a lo largo de mis labios y acabar por morderme el mentón inferior, descuido que note que este malentendió al mandarme un beso, acabando por bajar la vista.
Ese conocido con derecho, tras acabar se secó las manos y acabo por marcharse, dejándome allí solo con este, actuando como si la cosa no fuera con él, marchándose sin caer en la cuenta que estaba yo, o quizás no queriendo precisamente meterse en un lio, pues su familia le esperaba abajo. Fue cerrarse la puerta y coger ese hombre hacia esta, cerrando esta al tiempo que me lanzaba una mirada inquietante, una mirada amenazadora y perversa mientras sonreía.
Echándole huevos a pesar de estar cagado, camine en dirección hacia la puerta y aunque en verdad deseaba ir al lavabo, no acabe ni a llegar al segundo orinal, pues esté no me dejo continuar. Comenzando a empujarme y a darme manotazos, arrinconándome contra la pared frente los urinarios y su cuerpo, intenté zafarme, pero no tuve mucho éxito la verdad, dos manotazos suyos acabo con toda resistencia mía, acabando por sujetarme fuertemente por una de mis muñecas. Llegándole a amenazar con decirle…
- “Por favor no quiero problemas, como me haga usted algo, diré que me ha agredido sexualmente”.
Pero este comenzó a acariciarme el pecho, ascendiendo su mano hacia mi cuello, soltándome…
“¿Qué pasa que con ese sí y conmigo no?, no te puedes negar, desde que entre os he escuchado todo, tanto lo que habéis dicho como hecho, no me he perdido detalle de lo putita que eres”.
“Además, no querrás que los de abajo sepan lo que pasa aquí”.
Comentario que me hizo callar, bajando mis defensas e imaginándome lo que iba a ocurrir, pensamientos que de momento solo lo percibió lo que tengo en el interior de mis pantalones… uuummm!!. Esté tira de mi camisa hacia arriba al tiempo que intenta besarme, acción que este molesto acaba por decirme…
- “Veo que no eres de los que gustar besar, no te preocupes ya veremos qué otras cosas podrás probar con esa boquita”.
Sonríe y lascivamente baja la mirada hacia mi pecho desnudo, soltando…
- “Uuummm!!... qué bueno se te ve, sabes… he podido escuchar lo bien que lo habéis”.
Mano que asciende desde mi cuello hasta mi rostro, pasando la yema de su dedo gordo por mis labios, deslizándolo a lo largo de mis labios e intentándolo introducir, cosa que evito al cerrar mis labios con fuerza. Soltándome esté nuevamente en plan amenazante…
- “Chúpalo que he escuchado como a ese se lo has hecho, no querrás que baje encabronado a bajo y se enteren los de abajo”.
Deje su dedo entrar dentro de mi boca, chupe este a conciencia, deslice mi lengua notando el sabor horrendo de orín. Mientras este condujo su otra mano a mi entrepierna, notando mi erección sobre mi pantalón, tirando de la tela de este hasta soltarse solo el botón, acabando por abrirse mi pantalón y cayendo solo a mis pies. No deja de mirarme, mientras lamo su dedo, apartando su rostro de frente al mío para bajar su cabeza hasta sentir su boca en mi pecho… ooohhh!!, boca que se ceba con mi pezón… uuummm!!. Mientras la otra tira de mis calzoncillo y se hace con mi miembro, pajeándome primero, continuando por magrear mis genitales y finalizar en mis nalgas, jugueteando sobre todo con mi orificio anal… aaahhh!!. Noto la dificultad al introducirlo, noto mis gestos de dolor y cedió en su empeño.
Siguió con besar, lamer y mordisquear mi pezón, ¡eso sí al tiempo que me pajeaba… uuummm!!, llegando a soltar por mí parte de forma involuntaria un quejido de satisfacción… ooohhh!!, acabando por sacar su dedo de mi boca y apartando su mano de mí polla, no siendo para otra cosa que tomarme una de mis manos al tiempo que se sacaba su polla del interior de su pantalón, obligándome a pajearlo. Masturbación que apenas duro unos minutos, pues acabo por hacerme arrodillar y presionar su glande contra mi boca, obligándome a tragármela… uuummm!!.
Aunque prácticamente en vez de dejarme hacer a mí, fue este quien me follo la boca mientras yo me mostraba impasible, viendo como sus movimientos de caderas no era envidiable, pues viendo su aparente estado físico. Pues aquel hombre de al menos el metro ochenta, corpulento, cuyos fuertes brazos y largos para nada contrarrestaba sus grandes manos, quizás de hombre de campo u obra, cuyos cabellos grisáceos engañaba en su ímpetu.
Tras unos minutos por fin me dejo ayudarme con las manos, mano que tome su tronco mientras no deje de chupar su glande, deslizando mis labios a lo largo de su tronco hasta sus genitales, e ir descendiendo nuevamente hasta su glande e introducírmelo hasta los mismos huevos… ooohhh!!. Soltándome esté…
- “Joderrrr… uuuffff!!, quisiera que me la mamaras un rato más, pero no tengo mucho más tiempo… más aún cuando quiero otra cosa”.
Fue levantarme con furia y girarme, escupir un par de veces sobre su mano… quizás para humedecer su polla, deslizando dos dedos de su otra mano entre mis glúteos, dedos que tras dar con mi orificio intentaron penetrar… aaahhh!!. Aquel dolor fue silenciado con rapidez con su mano, cosa que volvió a intentar tras impregnarme con jabón liquido de mano, líquido que sentí con su glande al deslizarlo, sintiendo como presionaba y su glande poco a poco entrar… aaahhh!!. Soltando esté…
“Si… si… siiiiiiiiiiiiiii!!, coño que estrechito estas… aaahhh!!”.
“Pero que bueno que estas… uuuffff!!”.
Tras sentir su glande entrar… ooohhh!!, se detuvo varios minutos… acabándola por sacar, volviéndolo a meter y repetir estos durante un par de veces más al menos… uuummm!!. Y cuando más deseaba que la dejará dentro… cogía y lo sacaba, acabando por echar hacía atrás mis nalgas a modo de evitarlo, cosa que este con un par de palmadas en mis nalgas. Me soltaba…
- “No te preocupes putita sé que quiere que siga… uuuffff!!, pero como sigas así… ooohhh!!, hoy te vas preñado… uuuffff!!”.
Sus manos alternaban con mi cintura como con mis hombros, ¡presionando con fuerza tanta como sus dedos clavarse en mi piel… ooohhh!!, besaba espalda, hombro y cuello… uuummm!!. Ignoró el tiempo que me hizo gozo conmigo, ¡pero no tanto como el goce yo con él de mí… ooohhh!!, cuando fueron dos o quizás violentas embestidas lo que hizo detenerse, embestidas que me hizo sentir como me inundaba por dentro. Este acabo sacándomela de mi interior, coger la tela de mi camisa por detrás y limpiarse su tronco, acabando por marcharse sonriente, no sin antes decir…
- “Te aconsejo que bajes ya, pues tus padres están preocupados por tu tardanza”.
Por mi cara de asombro, me soltó…
- “No te extrañes por saberlo, ya que fueron ellos los que me mando a averiguarlo”.
Recuerdo que este mientras me ayudaba a vestirme, no dejo de aprovechar momento para darme alguna cachetada, sonriente y con rostro picarón y lujurioso… uuummm!!. No dejaba de decirme…
“Ya sabes, siempre que puedas recuerda a tus padres venir aquí a almorzar o cenar, pues siempre disfrutara y más aún tú, donde disfrutare yo”.
Mi camino hacía la mesa fue algo molesto, no por mi dolorido culito, sino por sentir como salía de mi orificio sus fluidos, sintiendo como estos se diluían por mis piernas. Cuando llegue a la mesa, no hizo excusarme por nada pues esa persona ya lo hizo por mí, preocupándose mis padres por mi delicado estómago. Pero bueno, no me enrollo más, espero que os haya gustado tanto como a mí recordarla, espero vuestros comentarios. Mi email es (claro está, todo junto)… jhosua 1974 @ gmail . com