Almudena, una brutal violación II (4/4)
Tras obligarla a mamar su descomunal polla, su siguiente orden es que ella misma se empale esa polla enorme como un la de un caballo en su prieto culo de puta, y ella obedece porque está siendo chantajeada, y será capaz de soportar cualquier dolor o humillación.
Tras obligarla a mamar su descomunal polla, su siguiente orden es que ella misma se empale esa polla enorme como un la de un caballo en su prieto culo de puta, y ella obedece porque está siendo chantajeada, y será capaz de soportar cualquier dolor o humillación antes de permitir que dañen a sus seres más queridos.
El rabo del semental era tan condenadamente largo que ella no podía quedar sentada encima ni de coña. Para situar el enorme glande contra su entrada posterior, Almudena tenía que estar con las piernas muy poco flexionadas, casi de pie en el sofá encima del viejo frutero, con su coño a la altura del cuello de él. Así de larga era aquella verga. Por no contar ya de su grosor inhumano. ¿¿Por qué su violador debía tener un rabo tan enorme?? Eso dificultaba mucho las cosas y volvía cada intromisión en cualquiera de sus orificios una tortura tremendamente dolorosa.
“¡AaaaaaaAAaaahhh! ¡¡Que dañooo!!” se quejaba la pobre ninfa, mientras muy despacio, iba penetrándose, primero el grueso glande elefantino.
Por ahora Almudena solo había conseguido introducirse el capullo dentro, y ya era demasiado para ella. No creía que fuese capaz de abarcar mucho más con su trasero.
“De verdad que no puedo… No me cabe ahí…” dijo, llorosa.
“Inténtalo despacio. Empuja, así, un poco más, así, poco a poco” agarrándole de las prietas nalguitas, el viejo iba guiándola para que centímetro a centímetro aquel enorme pollón de toro fuese desapareciendo en el interior del culo de su objeto de pura obsesión malsana.
“¡¡AaAAaaAaaAaaaahhh!! ¡¡Dueleeee muchoooo!!” la chica intentaba descender, pero aquel rabo del demonio no parecía tener fin y ella sentía ya sus malditas entrañas a punto de reventar, así que se detuvo a mitad de camino.
El viejo barrigón le puso la mano en la nuca y la obligó a besarle. Vicente le dio a Almudena un morreo lascivo, lleno de lujuria. Acariciaba todo su cuerpo mientras la pobre ninfa de figura perfecta luchaba por no apartarse de esa boca apestosa, y de la lengua tan repugnante que invadía su cavidad bucal como si le perteneciera.
Cuando separó los labios de la jugosa boca de su hembra, el frutero peludo y canoso le ordenó.
“Abrázame fuerte. Y ni se te ocurra gritar ahora o te rajo” amenazó a la chica con el cuchillo que había escondido en su sofá.
Vicente abrazó también a Almudena, tan firme como pudo, y sin pensárselo dos veces, comenzó a embestir contra ella, impulsando hacia arriba la cadera con todas sus fuerzas, al mismo tiempo que empujaba con vigor hacia abajo el cuerpo de su puta, consiguiendo llegar a incrustarle su rabo de toro enorme como ninguno hasta las putas pelotas en cuatro movimientos.
“¡¡¡¡¡HHHHHHHHHHHHHHHHHHHHMMM!!!!!” la pobre Almudena mordió el hombro de su violador para no gritar, el dolor era terrible, insoportable. Pensaba que la había rajado en dos.
Pero desde donde estaba puesta la cámara se veía a la chica de espaldas, no se apreciarían sus lágrimas, ni su cara de dolor, y solo se vería a una pareja teniendo sexo un poco duro, sin abusos ni violación.
“Vamoooos putaaaa AaAAaaAAAahhh… sé que terminará gustándote zorraaaaa…” le dijo el viejo asqueroso a su víctima, sin dejar de violentarle el orto de manera salvaje.
Vicente sodomizaba a Almudena con una potencia abusiva, brutal. De golpe y porrazo dio un último embiste, clavó su tremendo rabote de caballo dentro del culo de su hembra, con sus cojones pegados a las nalgas de la chica, e inclinó la cabeza, comenzando a devorar sus pechotes, apartándole el sostén con los dientes.
“Me voy a desmayar te lo suplico no puedo más… ¡duele mucho!” susurró ella.
“No, puta. Eso por desgracia para ti no va a pasar” aseguró el violador “Ahora muévete en círculos. Así muy bien. Comienza a follarme tú con tu culo” ordenó el viejo seboso.
A ella no le quedaba más remedio, así que comenzó a mover su culo como el viejo le pidió. Primero en círculos, estando totalmente empalada, y luego empezó a sacarse un poco de aquel rabo descomunal, para volver a enterrarlo profundo en sus entrañas. ¡Oh, Dios! ¿¿Por qué dolía tanto??
Vicente estrujó las nalgas de la futura madre de sus hijos. Dedicó un buen rato a lametearle esas tetas gordas y firmes, entre gemido y gemido. La puta comenzaba a moverse bien y le estaba dando muchísimo gusto. Pero todavía quería más de ella. Para su vídeo.
“Bésame zorra. Bésame como si me amaras” esa quizás fue la peor orden de todas.
La pobre Almudena se obligó a poner su dulce boquita de fresa contra la apestosa boca de viejo de su violador, quien al parecer no conocía el significado de la palabra ducha, ni cepillo de dientes, y comenzó a morrearle con auténtica pasión fingida.
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En ese momento la polla gigante de Vicente se salió sin querer del interior del culo de Almudena, y ésta interrumpió el beso cuando el viejo empujó contra su orto sin compasión alguna.
“¡¡¡¡ HHHHHHHHHHHMMMMMMM !!!!” se quejó contra sus labios por aquella intromisión salvaje.
El viejo frutero la obligó a continuar con el beso, volvió a abrazarla fuerte y comenzó a abusar de su culo con violencia. Vicente volvió a sacar su asquerosa lengua y la pasó por los labios y la lengua de su hembra. Succionó su labio inferior y lo chupeteó antes de volver a morrearla apasionadamente. Mientras, el semental salvaje no dejaba de penetrarle el orto a la hermosa ninfa con toda su mala hostia y deseo acumulado por ella.
Él no podía dejar de empalarla con saña viril, encastándole su durísimo mástil de hombre rapidísimo y muy muy profundo en su culito prieto de hembra.
“¡ ¡AaAAAaAAAAaaAAAahhhHH!! ¡¡¡¡DIME CUANTO TE GUSTA QUE TE REBIENTE EL CULO CON MI POLLA ZORRA!!!!” gritó Vicente.
“¡¡AAaAAAaaAAAAaaAAAHh ME ENCANTA QUE ME FOLLES ASI DE DURO MI CULO VICENTEEEE!!” se vio obligada a responder la chica de cuerpo fenomenal, llorando por el dolor que sentía en sus entrañas violentadas de aquella forma tan salvaje.
La caverna de su culo apretaba con firmeza aquel mastodóntico vergote que lo penetraba con dureza, con gran violencia, provocando que todo su cuerpo de hembra se sacudiese. El viejo frutero barrigón notaba como su apestosa polla se sentía apretada en el interior de ese conducto angosto, era la puta gloria. Y más lo era saber que podría volver a follarse a esa hembra de infarto por cualquiera de sus orificios siempre que se le antojara. Ahora tenía a Almudena bajo su absoluto control.
Era tremendamente excitante tener a esa muchacha tan joven, hermosa, perfecta, botando encima de su regazo como amazona, empalándose ella misma su polla de toro bien profundo, llorando por el dolor que sentía, pero sin posibilidad de negarle nada a Vicente. El macho continuó follándose bien fuerte el culo de Almudena.
“¡¡VOY A ROMPERTE EL CULO EN DOOOOOOOOOOS PUTA DE MIERDA!!” exclamó él, sintiendo su orgasmo llegar.
El viejo peludo estrujó el culo de Almudena, clavándole con saña las uñas, apretujándolo con rabia hacia abajo tan fuerte que le arañó profundo su fina piel, al mismo tiempo que él embestía hacia arriba con toda su puta mala hostia, incrustándole su vergón de elefante lo más profundo posible dentro de sus entrañas, y comenzó a soltarle litros de espesa lechada asquerosa y apestosa.
“¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHH SIIIIIIIIIIIIIIII MI PUTAAAAAAA SIENTE MI SEMEN INUNDÁNDOTE!!!!” gritó el viejo seboso.
“NOOO AAAAAAAAAAAAAAH BASTAAAAAAAAAA” se quejó ella porque el dolor en sus posaderas era ya a esas alturas totalmente insoportable, por el abuso y el maltrato de aquella brutal violación.
Vicente terminó de correrse en el orto de SU hembra y la mantuvo abrazada contra su cuerpo, besándola y acariciándole el cuerpo, mientras su polla iba disminuyendo en tamaño, poniéndose flácida, hasta que finalmente se salió ella sola del interior del culo de Almudena, que comenzó a rezumar una cantidad increíble de semen de viejo.
“Ponte aquí y empieza a limpiarme la polla con la lengua mientras yo te explico cómo van a funcionar las cosas entre tú y yo a partir de ya” le ordenó el frutero barrigón.
La preciosa chica con el culo palpitante y dolorido como nunca, se puso de rodillas sobre el sofá y comenzó a pasar su lengua por el rabo de su violador, recogiendo los restos de su ácido esperma de viejo, y tragándolo, mientras escuchaba lo que le decía ese malnacido abusador. Él le acariciaba sus nalguitas prietas arañadas.
“A partir de hoy vendré a vivir aquí contigo. Tú me presentarás a todos como tu prometido. Dejarás de trabajar. No necesito tu dinero. Vas a convertirte en una buena novia y ama de casa. Limpiarás y cocinarás para mí. Y siempre que me apetezca follarme cualquiera de tus orificios de puta viciosa tú actuarás como si realmente te encantara que lo haga. Como una buena esposa, te abrirás de piernas para mí siempre que se me antoje” dijo Vicente muy serio.
A medida que lo escuchaba, Almudena se iba poniendo pálida y comenzaron a caerle lágrimas por sus preciosos orbes color miel. Vicente comenzó a meterle un par de dedos por su coño de puta insaciable.
“Si no accedes a todas mis condiciones, mataremos a tu hermana y a tu sobrino” seguía hablándole como si realmente existieran más extorsionadores además de él, y le profirió esa amenaza antes de soltarle el último bombazo “Y serás la madre de mis hijos” puntuó al final, cosa que hizo que ella comenzara a llorar “Sé que las pastillas abortivas no funcionaron, yo te las cambié por vitaminas” Almudena alucinaba.
“NO PUEDES OBLIGARME A PARIR A TUS HIJOS ESO ES INHUMANO” gritó ella.
Vicente comenzó a follarle el coño a su puta con sus dos dedos con suma violencia, introdujo un tercero, ella no se movía como estaba arrodillada sobre el sofá a su lado con su pollón flácido junto a su boquita de fresa.
“Deberías pensar bien las cosas antes de decirlas” sacó su teléfono móvil “Está bien. Despídete de tu hermana y tu sobrinito porque no volverás a verlos jamás. ¡Y te aseguro que mis hombres se encargarán de darles una muerte lenta larga y dolorosa!”
Almudena clavó los dedos en la pierna de su abusador. No tenía salida. Debía obedecerle, ¡incluso en eso! No le quedaba más remedio. No soportaría que nadie les hiciera daño a los únicos seres que amaba en el mundo.
“¡NOOOO! ¡¡NO LLAMES POR FAVOR!! ¡LO HARÉ! ¡¡SERÉ LA MADRE DE TUS HIJOS!!” dijo la ninfa preciosa, hundida en la miseria.
“Deja de lloriquear y chúpame los huevos que voy a follarte por el coño puta” sentenció el viejo barrigón, absolutamente satisfecho con lo que había conseguido.
Ahora debía reunirse con su ayudante de la frutería José y arreglar con él ese asunto que tenían pendientes. José estuvo involucrado en la primera violación a Almudena porque en un descuido de Vicente, descubrió sus planes de abusar de ella. Al final de ese abuso a su hembra, el viejo se marchó a eliminar pruebas, y José se quedó a solas con Almudena, y se la volvió a follar, consiguiendo que se corriera. Como ella no conocía las identidades de sus violadores, él le dijo que si quería repetir polvo colgara un pañuelo negro de su ventana, y joder lo hizo.
Y suerte que Vicente lo vio y intervino. Así pudo desbaratar los planes de José y a través del chantaje conseguir a Almudena, el centro de su obsesión, para él solo. Ahora Vicente debía pagar esa deuda con José. Debía dejarle bien claro que no podía volver a follarse a Almudena. Y sabía cómo hacerlo. Ya tenía en mente qué le ofrecería a su ayudante a cambio de olvidarse de su hembra… a otra hembra, de su elección. Conseguiría para su ayudante una chica de infarto que se convierta en su puta particular.