Alma podrida (el plan)

No odieis nunca, el odio carcome el alma.

Víctor tuvo que cambiar de ciudad.

Todo empezó cuando el era profesor de un colegio, una de las alumnas le pidió que quitase un suspenso que tenia bien merecido, ante la negativa ella urgió un plan para acabar con el, aun no tiene ni idea como llegaron las bragas a su casa, como los abogados de esa puta tergiversaron los hechos y como sus compañeras declararon a su favor, a pesar de que en el juicio le declararon inocente por falta de pruebas, el populacho intento acabar con el, el ultimo intento consistió en quemar la casa, con el dentro, aun no sabia como consiguió escapar.

Tuvo que cambiar de ciudad, consiguió un trabajo en la universidad de ciencias políticas, el sueldo era bueno, el trato mejor y sobretodo, nada de adolescentes problemáticos.

Pero el primer día de clase.

Casi le daba un vuelco al corazón cuando vio los nuevos alumnos del 1º curso, ahí estaba ella, una chica de 18 años de larga cabellera rubia, ojos verdes, labios carnosos y cuerpo de modelo, esa maldita rebelde malcriada se había convertido a medida que pasaron los meses en una alumna modelo, la primera de la clase, la chica que todos los profesores simpatizaba, los chicos enamoraba y a las chicas aconsejaba, pero Víctor tenia que cerrar los puños para contener su ira.

Pasaron los días, las noches no le dejaban dormir, las imágenes del tumulto incendiando su casa, gritos de odio y muerte, imágenes que se repetían noche tras noche y DIA tras DIA tenia que ver a la causante de su mal, un DIA ella se le cruzo en su camino.

-disculpe profesor, se que esta ocupado, pero me gustaría consultarle esa duda – dijo la joven señalando un párrafo de su libro.

¡Encima se había olvidado de el! ¡¿Tan poco significo lo que hizo?!

A pesar de eso le aclaró las dudas, ella respondió diciendo gracias con una sonrisa, Víctor, se dirigió a un lugar apartado y golpeo la pared con todas sus fuerzas, casi rompiéndose sus nudillos, no podía mas.

Pasaron los meses, había estado observándola, que hacia, que trayectos hacia, ¡todo!, preparo un lugar, el instrumental necesario, su cerebro imagino como seria su venganza, la captura, la ejecución y el escape, empezó a pensar como un policía ¿qué pistas podría seguir? ¿Qué preguntas le haría?

¿Qué haría con ella? ¿La mataría?, NO, ella debe sufrir, debe recordar lo que le hará de igual forma que el recordaba lo que le hizo, ¿no le juzgaron por violación?, pues tendrán una violación.

Pasaron los días, cada DIA que pasaba se acercaba al DIA de la venganza, repasó todo, cloroformo, peluca, gafas de sol, barba postiza, un colchón viejo, grilletes, un viejo carrito de la compra, unas bolsas de basura, betún, el móvil de su hermana (robado en el aeropuerto cuando se iban, aun creen que lo han dejado), cables eléctricos pelados, gasolina, mascaras, una hoguera con varas de hierro, guantes de látex, objetos cortantes, agujas, cinta adhesiva, una nevera de hielo y condones, además de una sorpresa muy especial.

A las 20:00 el salio de la universidad y se dirigió hacia su pensión, ahí llamo a una prostituta que acudió enseguida, todos los vecinos la vieron y no precisamente con buenos ojos.

Llego al piso donde Víctor vivía, al llamar, Víctor la abrió y la invito a pasar, ella se puso encima de la cama en una pose muy sensual, era dominicana, de cabellos largos, muy atractiva, pero de ojos tristes.

Víctor y la prostituta se desnudaron, se había enjuagado la boca con alcohol e ingirió lo suficiente como para no emborracharse, ella creía que estaba borracho, Víctor actuaba muy bien su papel.

La prostituta se abrió de piernas, mostrando su concha rasurada, Víctor se puso el preservativo y la penetro, bombeo dentro de ella, calculando el tiempo en el que el guardia de seguridad se dormiría, aun no sabia como seguía en su puesto si no hacia mas que pegarse siestas, sentía como la concha envolvía su tranca, como el calor de esa chica se unía al suyo, en ese momento vio la cara de su odiada alumna, ella lloraba, gritaba piedad, Víctor reaccionó bombeando más y más fuerte, casi como si quisiera matarla, la prostituta intentó apartarlo, pero el la tenia bien agarrada, no tuvo mas remedio que aguantar y jadear con la esperanza de que acabara pronto, era un cliente, le había pagado y si se quejaba tendría problemas, no solo con los papeles sino con su chulo.

Víctor eyaculo dentro de ella, llenando su preservativo, fingió dormirse, ella lo apartó de encima, le dolía su concha de la fuerza con que la penetraron, salio a por otro "cliente".

Víctor fingió dormirse durante hasta las 00:00, ahora tenia su coartada, cuando todos dormían en un DIA laborable, se dirigió a su armario, se puso los guantes de látex, cogió la ropa que encontró el otro DIA en la basura, se vistió con ella, puso relleno para parecer mas gordo, se puso la peluca de pelo largo, la barba y las gafas de sol además de una gorra y copio el cloroformo, se fue por las escaleras de emergencia con sigilo y se dirigió a la residencia femenina.

El guardia estaba dormido (como siempre), eran las 01:00 de la noche, no tardo en abrir la puerta, paseo por el pasillo, no había ni un alma, solo el olor a mujer, se detuvo en la puerta de su "victima", con sus ganzúas forzó la puerta y la vio, dormida, como una princesa, llevaba un camisón de seda de una pieza, debajo no llevaba nada.

Víctor ya sentía desde que entro en la residencia que su corazón bombeaba fuerte debido a la excitación, sus manos temblaban al untar el cloroformo en el pañuelo, se puso al lado suya, cuando ella de despertó le tapó la boca con el cloroformo, no tardó en acunarse en los brazos de Morfeo, la llevó hasta la parte de atrás de la residencia, la puso en el carrito, colocó bolsas de basura encima de ella y untó la cara con betún, la llevó a un edificio abandonado que el ayuntamiento derribara dentro de dos meses, suficiente para lo que planeaba, la llevó al sótano y la dejo ahí, se aseguró de que no se escaparía ni le pasaría nada hasta que el llegara de nuevo.

Después de quemar su disfraz se fue hacia su casa y descanso allí hasta que a las 12:00 llamaron a su puerta.

Al abrir vio que eran dos policías, ellos entraron y Víctor, fingiendo dolor de cabeza, vista cansada y ardor de estomago, les ofreció asiento.

"bien Víctor, hagas lo que hagas, ¡no te derrumbes!

-señor Víctor Gómez, acaba de desaparecer una chica, se llama Sara Ortega ¿la reconoce? – dijo el policía.

-lo lamento mucho señor, pero ahora no estoy yo para nada, y mucho menos para reconocer a nadie – respondió Víctor fingiendo malestar.

-ya nos dijo su vecino sobre su pequeña "juerga" – decía el policía mirando botellas de licor vacías – pero es importante encontrarla, hay indicios de que la han secuestrado.

-les digo que no estoy para preguntas, solo quiero una aspirina y dormir – respondió Víctor.

Los dos policías se levantaron y le respondieron con firmeza.

-entonces tendrá que acompañarnos a comisaría, necesitamos que nos aclare muchas dudas.

-joder – dijo Víctor con mala gana mientras se vestía de forma torpe.

Cuando bajaron apareció una anciana que le señalaba con el dedo mientras le gritaba.

-¡ya era hora de que te llevasen a la cárcel! ¿Creías que traerte esas putas en este DIA lo dejarían pasar? Espero que estés mucho tiempo encerrado.

Víctor fingió que le estallaba la cabeza por los gritos mientras la policía intentaba callar a la anciana, una vez en comisaría lo metieron en la sala de interrogatorios, ahí entro un hombre corpulento, con papada, rapado, orejas de soplillo y mirada de mal genio, llevaba una chaqueta de cuero.

-Bien, bastardo ¿dónde esta? – decía el policía.

Víctor sintió un vuelco en el corazón, pero no lo exteriorizó, sabia que esto pasaría, debía aguantar.

-no se donde esta lo que buscas, pero yo si se donde quiero estar, en la cama con una aspirina – decía Víctor fingiendo resaca.

El policía acerco rápido su cara a la de Víctor mientras le decía con desprecio.

-eres culpable, Víctor Gómez Vaquero, lo supe cuando te ví, he mirado tus antecedentes, te juzgaron por violación, por violar a esa pobre niña, puede que salieras indemne del juicio, ahora que es una mujercita tienes ganas de "catarla" de nuevo, si, esos pechos ya formados, nada que ver con el pecho casi plano de esa niña, esos labios carnosos, nada que ver con los infantiles labios que cataste, esas piernas largas, nada que ver con esas piernas aun sin formarse, ese culito respingón, nada que ver con el culo plano de antes ¿cuántas veces se lo hiciste? Basura, ¿cuántas veces le hiciste llorar?

Víctor tenia que contenerse para no dejarse provocar por el policía, le respondió con voz cansina.

-escúcheme esteroideman, primero, no la toque, ella mintió, segundo, recuerdo que llame a una puta mientras bebía para olvidar ese DIA, el DIA que tuve que irme porque gente como usted no paraba de acosarme, tercero, tengo uno de los expedientes mas limpios de la universidad, salvo la gogorza de mi "aniversario", llámeles a ellos para verificarlo.

-te estoy hablando a tiiii, todo lo que necesito saber lo sabes tuuuu, lastima que prohibiesen la tortura, te aseguro que cantarías a los cinco minutos – decía el policía, con chulería.

Se acerco a su oído y le dijo con un susurro.

-pero siempre ocurren accidentes.

Eso le puso nervioso a Víctor, pero resistió, no quería cagarla tan pronto.

-Ramón, ven un segundo – dijo el superior del interrogador.

-hasta luego ¡BASURA! – dijo Ramón.

Al salir el superior del policía le dijo.

-¿qué coño te pasa? ¿Quieres tener otro expediente?

-es culpable, lo lleva escrito hasta en la ultima célula de su cuerpo – decía Ramón.

-Sabes que es inocente hasta que se demuestre lo contrario – dijo el superior.

-es la misma chica, seguro que se encapricho con ella y quiere someterla a su poder otra vez, seguro que esta pajeandose pensando en ella – respondió Ramón.

-tiene coartada, encontramos a la puta, no es el, busca a otro para amenazarle. – Respondió el superior

-¡¿vais a soltarlo?! – gritó Ramón.

-Si, y tu te disculparas – respondió el superior.

Víctor salio, acepto las disculpas del comisario, pero Ramón, solo respondió señalándose a los ojos y señalándole a el, eso significa una cosa.

"te estaré vigilando".

Víctor, a medida que se alejaba de la comisaría pensó.

¿Cómo estará esa mal nacida?

Sara se despertó en una habitación cerrada, todavía llevaba el camisón y apenas recordaba nada, miraba asustada en todas direcciones y vio que estaba en un colchón viejo y polvoriento, nada que ver con la calida y cómoda cama que tenia, el lugar era húmedo, polvoriento, oscuro, ¿qué hacia aquí? ¿Por qué la habían secuestrado?

En ese momento pensó que la secuestraron por dinero, pero ¿y si sus familiares no pueden pagar? Lloraba ante la idea de que encontraran su cuerpo desmembrado y sin vida en una carretera, tenia que escapar, pero, ¿y si están armados? Antes de que saliera a la calle ya la habrían disparado, tenia tantos sueños que cumplir, ser la primera presidenta de España, ligarse a ese monitor del gimnasio de la esquina, hacer ese viaje a Inglaterra, no podía evitar llorar, el frió le recorría el cuerpo, su camisón no abrigaba nada, se froto sus brazos en busca de calidez.

Víctor llegó a la improvisada celda de Sara después de comprar víveres, la miro, estaba despierta, tenia frió y seguro que hambre, Víctor, fingiendo un acento extranjero, le dijo a Sara.

-¡eh nena! ¿Ya estas despierta? Bien, te quedaras aquí un rato, hasta entonces te portaras bien ¿quieres comer algo?

Sara respondió afirmativamente a lo de comer, tenia hambre.

-bien preciosa, pero tendrás que ganártelo – dijo Víctor.

Víctor, saco su polla a través de la pequeña ventana, tenia una polla bastante grande y gruesa, 21 cm. largo y 6 cm. de diámetro.

-tendrás que ganarte la comida, ¡chupala! – ordeno Víctor.

Sara no estaba dispuesta a hacerlo, pero Víctor, ante la falta de iniciativa de Sara, le dijo.

-cada día estarás mas y mas débil, además, ¿no prefieres que sea amigo tuyo? Si soy amigo tuyo te puedo tratarte bien, muy bien, sino, bueno, puedo presionar a tu familia para que pague cortándote dedos jejeje.

Eso aterro a Sara, se dirigió hacia el miembro y empezó a chupar lo mejor que pudo, mientras acariciaba el tallo con las manos, besaba y lamía sus peludos testículos, mientras lo hacia, varias lagrimas brotaban de su cara, mientras Víctor, en el otro lado, gozaba de esa felación, se imagino la cantidad de veces que ella chupaba pollas para adquirir esa practica, ahora Sara estaba engullendo su polla, le costaba un poco metérsela en la boca ya que tenia una mandíbula muy pequeña.

-te estas portando bien, pendeja, pronto seremos muy amigos – decía Víctor con su acento fingido junto con una sonrisa sincera.

Sara, acelero la velocidad de la chupada, teniendo cuidado con sus dientes, no quería dañar a su carcelero para que luego el la dañara a ella, esa felación le parecía eterna.

En ese momento Víctor noto como se corría, toda la leche entro de golpe en la garganta de Sara, cociéndola por sorpresa, Sara casi se atragantaba.

-eres una buena amiga, toma tu comida – decía Víctor echándole la comida por la misma ventana donde saco su polla.

Sara recogió la comida, pero le dijo a su agresor.

-esto lleva gluten, yo soy alérgica al gluten.

De algún modo Víctor sintió como la adrenalina recorría todo su cuerpo en forma de furia incontrolable, copio un cable eléctrico, su mascara y entro violentamente dando calambrazos ha Sara.

-¡TE INVITO A MI CASA, TE DOY MI COMIDA! ¿Y ME CONTESTAS CON DESPRECIO? ¡TO NO ERES NINGUNA AMIGA! – decía Víctor mientras seguía en su papel.

Termino dando patadas a Sara en su estomago, tantas que casi ella vomitó, se llevo la comida y cerro la puerta, dejándole solamente una botella de agua, Sara, se acerco al agua y abrió la botella para beber un trago, mientras rompía a llorar.