Alicia y Lina (el inicio o el fin?)

Por momentos Lina creía ser correspondida, y danzaban felices, por su cuerpo, aquellas mariposillas generando cosquilleo por todo su ser.

Mientras Lina se preparaba para el inicio de su jornada laboral, pensaba lo bueno que resultó del cambio forzado que la vida le impuso. Pensar en lo negativo no es su estilo, por lo tanto, pudo darse cuenta de lo bien que se sentía esa mañana, mas liviana y ansiosa por ir a trabajar. Sin cuestionarse nada meditó sobre su renovada postura. Las damas ya no le resultaban indiferentes. Aquel nerviosismo adolescente recorría su cuerpo una vez más. Su ser, como el Fénix, resurgía y su cuerpo, festejaba con burbujeante alegría.

Al pasar los días aumentaba su alegría con la sola idea de ir al Centro de Estudio, su lugar de trabajo. Las compañeras y alumnos eran muy simpáticos y allí trabajaba, generalmente, hasta tarde en la noche.

Aquel era un centro de estudios para adultos y ella valoraba a quienes se esforzaban por terminar su carrera.

Las noches eran hermosas con la compañía de aquella estudiante. Para la buena fortuna de Lina, ella solo podía hacer sus prácticas en ese horario. Lina sabía que Alicia era jefa de familia, tenía hijos y trabajaba buena parte del día, su compañía se tornó irremplazable.

Se puede decir que se acompañaban mutuamente. Por un momento pareció el inicio de una buena amistad, pero Lina notó con el transcurso del tiempo como se aceleraba su pulso con la presencia de Alicia, se ruborizaba tan solo con observar el brillo de sus ojos, esa mirada chispeante la hipnotizaba. Aquellos ojos parecían hablar!!! Por momentos la incertidumbre la agobiaba, sobre todo en la paz de su apartamento, que no le ponía límites a su mente inquieta.

No podía creer que una “Hetero” podía hacerla reaccionar así, como pudo su “radar” fallarle tanto. Últimamente cada pensamiento estaba relacionado estrechamente a aquellos ojos, por momentos buscando descifrar el lenguaje que éstos expresaban, ya que parecían irradiar sensualidad y pasión. Siempre que aquella mirada aparecía en su mente su cuerpo se estremecía de la misma manera que lo haría con una caricia suave y prolongada por su espalda, si, evidentemente aquellos ojos además de hablar, acariciaban. También la calidez y picardía de su sonrisa generaba magnetismo, cada vez que se detenía a mirarla  no podía dejar de hacerlo y tenía que luchar contra el impulso, cada vez mas fuerte, de besarla. Llegó a observar tan detenidamente su boca que incluso percibió la textura de sus labios, suaves, delicados, generosos, y anhelantes de caricias. Tantas veces se imagino besando esos labios, que no sería una sorpresa si el impulso de hacerlo es más fuerte que su recato… no podía ser que se encontrara caminando hacia un callejón sin salida, a conciencia y sin intención ninguna de detenerse!!!

Con la sensatez de vacaciones, entró en un juego peligrosamente atractivo, en un juego de seducción, que posiblemente, jugaba sola. Es que ya no podía pensar con claridad, cada vez con menos fuerzas, luchaba contra la necesidad de acariciarla, de estrecharla entre sus brazos y acariciar los labios da Alicia con los suyos, lenta y suavemente, en movimientos cada vez mas estrechos, iniciando aquel maravilloso primer beso.

Anhelaba su cercanía, pero temía que su mente le jugara una mala pasada y que Alicia transitara inocente ante esta situación, viendo en Lina tan solo a una amiga.

Poco sabía Lina de la vida de Alicia, las charlas que solían tener trataban sobre todo del centro de estudios o de la vida de Lina, mas Alicia, atesoraba celosamente la historia de su vida, acentuando la incertidumbre de Lina.

Por momentos Lina creía ser correspondida, y danzaban felices, por su cuerpo, aquellas mariposillas generando cosquilleo por todo su ser. El beso de despedida, se convirtió en todo un contradictorio acontecimiento, ya que por un lado no quería dejar su compañía y por otro, el poder disfrutar la sensación de aquel intenso, aunque breve, contacto. La sensación de rodearla siquiera con un brazo y acariciar por un instante su espalda o su cintura eran impagables. Sólo pensar en ese glorioso momento elevaba su ritmo cardíaco y recorría su cuerpo aquel maravilloso nerviosismo.

Al pasar los días Lina se encontró orquestando cualquier tipo de situación casual, que le permitiera, tan siquiera rozar la mano de Alicia, palmear su espalda o incluso acariciar su rostro…. Aquellos pensamientos desencadenaban otros planes más complejos e incluso aún más peligrosos, que oscilaban entre arrebatarle un beso y secuestrarla un fin de semana para no dejar rincón de su piel sin recorrer con sus labios.

Deseaba su piel, la luz de sus ojos no se quitaba de su mente, aquellos labios exigían ser besados, Lina estaba perdiendo la cordura, ya no lograba pensar en otra cosa.

Al verla concentrada en sus tareas, se imagino mil veces acercándose por detrás, corriendo su cabello, dejando expuesto su cuello para poder depositar en él un delicado beso. Incluso en sus sueños apareció Alicia, rodeándola con sus brazos y besándola, maravillosamente.

Al despertar Lina se queda disfrutando de aquella sensación y tras un largo y profundo suspiro piensa:

Tantos tesoros por descubrir en ella, y yo, en la vereda equivocada, que solo me lleva a un callejón sin salida…

Como es posible que mi mente me juegue tan chueco y que mi radar descompuesto, me lleve a dar contra un muro?

Quiero pensar que no juego sola.

Que no es inocencia la que cubre sus actos.

Que el roce de mi mano en la suya, no pasa inadvertido.

Que al verme, su cuerpo reacciona como el mío cuando la veo.

Que también anhela el breve contacto del saludo.

Que es lo que pasa por tu mente cuando me miras Alicia?

Puedes ver como me sonrojo cuando me hablas?

Eres conciente de que no puedo dejar de mirarte?

Acaso mi proceder te incomoda?

Te sientes acosada?

Interlina

Valeria