Alicia, casada y boquerona
Puede parecer una fantasía pero cuando una mujer felizmente enamorada de su pareja y casada desde hace años nota que la magía de la pasión se empieza a difuminar es cuando piensan en muchas cosas o ponen en práctica otras. Ella no se arrepiente de poner en practica su necesidad.
Me mandó un mensaje Alicia a través de una página de contactos sexuales a la que yo pertenezco y claro, como siempre contesto de alguna manera a quien desea que nos conozcamos. Aunque indico que no es su nombre real, ya que yo soy así de discreto.
Resumiendo, nos enviamos mensajes y decidimos quedar para hacer lo que deseábamos hacer, que era follar, literalmente.
Ella es más joven que yo (alrededor de 11 años), pero aparte de la edad que para tener sexo no es ningún inconveniente porque seguimos quedando cuando ella puede, también hay que decir que es casada. Esto no es ninguna fantasía, es que a ciertas mujeres casadas se les hace cuesta arriba eso de tener sexo con la misma persona todos los días, y más cuando ya has probado el dulce pecado de tener sexo con otras personas durante tu vida.
Quedamos en un hotel cerca de la localidad en donde vive ella y tras tomarnos unos refrescos y ver que, si teníamos ganas los dos, nos subimos a la habitación que había reservado para tal encuentro. Una vez dentro no pude aguantar mi compostura y me lance a desnudarla para poder ver todo su cuerpo al natural, solo que le deje su tanga puesto, por un motivo simple, me encanta mojar con mi lengua y saliva dicha prenda para luego dejarla bien mojada.
Alicia tampoco se quedó corta, cuando estábamos en la cama, yo comiéndola entera, ella se giró para tragarse lo que luego su coño se iba a tragar y así fue como me puso cardiaco para seguir comiendo sus labios y clítoris, hasta que me dio mi regalo, uno de sus cuantos orgasmos.
Como estábamos tumbados, ella se subió encima mía y se tragó literalmente toda mi polla en una cabalgada lenta y profunda, y cuando la tuvo toda tragada gimió de placer mientras me decía que se sentía muy llena. Cabalgo como le gustaba, fuerte y rápido para así encadenar varios orgasmos y yo todavía con ganas de más, mientras agarra sus enormes y preciosas tetas, mientras pellizcaba sus pezones, mientras azotaba suavemente su culo, hasta que le dije que ya era hora de ponerme el condón, porque deseaba correrme y no era cuestión de dejar dicho liquido sin apenas tener una seguridad, por lo que Alicia se desmonto de mí, agarro el sobre del preservativo, lo abrió, saco el látex y se lo puso en su boca, con lo cual ya se sabe que pasa en estos casos. Abrió su boca cerca de mi capullo y haciendo un ademán de habilidad se tragó toda mi polla lentamente mientras ella iba poniendo dicha protección en mi polla que seguía estando dura y gorda.
Cuando ya noto que estaba completamente puesto, se volvió a subir encima mía y cuando empezó a menear su culo fue cuando supe que había tenido un fuerte orgasmo, porque mi pecho sufrió que sus uñas y dedos se aplastaran e hincaran en mi piel, por ello levante un poco mis piernas, haciendo que ella se recostará un poco en mis muslos, y moviendo mi cadera de arriba hacia abajo, empecé a follarla muy rápido, tanto que cuando paré, notaba como mi semen salía por mi capullo, y ella sabía que me había corrido.
Había pasado más de una hora desde que entramos en la habitación, por lo que nos dimos una ducha, después de tanto sexo y tanto sudor.
En la ducha, ella se enjabono primero, para luego ponerse de espaldas a mí y dándome su culo, me hizo que la follará bestialmente de pie, mientras caía el agua de la alcachofa. Creo que, si no la agarro de su cintura, se hubiera caído por mis embistes contra su culo mientras mi polla sin condón porque acababa de haberme corrido, la tenía muy dura y eso hizo que su coño no parará de tener orgasmo tras orgasmo, por eso sus piernas casi no podían sujetarla.
Cuando acabamos de tener el sexo bajo el agua, nos fuimos mojados nuestros cuerpos de nuevo a la cama en donde ella se dio un homenaje a su boca, haciendo una de las mamadas profundas y largas que nunca me han hecho.
Así, cuando estaba a punto de correrme de nuevo, me pregunto si podría follarla lentamente por su culo, que aunque no lo practicaba mucho, conmigo lo quería hacer pero sin condón, para que la llenará de mi líquido, cosa que a una mujer si te pide eso es tontería negarle un capricho, por lo que ella se puso boca abajo en la cama, metí una almohada entre su bajo vientre y cadera, escupí saliva en su ano y poco a poco me fui metiendo dentro de ella para pararme cuando ya se la metí entera. Ella jadeaba y notaba que le costaba adaptar su ano a mi grosor, pero moviendo muy lento hice que su posible dolor dejará de existir, eso sin, como sabía que una mano suya estaba en su clítoris para así estimular y camuflar el dolor de su ano al principio pues empecé a follar su culo como ella me iba diciendo al principio pero luego fui yo el que le reventaba el culo hasta que bajando mi boca a su oído le dije que no aguantaba más y que le iba a llenar su culo de mi leche, por lo que creo que solo con oírlo Alicia, se corrió de nuevo.
Cuando acabamos, sabía que, al ser casada, tenía poco tiempo para seguir disfrutando, pero ella, Alicia me dijo que no pensará que íbamos a tener solo ese encuentro, sino que más, por eso es por lo que seguimos viéndonos, cuando ella se puede escapar de su rutinaria vida conyugal y cuando desea que un maduro le haga vibrar y sentirse de nuevo deseada.
Ahhh, ella me pidió que hiciera esta historia, porque sabe que seguimos manteniendo ese secreto mejor guardado de una mujer casada, tener la posibilidad de un amante que te escriba para que otras personas sueñen con una realidad.