Alicia a través del espejo. (3)

Capítulo 3. No hay 2 sin 3

Alicia a través del espejo.

Capítulo 3. No hay 2 sin 3

Me quede helada, él había estado ahí, ¿Cuánto tiempo? No me atreví a levantar la vista y mirarle, pero algo me decía que estaba sonriendo. Paso un minuto tal vez dos en silencio de ambos.

-        ¿Y qué es lo que quieres?, salido.

-        ¿Truco o trato? Hermanita,  bueno digamos que si no me das lo que quiero imagínate como te miraran los chicos del instituto y la cara de papá y mamá cuando vean lo que haces con tu amiga, seguro te quedas sin tu cumpleaños en Ibiza. – Al decir eso se colocó la mano delante de la boca e hizo una mueca de sorpresa.

Puso su mano en mi espalda buscando mi pelo, lo agarro y enrollo un poco en su mano cerrando su puño tiró de mi pelo, para hacer que mi cabeza se echara hacia atrás, acerco su boca a mi oído y me susurró:

-        Qué tal si tú amiga y tú os lo montáis conmigo.  Y el video se borra mágicamente de mi cámara y de mi ordenador.

No podía creer lo que me estaba diciendo, ¿mi hermano se había vuelto completamente loco?

Él era suficientemente guapo como para conseguir la chica que quisiera, siempre ha salido con chicas realmente muy guapas, no entendía que quisiera “montárselo” conmigo, su hermana. Dentro de mí sentí una pequeña arcada pero a la vez sentí un ardor en el vientre. Creo que él lo noto porque acto seguido, retorció un poco más mi pelo y su boca quedo a la altura de la mía. Me besó. Sus labios aún sabían a pizza y coca cola, durante segundos pensé en no devolverle el beso, pero fue instintivo no me pude contener y se lo devolví y ya dejo de ser un beso, se estaba convirtiendo en un morreo bastante apasionado y me estaba gustando y a él también le gustaba se pegó a mi cuerpo y pude notar en mi abdomen que estaba totalmente empalmado. Dejo de besarme y un instante me quede con los ojos cerrados y poniendo morritos aún.

-        Mira hermanita, tu y yo ya sabemos que no somos hermanos de sangre, además esto ha sido muy fácil, no es la primera vez que te he visto con Nina o con Sony y he de decir que desde que me presentaste a Nina me dejo flipado y ahora tengo la oportunidad de estar con las dos. – hizo una pausa y sonrió abiertamente y se quitó la camiseta– Que suerte la mía, ¿no?

La verdad que nunca me había fijado en el como hombre, aun que he decir que es muy guapo y mientras él se sentaba en la silla de su escritorio le observe como a otro hombre, su cuerpo es muy atlético, perfecto, desde los 10 años está practicando natación, su pelo es moreno y liso y siempre lleva un corte militar, sus ojos son oscuros pero muy grandes y su boca dibuja unos labios muy jugosos y ahí delante de mi le tenía en pantalón de pijama sin camiseta.

Me apoye en su escritorio, pegando el culo al borde con los brazos cruzados y mire discretamente a su entrepierna, vi claramente que no llevaba bóxer ni slip, tan solo en pantalón del pijama ya que podía entre ver y se marcaba mucho toda la silueta de su pene.

Hacía días que no sentía uno, Sonny estaba demasiado ocupado entre su trabajo, los ensayos y los conciertos, Sonny era guitarrista principal en una banda de Rock que empezaba a ser conocida en Berlín,  apenas cuando nos veíamos teníamos tiempo para nada, algún magreo ocasional en su Audi.

Hans buscaba en las carpetas de su ordenador.

-        Veras voy a mostrarte otra cosa hermanita. Seguro te va a gustar.

-        De ti me espero cualquier cosa ya- Dije en un tono sarcástico.

Abrió la carpeta y eran fotos de el con su ex novia  Helen, cuando la traía a casa a comer los domingos parecía una chica de lo más correcta y a veces me resultaba hasta pueril, en las fotos se veía todo lo contrario, el escenario era nuestra piscina interior  y en ellas se veía como le hacía sexo oral a Hans, en otras posando totalmente desnuda con poses muy lascivas como una estrella del porno, de cuclillas en el suelo totalmente abierta de piernas y masturbándose, de espaldas inclinada con sus manos en el culito abriéndoselo, con Hans cabalgándolo. Me quede con la boca abierta y Hans con la polla totalmente erecta de nuevo. Cerró la carpeta y las fotos y se giró hacia mí sin moverse de la silla, con su verga apuntando al techo.

-        Me gustaría verte así, como te he visto esta tarde, pero para mí y ahora.

Su mano se perdió dentro del pantalón y empezó a tocársela levemente. Me aparte del escritorio quedándome de pie entre sus piernas, me libere de mi camiseta y me sobe los pechos juntándolos y separándolos mientras le miraba, su mano seguía moviéndose lentamente a lo largo de polla, su lengua mojaba sus labios incitándome a seguir, baje mis manos y me gire apoyando mis manos en mi culo separe mis piernas y me contonee hasta que la tela del short se coló por mi rajita dejando ver a Hans mis dos glúteos, me agache todo lo que pude hasta rodear mis tobillos con los dedos.

-        Buff Alicia… mmpfmpffm. Oía entre susurros y jadeos de Hans.

Me di la vuelta y empecé a colar mi mano por dentro del short, me sorprendí de lo húmeda que estaba apenas roce con mis dedos en el monte de venus ya note la humedad saludar a mis dedos. Mi Hello Kitty del short, se movía acompasadamente como si estuviera hablando.

-No, no… Así no, quiero vértelo. Me dijo él mientras bajaba su pantalón pata liberar a su tremenda polla.

Quise jugar un poco más y me tiraba hacia arriba el short para que se me marcara toda la rajita, un par de veces y metí los dedos por dentro del elástico a la altura de mis caderas y lo deslice suavemente hacia abajo, él empezó a pajearse de una manera frenética yo mientras me abría los labios para que el pudiera verlo todo, sacudía mi cuerpo para que terminaran de caer los shorts al suelo.

-Metete los dedos, buff tienes un conejito muy rosadito, como me estas poniendo.

Apenas le oía me susurraba tan bajito y su respiración era tan rápida que eso me ponía más guarra, así que con los dedos de una manita me mantenía el conejito bien abierto y con la otra empecé a meterme dos dedos, primero muy suave y al poco tiempo lo hacía mucho más profundo y despacio, sentía que me venía, y no pude más así que abrí un poco más mis piernas y empecé acelerar el mete y saca de mis dedos, mi chochito hacia ruidos de chapoteo de lo mojada que estaba y tuve que apagar mis jadeos mordiéndome los labios para que papá no me oyera, cuando deje de mover mis dedos aun con espasmos, Hans agarro mi muñeca y acercó mis dedos a su nariz y después a su boca lamiéndolos y chupándolos mientras su semen empezaba a salir disparado de su polla, cuatro chorros que fueron a parar a su pecho.

Me quede unos segundos de pie sin saber qué hacer y como si mi cerebro hubiera recibido una descarga eléctrica me agache a recoger mis shorts y mi camiseta, me metí en el baño y puse pestillo en ambas puertas, encendí la ducha.

¿Qué acababa de hacer?

Cuando termine de ducharme, como si fuera un autómata, me tumbe sobre la cama, eche un vistazo al móvil y tenía dos llamadas perdidas de Sonny.