Alicia 5 violamos a amalia y final
Aprovechando, que Amalia no se atreve a decir nada por temor a romper la armonía de la familia de su mejor amiga, va ha ser violada una vez más por los dos hombres de la casa, pero ella aún no sospecha nada, os recomiendo leer los otros relatos de ALICIA, aunque no es esencial, os ayudará a disfrutar aún más de este.
Amalia seguía aturdida, después de haber sido violada brutalmente por mí, mirándome a los ojos y negando con la cabeza, no podía creer que la pareja de su mejor amiga, la hubiera follado con tal brutalidad yo sabía que no le diría nada a Alicia, pues apreciaba mucho su amistad y la de su hija, así como la de Juan el yerno de Alicia mi mujer.
Entretanto Juan aun seguía follando brutalmente a Alicia, mi mujer, la última vez que me fije en ellos mientras follaba a Amalia, la escena era muy morbosa, él le clavaba bestialmente su inmenso instrumento en su pequeño coñito depilado, ella mantenía su sonrisa bondadosa mirándole con dulzura a pesar de todo, entre tanto Vero la hija de Alicia mientras su marido ensartaba a su madre con fiereza, le follaba el culo a su marido, con los dedos.
Ahora la escena era distinta, Juan estaba empalando por el culito a Alicia, la escena era brutal, la empalaba con su enorme verga de veinte centímetros y cuatro de grosor, su pequeño agujerito era perforado una y otra vez, penetrada sin cesar, debía ser un tormento para Alicia, que se veía diminuta con el cuerpo enorme de Juan, pero eso aunque parezca increíble no era lo peor, para humillarlas aún más a mi mujer y a su hija, había obligado a Vero su mujer a tumbarse en el sofá de cara hacia arriba, de tal modo que su mamá estaba encima de ella boca abajo, con su mano puesta sobre su nuca Juan obligaba a Alicia a besarse con su hija y a comer las enormes tetas de su hija de este modo marcaba un ritmo lujuriosos, mientras seguía empalándola por su precioso culito, Vero por su parte, intentaba hacerle el trago menos duro a su madre esbozando una sonrisa inocente y una mirada cándida, Alicia también por su parte para no preocupar a su hija con lo que estaba recibiendo por el culo, también le sonreía dulce, Vero al fin y al cabo es mujer y no pudo impedir que de su boca empezaran a surgir gemidos, sus coñitos entraban en contacto con los embates de Juan, y eso debía crear una excitación con el roce que también hizo empezar a gemir a Alicia, jadeando cada vez más, no sabiendo ya si era por el dolor o por el placer que ambas sentían, Juan seguía empalándola con fuerza terrible, Alicia asumía la situación sumisa, por las mismas razones de antes no romper la armonía familiar que quería mantener costara lo que costara, la escena me conmovió, ver a mi pequeña Alicia empalada por su propio yerno y su enorme estaca, afortunadamente la dolorosa situación ya no duro mucho más, Juan empezó a eyacular de forma espectacular su semen inmediatamente reboso del culito de mi amor, sacando su verga en ese instante, embarrando a su mujer y a la mía con ingentes cantidades de esperma, la escena me produjo de nuevo el efecto que no debía, volví a empalmarme me toque sin perderme la escena, la tenia durísima de nuevo, Amalia también había seguido la escena, sin perder detalle, también se estaba tocando….
Juan y yo decidimos acostar a Vero y Alicia que estaban agotadas por el sexo el alcohol y los porros, las llevamos a la habitación de Vero, he inmediatamente quedaron dormidas, Juan Amalia y yo, volvimos al sofá y nos servimos una copa los tres, ya más relajados, aunque yo seguía con mi empalme, dispuesto de nuevo, pero quería esperar un poco más a que Juan se recuperada un poco, pues tenía un plan.
Los tres estábamos en el sofá, charlando, nosotros totalmente desnudos y Amalia intentando cubrirse con poca fortuna con la toalla, llevamos la conversación a temas intrascendentes sin comentar lo ocurrido, como si no hubiera ocurrido, para tranquilizarla, pero para excitar a Juan, de vez en cuando me levantaba con el pretexto de ir a por tabaco, y como la mesita de las copas estaba muy cerca al sofá, mi polla erecta pasaba muy cerca de los labios de ella, Juan no perdía detalle, a la vuelta, a la vuelta lo mismo, esta vez hablando con Juan y haciéndome el despistado, apreté un poco en sus labios, introduciendo media polla, simulando que no me daba cuenta, ella intentaba echarse atrás pero el respaldo del sofá no se lo permitía, poco a poco, la polla de Juan se iba recuperando, seguí hasta mi sitio, ella aunque turbada, no se atrevía a decir nada y simulaba que no había ocurrido nada, intentaba establecer una conversación mínimamente coherente.
- Estas chicas son un amor, estoy muy contenta por su acogida, las quiero mucho, no sé qué haría sin ellas y ellas han tenido la suerte de teneros a vosotros sois dos hombres maravillosos, me tendréis que buscar un hombre como vosotros jajaja después de lo ocurrido no sé si volveré con mi marido.
- No tienes por qué preocuparte de nada tu marido no te molestará mientras estés aquí, tienes un par de buenos guardaespaldas – dijo Juan.
- Por supuesto puedes contar con nosotros, seremos tus “hombres” y con nosotros puedes estar segura de que no te ocurrirá nada “malo”
Añadí poniendo énfasis en la palabra malo guiñándoles un ojo a Juan y a Amalia, ambos rieron la intención, en ese momento el que se levanto Juan a por un cigarrillo, ahora ya si con su polla a mil, en toda su dimensión, Amalia la miro sorprendida y al mismo tiempo hipnotizada, dejando sus labios carnosos medio abiertos, lo cual aprovecho Juan para imitarme, pasando su verga por sus labios lentamente….
- Estoy segura… que con dos hombres como…. vosotros…. estaría totalmente protegida, hay muchos hombres que abusan… de… la soledad de las mujeres….y no tienen… escrúpulos.
Amalia intentaba continuar con la conversación mientras Juan le pasaba su verga por la polla, pero en su línea de disimular poco, se la agarraba con la mano mientras pasaba, pasándosela por sus labios y haciendo conatos de metérsela….por fin llego a coger su cigarrillo. Juan mientras regresaba dijo.
- Es cierto Amalia cariño, hay muchos hombres que no dudarían en abusar de ti, si te vieran desprotegida como estas ahora, expuesta con este cuerpecito precioso que tienes, pocos hombres y pocas mujeres, estoy seguro, se resistirían a estas tetas firmes que tienes, y esos labios carnosos que invitan a pecar.
- Jajaja Juan es cierto algún desliz he tenido con algunas mujeres también, y es verdad mi cuerpo atrae a muchos hombres, me deben ver frágil tan delgadita y con esos pechos gustan mucho a los hombres….. así que te gustan mis labios carnosos Juan?
- Ya lo creo Amalia, son preciosos y es cierto tu cuerpecito invita a abusar de ti, la verdad no, me extraña que te ocurran esas malas experiencias yo mismo creo que podría perder la cordura, contigo soy hombre como todos y si no me controlo, podría llegar a violarte – dijo Juan al llegar a la altura de su boca.
- De verdad Juan me harías esto a mí?, abusarías de mi cuerpecito pequeño sabiendo que soy la mejor amiga de tu hija? ….. aarrrrgggggg ….serias capaz de violarme tu también? por que os obsesionáis por mi cuerpecito?……aggg…. no puedo entenderlo, si ya sé que soy delgadita y mi coñito depilado os apetece a todos los hombres…..uuummmffffgggg…..y que mis tetas grandes y duras os encantan…..la verdad no sé por qué me las tapo aún si mis pezones tiesos salen por encima, me quitare la toalla, para que los veáis, por que os quiero, veo que también te gusta mi boquita carnosa Juan mi vida, pero es que con el pedazo de polla que tienes…..apenas puedo encajarla eso te lo he provocado yo? Aggghummmffff…. Tú qué piensas corazón?
Me preguntó a mí, como supondréis Juan estaba parado frente a ella, introduciendo su enorme tranca en su boquita, mientras hablaba, con su sonrisa bobita y su mirada inocente, cuando se quito la toalla sus tetazas saltaron espectaculares, mi polla como la de Juan estaba a mil, amasé violentamente sus tetas pellizcando sus pezones, mientras los embates de Juan en su boquita cada vez eran más violentos, le marcaba la pauta con su mano en la nuca, mientras sus pechos se bamboleaban.
- Si, Amalia pienso como Juan, la verdad tienes mucho morbo para los hombres nos gusta ese cuerpo delgadito con tus enormes tetas y aunque ya lo he hecho antes, no creo que tarde en volver a violarte, ver la enorme polla de Juan entrar en tu boquita, me están produciendo unas enormes ganas de joderte de nuevo.
Ella de nuevo con los ojos desorbitados, como no entendiendo lo que le pasaba, me miraba cándida, mientras tragaba el enorme pollón de Juan con muchas dificultades, en un breve intervalo en que Juan se sentón en el sofá, consiguió decir…
- Pero vosotros no podéis hacerme esto que decís, soy vuestra amiga, sabéis por lo que he pasado y la relación que tengo con vuestras mujeres, a pesar de que se que os atraigo, debéis respetarme, antes tú ya me has forzado, no he dicho nada para no romper la armonía de la familia, pero ahora sería incapaz de soportar que me penetrarais los dos a la vez, con estas enormes vergas, me vais a destrozar mi coñito, cariños no me hagáis esto….
Sus palabras quedaron interrumpidas cuando Juan una vez acomodado en el sofá, atrajo su cabecita y le hizo chupar sus cojones, mientras su polla se paseaba por su carita, Amalia estaba en la posición que yo quería, arrodillada en el sofá entre las piernas de Juan, el deseado culito de esta mujer estaba a mi disposición, me posicione, ella me miro un instante desesperada con ojos de suplica cuando se dio cuenta de que la iba a empalar.
- Es cierto, tu comportamiento es ejemplar, al no decir que te había violado antes, se que quieres proteger a la gente que tanto te quiere y que después de que te destrocemos, por todos los agujeros, guardarás silencio ante nuestras chicas.
En ese momento solo con la ayuda de un salivazo, la empale, hasta el fondo, sólo pudo gemir, ya que estaba ocupada mamando la enorme verga de Juan, que tenía que tragar hasta la garganta, yo la iba, embistiendo con furia, su culito, mirando como mi polla penetraba en su agujerito….ella estaba agotada, pero su suplicio no había terminado, ahora venía lo peor para ella…..cambiamos de postura, me tumbe en el sofá y la situé encima mío, clavándole mi polla en su pequeño y apretado coñito, jalándola hacia mí, empecé a marrearla, notando el sabor a la polla de Juan, éste no perdió tiempo y se dispuso a reventarle el culito con su enorme polla, a pesar de que se lo había dilatado con mi verga la de Juan era mayor, también la ensartó de un golpe, empezando a bombearla sin compasión, las lagrimas de ella se deslizaban por su carita, creo que percibía el contacto del miembro de Juan a través de las entrañas de ella, la sensación era brutal, la estábamos violando entre los dos y sabíamos que quedaríamos inmunes…..esta mujer estaba recibiendo dos enormes vergas en su pequeño cuerpecito. La verdad es que no tardamos mucho en corrernos los dos en sus agujeros, ella volvía a mirarme a los ojos negándome con la cabeza, Juan y yo tuvimos la misma reacción la sentamos en el sofá y viendo como le caían las lagrimas y esbozaba una sonrisa al mismo tiempo, terminamos el resto de nuestra corrida en su cara hicimos que nos limpiara a los dos con su boquita y su lengua…. Desde luego fue un día agotador.
PECOCID
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