Alicia
Su cabello es negro y ojos café claro, y yo suponía que le encantaba el sexo pero no estaba seguro.
Alicia
Alicia es mi prima y cuando esto paso, solo éramos novios. En una ocasión llego al local donde vendía yo pasteles y me encantaba por que es una mujer muy sensual, es morena, como de 1.65 y con unas nalgas muy redondas y duras, eso lo pude comprobar después.
Su cabello es negro y ojos café claro, y yo suponía que le encantaba el sexo pero no estaba seguro, en esa ocasión que me visito llevaba una falda corta en color café oscuro y top negro, se sentó en una de las sillas que ahí había y nos pusimos a platicar, entonces se recargo en la mesa y me dijo que estaba un poco cansada. Con ese pretexto me acerque a ella y empecé a darle masaje en su espalda y en la nuca, cosa que le encanto, me empecé a acercar a su boca y ahora masajeaba su espalda baja y fue ahí donde ella voltea la cara y nos empezamos a besar y le di tremendos besos en su boca mientras acariciaba sus pechos, que son pequeños pero muy hermosos.
La lleve hacia el baño y ahí la seguí besando y empecé a meter la mano bajo su falda hasta que logre ver su prenda intima que era pequeña. Me excitaba mucho el ver como mis dedos se movían bajo su calzón y sin mas me di a la tarea de ir bajando con mis besos rumbo a su cueva, pero cuando ella se dio cuenta, me levanto y me pidió que no lo hiciera, por que en cualquier momento alguien podría entrar. Pare y le dije que entonces iba a cerrar el local y se negó a que lo hiciera por que entonces se saldría de ahí.
Como quieras, yo le dije: OK. Pues entonces voy a hacer el intento de cerrar y a ver que pasa y como lo supuse se quedo donde estaba. Me acerque a su cuerpo y recorrí su cuello con mi lengua mientras le quitaba la tanga que cayo al suelo, como estábamos cerca de la mesa, la trepe ahí y subí sus piernas en mis hombros, saque mi miembro y se lo tallaba en la entradita que estaba toda cubierta de bello púdico. Sentí como se humedecía y ligeramente hundí mi miembro dentro de su cuerpo y la excitación que me provocaba el ir abriendo sus pétalos casi me hacia llegar al clímax, por su parte Alicia empezó a emitir pequeños pujiditos de placer, fue ahí donde le levante el top y le lamí sus pechos, succionando mas en sus pezones que estaban duros como una roca.
Empezamos con movimientos mas frenéticos pues mi pene ya estaba toda adentro y yo sentía como me cubría con sus jugos deliciosos, además de que podía percibir su aroma de mujer.
El hecho de tenerla así, tirada en la mesa con el top arriba y la falda también sin quitársela y estarle haciendo el amor, acompañado de sus gemidos era todo un espectáculo sexual que me estaba volviendo loco. Le pregunte: ¿que te estoy metiendo? y ella casi gritando respondió:
¡La verga, méteme la verga, más!
Que mas podía pedir que estar con una súper mujer y que se movía con frenesí hasta el grado de que sentí que no iba a aguantar mas, así que después de estar media hora dentro de ella le pedí que se moviera los mas que pudiera y me hizo explotar como nunca antes lo había hecho. Alicia no se logro satisfacer por completo por la presión, pero aun así quedo contenta, de espaldas en la mesa y con todo su cuerpo bañado en sudor el cual me bebí para recordar ese momento y esperar a que volviéramos a tener otro encuentro, el cual si se llego a realizar, pero como dicen por hay:
¡Esa es otra historia!
HASTA PRONTO.