Alice y yo, viajando hacia nuestra degradación

Mi amiga Alice y yo Becka, decidimos ir dos semanas de vacaciones a Estambul juntas en busca de emociones y sexo como en otras ocasiones. Lo teníamos todo planeado y éramos juntas, dueñas de cualquier situación, con nuestra experiencia con los machos, pero sin saber como, el viaje de cambio de rumbo

Planeando nuestras vacaciones, Alice y yo, decidimos viajar a Antalya como nuevo destino para nosotras dos en Turquía, una bonita ciudad que une el encanto de los turco, con el placer de estar junto al mar, en la costa del sur de Turquía, y donde hay un ambiente más cosmopolita que en Istanbul, que es otra de las ciudades que nos gustan a las dos y donde ya hemos estado en dos ocasiones

Pero finamente nos decidimos por repetir en Istanbul, frente a la opción de  Antalya, porque está más occidentalizada en cuanto a grandes resorts, y eso le quita encanto al entorno, es como estar casi en el caribe, pero con turcos.

Elegimos hacer la reserva en un hotel que ya conocíamos,  el Hotel Empress Zoe, que es precioso y está situado en Akbiyik Cd. Justo por debajo, del Palacio Sultan Ahmwt Camii,  con fácil acceso desde allí a la Kennedy Cd. Que recorre toda la línea costera de la ciudad, bañada por el Mar de Mármara.

En cuanto a la ropa que nos íbamos a llevar, necesitábamos llevar algo de ropa “recatada” un pañuelo para entrar a las mezquitas (aunque te prestan uno, si no llevas)

Para ir por zonas menos turísticas, era mejor llevar unos cómodos tejanos y una camiseta, preferentemente que no dejase nuestras tetas muy a la vista, mejor decentita.

En las zonas más llenas de turistas, podíamos llevar cualquier cosa, porque a pesar de mirarnos con deseo y como es su costumbre entre los hombres, decirnos cosas en turco, no pasa nada, están acostumbrados por la presencia del turismo.

Ya veríamos en cada recorrido por la ciudad, que nos poníamos, porque lo que si son los turcos, es terriblemente insistentes con las extranjeras, porque a las turcas, saben que no pueden molestarlas porque pueden tener problemas con sus parientes y siempre suelen ir en compañía de alguien de su familia, están muy controladas.

De ahí su insistencia y acoso con las turistas, porque saben que somos más liberales y nadie de allí se molesta, si nos acosan. Turquía es el “Reino del Macho, por Ley”, eso si, excluyendo a sus mujeres que para ellos son sagradas.

Aprovechando las vacaciones de aquel verano, Alice y yo, reservamos un vuelo de Turkish Airlines, que despegó del aeropuerto de Gatwick el día 4 de Julio a las 10:15 y que nos llevó hasta nuestro destino en el Aeropuerto  Istanbul Atatürk a donde llegamos a las 16:30.

Ya estábamos pisando tierra turca, con el misterio que envuelve a estas ciudades, a pesar de estar bastante europeizadas.

Llevábamos el mínimo equipaje, porque el  tiempo allí iba a ser entre caluroso y agradable, y como no necesitábamos mucha ropa distinta, en una maleta mediana, pudimos meter todo.

Tomamos un taxi hasta el hotel, donde después de registrarnos, subimos a nuestra habitación, una con una sola cama doble, porque nos gusta dormir juntas.

Ya conocíamos el acogedor y sensual hotel y tras deshacer las maletas, como habíamos comido en el avión, decidimos retozar juntas y desnudas, un buen rato en la cama con dosel, hasta que nos quedamos unos minutos dormidas después de nuestros juegos.

Nos despertamos y como deseábamos salir a dar un vuelta por la ciudad, nos vestimos rápidamente.

Yo me puse unos tejanos largos pero sin bragas para que se adivinase mi rajita y mi culo a pesar de ir en tejanos, se moviese más sensual.  Un jersey de hilo de colores, sin mangas, pero con tirantes anchos y muy poco escote, pero sin sujetador, para que debajo del jersey, mis tetas se moviesen al caminar, junto a una albarcas de cuero, completaron mi look .

Alice se puso unos pantalones tejanos cortos de color rosa y un suéter blanco, del mismo estilo que el mío, y salimos a la calle.

Le dijimos al taxista que nos llevase hasta la zona de la Calle Divan Yolu, muy animada al atardecer y desde ahí, en la parte vieja de la ciudad, ya veríamos que decidíamos hacer y a donde ir.

Cuando se pone el sol, el colorido de las calles es más bonito y con un halo de misterio, que siempre da la noche, así que empezamos a recorrer el Barrio Antiguo cogidas de la mano, y mirando los restaurante y tiendas tan llamativas y coloridas

Como turistas nos sentíamos observadas por los hombres y jóvenes turcos, que son legión en la calle, pues sus mujeres, no suelen salir mucho.

A Alice y a mi, nos ponía muy cachondas ser desnudadas con la vista y al mismo tiempo deseadas, porque los machos turcos, tienen en las extranjeras la mejor posibilidad (la única si no es pagando a una puta) de tener sexo fuera del matrimonio.

Algunos sencillamente nos miraban al pasar, mientras nos decían u ofrecían algo en su idioma.

“Onlar bir otel ister misin? Ben çok ucuz olduğunu biliyorum!”  Desean un hotel?  Yo conozco uno muy barato!

O también – “Sen iyi bir şirket, yabancı istiyorsun?”  Queréis buena compañía, extranjeras?

Mientras entre ellos comentaban sin cortarse – “Bu dişiler iyi fahişe olmak zorunda! o eşek bakmak ve onların göğüsleri orospular denge nasıl”   Estas hembras, tienen que ser buenas putas! mira que culos y como se les balancean sus tetas de perras.

El deambular por las calles, fue una sucesión de este tipo de acoso, pero a nosotras nos calentaba y solo debíamos hacer que no entendíamos y mantener las distancias.

En una de las ocasiones en que nos detuvimos para leer el menú de un restaurante, uno chico hizo como que tropezaba contra mi, pero yo tenía claro, y había sentido sus manos y su pelvis manoseando mi desnudo culo bajo el tejano.

Me volví con falsa cara de enfado, mientras el decía – “Üzgünüm, ben görmemişti”  Lo siento, no te había visto, que excusa mal torpe por su parte y lo le respondí con cara de pocos amigos – “Do not touch the ass, pig!” y seguimos caminando.

Cenamos algo ligero sobre la marcha en un puesto callejero, y nos fuimos a rematar la noche al Pub Craw Istanbul, que siempre está muy animado, con bastantes turistas y también autóctonos.

El ambiente y el baile era genial y maldecí para mis adentros, haberme puesto aquellos tejanos largos tan poco sensuales, me sentía fuera de lugar, pero no por ello, dejamos de bailar a placer, Alice y yo, moviendo nuestros culos, ella con su pantalón muy cortito que insinuaba su bonitas nalgas y yo con mis tejanos, pero ambas, moviéndonos con ritmo sensual y frenético, balanceando nuestras tetas que denotaban al bailar, que iban por libre dentro de nuestros jerséis.

La velada fue genial y divertida, además de caliente, pues nosotras dos nos bastábamos para calentarnos, frotando nuestros pezones mientras bailábamos una frente a la otra y nos dábamos algún lametón en la boca, nos cogíamos del culo bailando al unísono, o hasta nos besamos, entrelazando nuestras lenguas, y calentando a los chicos, en su mayoría turistas como nosotras, que hacían algún intento de entablar conversación, seguro con la intención de llevarnos a sus camas, jaja, pero esa noche ya la teníamos reservada para nosotras dos solas. Esa primera noche en Istambul, era nuestra ¡

La noche en el Craw, fue transcurriendo como es habitual en este tipo de locales, nosotras provocando, calentando a los machos, y ellos intentando ligarnos, para follar, pero lo único que consiguieron, era sobar nuestros cuerpos mientras bailábamos todos apretados y calentarse con nuestra suave piel y nuestros culos y tetas.

Cuando decidimos regresar al hotel, fuimos a coger un taxi cogidas de la mano, para que los que habían intentado ligarnos, pensasen para sus adentros y hasta algunos comentasen – “Solo son un par de putas bolleras!”

La calle había ido quedando con muy poca gente, pero algunos aún probaban suerte y como es lógico y ya preveíamos, no tardó en aparecer un joven turco que nos dijo “Siz kızlar bir yere götürmek istiyorum?”  Quereis chicas, que os lleve a alguna parte? mientras otro compañero suyo observaba apoyado en la pared de enfrente.

Nosotras, haciendo el papel de turistas tontas, le respondió Alice – “I do not understand what you say! not speak Turkish, sorry”!  No entiendo lo que dices! no hablamos turco, perdón.

El turco se esforzaba en vano con signos, tratando de hacernos entender, mientras nosotras nos alejábamos hasta un taxi legal, con el que regresamos al Hotel.

Ambas estábamos deseando llegar al hotel y en nuestra sensual habitación, bajo la silueta de los minaretes, gozar de nuestra primera noche de sexo tras la llegada.

Mientras regresábamos en el taxi, sabedoras de que el taxista  nos observaría por el retrovisor, no nos cortamos y nos estuvimos besando con deseo y cariño, haciendo que nuestras lenguas y labios, chasqueasen en el mutuo morreo imparable, mientras nuestras manos, recorrían los pezones de la otra, o se introducían por el pantalón, buscando el húmedo y ardiente coñito de la otra.

Imaginando lo dura que se habría puesto al conductor, llegamos a la puerta del nuestro Hotel y tras pedir la llave, subimos rápidas y juguetonas hasta la puerta de nuestra habitación, que yo abrí y entre corriendo para tirarme sobre la mullida cama, siguiéndome Alice, y empezando a desnudarnos la una a la otra.

Primero las blusas y tras unos minutos boca contra bocas y acariciándonos las tetas y rozando nuestros pechos, las dos desabrochamos el pantalón de la otra que se deslizó en el caso de Alice, hasta sus tobillos y con una patada, lanzó lejos, en el mío, al ser largo, quedó atascado en mis rodillas, y sin detenernos, nos empezamos a acariciar nuestros respectivos coños mientras yo le decía a mi amiga “ Estás mojadísima amor, veo que me estabas deseando tener en tus brazos para ti sola, golfa” –

Ella sonrió un momento y empezó a pellizcarme los labios de mi coño y a profundizar con sus dedos, recorriendo mi encharcado coñito, empezando a darnos placer con manos bocas y todo nuestro cuerpo.

Así estuvimos unos minutos, hasta que ya más relajadas y después de nuestro primer orgasmo casi simultáneo, decidimos empezar a hacer las cosas bien.

Nos terminamos de desnudar y nos fuimos ambas a la ducha juntas, mientras Alice decía, “vamos a ducharnos, y quitarnos el sudor el la grasa de todas esas manos que nos han sobado en la disco, jaja”

“Si” – respondí yo -  “estaremos mucho más a gusto” … hummm” necesitamos una ducha.”

Nos metimos ambas en la ducha con deseo, pero sensualmente, sin prisa nos frotamos la una a la otra entre besos y caricias, hidratando y perfumando nuestra piel, como dos diosas listas para el sexo.

El contacto de nuestros cuerpos mojados no excitaba todavía más y tras estar largos minutos bajo el agua que nos empapaba por completo, mientras  nos acariciábamos mutuamente nuestros cuerpos, nuestros pezones, nuestros coños, terminamos corriéndonos bajo el agua de la ducha.

Hacía buena temperatura, así que nos secamos con las toallas la una a la otra y todavía con la piel húmeda, nos introdujimos entres las blancas sábanas de algodón, retomando los juegos que habíamos interrumpido antes.

Empezamos a entrelazar nuestros cuerpos, bocas y piernas, y con nuestros coños rozándose uno contra otro y nuestras piernas cruzadas, de nuevo volvimos a tener un poderoso orgasmo tras el que nos quedamos abrazadas y terminamos por dormirnos, mirando la silueta de los minaretes a través de la ventana que teníamos junto a la cama.

Por la mañana nos despertamos tarde, no teníamos prisa, desayunamos y vestidas a la europea pero tranquilas porque no íbamos muy cortas ni llamativas, parecíamos dos simples turistas europeas.

Nos dirigimos al Zoco y nos pasó el tiempo volando entre mirar cosas que nos gustaban, y que siempre iban seguidas del usual regateo.

No compramos muchas cosas, solo tonterías y algunas golosinas y caprichos y después nos fuimos visitar la Mezquita Azul, preciosa muestra del Arte Musulmán, luego subimos por la calle Divan Yolu en busca de un lugar para comer, hasta llegar al  Tahiti Sultanahmet, donde nos comimos unos sabrosos Kofte cada una, una especie de hamburguesas de algún tipo de carne con cebolla, lechuga, tomate y algunas cosas más.

Estaban buenísimas, así que al terminar, cogimos la calle llena de tiendas y bazares de Haci Thasim Bey, entreteniéndonos cuando veíamos cosas que nos gustaban, mientras los vendedores nos machacaban con la típica frase “ucuz, çok ucuz, bayanlar, gel ve al” “ucuz, çok ucuz, bayanlar, gel ve al”  pero nosotras a la nuestro, mirar, revolver y no comprar solo curiosear.

Tras el inevitable acoso de los jóvenes turcos, al que nosotras ya nos habíamos acostumbrado a ignorar, llegamos a la calle Biçki Yurdu, más despejada y con menos aglomeración, y de ahí seguimos paseando hasta nuestro Hotel, gozando de las calle de la ciudad Antigua de Istanbul.

Nuestros planes eran sencillos, cenaríamos algo en el mismo hotel y después en un taxi, regresaríamos a otro local distinto, cerca del de la noche anterior, pero distinto para cambiar.

Por supuesto, no íbamos a ser tan mojigatas como la noche anterior, y en esta ocasión,  en lugar del recatado tejano, largo, me pondría uno de mis vestidos mini de una sola pieza sin tirantes, ya que había visto que las demás chicas europeas,  los llevaban sin problema.

Mi querida Alice, optó por una falda mini y una blusa blanca que le quedaba muy bien con su melena rubia y las dos con bonitos zapatos de tacón.

En los bolsos, llevábamos cuanto necesitábamos, un foulard por si nos daba frío de madrugada, y algunas cosas de uso habitual.

Después de la cena, subimos a la habitación y nos pusimos monas, esa noche ya nos sentíamos más seguras y cómodas en la zona de bares y discos.

Nos habían asegurado que el Pub Crawlerz Istanbul, tenía un ambiente más top que el anterior, y deseábamos comprobarlo.

Estaba decidido, esta noche nos íbamos de fiesta al Crawlerz y al día siguiente, iríamos a otro llamado Ritim Dance Bar, que tampoco parecía estar nada mal, con bastante ambiente.

Al parecer el Crawlery, era más permisivo y allí se reunían, muchas chicas de distintas etnias, provocativas y con ganas de follar.

Si el ambiente era como nos habían descrito, nos íbamos a encontrar en nuestra “salsa” porque también nos gusta provocar y excitar a los chicos que bailan junto a nosotras, y si alguno nos gustaba, era posible que la situación, nos llevase a follar con alguno.

Estas disco bares estaban en la zona izquierda de la Plaza Taksim, una zona buena donde se podía salir de noche sin problemas, muy lejos de Aksaray, que está junto al otro lado del puerto dividido por el Cuerno de Oro y donde están las putas callejeras y es un lugar poco recomendable.

Dejamos que se hiciese de noche para dar tiempo a que el ambiente en la zona, estuviese en su punto álgido, y tomando de nuevo un taxi, nos dirigimos al Crwlery a ver que tal se nos daba la noche de fiesta.

Nos terminamos de poner sexys, y con una ligera chaquetita ligera para no salir del hotel, tan de fiesta, y disimular un poco, para que el taxista no se nos calentase.

El ambiente en la puerta era prometedor, con multitud de muchachos y jóvenes de excelente cuerpo en el exterior, pasando “revista” a las chicas que íbamos entrando.

Jaja, “repasadas de arriba a abajo” los jóvenes con ganas de fiesta y chicas, nos hicieron un estrecho pasillo para que pudiésemos acceder al local, mientras algunos hacían los típicos comentarios de macho “Sen yabancı, çok iyi "Sen iyi bir şirket ister misin?"  Estáis muy buenas, extranjeras"  Queréis buena compañía?"  "Con esos culos, vais a triunfar en la disco"  "Me los follaria los dos"

"lanet" bu eşek albümünde başaracağımızı ile "hem" …. Mientras sentíamos especialmente en nuestros culos, sus ávidas manos de hembra, tocarnos y ya relamiéndose pensando en que dos nuevas zorras europeas estábamos entrando.

El ambiente ya estaba en su punto en el Crawlerz con gente de todas las edades divirtiéndose y bailando al ritmo de la música.

A medida que entrábamos hacía la pista y la barra, al pasar junto a grupos de jóvenes machos, nos invitaban a sentarnos con ellos Güzel, İstanbul'un en iyi öğretmek için gidiyoruz, bizimle oturan "Eğer utangaç olabilir ve oturmak gelmiyor" , mientras nosotras con una sonrisa, les dábamos largas, primero había que inspeccionar bien y después, si nos apetecía elegir compañeros de fiesta.

Al llegar a la barra, pedimos dos cerveza turcas para empezar y tras dejar nuestros bolsos al lado de donde estaban sentadas otras chicas extranjeras, nos dirigimos a la pista, para bailar Alice y yo, y empezar a subirles la temperatura a esos “machitos turcos”, jaja

Nos encanta bailar sensualmente, una frente a la otra, provocándonos y juntando nuestros cuerpos en sensuales y calientes movimientos de caderas y brazos.

Además de que era nuestra forma de bailar y divertirnos, para los que miraban era también muy adictivo, ver a dos extranjeras bailando entre nosotras como dos zorras calientes, sin chicos, mostrando nuestra bisexualidad.

No pasó mucho tiempo sin que tuviésemos compañía masculina a nuestro alrededor, sintiendo en nuestras nucas, sus miradas lascivas y de deseo por ligarnos, mientras seguíamos, calentando al personal, aunque éramos nosotras las que nos poníamos muy cachondas bailando e insinuándonos una a la otra.

Para esta ocasión las dos nos habíamos puesto tanga, sabedoras de que nuestros culos iban a se sobados con descaro, y aunque poco tapaban, evitaban que nos tocasen directamente el coño.

La noche iba transcurriendo y fuimos a por nuevas bebidas, en esta ocasión, pedimos dos “Rakis” muy fríos, que se hacen con una especie de aguardiente y agua fría.

Tomamos nuestros vasos de esta bebida típica que estaban bastante cargados, porque no parecía que tuviesen menos de un 30% de alcohol, algo que se modulaba combinando la proporción de agua y aguardiente.

Algunas de la chicas, ya empezaban a verse un poco colocadas de beber Raki, jaja, o habían bebido mucho o aguantaban poco alcohol.

Nosotras regresamos a la pista, ya más frescas, pero más “a tono” con el subidón de nuestras bebidas y seguimos bailando desenfrenadamente en nuestro típico estilo, morreos entre ambas incluidos

A medida que bailábamos, íbamos ninguneando a la mayoría, si bien a  algunos, les dejábamos progresar e intercalarse entre nosotras, formando un pequeño grupo muy caliente, con dos machos.

Uno joven que se movía a nuestro ritmo, restregando su abultada verga contra el culo de Alice, que las dos al mismo ritmo de  balanceo, uníamos mi culo y su coño, y frente a mi, un hombre moreno y pelo muy corto por su incipiente calvicie con bigote y barba, que me entraba ya directamente, con decisión.

Mientras una de sus manos acariciaba mi cadera derecha, y mientras me miraba con deseo, su mano derecha, exploraba mi coño bajo la mini y mi diminuto tanga sin cortarse y lanzado a por todo.

Yo le dejaba hacer, porque me gustaba sentir su mano masajeando mi húmedo coño y el proseguía seduciéndome o tratando de hacerlo, con todo su arte de macho experimentado.

Mientras Alice gozaba bailando con el joven turco que la estaba besando en el cuello y ella, con sus manos buscaba su entrepierna para tratar de calibrar el tamaño de esa polla que la encendía con su envites sobre la falda.

Dejándonos ya llevar, porque lo estábamos gozando bien, seguimos nuestros juegos con aquellos dos afortunados, que habían conseguido entre el enjambre de machos listos para aparearse, ser los que estaban progresando claramente.

Mientras mi lover ahora me sobada con sumo descaro las tetas por encima del vestido todavía, las manos de Alice, buscaban rodeando mis caderas, mi mojado coño, mientras su pareja ocasional,  le había subido la mini por detrás y con su polla fuera del pantalón, se la aplastaba contra su culo casi desnudo, solo cruzado por la delgada tira de su tanga.

Mi maduro lover Azim, me bajó la parte superior de mi vestido sin tirantes y saco casi todas mis tetas del vestido, jugando con mis pezones, al ver que yo le seguía el juego, complacida y caliente como una perra.

Me beso con deseo y yo dejé que jugase con mis pezones por unos instantes maravillosos, en lo que me corrí con el morbo de estar haciendo eso en la pista de baile, sin importarnos el resto de la gente.

Cuando liberó mi boca, me subí de nuevo el vestido, cubriendo mis tetas justo por encima de los pezones, mientras su mano derecha, volvía a explorar mi coño para comprobar lo mojada que estaba, algo evidente y que apartando a un lado mi tanga, empezó a frotar con todos sus cuatro dedos, mi coño de perra, desde el inicio de mi ano, hasta mi pubis rizado, en un masaje al que yo correspondí, dejándome hacer y besando su boca y su cuello.

Alice y su joven macho, pegados como estaban a la pared y su culo contra la pelvis del muchacho, me comento después, que tras internar, metérsela por el culo allí mismo, se conformó por la dificultad, a deslizar la cabeza de su dura polla, muy mojada de líquido pre-seminal, por toda la longitud de sus labios genitales y tratando de acertar a metérsela dentro del coño.

Alice. Entre el turco dándole verga desde atrás y estar restregando su pubis contra mi culo, ya se había corrido, pero lo que deseaba es abrirse de piernas y ser follada a placer, mientras yo estaba casi tan caliente como ella, sintiendo al amante turco, follarme el con con sus dedos mientras me masajeaba las tetas .

La situación en la pista, a pesar de que Alice estaba apoyada en una de las paredes con nosotros tres delante de ella, era insostenible y teníamos que buscar un lugar donde poder ser folladas a placer por aquellos dos machos .

El más mayor que hablaba bastante bien inglés, me sugirió que nos fuésemos los cuatro a follar a los baños de la Disco, pero era algo que me daba bastante asco.

Otra opción era salir y cogiendo la calle Akbiyik Cadesi, a menos de 100 metros, teníamos tres pequeños hoteles un al lado del otro , el Orient Hotel, el Sultán y el Star.

Sin ninguna duda, necesitamos una cama para follar en condiciones y no ser detenidos por escándalo por hacerlo allí en la Disco Crawzler, así de las dos coincidimos en irnos con ellos a uno de los hoteles.

Calientes las dos como perras, nos cogimos de la cintura de Azim mi maduro macho y Doruk el de Alice y salimos hacia el cercano, 50 0 100 metros, hotel.

Azim al llegar a la altura Orient, mientras no dejaba de sobarme, me dijo en esta ocasión en turco “Bu ince, biz bir odada dört alacağım, iyi fahişe gibi görünüyor?”  ¿Este está muy bien, cogeremos una habitación para los cuatro, os parece bien putas ¿

Como todos estábamos deseando empezar ya a follar, y el hotelito se veía bien, entramos y Azim, le pidió la llave número 7 al recepcionista, que ya le conocía (seguro que acostumbraba a ir allí a follar a las zorras que se ligaba en la disco.

Subimos las escaleras rápidamente en busca de esa habitación donde dar rienda suelta a nuestras insoportables ganas de polla.

Al entrar encontramos que había dos camas pequeñas y tras cerrar de un portazo Azim se abrazó a mi, y de un solo tirón me bajo el vestido hasta los tobillos.

Yo me colgué de su cuello y el vestido quedó en el suelo,  mientras me llevaba en brazo a la cama, llevando solo mi tanga y los zapatos de tacón.

Me tiró de espaldas sobre la blanca cama y se quitó la camisa y el pantalón, mostrándome su dura polla, que apuntaba hacia mi.

Azim se abalanzó sobre mi, y abriéndome de piernas y cogido con una mano el delgado tanga negro, me lo arrancó de un solo tirón, clavándome la tira trasera en el canalillo de mi culo, haciéndome exclamar, ¡hayyy…… si mi macho fóllame!

Sin tener que repetírselo, me miró y me preguntó ¿No tendrás alguna enfermedad, verdad? A lo que rápidamente le respondí ¡¡ No Azím fóllame duro!!

Muy mojada con mis propios flujos, de una sola estocada, me la metió hasta el fondo, y levantando mis piernas por encima de su cabeza, empezó a bombear mi coño, como si deseara atravesar la cama con su polla, iniciando un fuerte y duro empalamiento de mi chocho.

Giré un poco la cabeza y pude ver a Alice, de rodillas junto a la otra cama, también desnuda y su tanga roto colgando de una de sus piernas, mientras su follador, por los quejidos, más que gemidos de placer de Alice, la estaba sodomizando sin contemplaciones, mientras ella aguantaba como podía aferrada a las sábanas.

Entre tanto, Azím me seguía jodiendo también sin atisbo de ternura o miramientos, como el que está follando a un animal y con mis muslos levantados, y mis piernas hacia arriba yo no podía interactuar con el, simplemente me estaba follando muy duro y profundo, pero como su compañero usándome de perra para su placer, sin tener en cuenta el mío, que era también muy grande, porque la verdad es que me follada duro y dominante, sintiendo mi coño, llenarse a cada embestida con su duro rabo.

Me estaba follando como si para mi fuese un castigo, que no lo era, sino un morboso placer, ser tratada como una simple puta, pero me di cuenta que lo hacía distinto a todos los que antes me habían follado y que eran muchos.

Tras su severos pollazos que me machacaban a cada golpe de su pelvis contra los labios de mi coño,

Me la sacó y sin previo aviso me puso a cuatro patas sobre la cama diciéndome con autoritarismo en turco “İngilizce Senin gibi tüm fahişe lanet nasıl bilirsiniz, şimdi ekmek! Eğer kirli eşek orospu kırmak vooy!”

Ahora cerda inglesa, vas a saber como yo me follo a todas las putas como tu! te voy a romper tu sucio culo de puta!

Y sin miramientos ni compasión por ir metiéndomela poco a poco para que mi esfínter se adaptase a su dura polla, me la clavó de una sola estocada, agarrado a mis caderas, para que yo supiese quien era el que mandaba en la cama, quien era el macho dominante y que yo solo era su cerda para su diversión. ¡Haaaaa…. ¡Me haces daño cabrón! Protesté yo al sentir como me penetraba salvajemente el culo.

A mis palabras, siguieron dos soberanos azotes en mis nalgas y que me cogiese desde ese instante del pelo, sin miramientos, haciéndome daño al tirar con fuerza de mi cabeza, para inmovilizarme y tener mi culo a su disposición e indefensa ante el.

Para dejar clara su posición dominante sobre mi, añadió-

Bu zor sevmiyorum? kaltak! Bunu sodomized olmak alışmak zorunda çünkü sulu göt kıl olduğunu neden, o!

No te gusta así de duro? puta!  pues te tendrás que ir acostumbrando a ser sodomizada así, que para eso tienes ese jugoso culo de cerda!

Yo solo respondí – “Haaaa…. Me haces daño Azím es solo eso”  . A lo que el tirando todavía con más fuerza de mi pelo, y redoblando sus pollazos en mi culo, como si desease meterme hasta sus duras bolas, que golpeaban a cada dura embestida, los hinchados y enrojecidos labios de mi coño.

Añadiendo en todo de superioridad – “Şimdi, hepiniz bunu yapacağız lanet çünkü iyi, git ve alışmak. Erkekler komuta olanlardır ve sadece kıllar bize zevk verecektir! "

Es mejor que te vayas acostumbrando ya, porque desde ahora, todos os que te jodan lo harán así.  Los Machos somos los que mandamos y vosotras, solo la cerdas que nos dais placer!" – rematando su frase con un contundente – “İşte ancak hizmet kılları, hamile tutmak ve yeni erkek veya yeni küçük kıllar yükseltmek ", hiçbir şey misyonu erkek ve erkek zevk vermek sadece! Sen hiçbir şey değilsiniz!"   “Aquí no sois más que cerdas, que solo sirven para quedarse preñadas y criar nuevos machos o nuevas pequeñas cerdas!"  cuya misión es solo dar placer a los hombres y los machos! No sois nada más!, Nada!" absolutamente nada”

Ante esa reacción de dureza y dominación, sentí un orgasmo muy intenso por el morbo de ser tratada como lo hacia aquel cabrón, pero me sentía empequeñecida como un ser inferior a el, algo que no era verdad, pero el remarcaba.

Estaba aguantando aquella dura follada del turco, pero empezaba a dudar de las maneras de los turcos, me gustaban dominantes, pero el me estaba maltratando sin inmutarse, como se hace con un animal.

Estaba muy inmovilizada para ver que ocurría entre Alice y su amante, pero también la oía gemir de dolor de vez en cuando.

No pasaron muchos minutos, aunque a mi me parecieron muy largos, desde mi orgasmo, hasta que sentí como aquel verdadero cerdo, se vaciaba dentro de mi maltratado ano y me lo llenaba con su caliente semen primitivo.

Mientras me llenaba el ano con su polla hundida hasta lo más profundo de mis tripas, y sentía el calor del semen llenarlas, me dijo  - "Sen fahişe zevk?" , Sen becerdin ve baskın erkek itaatkâr olmak öğrenmek böylece sert sodomized gerekir sizin ve arkadaş gibi "bunların kadın ve azgın" Bu fuck nasıl olduğunu "!" "Kıllar sadece çocuklara ve zevk vermek için, bizim hizmet için vardır!" başka bir şey, bu senin tek misyonu "olduğunu!

"Gozas puta?"  "así es como se os debe follar"  "las hembras y las más cerdas de ellas como tu y tu amiga, debéis ser jodidas y sodomizadas duro, para que aprendáis lo que es ser sumisa al macho dominante!"  "Las cerdas estáis a nuestro servicio, solo para darnos hijos y placer"! nada más, esa es vuestra única misión"!

Cuando terminó conmigo, me sentía muy bien follada, pero también maltratada y despreciada por el, que no se había preocupado de mi, ni de lo que yo deseaba hacer, solo le había importado joderme a “su manera” como a una salvaje o un animal.

Me soltó y se puso de pié, quedando yo tumbada boca abajo en la cama, dolorida y cansada, y por supuesto sin ningún deseo de repetir aquello.

Miré hacía Alice y estaba en la misma posición que yo, tumbada y derrotaba boca abajo sobre la otra cama, con un sonriente y orgulloso cerdo como Doruk, orgulloso de su victoria sobre mi amada amiga, que como yo, ni se movía ni quejaba, esperando ser dejada en paz, como yo.

Ya habíamos tenido bastante con esa muestra de maltrato y menosprecio, para muchos de los próximos días que íbamos a pasar en Istanbul.

Giré mi cara, todavía tumbada boca abajo, y si como ellos dos se habían vestido de nuevo, lo que me alivió, porque significaba el final del maltrato, pero al mismo tiempo me extraño que ya se diesen por satisfechos.

Pero al ver que le miraba Azím me sacó rápidamente de dudas de que aquello había terminado, ahora en un bastante buen ingles para que le entendiésemos bien las dos, dijo con autoridad”

“A partir de este momento, cerdas inglesas, nos pertenecéis y por las buenas o por las malas, pronto van a venir a buscaros, para llevaros donde debéis estar, trabajando de putas y cerdas para nuestro jefe”

Me quedé helada al escuchar aquellas palabras, que no podían ser verdad, éramos dos turistas que solo habíamos dejado que nos sedujeran y nos follasen y aquí se terminaba todo.

Así que le respondí - ¿Qué dices Azím, nosotras ni somos vuestras, ni mucho menos vuestras putas! Le dije empezando a enfadarme y poniéndome de pie.

Su respuesta fue traumática, pero no le creí – “ Estáis las dos muy equivocadas cerdas”  “Desde el momento en que os hemos poseído, habéis pasado a nuestra propiedad y de quien nos ordena captar cerdas extranjeras como vosotras”

Empezaba a estar realmente enfadada con aquel turco maleducado, así que fui a recoger mi vestido que estaba a los pies de la cama, para vestirnos y marcharnos directamente a nuestro hotel.

Antes de que pudiese alcanzar el vestido del suelo, un fuerte puñetazo de Azím en mi estómago, me hizo caer sin respiración sobre el suelo, casi ahogándome respirando con dificultad.

Sonriendo al verme retorcida sobre el suelo intentando recuperar la respiración, mientras Alice se había sentado en la cama y nos miraba con cara asustada, volvió a decirme – “No me estás escuchando! Y eso es malo, muy malo para ti puta!”

Entonces dirigiéndose a Doruk le dijo -  “guarda sus bolsos y saca las cosas del armario, quiero que estas dos cerdas, estén listas para el viaje, cuando vengan a buscarlas”

Doruk guardo nuestros bolsos con toda nuestra documentación y efectos personales, en una mochila que sacó del armario, mientras cogía dos rollos de cuerda y un rollo de cinta americana

Alice suplicó cambiando de estrategia, al ver que la mía no había funcionado – “Por favor, tenemos dinero, os pagaremos lo que nos pidáis, y no diremos nada de lo ocurrido a nadie ni a la policía, pero dejadnos marchar por favor”

Azím dirigiéndose a Alice le dijo “No habéis entendido nada, no queremos vuestro dinero, eso ya lo obtendrá nuestro Jefe con vuestro trabajo y servicios, y en cuanto a la policía, que os creéis, la policía esta compinchada con la Organización y les pagamos por ello, así que si en alguna ocasión se os ocurre hablar con un policía, el nos lo dirá enseguida y no nos quedará más remedio que cortaros el cuello y tiraros por ahí!”  “Queda claro”

Alice se quedó callada y yo seguía en el suelo, recuperando el aliento pero atenta a la menor posibilidad de escapar de aquella situación.

Dejando clara la situación Azím termino diciendo “Desde que habéis entrado en esta habitación, ya no sois Becka y Alice, solo sois dos “Marushas” más, como todas las putas cerdas que tenemos trabajando para nosotros”  “Si os portáis bien, seréis bien tratadas y hasta os divertiréis  follando, pero si os ponéis rebeldes, no os imagináis lo crueles que podemos llegar a ser con vosotras” y ahora a callar”

Azím me cogió del pelo y me volvió a subir a la cama diciéndome “Hay dos formas de hacer esto, por la buenas, colaborando vosotras en dejarnos hacer lo que vamos a hacer de todas formas, o por las malas, oponiendo resistencia y en ese caso, te haré sufrir mucho más de lo que puedas imaginarte”

Dirigiéndose a su compañero, le dijo  “Dame la botella para que estas cerdas beban un poco antes de ser atadas”

Estuve dudando, pero no tenía posibilidades de defenderme y salir entera de allí, así que opté por esperar el momento oportuno para tratar de escapar y por el momento, seguir sus órdenes.

Bebí de la botella que me dio Azím, que me hizo beber bastante. Imaginé que la bebida debía llevar algo, dado su interés en que las dos bebiéramos.

Cogió la cuerda y empezó a atarme con mucha habilidad, con mis brazos y muñecas a mi espalda y cruzando las cuerdas por mi cuello y entre mis tetas, inmovilizando la parte superior de mi cuerpo.

Empecé a sentir los efectos de lo que nos habían dado, muy posiblemente escopolamina o alguna otra substancia alcaloide como la atropina que me estaba dejando atontada por momentos.

Tras taparme la boca para que no pudiese gritar, siguió atándome las piernas y pies con cuatro enlazadas de bondage, quedando inmovilizada por completo, mientras su compañero hacía lo mismo con mi amiga Alice.

Ella tampoco decía nada y parecía estar cayendo en la somnolencia que también me estaba abatiendo a mi, hasta que perdí la conciencia y drogada con los sedantes, ya no sentí nada más que oscuridad pero una agradable relajación que me sumió en un letargo acusado.

Mi cabeza todavía trataba de reaccionar, porque estábamos a su merced, pero era imposible, drogadas y atadas, no quedaba más opción que confiar en el destino, y que no fuese tan cruel, como el que ya estaba imaginando, antes de perder la conciencia ……. zzzzzzzzzzzzzzz