Algunos los llaman perder, Nerea
La historia de Nerea.
Algunos los llaman perder, Nerea
Muchos me han echado en cara como es posible que me lleve tan bien con Tania después de lo que le hizo a Ibai, lo que no saben es que yo años atrás viví lo mismo que vivió Tania. Miro a Tania y me veo reflejada en ella, la diferencia es que yo tuve mucha más suerte que ella. En tiempos de la universidad conocí a un chico bueno atento, me trataba como a una reina, nunca nadie me había tratado así. Su nombre era Unax, era todo un cerebrito, recuerdo que tenía un examen que ya había suspendido dos veces. Tenía el examen en dos días y sabía que volvería a suspender otra vez, lloraba de rabia y entonces note el abrazo más cálido del mundo y una voz que me dijo.
• No pasa nada Nerea, todavía tenemos dos días todo saldrá bien.
Era Unax, su sonrisa optimista y la calidez que desprendía me tranquilizaron e hicieron que una sonrisa brotara de mi rostro, como dijo estuvimos dos días y dos noches sobre los libros. Unax demostró una paciencia infinita, yo perdía los nervios enseguida y todo lo veía negro. Él me miraba con una confianza que rozaba la soberbia, cuando termino la última noche, yo quería seguir estudiando. Él me dijo que tenía que dormir para que lo que habíamos plantado diera sus frutos en su momento idóneo.
Le hice caso, pero con la condición de que se quedara conmigo. Lo hizo, a la mañana siguiente mientras desayunábamos a mí me temblaban las manos, él me las cogió y esa calidez volvió a envolverme. Llego el momento del examen y ocurrió algo que me dejo totalmente asombrada, el examen de repente empezó a tener sentido para mí. Cuando Salí de él tenía la satisfacción de haber hecho una gran trabajo y que aprobaría seguro, así fue e invite a Unax a festejarlo conmigo. Esto me hizo tener sentimientos por este chico, estaba enamorada, no sabría decirlo, sin embargo, me decantaba por él no.
A Unax si se le notaba que estaba enamorado, la noche que salimos me lo lleve a un local donde ya me conocían y tenía una pista de baile amplia. Unax demostró que aunque no era su elemento se manejaba bastante bien, abría algo que se le diera mal a este hombre. Unax no era guapo, sin embargo, en conjunto le hacía un hombre interesante y ciertamente atractivo. Esa noche muchos conocidos se acercaron a intentar ligar conmigo, yo solo tenía ojos para el hombre que me había dado tanto sin pedir nada a cambio y esa noche seria para él.
Bailamos hasta que nos salieron ampollas, en la última canción bailamos pegados. En un momento me fui acercando a él y le besé, os prometo que el beso me salió desde el corazón. No era por agradecimiento, de verdad que me apetecía mucho besarlo, salimos del local y fuimos a su casa. Sus padres viajaban mucho por trabajo y solía pasar largas temporadas solo, por eso se tuvo que buscar un trabajo a media jornada para reforzar el dinero que sus padres le ingresaban. Fui la primera en desnudarme, mido un metro setenta, tengo pechos algo pequeños, pero duritos, la mejor parte de mi anatomía es mi culo sin duda y mi pelo es pelirrojo hasta media espalda.
Unax tenía un cuerpo cuidado, se notaba que hacía deporte, en conjunto me gusto, nos fuimos acercando poco a poco y nos besamos. Cuando fui a coger su polla ya la tenía dura como la piedra. Sonreí y me agache para mamársela, me esmere eso es cierto, sin embargo, la verdad es que no me duro ni un asalto. En ese momento la noche se empezó a torcer, él me miraba avergonzado y aunque intentaba calmarlo. Se puso tan nervioso que ya no se le volvió a poner dura, verle llorar me partió el corazón. Nos sentamos en la cama y estuvimos conversando el resto de la noche, solo me pedía disculpas y entonces le entro un ataque de pánico brutal. Tarde por lo menos una hora en calmarlo, intente contener las lágrimas, pero fue superior a mí. Verlo en ese estado me supero, lo tumbe en la cama y lo abrace hasta que del sueño nos pudo a los dos. A la mañana siguiente no era capaz de mirarme a la cara, desayunamos en silencio y cuando me iba a ir, me despedí de él besándolo con pasión en la boca.
Él se tocaba los labios y me miraba con gran asombro, yo le puse mi mejor sonrisa y me despedí de él quedando con él para el siguiente viernes. Cuando la puerta sé cerro, llore de impotencia por no haber sido capaz de ayudarlo mejor. El siguiente viernes volvimos a quedar y todo fue bien hasta que llegamos a su casa, en esta ocasión la mamada la aguanto bastante bien, después intento cometerme el coño, lo hacía de forma torpe. Yo lo miré con ternura y le fui guiando. La verdad sea dicha que al final no lo hizo mal del todo, el desastre vino cuando nos pusimos a follar. Me puse a cuatro patas enseñándole mi chorreante coño, Unax se puso el condón y cuando me la empezó a meter estaba tan excitado que se corrió antes de que su polla llegara al final de mi vagina.
La verdad que desde esa vez, Unax se encerró en sí mismo, le había cogido miedo y por mucho que lo intente solo llegábamos a hacer sexo oral. Cuando intentábamos dar un paso más se bloqueaba, decidió ir a un psicólogo para ver si conseguía ayudarlo. Como estudiaba empresariales, mi padre me consiguió un trabajo de media jornada en la empresa de un cliente suyo. Me vendría bien para ganar experiencia, en cuanto llegue y conocí al cliente de mi padre. Me quede impactada, sería un hombre de unos cuarenta años. Destilaba seguridad por cada uno de los poros y además era muy guapo, desde el primer momento empezó a coquetear conmigo.
La verdad es que con mis veintitrés años me creía la más sabia y experimentada del mundo, pero ese hombre jugaba en otra liga muy distinta y fue tejiendo una red a mi alrededor hasta que me tuvo a su merced. Era tenerlo cerca y mojaba las bragas, él lo sabía y cada día tensaba más la cuerda. Yo no quería engañar a Unax y aguantaba como podía, Unax seguía dentro de su caparazón, sin embargo, se veía que se estaba esforzando en mejorar. Todo se fue a la mierda la noche de la cena de empresa en navidades, durante la cena conseguí esquivarlo, aunque todo mi cuerpo me pedía lo contrario. Después fuimos a un local y allí, desplegó todas sus armas hasta que consiguió lo que quería. Terminamos en los servicios del local. Yo con las bragas en los tobillos y ensartada en su polla dándole la espalda, en esos momentos no me acordé de Unax. Tenía los ojos cerrados disfrutando del placer que me estaba proporcionando mi jefe, su nombre era Antonio.
Sabía que Unax no lo hacía queriendo, sin embargo, no podía evitar que una parte de mí estuviera decepcionada y al final me deje llevar por Antonio. De repente pude notar una presencia delante de mí y al abrir los ojos vi a un totalmente destrozado Unax, en ese momento me llego un atronador orgasmo y me mordí los labios hasta hacerme sangre para no gritarlo. Los gestos no pude disimularlos y en ese momento murió mi relación con una de las mejores personas que había conocido en mi vida, Unax salió corriendo y yo cuando pude recuperarme intente salir detrás de él. Cuando salí ya no se encontraba en el local y llame a un taxi que me llevo a su casa.
Como era lógico no me abrió nadie, volví a casa totalmente derrotada. Intente ponerme en contacto con él, pero fue imposible. Pasados unos días me enteré de que viajo a la ciudad donde se encontraban trabajando sus padres, no volvería a verlo hasta tiempo después, sin embargo, me estoy adelantando. Yo me hundí, entonces Antonio se aprovechó de eso y empecé la época más oscura de mi vida, de verdad llegue a creerme que me había enamorado de un hombre que hacía de mí lo que quería y me usaba a su antojo. Llegue al punto de mamarle la polla mientras este se encontraba en una reunión con unos clientes importantes que si salía mal, no solo repercutirían a Antonio. Mi padre también saldría mal parado, mi padre si me viera ahora.
Llegue a tener una dependencia tan tóxica por Antonio que no me negaba a nada, exceptuando a acostarme con otras personas. Eso no le gusto, sin embargo, tuvo que aceptarlo. Pienso que fue la única vez que tuve el control con ese hombre, todo cambio cuando fuimos a una montaña a hacer escalada, a Antonio no le gustaba, sin embargo, los clientes eran muy aficionados. Yo no lo había hecho nunca y allí me encontraba poniéndome el arnés e intentando hacer el nudo que de resbalarme salvaría mi vida, entonces llegaron dos chicos al rescate, se presentaron, uno se llamaba Ibai y el otro Gunnar. Conectamos enseguida y lo que creí que sería un viaje aburrido hasta que Antonio decidiera follarme, se convirtió en un viaje muy divertido y educativo.
Ibai y Gunnar me recordaban tanto a Unax, me llevaron a escalar por primera vez. Era una pared para novatos, sin embargo, para mí parecía toda una odisea. Me dijeron que eran tres, que el tercero estaba dando clases a novatos, también me dijeron que tendría que llegar escalando hasta donde él se encontraba con los demás estudiantes y presentarme. Se supone que estaban en un saliente a unos diez metros de altura, para cuando conseguí llegar me dolían mucho los brazos y me resbale. Entonces un brazo apareció y me sujeto, me ayudo a subir, tenía los ojos cerrados y al abrirlos me llevé la sorpresa de mi vida.
El hombre que me iba a Instruir no era otro que Unax, se le veía muy cambiado. Notaba en él una seguridad de la que antes carecía a no ser en los estudios, pensé que me recibiría con hostilidad, sin embargo, no fue así. De repente llegaron Ibai y Gunnar riéndose.
• Te traemos a una estudiante nueva Unax, ¿es guapa e? – le dijo Ibai.
• Sí, es Nerea una vieja conocida – dijo seriamente.
Gunnar ye Ibai se le quedaron mirando a su amigo, sin embargo, lo conocían lo suficiente para saber que no tenían que preguntar nada. Yo tenía la imperiosa necesidad de hablar con Unax, no para retomar nuestra relación, sino para hacer algo que no pude hacer entonces, disculparme. La clase terminó y yo me acerqué a Unax.
• Unax, quería pedirte perdón por lo que paso aquel día – muy avergonzada.
• No es necesaria Nerea, yo ya lo tengo superado – dijo con una sonrisa.
• No se, me siento fatal, no te lo merecías.
• Tranquila, ese fue el empujón que necesitaba para ponerme las pilas en serio y superar mis miedos – dijo Unax.
Yo tenía una espinita clavada de esa noche y se lo pregunté a Unax.
• ¿Unax como te enteraste de que estábamos en aquel local, después de la cena? – pregunte con miedo.
• Tú me mandaste un mensaje, mira aquí lo tengo guardado.
Cuando mire el mensaje, no me lo podía creer. Yo nunca escribí ese mensaje, entonces recordé que una de las veces que fui al baño en la cena vi a Antonio con mi bolso en las manos. Me dijo que se cayó del respaldo de la silla y que me lo estaba recogiendo, maldito cabrón. Él lo organizo todo y terminé haciendo mucho daño a una persona que no se lo merecía (aunque eso no me eximía de culpa en absoluto).
• Te prometo que yo no escribí ese mensaje, fue Antonio, quería humillarte y yo fui cómplice sin quererlo – muy enfadada.
• Te creo, ya no importa es pasado – dijo Unax.
• A mí si me importa, voy a hacerle una visita para que sus nuevos clientes se den cuenta de la clase de persona que es – dije decidido a hundirle.
• Yo que tú esperaba, recopilaba información y después lo ponía en su sitio – dijo Ibai.
• Ahora será tu palabra contra la de él – dijo Gunnar.
• Vosotros desde cuando…
• Llevamos un Buen rato escuchando – dijo Ibai.
Yo agaché la cabeza avergonzada, no se cuanto sabrían los dos, pero solo con lo que habían escuchado me daban ganas de que la tierra me tragara. Ninguno de los dos parecía tener una actitud de rechazo hacia mí, se acercaron a Unax y poniéndole la mano sobre el hombre le dijeron que nos dejarían solos para hablar.
• Nerea, no te negaré que cuando lo vi me dolió, sin embargo, después tuve tiempo de pensar y llegue a una conclusión – dijo Unax.
• ¿Qué conclusión? – pregunté.
• Tú no estabas enamorada de mí, sentías agradecimiento y lo confundiste con amor, en mi caso fuiste la primera mujer que me hizo caso y me deje llevar.
• ¿Qué me quieres decir con eso Unax?
• Que nuestra relación debió de ser de amistad, nunca hubo nada más, a mí me gustaría que así fuera en el futuro, ¿qué opinas?
• A mí también me gustaría.
Me pasé el resto del viaje con los tres mosqueteros como los empece a llamar, pase de Antonio como la mierda. Este se mosqueó al principio, sin embargo, enseguida encontró otras mujeres con las que entretenerse. A la vuelta me dejo bien en claro lo bien que se lo había pasado y lo mucho que me había perdido, yo me reí. Conseguí recuperar mi sintonía con Unax y forjar una bonita amistad igual que con Gunnar, Ibai fue diferente. Él me hizo sentir mariposas en el estómago, desde el primer momento que escuche su voz. Enseguida me di cuenta de que él no me veía de esa manera, sin embargo, decidí dejarme llevar con él, fue honesto conmigo y en ese viaje termine en la cama con él en varias ocasiones.
Ya en la empresa de Antonio emperecé a investigar sus finanzas y las obras que tenía en marcha, no lo he dicho, pero Antonio tenía una empresa de construcción. Enseguida me di cuenta de que inflaba los presupuestos y más grabe todavía, cambiaba los materiales de Calidad que ponía en los presupuestos por otros de mucha menor calidad. De esa manera se embolsaba la diferencia estafando a todos sus clientes, había llegado el momento para poner en su sitio a ese infraser. El problema era que tenía que hablar con mi padre y ser totalmente sincera con él, por mucha vergüenza que pasara. Se lo conté todo con pelos y señales, mi padre monto en cólera y llamando a algunos de sus mejores clientes, a cuál Antonio les estaba haciendo las obras. Mi padre con las pruebas en la mano denuncio al que creía que era su amigo, saber que se había estado acostando conmigo y todo lo que hicimos lo llevo a destruirlo sin piedad.
Antonio fue detenido por estafa y además el boca a boca destruyo su empresa, como los trabajadores no tenían culpa. Mi padre los contrato en su empresa y la verdad que todos resultaron ser buenos trabajadores e implicados con la empresa. Al final entre a trabajar con mi padre, al principio no quería, pero la verdad es que al final me encontraba muy a gusto. Dos veces al mes quedaba con Unax e Ibai para ir a escalar, a Gunnar le veíamos muy de vez en cuando por su trabajo que le hacía viajar por toda Europa. Nunca le pregunte en qué trabajaba, pero pronto lo averigüe, quise escalar una pequeña pared sin cuerdas, me creía la mejor y en un momento dado me resbale y caí, no fue de una gran altura, pero si lo suficiente para hacerme añicos el brazo.
Los médicos me dijeron que no volvería a escalar, pues mi brazo perdería mucha de su fuerza. Entonces Gunnar me dijo que él era fisioterapeuta y que si me ponía en sus manos, volvería a escalar. Lo hice y después de hacerme llorar lágrimas de sangre volví a escalar otra vez, me enteré de que era un fisioterapeuta famoso en toda Europa, deportistas famosos requerían de sus servicios y tengo que decir que su fama era bien merecida.
Uno de los fines de semana vino solo Unax, me dijo que Ibai había empezado a salir con una compañera nueva de trabajo y que iban en serio, intente disimularlo, pero me conocía lo suficiente para saber lo mucho que me había afectado.
• Gunnar y yo nos dimos cuenta lo mucho que te gusto Ibai y lo mucho que te reprimiste para que no se enterara – dijo Unax.
Yo no pude aguantar el llanto y termine abrazada a Unax llorando a lágrima viva, después de eso me volqué en terminar mis estudios y prepararme para ocupar el puesto de mi padre cuando este se jubilara. Seguía escalando, pero procuraba ir cuando Unax, Gunnar o Ibai no estuviesen. De esa manera aunque me seguía doliendo, era más llevadero. Unax y Gunnar lo entendieron y creo que Ibai por fin fue consciente de lo que pasaba, me dio mi espacio y tiempo suficiente para qué podría sanar mis heridas.
El tiempo fue pasando y un puente que fui a escalar, tuve la sorpresa de encontrarme con Ibai, no me lo esperaba. Parecía distinto, su sonrisa había desaparecido y parecía muy distraído. Me pareció ver que había hecho mal el nudo, empezó a escalar y decidí mantenerme cerca de él por si acaso, no estaba concentrado y podía terminar mal. Así fue, se resbaló de la pared y el nudo que tenía que mantenerle sujeto a la cuerda empezó a soltarse.
Le grité que se balanceara, parecía que le daba igual caerse, volví a gritárselo. Ese grito pareció sacarle del trance y se balanceó lo suficiente para poder agarrarle del brazo y poder volverlo a traer contra la pared, descendimos hacia un pequeño saliente y cuando lo tuve delante le solté un puñetazo, entonces le suelte.
• Si no tienes todos los sentidos en lo que estás haciendo, eres un riesgo para ti y los demás – le dije.
Quejándose del dolor y mirándome se dio cuenta quien era y me dijo.
• Lo siento Nerea, no tendría que haber venido, pero necesitaba distraerme.
• Luego con calma me cuentas lo que te pasa, pero ahora tenemos que bajar.
Le ayudé a centrarse para que pudiéramos descender, tuve que hacer esfuerzos sobrehumanos para no derrumbarme en ese momento del susto que me había llevado. Cuando me calme, fuimos a una cafetería y me contó lo que le paso con su novia que se llamaba Tania. Escuche todo el relato sin interrumpirle y sin juzgar a nadie y cuando termino le dije.
• Por fin Ibai ha probado las mieles del amor – le dije con sorna.
• Si esto es el amor no lo quiero – me dijo.
• No todo en el amor es sufrimiento, cuando es correspondido, es lo más hermoso – le dije.
Esa tarde la pase con él y no le deje ni a sol ni a sombra durante los siguientes meses. Íbamos a escalar juntos y salíamos de marcha los fines de semana, para su cumpleaños le conseguí otra camiseta de los Iron Maiden firmada, pero esta vez por todos los integrantes del grupo. No quise decirle como la conseguí, pero a vosotros sí que os lo diré, fue gracias a Gunnar. Note como su percepción hacia mí empezaba a cambiar poco a poco, antes me veía solo como una amiga. Ahora cada vez más me veía como una mujer.
Poco a poco se fue enamorando de mí. Desde aquel día que le salve la vida, todos lo que sentía por él volvió con más fuerza. Ninguno de los dos volvió a ver a otras personas, volvimos a follar claro. Todo cambio la noche mi cumpleaños, después de salir de fiesta con todas mis amigas, le pedí que pasara la noche conmigo. Ese era el regalo que más deseaba, cuando entramos nos desnudamos y nos acercamos el uno al otro. Nos besamos mientras nos abrazábamos, mis pechos duros se clavaban en el suyo y decidió cogerme en brazos y llevarme a mi dormitorio.
Esa noche no follamos, ninguno queríamos follar, lo que hicimos fue el amor, sintiendo el máximo contacto entre nuestros cuerpos. Yo le dije que lo amaba y él me contesto que él también me amaba, lágrimas de alegría brotaron de mis ojos. Por fin mi amor por Ibai era correspondido, fue una noche mágica, llena de sentimientos y mucho placer. Yo le decía que lo amaba mientras lloraba, él se puso sobre mí y al mirarme a los ojos me dijo que veía la inmensidad del universo. El orgasmo nos llegó sin avisar y fue atronador, estuvimos en esa misma postura durante bastante rato, necesitábamos recuperar el aliento.
Volvimos a follas esta vez en la ducha y la verdad es quesonreia de pura felicidad. De ese día han pasado dos años, ahora vivimos juntos y yo al final me hice cargo de la empresa familiar como mi padre quería. Pronto tendría que coger la baja pues estaba embarazada, la ecografía dictamino que sería una niña y decidimos que se llamaría Aizea. Una noche que estaba tumbada en el sofá, mientras Ibai hacia la cena llamaron a la puerta. Ibai fue a hablar y al hacerlo note como se ponía rígido, me levante a ver que ocurría y vi a una mujer que se parecía mucho a la descripción que me dio de su ex. Al verme se dio media vuelta y se fue corriendo a su coche, llovía mucho y le dije a Ibai.
• Vamos a seguirla, está lloviendo mucho y está muy nerviosa, podría tener un accidente – dije muy segura.
Ibai cogió las llaves del coche y nos dispusimos a seguirla, si me preguntáis si sentí celos, mi respuesta es no. En aquella mujer me vi reflejada años atrás, ella por fin tenía claro a quien había amado de verdad y había venido a intentar recuperarlo. En parte me daba lástima, yo si tuve la suerte de poder estar con el hombre que amaba y tenía claro que Ibai me amaba a mí, Esa mujer acababa de descubrir que el hombre que amaba con todo su alma, no podía corresponderle porque había rehecho su vida con otra mujer. Cuando yo me entere de que Ibai se había echado novia casi me hundí, lo que le había pasado a Tania era mucho peor.
Como temí Tania perdió el control del coche y se salio de la carretera, llamamos a una ambulancia y a los bomberos. Tardaron bastante en sacarle del coche y sus heridas tenían muy mala pinta, subimos al hospital al día siguiente y allí conocí a los padres de Tania y a su mejor amiga Blanca que me cayó muy bien, cuando entramos en la habitación pude observar a una mujer que no destilaba maldad, había tomado malas decisiones como yo en el pasado y estaba a punto de pagar un precio demasiado alto.
Cuando la doctora paso y nos comunicó que después de la operación con una buena rehabilitación tendría muchas posibilidades de andar, pensé en Gunnar y fue Ibai el encargado de llamarle. El día que subimos y vimos que Gunnar ya había llegado, vi la mirada que tenía Tania cuando miraba a Gunnar. Era la misma que tenía yo cuando miraba a Ibai, la rehabilitación fue muy dura y no solo por el dolor que tañía tuvo que soportar. Los dos se habían enamorado, Gunnar tuvo que contenerse para que la mujer que amaba terminara la rehabilitación en las mejores condiciones.
Una mañana subí a ver a Tania y estuvimos hablando.
• ¿Te gusta mucho Gunnar verdad? – le pregunté.
• Si Nerea, mucho más de lo que me gustaría admitir, pero después de lo que hice a Ibai no querrá saber nada de mí – dijo Tania muy triste.
• Tú deja que termine la rehabilitación y no adelantes acontecimientos.
Desde esa tarde subí en muchas ocasiones y fui forjando una gran amistad con Tania, cuando Ibai me contó lo que había pasado. Reconozco que una parte de mí la odio por hacer daño al hombre que amaba, pero según hablaba con ella me di cuenta de que ella estaba tan convencida en esa relación tóxica que llevaba con ese tal Raúl que fue incapaz de reconocer sus verdaderos sentimientos.
Una semana después me puse de parto, fue un parto largo y doloroso. Pero cuando me pusieron a mi pequeña Aizea en brazos se me pasaron todos los dolores. Después le toco a Ibai coger a su hija, verle llorar de alegría cuando acunaba a su hija me lleno de alegría. Los meses fueron pasando y al final Tania termino su rehabilitación y por fin Gunnar y ella pudieron dar rienda suelta a su relación, pronto sería el cumpleaños de Blanca y nos envió a todos. Dejamos a la niña con sus abuelos y cogimos un autobús para ir a la ciudad donde Vivían Tania y Blanca, cenamos y nos fuimos a un local a mover el esqueleto, nos pusimos en una zona de la pista donde no abría mucha gente pensando en Tania. Todo iba muy bien hasta que apareció un hombre que no me gusto nada, abrazando a Tania desde atrás, Tania al darse cuenta quien era se revolvió y le dio un tortazo.
Blanca y yo nos pusimos delante de ella para protegerla, cuando llegaron Ibai y Gunnar el tío se acojonó, pero metió la pata soltando la siguiente frase.
• Al carnudo lo conozco, esta es tu nueva novia, ten cuidado que todavía te la quito – dijo Raúl.
Me encaré a él con una cara de cabreo que asustaría al más valiente, Ibai no estaba mejor que yo, pero Gunnar daba miedo de verdad. Raúl reculo como era de esperarse, seguimos bien hasta que a Tania le entraron ganas de ir al baño y Blanca le dijo que en el segundo piso había un baño que no solía tener gente y estaría limpio, yo iría después de ella. Cuando me puse en camino vi como Raúl seguía a Tania, me di media vuelta y se lo comunique a los chicos, entramos los tres al baño y mientras Ibai y Gunnar le daban su merecido a Raúl yo me fui a consolar a Tania.
Fuimos a comisaría a declarar y a que Tania pondría la denuncia, así termino la noche que unió nuestros lazos definitivamente. Yo pensé que había perdido a Ibai y ahora no solo tengo una preciosa hija con él, he conseguido dos grades amigas como Tania y Blanca, no puedo ser más feliz.
EPILOGO
Hace poco hemos tenido la gran noticia de que Tania esta embarazada, todos decidimos que lo celebraríamos haciendo una gran escalada. Blanca resultó de las mías, le pico el gusanillo de la escalada y aprendía rápido, lo que más me gusto fue ver cuando Unax y Blanca se vieron por primera vez. Todos pudimos ver como prendió la mecha del amor entre ellos.
Tania se quedó con Aizea en una cafetería cercana, dijo que estábamos locos y que ella se quedaría con Aizea con los pies bien posados en el suelo. Me hizo gracia cuando le dijo a Blanca que tuviera cuidado al intentar imitar a Spiderman, fue un fin de semana estupendo.
Lo hemos intentado, pero al final no ha podido ser, me encuentro caminando por la iglesia camino del altar cogida del brazo de mi padre con unos nervios que no me dejan respirar. Ibai está igual que yo o todavía peor, la que mejor se lo está pasando es Aizea. La encargada de traernos los anillos de boda, el sí quiero me salió sin ninguna duda. Todavía me quedaba algo que contarle a Ibai y no era otra cosa que seria padre por segunda vez, pero eso tendría que esperar a la noche de bodas.
He formado una familia muy bonita y saber que esta a punto de crecer me hace inmensamente feliz
FIN.