Algún día sere una buena putita 2

Siguen las aventuras de mano de mi macho... y su amigo

Hola chicos para quien no me conoce soy Vanessa, al menos ese es mi nombre de niña, soy morena, mido 1.70, pechos pequeños y un trasero firme y paradito. La vez pasada les conté como conocí a mi amante Dante y descubrí mi lado putita, hoy les quiero contar la historia de

como

nuestras aventuras continuaron.

Había continuado mi relación con Dante durante los siguientes meses, al principio creí que solo lo veía por calentura y cuando nuestros encuentros terminaban no podía evitar sentirme culpable y mal conmigo mismo. Cuando estaba con Dante no podía evitar suprimir todo rastro de masculinidad en

mi

y convertirme en su putita sumisa, quise terminar la relación varias

veces

pero cada vez que me hablaba terminaba de rodillas ante su verga o en cuatro en algún motel pidiendo por más.

Hable con el sobre esto y me dijo que era libre de terminar la relación si quería pero que no tenía nada de malo explorar otro lado de

mi

y que cuando quisiera podía irme. La verdad

el

no me trataba mal, era discreto, me hacía sentir bien y el sexo era increíble así que decidí dejarme llevar y confiar en que sería lo suficientemente lista para salirme de la relación cuando no estuviera

cómoda

.

Cuando empecé a aceptar que tenía una relación con un hombre fue cuando las cosas se empezaron a poner intensas, empecé a hacer cosas de las que no me creí capaz. Primero fue empezar a salir vestida de nena de la casa (Dante me había regalado varios conjuntos de ropa, lencería y zapatos de nena así que ahora tenía un guardarropa de nena bastante decente) aunque siempre lo hacía por la noche, la adrenalina que sentía era increíble, la posibilidad que me viera algún vecino lo hacía

mas

excitante. Después lo empezamos a hacer en

publico

, primero me pidió que se la mamara en su carro de camino al hotel, estaba tan caliente que no me negué y me excitaba que alguien pudiera verme darle placer a mi macho, después me pedía que

saliéramos

a la calle yo vestida de niña, por lo general antros y bares de la Zona Rosa, esto me daba miedo en extremo, me preocupaba que alguien en la calle me reconociera pero cuando iba del brazo de mi macho por la calle me sentía plena, esto dio lugar a las situaciones

mas

morbosas que se pueden imaginar, desde masturbarlo por debajo de la mesa de

algun

bar hasta acabar empotrada en el baño de algún antro gimiendo como perra, cosas que les contare en otra ocasión. Dante me pedía de todo y yo no iba a decirle que no a nada.

Cierta noche en su casa estaba cabalgándolo moviendo mi culo a toda velocidad para hacerlo venir cuando me dio un dedo para que se lo chupara, le gustaba mucho hacer eso y

empecé

a chuparlo como si fuera su verga, luego me hizo una pregunta que me llevaría a

mas

aventuras sexuales.

-Que te imaginas cuando chupas mi dedo y te tengo así

empaladita

  • me dijo.

-Que chupo otra verga mientras me

coges

  • dije sacando su dedo de mi boca.

-¿

Eso te gustaría? ¿Te gustaría que trajera a un amigo y te cogiéramos entre los dos?

Su proposición me puso muy caliente y empecé a cabalgar su verga con

mas

velocidad.

-¿

Compartirías a tu putita con otro macho, papi?

-Quiero que vean en que buena putita te estas convirtiendo- dijo mientras disfrutaba la cabalgada que le estaba dando, sabía que pronto se

vendría.-

tu dijiste que

algún

día serías una buena putita y es hora de pasar la prueba.

Estaba super excitada con lo que me

proponía

y por primera vez sentía que me vendría sin la necesidad de tocarme y así lo hice.

-Dame tu leche, papito. Lléname el culito de tu lechita- dije mientras

empecé

a eyacular y mi culito exploto en un orgasmo intenso.

Descargo todo sobre mi mientras me agarraba el culo y nos fundimos en un tierno beso. No volvimos a hablar del tema en toda la noche y pensé que sería algo que dijo por el calor del

momento

aunque a

mi

la idea me atraía bastante. Pasaron varios días y a

mi

se me olvido lo que habíamos hablado hasta que mi

teléfono

sonó y era un mensaje de el “Mi amigo viene esta noche ¿

Estas lista

para ser nuestra putita esta noche?” Mi corazón se

acelero

a mil por

hora

pero mi respuesta fue clara... “Si, papi”

Me indico que llegara a su casa temprano para prepararme, para mi sorpresa cuando toque el timbre me abrió una mujer y me invito a pasar, estaba un poco extrañado hasta que me explico la situación. Resulta que esta mujer era una estilista profesional y estaba aquí para transformarme, me entrego una nota que contenía un mensaje de Dante: “Esta noche quiero que luzcas

mas

sensual que de costumbre” estaba

halagada

pero a la vez me sentía muy apenada que alguien supiera a lo que venía y que me gustaba vestirme de mujer, sin embargo, la chica fue un ángel. Me dijo que no me preocupara, que era

mas

común de lo que yo creía y que no me preocupara pues no le diría a nadie, te verás hermosa ya lo verás, siempre me hablándome en femenino, su actitud me hizo entrar en confianza.

Me mando a bañarme y me dio unas cuantas cremas, unas para depilarme y otras que harían que mi piel se sintiera suavecita, cuando termine de aplicarlas no podía creer la sensación de mi piel, solo pasar mis dedos por mi piel bastaba para excitarme, después me hizo manicure y me puso unas uñas en color azul muy bonitas, tenía miedo de

como

iba a quitarme eso después pero en el momento me hizo sentir muy femenina, para ese momento yo ya bromeaba y reía con la estilista como cualquier otro cliente regular, después eligió una peluca de color negro muy bonita y la peino, cuando me vi con ella estaba impresionada, casi parecía mi cabello real, después me maquillo de una manera profesional, yo misma había practicado un poco pero el resultado entre lo mío y lo de ella era abismal, hizo lucir mis facciones

mas

delicadas de verdad parecía una niña, lo siguiente fue la ropa Dante había elegido una lencería azul con encajes que se veía muy fina, el

brassier

era

push

up con rellenos y con la ayuda de la señorita pude ponerlo de una forma en la que parecía que tenía unas tetitas grandes, aunque solo era un efecto óptico me encantaba ver mi escote, después una  tanguita que cubría muy poco mi trasero un portaligas y medias muy finas color azul, un vestido negro pequeño pero elegante que dejaba ver la punta de mis medias y unas sandalia de color negro muy altas. Cuando me vi en el espejo no pude evitar emocionarme, lucia tan sexy, era como una

escort

de altos vuelos, lista para complacer a cualquier hombre que pagara buen precio, me reí para mis adentros, bueno si seré la putita de un par de hombre hoy. Cuando me despedí de la estilista me dijo que me veía preciosa y que lo pasara en grande, así me sentía y eso planeaba hacer.

Fui a esperar en la sala y para mi sorpresa estaba una botella de vino bastante cara, tres copas y una nota. “Tomate una copita mientras llegamos, preciosa.” Su forma de tratarme hoy me hacía sentir muy mimada y protegida, estaba cayendo por este hombre y hoy le iba a retribuir todas sus atenciones haciendo lo que

el

quisiera. Me serví la copa y la comencé a beber a sorbitos para no arruinar mi maquillaje, no llevaba ni media copa cuando

escuche

un auto entrando al

garage

, mi corazón empezó a latir muy fuerte pero estaba lista para ellos. Me acomodé en la sala,

cruce

mis piernas y puse mi espalda muy recta haciendo lucir mi culito

mas

apetitoso. Cuando entraron en la sala vi la cara sorprendida de Dante, se veía sorprendido y excitado al mismo tiempo, se relamió los labios como un león dispuesto a devorar a su presa y supe que sería una gran noche.

-Si que hacen esperar a una dama- dije con la voz

mas

femenina que pude.

-Perdón amor-respondió Dante- estábamos poniéndonos al día, pero mírate te ves preciosa, párate y

déjame

verte.

Me puse de pie y camine hacía el de la forma

mas

sexy posible,

después

di una vuelta lentamente para que pudiera verme por todas partes.

-¿

Qué tal me veo, amor?

-Hermosa, muy sexy- dijo conteniéndose. Sabía que se moría de ganas por cogerme ahí mismo y yo

también

pero la noche aún era larga.

Aun

asi

me

lance

a besarlo y le di un beso largo y lento que nos

dejo

a los dos muy excitados. Cuando nos separamos note que su amigo nos veía algo incomodo, me separe de Dante y le dedique la mejor de mis sonrisas a su amigo.

-Mucho gusto soy Vanessa

-Mucho gusto Vane, soy Alex.

Alex medía 1.80, tenía una complexión grande y estaba un poco

mas

pasadito de peso que

Dante

pero se veía bien, brazos gruesos y su rostro estaba adornado por una barba tupida y unos ojos verdes como para perderse en ellos, t

enía una voz grave y profunda e inmediatamente me lo imagine

susurrándome

cosas al oído mientras me la metía. Fui a saludarlo y le plante un pequeño pico en los labios, no sabía

como

reaccionaría

pero al parecer le gusto pues me sonrió.

-Encantada- dije.

Nos sentamos en la sala mientras servía copas para todos y nos pusimos a platicar, de vez en cuando Dante o Alex posaban discretamente sus manos en mis piernas y me acariciaban, todo muy casual y yo hacía como que no me daba

cuenta

pero no podía ver la hora de que me cogieran. En determinado momento Dante tuvo que ir al baño y nos

dejo

solos, antes de irse me planto un beso y me guiño un ojo, sabía que el momento había llegado.

Alex se

quedo

conmigo y empezó a preguntarme sobre mi relación con Dante,

que

si

llevábamos

mucho tiempo, como lo conocí y de repente hizo la pregunta correcta.

-¿

Qué es lo que te gusta

mas

de el

?

Lo pensé un momento mientras le daba un sorbo a mi copa y después sonreí con picardía.

-Lo que

mas

me gusta de Dante, es la forma en que me coge.

Se quedó un poco pasmado con la

respuesta

pero de inmediato entendió el juego.

-¿

Te gusta mucho que te cojan, Vane?

-Me encanta...

-Pues suena a que eres muy putita, amor-dijo mientras acercaba su cara a la

mía

.

-¿

Tu

crees? No lo

se

, solo he probado su verga... aun no soy tan putita

-¿

Y quieres serlo?

-¿

Por qué preguntas? ¿Tienes alguna propuesta?

Por toda respuesta comenzó a besarme, era un beso sucio, con la fiereza de un hombre dispuesto a cogerte sin contemplaciones.

Tome

la iniciativa y me puse a horcajadas sobre

el

, lo besaba mientras y acariciaba por todos lados sintiendo la fuerza de sus brazos, el mientras tanto acariciaba todo mi culo y

empezó

a levantar mi vestido dejando mi culito al aire. Desabroche su pantalón y saque su verga, empezaba a gotear y no podía esperar a probarla mientras lo masturbaba.

-¿

Me dejas probarte, papito?

-Claro putita,

chúpamela

.

Me puse de rodilla y mientras le pasaba la lengua por toda su

vergota

lo miraba

la

los ojos, luego acaricio mi cabeza y

empecé

a mamársela con ganas, escucharlo gemir me encantaba y me ponía muy caliente. Luego escuche una voz que me sorprendió...

-La chupa muy rico mi putita ¿Verdad?

Me saque la verga de la boca y voltee a ver a Dante quien ya traía la verga de fuera y se masturbaba

viéndonos

.

-La chupa muy rico, le has enseñado muy bien a tu putita. Respondió

-No has visto todo lo que puede hacer. Enséñale el truco que hemos practicado amor.

Sonreí y volví a chupar su verga, solo que en esta ocasión le hice una garganta profunda, Alex

gimió  en

respuesta. Estaba tan concentrada chupando la verga de Alex que no me di cuenta cuando Dante se

coloco

junto a

mi

con su verga totalmente erecta, cuando abrí los ojos lo

mire

y sin que dijera nada me metí su verga en la boca, estuve alternando entre esos dos pedazos de carne como 10 minutos hasta que Alex me pidió que nos sentáramos los 3 en el sofá. Quede en medio de ellos y comencé a besarlos de manera también alternada, sentir sus manos y sus atenciones solo para mi me hacía sentir como una reina, tome sus vergas cada una en una mano y

comencé

a pajearlos.

-Entonces ¿Quién quiere cogerse a esta putita

primero?-

pregunte.

Dante miro a su amigo y le dijo:

-Por favor tu primero que eres el invitado.

No tuvo que decirle otra cosa, Alex me pidió que me quitara el vestido y quede solo en lencería cuando me lo quite di una vuelta para lucirme y Alex me dio una cachetada en el culo que resonó en toda la habitación, sabía que iba a cogerme muy bien. Me pidió que me colocara de perrito, hizo a un lado mi tanga y comenzó a comerme el culo con una maestría digna de un semental. Dante me escuchaba gritar y aprovecho a meterme la verga en la boca mientras la tenía abierta, mis gritos eran ahogados por la verga de Dante que llenaba mi boquita.

Después de unos minutos sentí que Alex se separaba de mi culito y ponía la punta de su verga en la entrada de mi culo,

empezó

a acariciarlo con la punta y me dijo que le pidiera su verga. Me

saque

la verga de Dante de la boca y le dije:

-Por favor papito, ya méteme la verga. Haz tuya a esta putita. Le dije casi a gritos.

Alex empezó a empujar su verga, a un paso lento pero decidido y sentir cada

centimetro

de su verga hizo que casi me viniera en ese instante. Dante sujeto mi cara y me pregunto.

-¿

Te gusta putita? ¿Te gusta sentir otra verga en tu culito?

-Me encanta papito, gracias por dejar a tu putita probar otra verga. Y volví a introducirme su verga en la boca, quería agradecerle haberme hecho su puta y compartirme con mi cuerpo.

Estuvimos en esa posición como 15 min hasta que Dante dijo que también quería cogerme me pidió acostarme boca arriba en el sillón y puso un pequeño almohadón para levantar mi pelvis. Sentir su verga deslizarse por mi culito abierto fue la gloria y Alex me ofreció su verga para seguir chupando, le chupaba la verga y le acariciaba los huevos con mis uñas recién hechas. Me imaginaba como nos veríamos si alguien entrara nos viera y me sentía la mujer

mas

puta y completa de todas, una putita en un sillón en medias, lencería y tacones con una verga clavada en el culo y otra en su boca. No podía, ni quería estar en otro lugar en otro momento.

Me estuvieron cogiendo por una hora

mas

alternándose mis agujeritos, cuando Dante estaba cogiéndome

poniéndose

mis tacones de aretes si saben a lo que me refiero no pudo

mas

y me lo dijo.

-¿

Donde

quieres la leche putita?

-En la boquita amor, dale a tu perra lechita en la boca.

Me puse

rápidamente

de rodillas y mame su verga hasta que eyaculo en mi boca, me comí toda su leche y le enseñe la boca abierta para que viera que me la había tragado toda.

Sonrió y

respondió

, ahora has venir a nuestro invitado amor.

Alex estaba sentado en el sillón con la verga apuntando al cielo y a gatas me acerque a

el

.

Empecé

a mamar su verga y le

pregunte

con mi voz

mas

melosa

-Papi ¿

donde

te gustaría darme leche?

Por toda respuesta hizo que me sentara en su verga, se empezó a mover frenéticamente y me abrace a su cuello, después se puso de pie y me alzo con

el

, me sentía tan frágil abrazada a ese hombre mientras me cogía de pie que por segunda vez en mi vida empecé a correrme sin tocarme.

-Papi, ya dame tu leche. Lléname el culito de leche, tu perrita quiere lechita.

Clavo sus manos a sus nalgas y metía su verga a gran velocidad, sentí como se hinchaban las venas de su verga y después disparaba toda su leche en mi interior, se

quedo

así de pie un minuto disfrutando su orgasmo hasta que su verga se deslizo de mi culo, cuando me

soltó

me puse de rodillas y

limpie

su verga como la perrita agradecida que era. Me acababan de coger dos machos y estaba completamente realizada.

Nos sentamos en el sillón y Dante sirvió

mas

vino para todos. Ellos se pusieron a platicar como si no estuviera ahí, pues estaba medio ida

después

de la brutal cogida que me dieron.

-Amigo, que bien entrenadita tienes a la puta. Dijo Alex.

-Mi trabajo me ha

costado

pero le gusta tanto la verga que ha hecho el trabajo muy sencillo.

Yo solo reía para mis adentros. Tenía razón.

-Hubiera pagado por una experiencia como esta. ¿No has pensado en hacerla profesional?

-Un

poco

pero es un tema que dejaremos para

después

.

¿Profesional?

Ósea

una puta que cobra, la idea me excito un poco pero solo sonreí mientras me recargaba en Dante.

-Dejemos esa conversación para luego. Mejor apura esa copa y

démosle

a esta putita otra cogidita antes de que te vayas ¿Quieres

mas

verga, amor?

Por toda respuesta me

agache

y empecé a chupar la verga de Dante imaginando que era la verga de un extraño que me cogía por dinero.