Alguien me arranca una sonrisa (1)
¿Cuál es tu tipo entonces? - preguntó Ali Con todo el disimulo que pude, cambié de tema haciendo la pregunta que llevaba rondándome por la cabeza desde que la había visto en el umbral de la clase de pintura
Muchas gracias por vuestros comentarios, espero que os guste la siguiente entrega.
Me di la vuelta y parada en la puerta la vi a ella, la chica que por fin me arrancaba una sonrisa.
Más de la mitad de la clase nos habíamos girado a mirarla. Era una chica pequeñita, no debía medir más de 1,55, muy delgada aunque sin caer el extremo. Tenía el pelo rubio recogido en un moño (más funcional que estético) en lo alto de su cabeza, sus ojos eran muy grandes, almendrados y de color marrón miel, su nariz era pequeña y su boca era grande de labios no muy gruesos. Reinaba un silencio en el aula que solo se rompió cuando Ana, la profesora, habló.
- Hola, vienes a clase de pintura?
- Sí, mi profesora es Ana Fernández, no sé si estoy en el aula que corresponde- contestó la chica de la puerta mirando alrededor.
- Sí, sí, es aquí, entra. La clase empieza a las 9:00, intenta recordarlo para el próximo día
.- Dijo la profesora en tono serio.
Bueno y ya que estás ahí y por lo visto tienes la atención de toda la clase, dinos tu nombre, tus estudios previos y por qué está carrera.
Añadió Ana sonriendo.
Poniéndose roja la chica se colocó en un hueco libre de la primera fila, dejó las cosas en su mesa y dijo: - Hola a todos, me llamo Alicia Colina, el año pasado estudié primero de Derecho, pero me pareció una carrera aburridísima, así que a mitad de año me animé a cambiarme y como me gusta mucho el arte, la pintura y la fotografía especialmente, me pareció que Bellas Artes podía darme todo lo que a mí me gusta.
- Muy bien, bueno pues sientate y que se presenten las cuatro personas del fondo que faltan, por favor.
Una parte de mi cabeza había registrado lo que había dicho la profesora, pero aunque yo era una de esas cuatro personas, me quede embobada pensando en Alicia, en lo que había dicho y soñando en lo que pudiéramos tener en común, de hecho, me sonaba un poco su cara, no sé si eran imaginaciones mías o si nos habíamos visto antes. Ahí estaba, intentando recordar momentos de mi vida cuando el chico sentado a mi lado me sacó de mis pensamientos dándome un suave toque en mi mano derecha.
- Bueno, por fin te despiertas, debe ser que estas horas son muy malas para tí. ¿Te quieres presentar o vas a ser la incógnita de mi clase?
Dijo la profesora mirándome con la cabeza ladeada. * Perdón- dije poniéndome de pie totalmente avergonzada.- Me llamo Bea Corales, he estudiado bachillerato de ciencias, me he decidido por Bellas Artes porque me encanta dibujar, me relaja y me ayuda a canalizar mis emociones.- Mientras decía esto último, no pude evitar mirar a Alicia. Ella me miraba con el ceño fruncido. No entendí su expresión y me quedé mirándola de manera interrogativa. * … Hola, hola?-
me giré y miré a la profesora. -
Madre mía, qué día más malo tienes Bea! -
dijo la profesora mientras la clase le reía la gracia. * Perdón- dije- me he distraído. * No, si ya nos hemos dado cuenta-
comentó Ana-
Te puedes sentar ya, si quieres, que vamos a empezar la clase.
Me senté y muerta de la vergüenza hundí la cabeza entre mis brazos, solo esperaba que la gente no se hubiese dado cuenta de que me había quedado embobada mirando a Alicia. Realmente, esto de los primeros días, se me daba fatal.
- No te preocupes, no ha sido para tanto-
dijo el chico sentado a mi derecha. * Gracias- Levanté la cabeza y lo miré, era el mismo chico que me había avisado de que la profesora me estaba hablando.- Gracias también por lo de antes. * No pasa nada, nos puede pasar a cualquiera-
dijo intentando ser amable. * ¿Cómo has dicho que te llamabas? Estaba super distraída pensando en un concierto al que fui la otra noche.- dije intentando disimular. * Me llamo Fernando, aunque todos mis amigos me llaman Fer. ¿Tu has dicho que te llamas Bea verdad?-
dijo sonriéndome. * Sí * Y, ¿A qué concerto fuiste la otra noche?-
me preguntó.
Yo me quedé en blanco, no me venía a la cabeza el nombre de ningún grupo que supiese a ciencia cierta que había estado de concierto hacía poco en Madrid, así que fui por la vía fácil.
- Al concierto del grupo de una amiga
- Bea, Fernando, si es tan importante eso que estáis diciendo, podéis continuar la charla fuera.-Dijo la profesora mirándonos a los dos
- Lo siento.-
Dijo Fer, me miró y me dijo moviendo los labios sin hacer ruido.- Luego seguimos.
Francamente, ese no era mi día. La clase duró tres horas y estuve escuchando de manera intermitente. Por mucho que dijesen, aquel día solo se trataba de dar la bienvenida y explicar los métodos de evaluación y el funcionamiento de las clases. Cuando llegaron las doce, la profesora se despidió y todos empezamos a recoger. Fer aprovechó para empezar a hablar conmigo haciéndome un cuestionario sobre todo lo que se le ocurrió: ¿Dónde había nacido? ¿qué si me gustaba más la pintura, el dibujo o la escultura? ¿Que en qué me inspiraba? Cuando ya estaba empezando a saturarme, se nos acercó Alicia
- Hola, soy Ali, la que ha llegado tarde. ¿Qué clase tenéis ahora?
- Yo tengo fotografía ¿Tú? - Contestamos Fer y yo a la vez. Nos miramos los tres y nos echamos a reír.
- Yo también parejita-
casi me dio un ataque cuando le oí decir eso -
Me han dicho en secretaría que hoy la clase de foto iba a empezar a la una. ¿Os apetece ir a la cafetería a tomar algo? * Sí, Sí, perfecto, qué guay - dijo Fer sonriendo * Me parece bien - dije yo, y mirando a Ali añadí- Por cierto no somos pareja eh * Fer me echó el brazo por encima de los hombros y dijo - No, no somos pareja, solo amigos, pero dame tiempo, ya verás como te conquisto. * Me dio un escalofrío que me recorrió todo el cuerpo, le di un pequeño empujón a Fer y Ali se echó a reír-
Madre mía, qué cara has puesto Bea -
me cogió del brazo y añadió-
estás teniendo un día duro, por lo visto, te invito a algo y me cuentas vale?
Yo sonreí y enganchadas del brazo nos fuimos a la cafetería.
Cuando llegamos a la cafetería Fer se pidió una caña y un pincho de tortilla, pero yo no tenía mucha hambre, y por lo visto Ali tampoco, así que nosotras nos compramos una bolsa grande de risquetos para compartir la entre las dos. Nos fuimos a una de las mesas y nos sentamos, cogí la bolsa y la abrí, rompiéndola de manera que pudiésemos coger las dos de manera cómoda y que además la bolsa en si, nos sirviese como plato. Mientras comíamos, nos pusimos a hablar de todo un poco. Fer nos estuvo contando sobre su familia y sus amigos, y sobre cómo repartía su tiempo, ya que a la vez que hacía Bellas Artes, estaba estudiando la carrera de Física, yo me quedé alucinada y de vez en cuando le hice alguna pregunta, especialmente sobre su carrera de física, ya que era una asignatura que me había amargado el bachillerato. Ali le preguntó sobre su familia y sobre cómo era haber crecido sin hermanos, ella por lo visto tenía dos, un hermano y una hermana y era la pequeña de su casa, al igual que yo, que era la tercera de tres hermanas. Estuvimos hablando de todo un poco hasta que nos dimos cuenta de que era la una menos cinco y que teníamos que ir a clase de foto. Nos levantamos y Fer se disculpó y salió corriendo, por lo visto se había dejado algo en el coche. De camino a clase foto Ali y yo seguimos hablando.
- Pues parece majo Fer verdad?, además es muy guapo -
dijo Ali mirándome de reojo como para evaluar mi reacción. * Sí, es muy majo la verdad y bastante guapo, aunque no es mi tipo - contesté. La verdad es que Fer me había sorprendido positivamente, era un chico majo y aunque tiraba mucho hacia la broma fácil, también sabía ponerse serio. También era verdad, que objetivamente, el chico era guapo. Castaño, con el pelo rizado y corto, moreno de piel, ojos verdes con una mirada muy intensa y esa barbita de tres días que le queda muy bien a cualquier chico jóven. * ¿Cuál es tu tipo entonces? -
preguntó Ali * Con todo el disimulo que pude, cambié de tema haciendo la pregunta que llevaba rondándome por la cabeza desde que la había visto en el umbral de la clase de pintura. - Perdoname que te corte, pero me suenas muchísimo y no consigo ubicarte. * Pues no sé, del colegio no es, porque has dicho que fuiste a uno en el sur de Madrid y yo fui a uno el norte y por círculos de amigas y tal, pues no sé, pero tu a mi no me sonabas, si te hubiese visto antes, me acordaría. -
Dijo Ali mientras entrabamos en el aula de Foto.
Nos tuvimos que sentar en mesas distintas, porque como nos habíamos entretenido de más, habíamos llegado muy justas y ya no quedaban dos sitios juntos. En cuanto yo me senté en un hueco libre cerca de la pared en segunda fila, entró el profesor, se disculpó por haber retrasado la clase y comenzó a explicar el mecanismo del semestre. Yo me quedé pensando en Ali y el posible punto de unión entre nosotras. El profesor comenzó a pasar lista y no presté demasiada atención hasta que dijo: Alicia Colina Lorenzo? De repente caí en la cuenta, Ali era la prima pequeña de Elena, la mujer por la que yo me había dado cuenta de que era lesbiana y que me había partido el corazón en mil pedazos. Sentí como si me acabasen de echar por encima un jarro de agua fría, pero tuve que recomponerme, porque el siguiente nombre que se oyó fue el mío.