Algos y Hedoné (4)

Era la primera vez que veía una escena lésbica real, y ¿qué podía pensar una joven pre-púber como yo?

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Nunca pensé, que todos esos recuerdos siguiesen intactos en mi mente. Las cosas cambian y la gente claro también.

En fin, está haciendo mucho frio; y por lo que veo muy tarde; 1 o 2 de la madrugada y yo aquí en la calle. Creo que mejor me voy, con este vestido tan corto y con el auto, ni me imagino.

Conduzco hasta mi apartamento, me quito el vestido; me dejo la ropa interior y extremidad por extremidad subo mi cuerpo a la cama. No se, pero tengo el cuerpo muy pesado, el cabello húmedo y la cara dormida. Me limpie las últimas lágrimas, y acomode mi rostro en la almohada. ¿Es posible? ¿En verdad? ¿Qué una persona pueda soportar este dolor?

Los parpados se me cierran, mi cuerpo no aguanta más, ni que decir mi alma. Me duermo; pero aún así los sueños pueden seguir mostrando mis recuerdos.

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Después de un tiempo habíamos alistado unas habitaciones; la Sra. Isabel, mi mamá, Karen y Elizabeth decidieron tomar habitaciones aparte. Deneve y Dania tomaron una de las habitaciones con sala y dos camas. Y yo en la de siempre con Vale; le asustaba dormir sola.

Apenas comimos algo que nos preparo Amanda la esposa del capataz Fernando. Y caímos dormidas en nuestras camas.

Por la mañana me despertó Vale saltando en la cama.

Vale: -¡Vamos! ¡Jalis!

Yo: -¿Cómo que Jalis?

Vale: -Ups! Perdón mamá.

Yo: -Bueno, no importa, llámame como quieras. En fin, ¿quieres bañarte conmigo?

Vale: -¡SI!

Luego de bañarnos me coloque una blusa, unos jeans y unas botas largas sin tacón. Digamos que no era buena idea dar un paseo por las tierras en tacones. Por otro lado Vale se coloco como una especie de overol, unas botas iguales a las mías y un sombrerito; se veía de lo más mona.

Al salir todas estaban desayunando; y por lo visto todas vestían igual. Parece que también tenían ideas de recorrer la montaña.

Tiempo después Fernando nos llamaba; salimos para encontrarnos a varios caballos ensillados y listos para el recorrido. Sabía que no podía así que le dije a Vale que fuera con ellas, y entre a la hacienda.

Las vi encaminarse a los caballos, subirse; bueno unas más rápidas que las otras, faltaba Vale que no tenía caballo; pero en eso veo como Dania le tiende los brazos y se sube con ella. Quería ir, pero no podía. Bueno, lo mejor era visitar a la gente de por aquí.

-En otra escena-

Fernando: -¿Qué tal señoras? Espero que hayan tenido una noche agradable.

Dania: -Si muchas gracias señor.

Fernando: -Sabia que hoy querrían dar un recorrido por la montaña así que traje los caballos… Entonces si gustan nos vamos

María: -Claro, muchas gracias Fernando

Elizabeth: -Disculpe señor, pero estos caballos ¿son mansitos?

Fernando: Con una sonrisa. –Claro señorita, no tenga miedo, son muy pacientes. Si quiere le ayudo.

Elizabeth: -Gracias.

Una por una se fueron subiendo.

Fernando: Subiendo a su propio caballo. –Bueno, ¿Ya están todas bien? Así que

-¡Nooo!

Una pequeña voz se escucho, todos bajaron la vista para ver a la pequeña Vale, al borde de las lágrimas.

Dania: -Venga no llores. ¿Quiere venir conmigo en el caballo?

Vale: -Si.- Saltando de alegría.

Dania le extendió los brazos a Vale, la tomo y la acomodo delante de ella, tomándola fuertemente para que no se cayera.

Luego emprendieron el camino, llegaron hasta una loma muy alta y pudieron ver varios caminos y cada uno señalado con banderolas de colores.

Dania: -Disculpe don Fernando. ¿Para qué son las banderolas?

Fernando: -A eso señorita, sirven para marcar los caminos a lugares específicos, por ejemplo las azules son para llegar al río, las amarillas a los establos, las rojas a los cafetales y así por el estilo las otras.

Dania: -Ósea que no hay riesgo de perderse.

Fernando: -Eso mismo. Las coloco la señorita Jalis.

Dania: -Ah, que ingeniosa. Pero ¿Dónde esta? ¿No venia con nosotras?

Fernando: -No ella nunca monta a caballo.

Dania: -¿No sabe montar?

Fernando: -Claro que sabe, incluso muy bien, el problema es que no tiene caballo.

Dania: -No entiendo, ¿ósea que solo hay los que estamos montando?

Fernando: -No señorita. Aquí tenemos caballos de Paso Fino; que son solo para las exposiciones equinas, en las que los trabajadores participan utilizando el nombre de esta hacienda, los que ustedes están montando son Chilotes, los otros son la mayoría caballos appaloosa para el trabajo; pero el que la señorita Jalis tiene… un azabache muy hermoso pero no se llevan

Dania: -¿Luego que sucedió? ¿No puede montar otro?

Fernando: -Espere le explico, lo que pasa es que cuando la señorita Jalis iba entrar en la universidad se quedo un buen tiempo aquí. Y en esos días, su tío le regalo un potro. Lo llamo Cratos, lo crio como su mamá. Cuando cumplió unos meses empezó a "entrenarlo" según ella. Le colocaba sacos de arena muy pesados, lo hacia correr por horas, le enseño paso, trote, raid y creo que doma. En fin, el animal era muy inteligente, y ambos iban de aquí para allá, siempre juntos. Ella y el marcaron todos estos caminos. Pero la señorita Jalis se tuvo que ir a la capital por la universidad y dejo al caballo casi por tres años hasta que volvió de visita. Pero mientras ella no estuvo el caballo se volvió arisco, incluso agresivo, con decirles que para depositar la comida en su establo toca entrar y salir corriendo. Actualmente Cratos no puede ni ver a la señorita Jalis por que se pone furioso, ella intento hablarle, lo monto para que el después la botara una y otra vez. Pero la señorita Jalis se rehúsa a montar otro caballo que no sea él.

Dania: -Ah, que lastima.

Fernando: -Bueno, sigamos señoritas… por aquí

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Mientras las mujeres iban en su paseo quería visitar a los trabajadores. Me dirigí a las casas que estaban camino debajo de la hacienda; y sino mal recuerdo la primera casa es del capataz. Golpee la puerta y me abrió Amanda.

Amanda: -Hola mi niña.- Dijo abrazándome efusivamente.

Yo: -Que gusto verla.

Amanda: -Si seguro. Por eso no volvió.

Yo: -Como cree Amandita. Y cuénteme: ¿Cómo va todo por aquí?

Amanda: -Ah, excelente. Todos están felices por la cosecha de este mes. El invierno envés de empeorarlo ayudo mucho.

Yo: -Que bien. Y dígame: ¿ustedes?

Amanda: -Ah, mejor que bien. Mírame; ¡baje 5 kilos!

Yo: -Jajaja… señora Amanda pero si usted no lo necesita.

Amanda: -Claro que si, no ve como me dejo el embarazo, además Fernando hace tiempo que no me toca, creo que es por que estoy gorda.

Yo: -Señora Amanda créame cuando le digo que usted esta perfecta. El bobo es su marido que no se da cuenta de la mujer que tiene al lado. Si yo fuera él

Amanda:-Si, ya…ya…viniendo de ti y de esa forma te creo.- Se noto un poco incomoda, pero no lo podía negar mi nana estaba para mmm.

-Bueno, Nachito ya va ha terminar sus estudios y Lola se va a casar.

O.O/Yo: -¿En serio?

Amanda: -Claro hija, por fin sentó cabeza con un buen muchacho.

Yo: -Pero si Lola es/

Amanda: -¿Qué es Lola?

Yo: -No nada, sino que me impresiona que se decidiera por alguien

Amanda: Pues para que veas hija.

No lo podía creer. Lola fue digamos mi primer amor "lésbico", con ella bese a la primera mujer y uno que otro morreo. Pero estaba segura que ella era más lesbiana que nadie; en serio sin mentir, ella con tal de que una mujer tenga culo se la comía, hasta me atrevería a pensar que ella sacaba la parte lésbica de toda mujer, no importaba donde se encontrara siempre se atrevía a besarlas, manosearlas. En fin, las mujeres una adicción para ella. Pero que vengan y me digan que se casa con un hombre; la madre que algo se trama. Y eso tenía que saberlo.

Yo: -Pero Nana. ¿Dónde esta Lola?

Amanda: -Ahora debe estar trabajando en la empresa; hace poco que trabaja para tu padre. ¿No sabias?

Yo: -No tenía ni idea.

Amanda: -Si, y su prometido también trabaja para tu padre. Se llama Leonardo.

Yo: -¿Leonardo? Me suena… ¿No es el gerente de producción? ¿El de barba de tres días, qué anda con ropa de afeminado, y se cree político?- Que no se note que me caía mal. Era un prepotente, por lo que sabia un canalla, se acostó con varias secretarias e incluso un día estaba muy cariñoso conmigo hasta que me vio con mujeres. Ah, se me olvido el homofóbico trabajador de mi padre. Se parecía un poco al novio de Karen.

Amanda: -Oye, Jalis no seas grosera, es un buen hombre. Vino a visitarme; es muy decente y hasta apuesto.

Yo: -Pero no lo conoces tanto como yo.

Amanda: -Otra de tus paranoias. Siempre eres muy presuntuosa con todo lo referente a Lola.

Yo: -Pero/

Amanda: -¿Cuándo cambiaras?... Ya déjalo así. Más bien dime: ¿Cómo te ha ido? ¿Alguien nueva en tu vida?

Me sentía ofuscada, pero ella era como mi tercera madre regañándome.

Yo: -Pues no me puedo quejar, en la universidad me ha ido excelente, estoy casi independiente, ya tengo trabajo seguro apenas termine mis estudios y nada, no me falta nada.

Amanda: -Bueno más específicamente: ¿tienes pareja? ¿Una…mujer?

Yo: -No

Amanda: -Ósea que al fin dejaste esa absurda idea de que te gustan las mujeres

Yo: -No me refería a eso…- Confirmado mi Nana era una ¡ARPIA! –Me encuentro bien como estoy, y te reitero me gustan las mujeres, es más me fascinan

Amanda: -Sabes, rezo por ti casi todos los días para que dejes esa estupidez. –Lo expreso ya con malgenio.

Yo: -Déjame decirte que es un poco rudimentario, pero cuantas veces te he dicho que no es un pecado… Yo no me hice gay, yo naci gay.

Amanda: -Dejémoslo así… Y dime: ¿Cuándo vas a vender a Cratos?

Yo: -¿A qué te refieres? Yo no pretendo venderlo.

Amanda: -Pues creo que deberías… Ese caballo se puede morir hasta de pena moral.

Yo: -Deja de exagerar.

Amanda: -Bueno, pero ya es un peligro para todos, el otro día abrió el establo a patadas y casi se lleva a los niños de largo.

Yo: -Prometo mirar que le pasa, es más voy ya.

Amanda: -Bueno hija, pero ten cuidado. Sobretodo estos días ha estado muy sensible.

Yo: -Bueno, gracias. Ah, Nana: ¿Me avisas cuando llegue Lola?

Amanda: -Claro.

Salí de allí encaminándome a los establos; por el camino me encontré a varios trabajadores con sus familias, la mayoría venían de trabajar para almorzar. Y note como habían cambiado las cosas, mientras yo no este aquí mi padre se hace cargo de la hacienda, y por lo que veo le va mejor que a mi. Ahora todos los caminos estaban empedrados, los trabajadores tenían casitas para su familia, y parecía que nos les faltaba nada.

Me acerque a los potros del establo todos eran chilotes, la mayoría color miel. Seguí caminando hasta entrar a las cabinas, sabia que Cratos estaba casi al final, así que me tome mi tiempo de mirar el resto. Estaban muy bien cuidados, grandes y fornidos; ¿Cómo estaría Cratos?

De repente escuche un gritillo muy agudo, venia del final del pasillo. Y si no estaba mal esa era Vale. Solo atine a correr en esa dirección.

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Fernando: -Bueno señoritas, creo que lo mejor es que descansemos, tomen algo, y tal vez más tarde o mañana continuamos con el recorrido. Si quieres tomen estos terrones de azúcar y dénselos al caballo.

Todas tomaron terrones para los caballos y consentirlos.

Vale: -Don Fernando. ¿Dónde esta el caballo de mi mami?

Fernando: -En los establos de trabajo, los que quedan al finalizar de las casas. ¿Por qué querida?

Vale: -No por nada. ¿Sera que me podría dar más terrones?

Fernando: -Claro belleza. Ten.

En eso la niña salió corriendo; la verdad nadie le presto atención.

Vale llego corriendo a los establos con sus piernecitas agotadas, vio a muchos caballos; todos comiendo. Miro uno por uno los letreros de los caballos; muchos nombres.

Vale: -A ver este dice: Cra… Cra… Cratosss. ¡Este es!

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Estaba más que furiosa, iba caminando en dirección a la hacienda; tras de que ayudaba a Vale, me llevaba la bronca de ella. Me impresiono demasiado llegar a la cabina de Cratos y ver a Vale hecha un ovillo en una esquina mientras Cratos intentaba empujarla, sacándola. Los calme a ambos y después de tanto tiempo el caballo me hizo caso y saque a Vale. Pero tuve que aguantarme su pataleta de querer volver; de que ella podía…bla…bla… simplemente la saque de allí y le prohibí la entrada.

Entre al comedor y todas estaban esperándome; me senté en el único lugar vacio, al lado de Vale. No quería determinarla. Si, me siento muy inmadura, pero tampoco es para dejarme de una niña de 5 años.

María: -Hija, ¿qué hiciste mientras no estábamos?

Yo: -Oh, nada; solo fui a visitar a Nana… ¿sabias que Lola se casa?

María: -No, pero que bien. ¿Quién tuvo el honor?

Yo: -El tal Leonardo que trabaja para papá.

María: -¿El chico apuesto de producción?

Yo: -Pues, de apuesto no le veo nada.

María: -Pero, se me hace raro. ¿Ella no es…? Tú sabes

Yo: - Si mamá se a lo que te refieres, pero igual no me parece normal…no me cuadra

Vi la cara interrogante de todas, obvio que mi mamá sabía que Lola era una lesbiana empedernida. Creo que ambas recordábamos todas las cosas que hizo de adolescente.

-Flash Back-

Cuando yo tenía unos 14 años Lola tenía unos 17; ella frecuentemente salía a fiestas a escondidas de Nana; mi madre sabia, pero siempre la considero muy responsable, así que al igual que yo la cubríamos. Aquella vez decidimos quedarnos solo las dos por unas semanas. Así que cubrimos varias veces a Lola; pero mi madre parecía que se arrepentía cada vez de dejarla salir; por que tenia mucho miedo de que Lola quedase embarazada, pero desde esa noche supo que no tenia que preocuparse de un bebe. Ja, que gracia.

Nos quedamos ambas esperándola hasta tarde, en ese tiempo solo a la familia del capataz se le permitía vivir en la hacienda, así que sentimos un auto que llegaba, nos asomamos por la ventana y vimos que bajaban dos personas; por lo que se veía muy ebrias. Una de ellas era Lola, inconfundible su caminar, y la otra también parecía una mujer. Pero a medio camino se detuvieron para besarse desesperadamente. Mire a mi mamá que tenía cara de pánico y solo atino a decir que se iba a su cuarto a descansar. Desde ese entonces mi mamá supo de la identidad sexual de Lola. Yo por el contrario crecía mi deseo por aquella muchacha.

Verla entrar con esa muchacha de su misma edad, entrar a un cuarto vacio y no cerrasen la puerta era una clara incitación.

Me asome por la pequeña rendija y vi como se quitaban la ropa aforadamente. Revise con mi visión que nadie más estuviese viendo y me atreví a meter mi cabeza por la puerta. Pude escuchar sus gemidos más profundos, vi con más claridad sus cuerpos desnudos. Eran muy hermosas; pude sentir como mi cabeza subía de temperatura al igual que la habitación.

Era la primera vez que veía una escena lésbica real, y ¿qué podía pensar una joven pre-púber como yo? La madre sino me masturbaba. No sabia como empezar, solo lo había echo un par de veces y eso que era por curiosidad, pero esta vez sentía diferente. Tenía un gran nudo en la garganta, mi boca seca, las palpitaciones de mi vientre bajo y la humedad de mi vagina me aclamaba caricias.

Rectifique la zona donde estaba, y no vi a nadie. Adentre mi cabeza de nuevo, para ver a ambas mujeres besándose, acariciaban sus piernas; para luego ver a esa desconocida lamer los pezones de Lola, de mi Lola. Y me atreví a imaginar que aquella desconocida era yo, que besaba sus labios, que la abrazaba fuertemente y que manoseaba su cuerpo.

No aguante la tentación de palpar mi vagina por encima de mi ropa interior; solo llevaba un camisón hasta mitad de muslo y mis braguitas. Y notarme tan húmeda, fue el principio de introducir mi mano, recorrí mi vagina suavemente y solté un pequeño suspiro. Mire a la pareja; y vi como aquella desconocida empezaba a manosear a Lola de la misma forma en que me lo hacia yo misma. Me volví un receptor de sus reacciones; Lola parecía un pez; trataba de tomar grandes bocanadas de aire, parecía que se ahogaba de goce. Las detalle más, Lola tenía unos senos más grandes que la otra, sus piernas eran muy largas y un abdomen delicado; por otro lado la desconocida era mas fornida de brazos y piernas, pero no por ello le quitaba su belleza, tenia un bronceado excelente; tenia un rostro muy hermoso; sin una pizca de maquillaje.

Lola intentaba hundir más la cabeza de esa mujer en su sexo, mientras esta hacia toda clase de estragos en el clítoris de Lola con su lengua; me acaricie con más ahincó mis labios; y entre ellos sentía mi clítoris palpitar. Aún con mis dedos en mis labios los moví circularmente sintiendo como mi clítoris se movía con ellos. Definitivamente hacia mucho calor.

Vi como los pezones sonrosados de Lola eran estrujados y jalados sin el más mínimo cuidado por esa mujer. Los jalaba a su antojo, pero parecía que a Lola envés de dolerle le fascinaba. Así que intente con mi mano libre tocar mi seno, pero para mi sorpresa, estaban duros, más grandes y parecían que fueran a romper mi camisón; apreté un poco mi pezón hasta jalarlo; sentí como una sensación se acoplaba a mi pecho, un calor; una corriente subía por mi espalda y paraba en mi pecho. Lo acaricie un poco más hasta vi mi otro seno necesitado de las mismas caricias.

Devolví mi mirada a la escena de Lola, ahora veía como la desconocida rozaba su sexo con la pierna de Lola, mientras esta hacia lo mismo. Hasta entonces solo me había acariciado mis labios, pero me atreví a tocar mi clítoris directamente con mis dedos y sentí como temblaban mis piernas. Era un cosquilleo muy agradable, ciertamente lo había experimentado pero no de esta magnitud.

Escuche gemidos más fuertes, lo que hizo abrir mis ojos y mirarlas; ahora Lola besaba el abdomen de la otra mujer, esta empujaba su cabeza hasta abajo. No podía ver la expresión de esa mujer, puesto que estaba de tal forma que solo veía la cascada que formaba su cabello, y sus piernas abiertas en v; y la cabeza de Lola entre ellas; mientras esta tenía una cara de deleite. Y me atreví a pensar si sabría bien el sexo de una mujer. Así que con la misma humedad que emanaba de mi vagina, y tocaba mis dedos, los lleve a mi boca, pase mi lengua por uno de ellos y el sabor me resulto… exquisito. Era una combinación de azúcar con algo, no se… ¿almizcle? Bueno, el caso es que era delicioso, chupe todos mis dedos y volví a repetir la operación varias veces; mientras Lola hacia lo mismo con esa mujer. Al terminar con mis jugos seguí friccionando sobre mi clítoris, sentía como cada vez necesitaba más desesperada velocidad, caricias. Y la verdad es que los gemidos de ambas no me calmaban.

Mire a Lola, parecía muy concentrada en darle placer a esa mujer, y vi como sus ojos cerrados se abrían para verme a mi. Quede estática, con una mano en mi sexo y la otra en mi seno, sentí que debí retirarme; pero al ver como Lola me veía, y una pequeña sonrisa de complicidad se vislumbraba en su rostro hizo quedarme allí con mi masturbación. Pero ahora no solo tenia que soportar sus gemidos sino la penetrante mirada de ella sobre mí. Entonces oí:

-Vamos Lola…me vengooo… ahg!!

Sentí que mis paredes se contraían y por reflejo aumente la velocidad de mi mano en mi sexo, y jale más fuertemente mis pezones. Vi como la mujer se tensiono al instante y el rostro de Lola desaparecía en su vagina. Sentí que no podía enfocar la visión, mis piernas flaqueaban y de mi garganta salía una exhalación profunda. Eran miles de oleadas de calor y placer por mi vientre. Sentir que palpitaba todo abdomen, y el aire no era necesario.

Al instante de calmarme me asuste, por que pensé que me habían escuchado, pero solo vi como la mujer se acomodaba la ropa y Lola me lanzaba una pequeña sonrisa. Me compuse como pude, y subí a mi habitación.

María: -¿Ya se fue esa "señorita"?

Yo: -Ah, no lo se; yo venia del baño

María: -Jum, descansa.

Entre a mi cuarto con el corazón en la mano. Pero esa noche le agradecí a Lola de regalarme tal escena y aún más hacerme experimentar el primer verdadero orgasmo. Que paz, que hermosa noche; vi el vaso de agua en mi mesita de noche y por primera vez lo vi medio lleno; envés demedio vacio.

-Fin de Flash Back-

Karen: -Jalis… ¿estas bien?

Yo: -S-i, sii. ¿Por qué lo dices?

Karen: -Es que estas como roja.

Yo: -Nada. Solo estaba pensando.

Dania: -Jajaja. Me imagino que clases de cosas para que te pongas así… jajaja

Sra. Isabel: -¡Dania! ¿Qué cosas dices?

Dania: -Bueno ya, no digo nada. ;D

-Ummm….ah...No alcanzo

Escuche la voz de Vale, y al voltear a verla; note que intentaba con sus pequeños bracitos alcanzar la kétchup que estaba en la mitad de la mesa; se la alcance para que no hiciera desastres.

Vale: -Ya no la quiero.

Yo: -Pues haya tú

Vale: -Grosera.

Yo: -Llorona.

María: -Epa. Pero ¿qué paso? ¿Por qué pelean?

Yo: -Pues, de que aquí la señorita Valentina, le dio por hacer una visita exclusiva al establo de Cratos, y por poco sale lastimada.

Vale: -Deja de ser tan exagerada. Buhh…Yo solo intentaba que no estuviera tan solito.- Ya al borde de las lágrimas.

Yo: -No empieces con las lagrimas Vale, por favor.

Ahí íbamos otra vez. 1…2…3! Ah!!! Llorando de nuevo.

María: -Por dios Jalis no seas tan dura con la niña.

Karen: -Venga pa’ca bebe. No le prestes atención a la mala de Jalis, ¿es un ogro verdad?

Que decir. No pues gracias Karen, que apoyo le das a tu amiga.

Yo: -Saben que, discúlpenme, yo me retiro.

Me levante, subí a mi cuarto, tomo el portátil y me senté en el balcón; puse los audífonos a todo volumen y me perdí en el paisaje que me ofrecía la montaña.

Cuarta parte terminada.

Agradezco de nuevo su lectura y a la gente que deja sus comentarios y valoraciones. Me es de gran aprecio. Gracias.

Buenos deseos.

Z.J