Algos y Hedoné (3)

Y la empecé a besar, mi boca se veía necesitada de su piel; un deseo que no había sentido por nadie.

¿Eran? Pues si, eran ¡HERMOSAS!

La mayor Elizabeth era muy estilizada, más alta que las otras dos hermanas, muy pero muy hermosa, estaba teñida de un rubio muy claro, pero no por ello feo. Tenía ojos claros, un rostro divino y piernas bastante largas. Creo que la vi muy lasciva por que se avergonzaba de mi mirada y se sonrojaba; creo que lo de intimidación era de familia en estas muchachas.

Pero todo cambio cuando vi a Dania, era una castaña clara natural, alta pero igual a su hermana, tenía más bien contextura de curvas perfectas, no lo se, pero era intrigante como me miraba; tenía su cabeza erguida, tenía una mirada penetrante, la mire más inquisitivamente y sus ojos eran muy oscuros; pero a diferencia de su hermana esta no aparto su vista, sino sonrió hasta acercarse a mi.

Yo: -Hola, mucho gusto en conocerlas, me llamo Jalis.- Dije mientras les ofrecía un saludo de mano.

Dania: -Nah, deja las formalidades, según se eres se-prima

Yo: -¿Se-prima?- No tenía ni idea

Elizabeth: -Dania deja de decir estupideces, jejeje…lo siento. ¿Jalis?

Yo: -No hay problema.

Elizabeth: -¿Nos vamos?

Yo: -Ah, si, si, claro; permítanme les ayudo con las maletas.

Eran unas cuantas maletas; que digo, bastantes, parecía que había tres por cada una; pero bueno me alegraba de que mi madre tuviera esa camioneta. En cierta manera hasta me aterroriza que tal vez algún día me atropelle una de este calibre. Mi mamá siempre decía y dice, que primero vende la casa antes que su camioneta. Y si para que, mi madre era muy vanidosa con autos, la casa le vale poco, por ella hasta dormiría en el asiento trasero, pero esa Land Cruiser. Me causaría gracia que se la robaran. Se muere.

En fin, las ayude con su equipaje, nos dirigíamos a la boutique. Atrás iban Deneve y Elizabeth hablando de un mil cosas; y Dania que iba de copiloto encendía la radio y cantaba cada canción que le gustaba.

Pero aún me preguntaba a quien llevaría, puede que a Vero…pero no mi madre dijo que solo mujeres, alguien que se comporte, que me entienda, que sea divertida… ¿Quién?

Alguien… Jalis… Alguien… Jalis… ¿Quién?... ¡JALIS!

Yo: -Ah, ¿qué? ¿Qué pasa?

Dania: -Semáforo en verde…anda, ¿no escuchas las bocinas?

Yo: -Perdón… Oye Dania ¿me haces un fa?

Dania: - ¿Qué?

Yo: -Podrías conectarme las manos libres, y marcar a un número que diga Karen

Dania: -Ajam

Yo: -Gracias.

Dicho y hecho conecto el manos libres, me lo coloque mientras ella marcaba

Yo: -¿Aló? ¿Karen eres tú?

Karen: -Si, ¿qué pasa Jalis?

Yo: - Oye, ¿al fin mi mamá te dio la semana?

Karen: -Si, ¿por qué?

Yo: -¿Qué tal si te vienes con las muchachas, mi madre y yo al condominio?

Karen: -Esto Jalis, no creo… es que Jhon…- (Jhon es su novio)

Yo: -¿Cómo que no?... Tú misma me dijiste que Jhon no iba a llegar hasta finales de mes; ¿te vas a quedar sola todo este tiempo? O ¿es qué tienes que pedirle permiso a él para que puedas salir?

Karen: -Claro que no, es más dime cuando salen.

Yo: -Pues, ya mismo; alista tu maleta, ya voy por ti.

Karen: -Ok, dale.

Yo: -Chau.

-Bueno, muchachas espero que no les incomode pero necesito ir por una amiga que nos va ha acompañar. ¿Están de acuerdo?

Todas: Claro.

Llegue rápido al apartamento que Karen compartía con su novio, al igual que todas la ayudamos con sus maletas, y se subió con las otras atrás.

Cuando llegue a la boutique mi madre y la señora Isabel ya nos esperaban, decidimos que iríamos en la camioneta las jóvenes, y que la señora Isabel conduciría con mi madre a bordo de mi auto. Me opuse al principio por unas sencillas razones. Aquella señora era más vieja que mi madre; dudo que pudiese manejar mi auto; además no dejo que nadie más lo maneje, así que las convencí de ir con nosotras; el problema es que no cabían más maletas, pero las personas iban bien, nada apretadas, la ventaja es que la camioneta podía tener asientos extra atrás. Era enorme esa cosa. Le dijimos a la otra secretaria que mandara a alguien con las maletas restantes después.

El tráfico ayudaba, todo iba bien, ya estaba anocheciendo, pero notaba que todas ya estaban aburridas de escuchar a Dania cantar todas las canciones que sonaban. Así que propuse:

-¿Señoritas les gustaría ver algún video?, en el maletín de azul tengo el portátil, sáquenlo, ahora deben estar dando los premios mtv.

Karen lo saco, y busco el canal de transmisión.

Karen: -Listo aquí va

Lo cuadro de forma que todas pudiésemos ver, y bueno… normal, premio al mejor álbum del año, mejor cantautor, blablá, pero llego la parte donde rememoraban los mejores momentos de eventos anteriores; y apareció una escena que desde más joven me traumo.

Rememoraron toda la presentación de 2003 donde Britney Spears con Christina Aguilera cantaban "Like a virgin" de Madonna; vestidas de novia, y después parecer la misma Madonna vestida de "novio" cantaban "Hollywood" también de ella; para que en un instante se besaba con Britney y luego con Christina. Inmediatamente mire por el retrovisor las caras de las demás y vi como mamá me miraba, Karen igual, Deneve y Elizabeth miraban a todo lugar menos la pantalla y Dania miraba absorta la pantalla diciendo:

-Eso fue lo mejor que he visto en las premiaciones de mtv. Nadie se lo esperaba…jajaja… mira todas esas caras

Sra. Isabel: -Dania, ¿pero qué cosas dices?, eso es un acto inmoral, que lo hagan en privado, pero me imagino cuantos niños y niñas las imitan

Yo: -Ósea que Sra. Isabel, usted esta en contra de los homosexuales…- dije mirándola por el espejo.

Sra. Isabel: -No es eso, sino que simplemente no me parece bien que hagan eso en público, además esa gente no respeta.

Todos notaron la tensión en el aire; mi mamá y Karen miraban expectantes y Deneve se veía acongojada; Elizabeth ignoraba por completo y Dania me sonreía como relajándome. Parecía que las únicas que no sabían de mi sexualidad eran la Sra., Isabel, Elizabeth y Dania. Más bien no decir nada para no incomodar.

María (Mamá): Jalis, ¿podrías acelerar, queremos llegar a la gasolinera para entrar al autoservicio antes de que me orine aquí?

Ja, si ella lo pedía eran ordenes, hundí el pedal a fondo y pude sentir como la fuerza de la velocidad me empujada al respaldo de mi puesto. Nuestros cabellos eran incontrolables con tanto aire que entraban por las ventanas, Deneve, Karen, Elizabeth y la Sr. Isabel respiraban cada vez que terminaba de pasar un auto tras otro. Mi madre se quejaba constantemente y Dania parecía un perrito asomándose por la ventana. Por alguna razón me caía bien. No la conocía pero era muy abierta y buena persona por lo que se ve. Además de muy bonita.

Llegamos al baño, mi mama salió con cara de alivio, compramos una bolsa de golosinas y unas cuantas cervezas. Por ser conductora asignada mi madre me negaba la cerveza, pero logre que Dania me diera unas cuantas. En eso suena mi celular; era Cindy.

-Jalis, ¿me escuchas?

Yo: -Si

Cindy: -¿Dónde estás?

Yo: -Voy de camino al condominio ¿Por qué? ¿Sigues ahí?

Cindy: -No exactamente; pero me preguntaba si te podías hacer cargo de Vale por unos días. Lo que pasa es que creo que dieron con Juan; tengo que buscarlo como sea, por favor.

Yo: -Sabes que nunca me negaría de cuidar a Vale, pero ¿Por qué sigues buscando a ese hombre?

Cindy: -Porque yo se que él todavía me quiere

Yo: -Bueno, como tú digas, deja a Vale con la sirvienta que en unos minutos llego

Cindy: -Gracias

Le colgué de mala gana pero estaba feliz de ver a mi angelito. Valentina era mi hija, pues no literalmente, pero la he cuidado durante años y para mi lo es.

María (Mamá): -Jalis ¿quién era?

Yo: -Cindy… Esperaba que cuide de Vale durante unos días, de hecho debe estar ahora mismo en el condominio dejando a la niña con la sirvienta.

María: -Pero ¿qué se cree? ¿Qué puede dejar y volver por la niña cuando se le plazca?

Yo: -Ya no me importa, con tal de Vale este bien.

Sra. Isabel: -Disculpen, pero ¿quién es Cindy? ¿Va ver más gente allí?

Yo: -No solo vamos a estar nosotras y los trabajadores, además de una niñita. Y Cindy es una amiga…una amiga

-Flash Back-

Había conocido a Laura, por que ella trabajo conmigo para componer unas deudas que tenía con mi madre. Fue mi apoyo y ella el mío; a medida que pasaba el tiempo que pasaba conmigo término con su novio; y esa misma noche me dijo:

-Jalis, yo termine con Juan por que… ay no lo se… quería saber que si yo no estaba con Juan tú…tú

La calle besando sus labios, la quería tanto, pero siempre por respeto a su relación, nunca intente nada. Pero ahora verla así, aquí, diciéndome estas cosas…uf

Me separe de ella y la lleve conmigo hasta la bodega (estábamos en horario laboral).

La conduje por varios estantes entre sonrisas cómplices. Nos detuvimos en el penúltimo están.

Y la empecé a besar, mi boca se veía necesitada de su piel; un deseo que no había sentido por nadie. Era una pelirroja hermosa, tenía un aroma fuerte y muy dulce, bese sus labios, introduje mi lengua en su boca que se abría ante mi con facilidad; enroscaba la mía con la suya. La miraba fijamente mientras ella cerraba sus ojos y lanzaba pequeños suspiros en nuestras pausas. Mis manos se mostraban inquietas; las tenía en su cintura, la acariciaba sutilmente; ella en cambio enredaba sus dedos en mis cabellos mientras me besaba e intentaba succionar mi lengua.

Me atreví a bajar mis manos y restregar salvajemente sus nalgas; duras y respingadas, hermosas. Bese su quijada delicada y suave, y me permití oler su cuello, llenarme de su aroma. Empecé a succionarlo con mis labios, pasar mi lengua repetidas veces mientras ella daba suspiros y respiraciones más profundas. A estas alturas, ya me encontraba mojada con solo ver a la persona que quería tanto en mis brazos gimiendo. Palpe sobre su ropa sus senos duros y erectos; los mordí por encima, desabotone su pantalón e introduje mi mano entre su ropa interior; pero si yo estaba mojada; Cindy estaba echa un mar. Sentí grandes pálpitos en mi vientre, mi respiración también se volvía muy pesada mientras ella metía sus manos debajo de mi polera y acariciaba mi espalda.

Para mi estar con esa belleza era un regalo de dios definitivamente. Empecé a masajear sus labios circularmente con toda mi mano y ella con su cadera acompañaba mis movimientos. Entonces logre sentir su olor de mujer, era fuerte y aún más delicioso. Ella tomo mi pantalón, los bajo y mis bragas fueron tomadas por los bordes con sus manos para jalarlas hacia arriba y sentir como la tela se clavaba en mi sexo y el hilo en mi trasero; me hizo gruñir y pegarme más a ella. Nos abrimos nuestras blusas y juntamos nuestros pezones. Al igual que yo metió su mano entre mis bragas pero envés de acariciarme inmediatamente introdujo dos dedos en mi vagina; sentí como forzó mis paredes a abrirse y aunque estuviese húmeda no pude evitar cierta molestia; pero mi gemido fue un poco fuerte.

Yo también introduje dos dedos en ella y con la palma de mi mano rozaba su clítoris que ahora estaba muy hinchado y se mostraba de color rosado; hermoso. Y mi otra mano apretaba mis pezones. Sentía sus dedos entrar con inseguridad y torpeza dentro de mi, sabia que no había hecho esto antes. Me abrí un poco mas de piernas y con mis movimientos logre que siguiera un ritmo y unas estocadas; estaba en el cielo. Mientras la penetra, le pellizcaba los pezones y la besaba no podía evitar mirar su rostro completamente rojo, sus labios secos; y escuchar nuestros gemidos roncos y uno que otro ahogado.

No se como, pero logro enganchar sus dedos dentro de mi, y encontrar ese punto que me hacia vibrar y supe que pronto me correría así que empecé a penetrarla muy rápido mientras ella hacia igual prestando atención a ese punto; por ultimo hundí mis dedos lo más profundo en ella para sentir como temblábamos y sentir las pulsaciones de sus orgasmos en mis dedos y las mías en los suyos.

Recuerdo haberla besado con tanta dulzura para luego lamer mis dedos y ella los suyos; la primera vez que probamos nuestras esencias prometimos querernos. Y desde ese entonces, vivió conmigo, la cuide, le mostré que la quería, hasta me atrevía a decir que la amaba.

Pero ella, me dio una gran sorpresa después de un mes de relación; me dijo que estaba embarazada; me aseguro que fue unos días antes de que terminara con Juan; y que mientras estaba conmigo no creía que lo estuviera; que llevaba el mes y que se hizo una prueba. Pero aún así no la deje, le exprese que no me importaba, ella y yo formamos por así decirlo una vida; la acompañe a todas las ecografías; acariciaba siempre su vientre, le hablaba a la bebe. Ambas decidimos llamarla Valentina; apenas nació supe que no importaba quien era el padre; solo que ella era la princesa de mis ojos; la criamos juntas, a ella le decía mamá Cindy y mamá Z, divina.

Sino que Cindy; llego uno de esos días del trabajo, Vale solo tenía dos años y después de pelearnos por una tonta cuestión, se puso colérica y me dijo que no me quería, que yo no valía nada para ella y que cometió un error estar conmigo; y le siguieron cada vez más peleas como esas, yo no quería dejarla la quería pero cada día hería más mi orgullo; ella no le importaba hablar con Juan por teléfono en mi presencia pidiéndole en lagrimas que regresaran. Eso me rompió poco a poco. Llego un día que se fue y volvió a la semana, y así me dejaba periódicamente a Vale para verse con Juan, y revolcarse hasta el cansancio. Tiempo después terminamos, con el compromiso que me dejaría ver a Vale. No puso objeción y se fue largas temporadas buscando a Juan; que por lo visto no quería verla. Y mientras eso sucedía yo cuidaba de Vale.

-Fin de Flash Back-

De algo de lo que estaba segura era de que la que más sufría en todo esto era Vale, ella no le gustaba estar sola, ni de un lado para otro. A estas alturas no me di cuenta de unas cuantas lagrimas que resbalaban por mis mejillas.

Dania: -Jalis… ¿Jalis? ¿Estás bien?

Yo: -Claro, es que el licor me pone sensible…jejeje… -Decía mientras limpiaba mis lagrimas.

Dania: ¿Si quieres puedo conducir?- Dijo susurrando.

Yo: -No tranquila, pero ¿por qué hablamos así?

Dania: -Vaya que si eres despistada, y yo que pensaba que era broma de tu mamá; pero por sino te habías dado cuenta; atrás todas van dormidas

Mire por el retrovisor y vi como todas con una manta estaban apoyadas en el hombro de la otra y dormían.

Subí las ventanas y encendí el aire acondicionado, y coloque "Still loving you" definitivo clásico.

Ya entramos en nuestros terrenos, veía los grandes cafetales al lado y lado de la carretera, parecía que nos iba bien en esta cosecha. Vi las luces encendidas en la casa del capataz; y pude ver algunas luces encendidas de algunos cuartos. Dania empezó a despertar a todas emocionadas mientras cantaba más fuerte la canción y me regalaba sonrisas; y me convencía de que era muy hermosa.

Estacione el auto enfrente de aquella casona, mientras los trabajadores se acercaban para ayudarnos con las maletas. Todas bajamos de la camioneta.

Capataz: -Señora María, señorita Jalis y demás bienvenidas.

María: -Gracias Fernando.

Capataz: -Señorita Jalis es una sorpresa tenerla aquí. Hace un buen tiempo que no venia.

Yo: -Ay, Fernando la universidad me absorbe, casi no tengo tiempo, pero gracias por preocuparse.

Capataz: -No faltaba más… mire que

-¡MAMÁ!

Vi como una chiquilla de 5 años; con el cabello rizado, piel blanquita, mejillas sonrojadas y con vestidito con tutu; corría en mi dirección y saltaba a mis brazos. La estreche en mis brazos.

Yo: -Hola bebe, ¿Cómo estas? Pero mira que grande estas, y de linda.

Vale: -Bien mami, te extrañaba tanto, estoy cansada de viajar tanto.- Dijo haciendo un puchero.

Yo: -Pobrecita mi niña, y ¿qué tengo que hacer yo? ¿Para que se ponga feliz mi bebe?

Vale: -Darme un beso.

Le di un piquito en los labios, y me voltee a mirar a las demás, estaban sorprendidas, y Dania salto:

-Jalis, ¿es tu hija?

Yo: -No técnicamente pero es como si lo fuera, la cuido mientras la madre esta por fuera.

Pareció que mis explicaciones las calmo calmarlas.

María: -¿Y para la abuela no hay abrazo?

Al igual, salto en brazos de mi mamá llenándola de besos, luego saludo a Karen; después se la presentamos a todas, y resulto ser la consentida de todas.

Tiempo después Fernando se acerco a mí para hablar en privado.

Fernando: -Señorita Jalis, quería informarle que el otro día vinieron las hijas de Pedro, parece que quieren hablar con usted por el problema del fraude de firmas, por los terrenos, y sino aclara eso dijeron que posiblemente hablarían con un abogado.

Mierda, ese era un problema que tendría que arreglar después. Ahora solo quiero descansar

Además parecía que iba a pasarla muy bien con estas mujeres, parecían divertidas y sobretodo Dania; era muy bella y fluida

Tercera parte terminada.

Pronto hare la próxima entrega; gracias por su tiempo y lectura.

Z.J