Algos y Hedoné

Besaba sus carnosos labios y mordía sus labios; descendía con mi lengua por su cuello y lo mordía con fuerza mientras ella, me enterraba las uñas en la espalda.

Hay estaba yo; sentada en la acera con la cabeza entre las piernas. Sabía que tal vez no valía la pena lo que hacia, pero no paraban de brotar pequeñas lagrimas de mis ojos.

Por que si, yo pensé que ella sería diferente. Nunca supe si fui la única; como ella dijo que lo fui, pero si, me ilusiono; y lastimo.

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Solo escuchaba gemidos; gemidos de esa hermosa mujer a la que abrazaba; ambas desnudas yo sentada en el borde de la cama y ella sobre mis piernas balanceándose mientras que con mis manos acariciaba su cuerpo; era hermosa, rubia, blanca, alta, piernas largas, senos a la medida y su estrecha cintura… simplemente preciosa.

Besaba sus carnosos labios y mordía sus labios; descendía con mi lengua por su cuello y lo mordía con fuerza mientras ella, me enterraba las uñas en la espalda. Tome sus nalgas entre mis manos y las apreté con suavidad mientras las abría y cerraba; y ella… se arqueaba; me encantaban las reacciones que tenía… deslice mi mano por su vientre hasta llegar al monte venus; y pude sentir su suavidad; delicadamente depilado y húmedo; palpe con toda mi mano su vagina, y apreté sus labios mayores; y pude oír sus gemidos, vi también su desesperación al morderse el labio e intentar besarme.

Lentamente tantee su clítoris; hinchado, húmedo y listo. Que puedo decir me fascina tocarla; y simplemente lo apreté, lo estire, lo friccione; arriba… abajo… a los lados… en círculos; y exhalo mi nombre: -Jalis…- se quedo sin aire; bese y succione sus labios, baje por su clavícula y bese su pezón erguido; que me apuntaba y lamí alrededor de toda su aureola, mientras que seguía con el trabajo de mis dedos.

-No puedo más… Hazlo ya…- Me dijo.

Era una voz tan hermosa

Con mis dedos que aún estaban en su clítoris, los hice descender y tocar la entrada de su vagina; posicione dos dedos y ella bajo completamente hasta tragarlos completamente con su vagina; tembló y lanzo una larga exclamación… -Ahhh…mmm…así

Ahora mientras se movía de arriba y abajo sobre mi mano empezó a besarme y pellizcar mis pezones que me puso a mil. Con mi mano iba al mismo ritmo que ella; no podía, no aguantaba; con solo oírla gemir sentía los primeros espasmos de mi orgasmo; y como pude introduje un dedo más en su vagina; ahora ella no se balanceaba sobre mi, estaba cabalgando sobre mi; podía sentir mi mano húmeda de sus flujos y como ella trataba de interponer una mano suya entre nosotras para llegar a mi monte venus, pero sin dejar de pedirme más; y atine a introducir otro dedo; ahora tenía cuatro dedos dentro de su cuerpo; y pude sentir sus primeros espasmos; así que aumente mi ritmo y antes de que llegara al orgasmo escuche como decía:

-Jalis… Jalis… vamos… JALIS…JALIS QUE TE DESPIERTES… ¡YA ES MUY TARDE!!

¿Qué? No… otra vez un sueño; pero parecía tan real. Siempre es el mismo sueño, estoy con una mujer que no conozco y antes de que ella o yo lleguemos al orgasmo se acaba, pero siempre es la misma; aquella rubia… será ¿Qué tengo que ir al psicólogo? Pero… ¿Quién me despertó? Volteo a ver y veo a Karen la secretaria de mi mamá abriendo las cortinas; mientras hablaba por teléfono; al parecer con ella

Me estire un poco y volví a apoyar mi cabeza en la almohada; pero esta vez Karen empezó a sacudirme; diciendo un no se que de que llegaría tarde. Entonces me acorde; mi madre me había pedido el favor de ir a su boutique para un favor.

Al final me levante, retire la sabana de mi cuerpo y note que solo estaba en ropa interior y como Karen me miraba; estaba roja y estática; tal vez estaba apenada, pero debería estar acostumbrada, al trabajar con mi madre; ella debe tomarle medidas a mujeres desnudas. Aún así me causo gracia.

Karen era una amiga mía desde hace mucho tiempo, una de las pocas y era muy linda por cierto; era alta, pero no tanto, acuerpada, delgada, tenia el cabello recogido en un listón, la cara suavemente maquillada; sus ojos miel combinaban con su traje de secretaria verde oscuro; que era un jersey ajustado a su torso y su falda por encima de las rodillas. Digamos que era su obligación era verse bien para su trabajo; al trabajar en la boutique de mi madre. Vivía con su novio; que era todo menos eso; y bueno ella lo amaba y ahí no se podía hacer nada.

Yo por mi parte era más descomplicada, casi todo mi closet tenia prendas de negro; inclusive mis zapatos; y esa era una parte que no le agradaba a mi madre; pero bueno, lo compensaba cuidándome el cuerpo después de que me entere de que era posible que me diese diabetes; así cuide mi dieta y ejercicio; y hoy a mis 24 años disfrutaba de un buen cuerpo y buena vida. Trabajaba para mi madre de vez en cuando para mantener mi apartamento y darme gustos; no me gustaba pedir dinero a ella o mi padre. Además me faltaba un semestre para terminar mi carrera de mercadotecnia.

Volviendo a Karen, me acerque lo suficiente a su rostro para darle un beso; Karen estaba paralizada de nervios supongo, pero me desvié a su lado para tomar mi bata de baño; y mientras abría la ducha le preguntaba:

-¿Karen como entraste?-

Karen: -T...tu… madre, me dio la llave y me dijo que te despertara; por que sabia que lo olvidarías; así que me pidió que te llevara.

Yo: - Mmm… ya. Pero no hace falta, si quieres ve tu y ya dentro de poco te alcanzo ¿si?

Karen: -Bueno… pero por favor no tardes o sino tu mamá me mata

Yo: -Aja

Y ahora pensaba… pero que ilusión; por fin después de tanto ir y venir en la facultad tenía mis merecidas vacaciones; pensaba irme unos días a alguna playa caribeña con alguna de mis "amigas" o tal vez mejor sola; así podría encontrar algo exótico.

Pero como siempre antes del placer el deber; así que deje el equipaje en la puerta de mi departamento listo para cuando llegara, sacarlo; pero primero le haría el último favor a mi madre. Mi madre aunque no es una anciana; ya no puede conducir por problemas articulares; y a veces me compadecía de ella; así que cuando un pedido importante llegaba a su boutique me encargaba de entregarlo; ya que me llevo muy bien con la gente y por que no decirlo; con sus clientas.

A mi madre; llamada María poco le importa lo que hacía con ellas; ciertamente ignoraba cualquier rastro de mi orientación sexual; sabe y me ha visto con una que otra mujer, pero se niega a creerlo, pero no por ello me ha faltado el respeto; y sinceramente desde que me vio besándome con mi mejor amiga Mafe en el asiento trasero de la camioneta mientras ella conducía, solo me pidió que fuese más discreta y la respetara; en cierta manera sentí gran vergüenza; pero cada vez que lo recuerdo me traía un gran sonrisa.

-Flash Back-

Toda la familia y amigos habíamos ido a celebrar el ascenso de mi padre a vicepresidente de la multinacional de la que llevaba 28 años trabajando; y en verdad se le veía muy contento; y claro que yo también lo estaba dentro de unos días cumpliría 18 años y no cavia de la felicidad.

Pero al final de tal emoción empecé a tomar demasiado y Mafe por no hacerme pasar la vergüenza sola; tomo conmigo. Una hora después estábamos las dos abrazadas saltando y cantando; hasta que por fin mi madre paro aquel show y alegando de que ya estaba cansada y nosotras borrachas; se despidió de todos, y dejamos que continuaran con la fiesta; así que me subí con Mafe en los asientos traseros mientras mi madre conducía; iba abstraída, mirando hacia la calle; cuando sentí mi madre contestaba el teléfono, y Mafe se prendía de mi cuello, diciéndome cosas al oído; mientras sus manos viajaban por debajo de mi blusa hasta mi corpiño. No supe que hacer, me entro pánico; mire a mi madre que estaba peleando con su secretaria por el teléfono mientras intentaba quitarme a Mafe de encima.

Seguí insistiendo pero no se soltaba; incluso ya había empezado a lamer mi oreja y con las yemas de sus dedos acariciar mi espalda; no pude negar que me estaba excitando la situación; pero no, no frente a mi madre. Hasta sentí un mordisco en mi lóbulo; solté un pequeño gemido que seguro mi madre escuchó; devolviendo su vista al retrovisor mientras yo tomaba la cabeza de Mafe en mis manos la tapaba su cara con mi cabello y la abrazaba dándole pequeñas palmaditas en la espalda mientras de decía: -Ya, ya…. No llores…mira que no vale la pena.- Debí verme muy ridícula; solo atine a decirle a mi mama que estaba mal por su ex; pero al ver que no paraban de hablar al otro lado del teléfono; nos ignoro. Pero esta no seguí apartándola; me estire un poco y alcance una manta que nos cubría a las dos; e ignore completamente que crecimos juntas; que no había día en que no le dijera que era como mi hermana; y vaya… que hermana; empezó a tomar mis senos sobre el brasear y lamerme el cuello, mientras yo acariciaba su espalda y tenía la mirada fija en mi madre para que no se percatase; pero al meter mi mano debajo de su pantalón y acariciar sus nalgas vi que empezaba a suspirar un poco fuerte; así que aprovechando que estábamos por entrar a un túnel; la tome del cuello roce mis labios con los míos; fue un beso suave hasta que ella bruscamente metió su lengua en mi boca; enroscándola con la mía, y tratando de sorberla; no aguante y tome una pierna suya y la pase por encima mío mientras tenía mas acceso a sus nalgas; alcance a rozar su esfínter hasta que gimió muy alto; y no pude seguir; sentí como mi madre se inquietaba y quede paralizada cuando sentí que se volteaba hacia nosotras con la luz de su celular; y pude medio ver su rostro descompuesto; aparte de un tirón a Mafe; la que no se daba cuenta de nada de los tragos que tenía en la cabeza; solo se volteo y se durmió; mi mamá también se volteo y no dijo nada, siguió conduciendo hasta la casa de Mafe donde la ayude a bajar y le pedí disculpas a su madre que resultaba ser mi madrina; por el estado de Mafe; pero no hubo problema.

Subí otra vez a la camioneta; pero esta vez de copiloto.

No pude mirarla a la cara; no hablamos por un buen rato hasta que me hablo.

-Jalis… Tú sabes que respeto mucho tus decisiones por que eres inteligente; despistada pero al fin al cabo mi hija

Yo:-¡Mamá!

M: No… déjame…. Hace ya un tiempo me habías dicho que empezaban a gustarte algunas niñas; pero creí que se te pasaría; y no puedo hacer nada contra eso, pero me enfurece que hagas esas clases de cosas; es como cuando fumas, se lo escondo a tu padre; pero esto ya es demasiado; solo te pido que me respetes como lo hago contigo

Yo:-…..- (Había quedado en blanco, no podía mirarla a la cara).

-Fin de Flash Back-

Si me acuerdo de ello; como olvidarlo. Desde allí comencé a salir con chicos para complacer a mi madre; que estúpida fui aquel entonces. Con Mafe… pues no fue lo mismo; después de que se me quitaran los tragos de la cabeza, le pedí disculpas; incluso me dio cierto asco, no por que fuera fea, sino que simplemente era algo muy raro entre las dos, puesto que nunca la vi de otra manera.

Pero deje de pensar cuando escuche mi celular:

Yo: -¡Jalis habla!

En el otro lado mi madre gritaba:

M: -¡¿Dónde estás?! Llevo esperándote 30 minutos… ¡No me digas que ya te fuiste de viaje!...

Yo: -No mamá… Ya voy para allá

Colgué y salí a toda velocidad en el auto; cuando llegue me saludaron las asistentes, parecían casi gemelas; no más altas que yo pero muy monas; muy estilizadas y un cabello impecable. Como siempre las salude mientras iba a la oficina de mi mamá; y pude ver que al lado de su puerta se encontraba una fila de mujeres; seguro clientas y al otro la secretaria acomodándolas en el sofá; me dio curiosidad verla; me daba la espalda mientras su falda se alzaba y mostraba un poco de aquellas bragas blancas; impecables…como siempre…pero no me detuve seguí observando, muchas de las mujeres que esperaban a mi madre eran jóvenes; no superaban los 30 años; y parecían impacientes, unas me miraban muy extraño tal vez por mi vestimenta; hoy no me había peinado así que me coloque un gorro negro, una blusa holgada en negro, un pantalón muy entallado en negro, unas converse…negras… y un chaleco …negro…, maquillada con sombra negra; que podía decir; me fascinaba el negro

Disimuladamente me acerque a Karen la secretaria. Me cerciore a que nadie estuviera viendo y le di una nalgada; se enderezo de inmediato; y se volteo ofuscada, roja de ira o de vergüenza no lo se; me miro la sonrisa en el rostro y simplemente me dijo:-¡¿Qué te pasa Jalis?!-

No pude evitar reírme estaba muy roja y de malgenio; como me gustaba enfadarla. Era tan mona, pero solo atine a decir: -¿Mi madre está en su oficina?-

Karen: -Si, te lleva esperando hace mucho… sigue… esta con una señora…y una joven.

Yo: -No, más bien espero a que se desocupe

Karen: -No ella me pidió exclusivamente que apenas llegaras te hiciera pasar.

No hice más y entre; pero no esperaba ver aquella escena. Una joven pelirroja "no natural"; estaba en solo en ropa interior mientras mi madre le tomaba unas medidas y una señora se encontraba sentada observando. Apenas entre la chica se asustó y se puso detrás de mi madre; mientras mi madre me fulminaba con la mirada; solo tuve que esperar un segundo para que mi madre comenzara…1

María (Mamá): -¡JALIS GARCÍA! ¡¿Cuántas veces te he dicho que golpees la puerta antes de entrar?!

Yo: -Lo siento mamá…es que no pensé que

María: -Es que nada… sal inmediatamente

Bueno, como si no fuera más penoso aquel momento salí y me encontré de frente a todas esas mujeres mirándome, algunas riendo; me puse nerviosa y de al humor; busque a Karen con la mirada y la encontré en un rincón riendo; me provoco matarla, pero ya habría tiempo; cuando mi madre me llamo para que entrara

Esta vez golpee la puerta y pedí permiso; al entrar me acerque a mi madre y al estar de frente de las otras dos mujeres les pedí disculpas; pero me vi interrumpida por mi madre

María: -Jalis ¿qué haces vestida así?-

(Ahí venia de nuevo)

María: -Mira, pareces que siempre vinieras de un funeral; siempre de negro

Yo: -Ya, ya… mamá, disculpa; solo venía a ver que favor querías

No muy convencida me dijo: -Bueno, primero que todo te presento.- Dirigiéndose ahora a la señora y la joven: -Ella es la señora Isabel, una familiar de tu padre. Y ella es Deneve su hija.

Me acerque a ellas les di un beso en la mejilla y les exprese mi gusto en conocerlas. Y me permití detallarlas mejor; la señora Isabel estaba mu elegante; tenía una mirada felina, pero se notaban las arrugas que empezaban a surcar su rostro; mientras tanto la joven era muy preciosa; morena, delicada, ojos miel claros y labios pequeños; me pareció muy tierna; y más cuando hablo; tenía una voz muy suave.

Entonces mi madre empezó a preguntarme:

-Jalis ¿ya tienes listo tu viaje?

Yo: -Pues, ya tengo todo listo, solo falta ver hacia donde me dirijo, aún no me decido… :D

María: -Ya sabía yo… pero quería proponerte algo; se que querías viajar sola, pero muy cordialmente he invitado a la señora Isabel y su familia al condominio García; pero no puedo ir sola con todos; así que pensaba que podrías acompañarme; prometo que te compensare con algo después

No supe que hacer; pues no era tan malo viajar con mi madre, nunca me aburría, pero, no se, para ser sincera quería buscar a alguien con quien pasar el rato; pero con familia presente

Yo: -No se mamá… no es por ser descortés; pero ¿no puedes ir con papá o con mi hermano?

María: -No, ya sabes que tu padre no puede, trabaja; y tu hermano anda detrás de las faldas de su novia; no es muy buena opción… vamos por favor… solo serán viaje de mujeres

Yo: -Okey mamá, pero saldríamos hoy ¿verdad?... por que en verdad me da pereza desempacar

María: -Por mi no hay problemas; solo debemos concordar con la señora Isabel

En ese preciso instante la señora Isabel nos informo que no había importancia; que al igual que ellos tenían planeado un viaje pero no tenían destino; y que estarían encantados de ir.

Lo que significaba no me quedo de otra; ¿por qué no invitar una amiga?...

Primera parte.

Bueno recibo ¿tomatazos, abucheos?

No se, espero que fuera de su agrado y si ha de estimular ha alguien; publicare las partes faltantes.

Gracias.

Z.J