Algoritmo 11 (traducción)

Esta es una traducción del original Algorithm por Carefully Random. Incapaz de contenerse por más tiempo, Tiffany curvó su sonrisa en una mueca de superioridad y dijo: "¡Prácticamente somos mejores amigas ahora! Y entre tú y yo, creo que tengo algunas ideas más creativas para usar el algoritmo."

Disclaimer: Cuento con la autorización del autor original para traducir su obra al español y publicarla en esta página.

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ALGORITMO

Por Carefully Random

Traducido por Hacedor de Historias

Capítulo 11

Tiffany yacía echada sobre el piso con los ojos cerrados y una sonrisa de ensueño plasmada sobre su rostro sudoroso. Estaba disfrutando de los jadeos y gemidos que la rodeaban como el decrescendo final que cerraba la sinfonía de sexo.

Podría acostumbrarse a esto. Podría disfrutar esto. Además, ninguno de sus amigos lo recordaría, simplemente despertarían del trance sintiéndose bien, maravillosos incluso. Pero mientras las últimas bocanadas de placer abandonaban su cuerpo las dudas y la culpa volvían a ocupar su mente.

¿Acaso había perdido la razón Acaba de poner a todos sus amigos en trance y no solo los obligó a follarla, ¡también hizo que follaran entre sí! No creía poder maquillar esta situación para sentirse menos culpable.

El pánico comenzó a propagarse desde el rincón más oscuro de su imaginación. Iban a descubrirla. Usarían el programa con ella, o quizá no, pero de cualquier forma iban a expulsarla de sus vidas por traicionar su confianza de forma tan grave e invasiva. Sería repudiada por las únicas personas con las que había sido capaz de conectar de verdad. Estaría sola. De nuevo.

Sintió como el miedo trataba de aferrarse a su corazón así que se concentró en rechazarlo y trató de llenarse de resolución. Era ella quien tenía el control. No iba a permitir que ninguno de sus amigos descubriera lo que había hecho. No les estaba haciendo nada malo en realidad.

Además, el sexo había sido bueno. Joder el sexo había sido más que espectacular. Y haciéndolo de esta manera no existían emociones incomodas molestando a ninguno de los participantes, excepto por ella.

Miró a sus amigos. Aunque su respiración estaba más agitada de lo normal, todavía permanecían completamente en blanco, inmersos en el trance. Se preguntó cómo se sentiría. La idea de verse a sí misma indefensa, profundamente hipnotizada, totalmente obediente e incuestionablemente complaciente… Sin pensamientos, solo obedeciendo mientras la penetraban por cada uno de sus orificios. Corriéndose una y otra vez y todavía atrapada en el trance más profundo de su vida sin apenas mostrar signos de ello.

Sus mejillas se encendieron en rojo al imaginar esta escena. Por unos momentos envidió a Alice y Erin. Un orgasmo explosivo las había atravesado hace solo unos instantes, pero apenas se habían estremecido. No gritaron ni gimieron, solo colapsaron en el piso respirando agitadas. Prácticamente podía sentir como ambas irradiaban semejante energía sexual, era como si al estar en trance cada pequeña sensación de excitación fuera mil veces más potente.

Su coño palpitó al observarlas, ansiando más estimulación y a la vez, más tiempo para recuperarse. Pero con los últimos ecos del orgasmo de sus amigas desvaneciéndose en el aire las necesidades del resto de su cuerpo se volvían más y más demandantes. Realmente tenía que usar el baño y se estaba muriendo de hambre. No podía ignorar esas cosas más tiempo así que haciendo un esfuerzo se puso de pie.

—Todos, límpiense y arreglen todo para que parezca que nada sucedió aquí, —ordenó mientras recogía sus ropas.

—Sí. —Fue la respuesta monótona y simultánea que le devolvieron.

Como la vez anterior, aquello la hizo estremecerse con un escalofrío de excitación

Mientras deslizaba sus ropa interior y jeans sobre sus piernas no pudo evitar añadir:

—Y cuando estén en trance llámenme Mistress,

—Sí, Mistress —respondieron colectivamente.

Tiffany se remordió los labios y gimió suavemente al escuchar esas palabras envolverla. Sonaban como palabras ardientes. Sonaban como las palabras apropiadas.

Tuvo que hacer acopio de toda su fuerza de voluntad para no distraerse de nuevo. Les dijo a todos que la esperasen mientras ella tomaba un breve momento para refrescarse. Mientras reflexionaba en el ahora inmaculado baño de Josh (¡gracias Trev!) no pudo evitar maravillarse por el hecho de tener a sus cuatro amigos congelados en trance tras la puerta y a Lucy cayendo en el hipnótico patrón del programa en el cuarto de al lado.

Erin tenía razón, no podía simplemente permitir que Trev, Alice y Josh destruyeran el programa. Tenía tanto potencial, podían usarlo para hacer tantas cosas buenas. Honestamente Tiffany no podía considerarse a sí misma como el incorruptible guardián de la máquina inductora de trance, pero era la única que quedaba despierta, lo que significaba que era ella quien estaba a cargo.

Salió del baño cargada con resolución. Sus cuatro amigos permanecían habían terminado de peinar sus cabellos enmarañados y de alisar su ropa arrugada y ahora permanecían de pie, firmes.

Se veían perfectos.

—Escúchenme, cuando diga, duerman, todos, duerman, los cuatro volverán a caer dentro de este profundo trance vacío a la vez, ¿entendido?

—Sí, Mistress .

—Bien. Ahora… uhm, cuando despierten todos recordarán como Erin y yo estábamos discutiendo sobre que no deberíamos destruir el programa y estarán convencidos de que nosotras teníamos la razón. No destruirán el programa. De hecho, querrán terminarlo más que nunca, querrán completar el Algoritmo y descubrir todo su potencial. ¿Entendido?

—Sí, Mistress .

—Y finalmente… veamos…

Tiffany reflexionó un poco. Quería ser capaz de influenciar a sus amigos, pero también sabía que estaría rompiendo toda clase de límites si simplemente les ordenaba obedecerla en todo.

—Ok, lo tengo. Cuando diga las palabras “ en serio” seguidas por su nombre o me dirija a todos, estarán completamente de acuerdo con la siguiente cosa que diga o seguirán cualquier instrucción que les dé o responderán de forma honesta a lo que les pregunté o si ninguno de los casos anteriores aplica tratarán de ver las cosas desde mi punto de vista, ¿entendido?

—Si, Mistress

—Bien, genial.

Tiffany sonrió. Sí, pequeñas correcciones aquí y allá. Eso estaba bien, eso no era enloquecer de poder. Hacer que la llamaran Mistress… eso solo era un poco de diversión personal, un poco de autocomplacencia que no dañaba a nadie mientras despertaran del trance sin recordarlo. No iba a hacer que la llamaran así mientras estuvieran despiertos, eso sería demasiado.

Aunque sería ardiente hacerlo.

Sacudió la cabeza intentando despejar su mente de los sucios pensamientos y las oscuras fantasías que comenzaban a saturarla. Tenía que concentrarse. Los demás debían estar hambrientos también. Ya habían tenido suficiente excitación por una noche.

Debía que despertar a todos y hacerse cargo de Lucy. Entonces, se dio cuenta de que en el momento que Trev despertara inmediatamente iría tras Lucy y probablemente la despertaría también. No quería que las cosas se desarrollaran de esta manera, así que en su lugar armó un plan rápido.


—Despierta, Lucy, despierta… —canto Tiffany en el oído de la pequeña castaña mientras apagaba la pantalla y le quitaba los audífonos—. Espero que eso te pareciera relajante.

—Tiffany… eso fue… —Lucy talló sus ojos y pestañeó varias veces ante la pantalla en blanco antes de regresar a verla—. ¡Eso fue increíble!

—¿Verdad que sí? —Tiffany sonrió—. Es toda una experiencia, ¿cierto?  ¿No te pareció que podrías haber permanecido así por horas?

—Más aún —suspiró Lucy—. Así que, perdí el juego, ¿eh?

—Me temo que sí. —Tiffany se encogió de hombros y le ofreció una mano para ayudarla a levantarse.

—Fue una experiencia tan relajante que la verdad no me importa haber perdido. Aunque, es curioso… —Lucy frunció el ceño mientras tomaba la mano de Tiffany y se ponía en pie—. …recuerdo claramente como la botella se detuvo señalándome a mí, pero no recuerdo cuando me senté aquí y entré en trance. ¿Eso es normal?

—Probablemente lo sea. Apenas estamos comenzando a descubrir el programa y lo que realmente puede hacer. La verdad es que ahora mismo sabemos menos cosas de las que dominamos. El plan es que Josh escriba un algoritmo para automatizar la parte en la que tenemos que ajustar las frecuencias para poner a alguien en trance. La idea es que cualquiera pueda sentarse en la silla y el algoritmo lo hipnotice en cuestión de segundos.

—Eso es… —empezó a decir Lucy, pero dudó y en cambio dijo—: ¿Qué es lo que planean hacer con él una vez que esté finalizado? —miró a la pantalla frunciendo el ceño por segunda vez.

—Honestamente, no hemos pensado tan a largo plazo. —admitió Tiffany—. Pero lo que sea que hagamos será algo beneficioso, incluso si solo es una forma muy efectiva de relajarse. —Le sonrió cortésmente a Lucy.

—Eso es genial, supongo —Lucy hizo su nerviosismo a un lado y le devolvió la sonrisa a Tiffany con agradecimiento—. Realmente aprecio que me hicieran sentir tan bienvenida esta noche. Creo que comienzo a sentirme parte de su pequeño grupo.

Incapaz de contenerse por más tiempo, Tiffany curvó su sonrisa en una mueca de superioridad.

—¡Ey, para eso estamos! —exclamó pasando uno de sus brazos sobre la espalda de la castaña—. ¡Prácticamente somos mejores amigas ahora! Y entre tú y yo, creo que tengo algunas ideas más creativas para usar el algoritmo. —Comenzó a guiar a la chica de regreso a la sala.

¿Ah sí? —Lucy pareció sorprendida, pero se dejó guiar por Tiffany—. ¿Qué tienes en mente?

—De hecho, me gusto la sugestión que propusiste para Alice, esa sobre remover la habilidad para mentir. Si implantáramos esa sugestión en alguien en quien realmente no confiáramos podríamos hacerle escupir todas sus sucias mentiras, ¿no es así?

—Ehhh, claro —replicó la castaña manteniendo su sonrisa a pesar de que volvía a fruncir el ceño por tercera vez en la conversación.

Sin embargo, cuando entraron a la sala su expresión cambió por completo a una de nerviosismo y confusión.

Lucy fue recibida por los restantes miembros del grupo congelados de pie, rígidos como estatuas frente a ella. Solo sus ojos se movían al unisonó, siempre siguiéndola a ella.

Le devolvió una mirada aguda a cada uno de ellos antes de regresar a ver a Tiffany

—Yo… ¿Tiff?

—¡Oh mira! —dijo dramáticamente—. ¿Qué es eso que tiene Alice en las manos?

Lucy giró la cabeza para ver que sostenía Alice mientras Tiffany observaba entretenida.

—¿Qué está pasando? —demandó Lucy con voz temblorosa, regresando a ver con expresión alarmada.

—Lee la nota, Lucy. —ordenó Tiffany gentilmente. —Y dime si su contenido es verdadero.

Lucy saco la nota de la mano de Alice con el rostro atravesado por la ansiedad. Sostuvo el papel frente a sí y lo releyó varias veces.

Tiffany Observó de cerca, observó como todo su cuerpo se tensaba, como sus pupilas se contraían hasta reducirse a dos puntitos de terror y como su rostro empalidecía y un sudor frio comenzaba a recorrerlo.

—¿Y bien? —exclamó luego de que un par de minutos hubieran pasado

—No comprendo, —murmuró Lucy—. Yo no escribí esto.

—¿Es esa tu letra? —preguntó Tiffany fingiendo cortesía.

—Bueno, lo es, pero…

—Entonces claramente tú la escribiste. —interrumpió Tiffany, cambiando la cortesía en su voz por áspera condescendencia—. Pero más importante, —añadió—. ¿Es verdad lo que dice?

—Yo… yo… —Lucy resolló con ojos vidriosos—. Creía nos estábamos divirtiendo esta noche… Creía que nos llevábamos mejor… ¿Cuándo escribí esto?

—¿Es verdad o no? —insistió Tiffany ásperamente quitándole la nota y agitándola de forma dramática—. ¿Has estado engañando a Trev con James? ¿Sí o no?

—¿Qué es lo que le pasa a Trev? —chilló Lucy con ahora con los ojos completamente envueltos en lágrimas—. ¿Y a Alice y a Erin y a Josh? ¿Qué les hiciste Tiffany?

—Todos están en trance, y lo estarán hasta que respondas la pregunta. —le informó mientras volvía a dejar la nota sobre las manos inmóviles de Alice y cerraba sus puños alrededor del papel. Luego regresó a ver a Lucy con fuego en los ojos y preguntó—: ¿Es verdad? ¿¡Estás engañando a Trev!?

—¡Déjalos ir, Tiffany! —demandó Lucy, aunque con la voz entrecortaba por el temor. Sin embargo, a pesar de la incertidumbre que sentía apretó los puños y continuó—. ¡Esto no está bien!

—¡Contesta la maldita pregunta Lucy! —ordenó Tiffany—. Hazlo antes de que te obligue.

Lucy solo se encogió de miedo y miró a Tiffany incrédula y enojada.

En serio, Lucy. —dijo Tiffany lentamente—. Contesta la pregunta.

Lucy dirigió una última mirada de desesperación a los rostros vacíos que la observaban antes de asentir con la cabeza y exclamar:

—¡Sí, es verdad!

Trev, Josh, Alice y Erin se reanimaron inmediatamente, cambiaron sus posturas y tomaron largas bocanadas de aire.

—Bueno, ella fue capaz de confesarlo —se burló Erin—. Al menos eso es algo.

—¿Honestamente, todo esto era necesario Tiff? —Alice frunció el ceño y rápidamente regresó las manos de vuelta a su nariz luego de guardar la nota de Lucy en su bolsillo

—Deberíamos dejarlos solos… —murmuró Josh.

—Bueno, démosle algo de espacio, —sugirió Tiffany—. Solo quería escucharlo de sus labios.

—Juro que me muero de hambre, —mencionó Erin antes de darle una última mirada a Lucy y rodar los ojos—. Comida, voy por ti.

Josh y Alice la siguieron, Esta última comentó que alguien iba a tener que darle de comer en la boca o no podría hacer nada.

Solo Trev, Lucy y Tiffany permanecieron en la sala. Ni Trev ni Lucy se movían y ambos miraban al piso. Tiffany los observó sin saber que decir. Su plan, armado al apuro, había sido desquiciar a Lucy poniendo a todos en trance y haciendo que la miraran de forma penetrante hasta hacerla confesar. Funcionó muy bien, aunque había tenido que programar a Lucy antes de despertarla para que no intentara escapar o se asustara demasiado con la situación. Razonó que estaba bien hacer pequeñas sugestiones como esas. Si bien ahora tenía todo el poder, estaba determinada a usarlo moderadamente y solo en beneficio de sus amigos.

¿Pero y ahora qué? Esta sería su primera gran prueba. Trev estaba herido. Lucy probablemente también, eso suponía, pero no le importaba tanto el sufrimiento de Lucy. Esa perra se lo había busca. Pero Trev… Bueno, se preocupaba mucho por Trev y realmente quería ayudarlo.

—Trev… —empezó amablemente luego dejar pasar otro minuto. ¿Qué te gustaría hacer?

—Ahora no Tiff. —murmuró Trev, mirándola con ojos llorosos—. Sé que solo intentas ayudar, pero no puedes arreglar esto mágicamente.

De hecho, sí puedo, pensó Tiffany. Aunque no lo dijo. En su lugar asintió solemnemente y anunció:

—Okey, voy a ir por un poco de comida. Los dejo solos.

—Gracias, —replicó Trev y regresó a ver a Lucy con una plétora de emociones mezcladas.

—Solo… ¿Trev? —dijo Tiffany.

—Sí, ¿Tiff?

En serio , Trev, no tengas miedo de decir lo que tengas que decir. Haz lo que te

haga feliz, sin importar lo que eso implique.

Trev sonrió ligeramente.

—Claro, Tiff, gracias.

Entonces regresó a ver a su novia y dijo:

—Lucy, mírame.

La castaña levantó la mirada. Su rostro estaba desconsolado.

—Vamos, —dijo Trev amablemente—. Iremos al cuarto de invitados y vas a contarme… por qué… cómo… todo eso. Esto es un desastre, pero podemos arreglarlo.

Tiffany observó como Trev y Lucy abandonaban la habitación en busca de privacidad. Parte de ella quería seguirlos y escuchar lo que decían, pero sabía que no era de su incumbencia. Tal vez tuviera la habilidad de controlarlos, pero estaba determinada a usarla de forma responsable. Además, ya había dicho todo lo que tenía que decir.

Y además, le había dado acceso a Trev a su trigger para Lucy. Ella caería en trance si él le decía duerme, Lucy, duerme. Todos los demás estaban hipnotizados cuando le dijo esto a Trev así que sería su pequeño secreto. Esperaba que él lo usara sabiamente. Merecía ser feliz y no la traición que Lucy le había dado.

Tiffany caminó al mesón de la cocina y comenzó a rebuscar su orden regular entre el montón de bolsas amontonadas. Escuchó vagamente lo que los otros decían, aunque su mente todavía estaba en el cuarto de invitados, intentando imaginar que estaba sucediendo allí entre Trev y Lucy.

—Así que, ¿qué vamos a hacer el resto de la noche? —preguntó Alice, todavía con los dedos en la nariz mientras Erin le acercaba la comida a la boca.

—Deberíamos trabajar en el algoritmo, sugirió la chica tomboy. Hemos malgastado la mayor parte de la noche, pero aun podemos tener algo de trabajo listo.

—Comamos primero —pidió Alice—. Trabajemos después.

Tiffany solo pudo mostrarse de acuerdo. Necesitaba sentarse y descansar por un rato. Devoró su comida mientras veían Mama Mia en el sistema de video de Josh. Erin había decidido darle una probada a otra cerveza, comentó que el sabor comenzaba a gustarle. Alice comió su comida solo con una mano y así que volvió a embriagarse y comenzó a cantar mal las canciones de la película sin dejar de hacer comentarios lascivos sobre Pierce Brosnan. El favorito de Tiffany era: “Oh sí, él puede hacerme el doble “ oh ” cuando quiera”

La mente de Tiffany no dejaba de pensar en todas las posibilidades que ahora yacían frente a ella. La tentación era avasalladora, pero se había impuesto a sí misma ciertos límites. Primero, nadie iba a perder su libre voluntad y serle irremediablemente obediente fuera del trance. Por increíblemente ardiente y fantástico que eso fuera había líneas que no debía traspasar.

Y no volvería a hacer que Josh interactuara sexualmente con mujeres. Eso sería igual de malo que hacer que Alice se acostara con chicas… Solo porque Erin lo hizo una vez eso no significaba que ella podía desviar la orientación sexual de sus amigos para satisfacer sus propios deseos egoístas. Y tampoco volvería a hacer que Trev se acostara con nadie. Trev tenía novia. Bueno, quizá no después de esta noche, pero mientras la tuviera, estaba fuera de discusión hacer que intimara con ella, Alice o Erin.

Sin embargo, las ansias que sentía por dominar a alguien (o a algunos) eran difíciles de ignorar. No podía ocupar la posición de mayor poder y no divertirse un poco con ello. Sería renunciar a sus fantasías más salvajes, a ella dominando y esclavizando por completo a sus víctimas.

Alice y Josh quedaban fuera. Ninguno tenía la orientación correcta para interactuar con Tiffany más que como amigos. En tanto que estaba segura de que el programa podría cambiar eso, era una corrección demasiado grande para que se atreviera a hacerla con confianza. Tan solo intentarlo sería antiético de tantas maneras que decidió ni siquiera considerar esa opción.

Con Trev existía una posibilidad. Sentía algo de atracción hacia Trev que había estado desarrollándose lentamente a lo largo del último par de años. Había sentido algunas chispas encenderse entre los dos en un par de ocasiones mientras pasaban el rato juntos, pero más a menos había notado a Trev dedicándole miraditas a Alice y coqueteando con ella. No había notado que coqueteara con nadie más hasta que apareció Lucy en escena específicamente para tener una relación con él. Una vez que eso sucedió el coqueteo ocasional y los signos de atracción cesaron de inmediato. Era claro que él se respetaba los límites de su noviazgo con seriedad, al contrario que su pareja.

Por supuesto, si Trev terminaba con Lucy, todo eso cambiaria. Pero no dejó que su imaginación se ilusionara demasiado con esa posibilidad. Sabía que también podría ocurrir lo contrario, especialmente por la frase gatillo con la que había equipado a Trev.

Eso dejaba solo a Erin. Se encontró a si misma mirando anonada a la chica tomboy varias veces durante la película. Gracias a lo que había ocurrido más temprano ese mismo día, ahora sabía todo lo que Erin escondía debajo sus holgadas sudaderas y jeans. Incluso alcanzaba a ver una poco del sexy traje de látex rojo asomar por debajo de sus sosas ropas, tentándola con la promesa de que un cuerpo atractivo yacía más abajo. Honestamente Tiffany pensaba en Erin de una forma completamente distinta desde que la vio por primera vez sentada sobre la silla, vacía y en trance, hace solo un día.

Le era sencillo imaginarse a Erin de rodillas frente a ella, mirándola hacia arriba, vacía de todo pensamiento y aguardando sus instrucciones. Todo lo que tendría que hacer sería decir una palabra y la chica tomboy se desnudaría, o la masajearía, o la lamería o la follaría o esencialmente haría cualquier cosa que pudiera imaginar. Ya había imaginado bastantes, pero siempre había espacio para más.

Sí, Erin sería su desfogue por el momento. Sería su esclava, su juguete, su muñeca sexual que le permitiría explorar cuan profundo era en realidad su deseo por dominar. Sintiéndose satisfecha con el conocimiento de lo que estaba por venir Tiffany se permitió una sonrisa de suficiencia mientras se acomodaba para disfrutar de la película.

Lo había conseguido.

Un poco después Josh pregunto:

—Ehhh, ¿chicas? ¿Qué estamos haciendo sentados en este sillón mirando esta película?

¿A qué te refieres? —pregunto Erin con curiosidad.

—O sea… ¿cuándo comenzamos a ver esto? No puedo recordar nada de esta noche. —dijo Josh, mostrándose más que confundido.

—Oh, oh, esperen. ¡Oh no! —dijo Tiffany de sobresalto mientras movida por el terror buscaba desesperadamente su teléfono tratando de encender la pantalla para ver el reloj—. ¡Ya lo recuerdo! ¡Ya me acorde! ¡Mierda!

Sabía que mirar la hora confirmaría sus temores, pero no pudo evitar hacerlo. Tenía que saberlo, tenía que saber si le quedaba algo de tiempo, aunque solo fueran unos segundos, algo que le bastara para dejarse un mensaje que le ayudara a recordar más tarde. Pero tan pronto como vio que ya eran un par de minutos pasada la medianoche algo hizo clic en su mente y las memorias de toda la noche de desvanecieron por completo…

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Una traducción más de algoritmo, ¿y esta entrega sí que finalizó de forma inesperada verdad? Tiffany tenía la victoria en sus manos, ya era dueña de todos cuantos conocían el Algoritmo, incluso montó una orgía con sus amigos en el capítulo pasado. ¿Qué fue lo que pasó? ¿Qué se le escapó? Si ustedes están tan sorprendidos como ella de que el capítulo finalizara en una amnesia colectiva les recomiendo volver a leer el capítulo 6. Fíjense muy bien en las sugestiones que se les implanta a los perdedores del juego de la botella, sobre todo guíense por la sugestión que le dan a Erin porque la del resto de jugadores no se dicen explícitamente, pero se sobreentiende que siguen el mismo esquema. De todas formas, todo será explicado en la siguiente entrega de Algoritmo cuya traducción espero pronto esté disponible.

Recuerden que pueden visitar la historia original en inglés en el sito de mcstories) y que desde allí pueden apoyar al autor original. También recuerden que siempre le transmito sus comentarios de apoyo a la historia y que también aprecio sus comentarios sobre mi traducción. Nos veremos pronto en la próxima entrega, ¿Quién se adueñará del programa una vez todos los personajes deduzcan lo que pasó? ¿Acaso destruirán el Algoritmo?