Algo sobre mi madre

Le entregué mi madre a un amigo...

La historia que te voy a relatar es totalmente real y comenzó a ocurrir hace como 2 años, bueno te cuento, yo soy un chico de 21 años que vivo solo con mi madre desde los 8, que fue cuando mi padre nos dejo para irse a vivir con otra mujer, desde ese momento mi madre comenzó a comportarse de una manera distinta, se convirtió en una mujer de juergas, discos y muchos hombres, lo que provocaba obviamente los comentarios de mis vecinas y que también me hizo sentir algo de vergüenza por su comportamiento, pasaron los años y yo me acostumbre a esa forma liberal de vida de mi madre y ya no me afectaban los comentarios de nadie con respecto a ella, hasta que mi madre se convirtió en la mamá favorita de mis amigos, cuando comenzó a garchar con varios de ellos.

Mi madre, es una mujer de 42 años, con un cuerpo espectacularmente trabajado muchos años en el gym, tiene un par de tetas bastante grandes, de silicona (95), muy paradas, lo que le permite lucir tops y poleras sin corpiño, su cintura esta muy apretada y no tiene nada que envidiar a las muchachas más jóvenes, pero lo mejor de todo su cuerpo es su gran culo, la verdad es que tiene un trasero de muerte, perfecto (90 aprox.) muy parado y redondito, que sabe lucir muy bien con jeans, laicras ajustadas, y faldas cortas que resaltan ese hermoso culo, delicia de todos mis vecinos y amigos cuando la ven pasar, aparte de esto siempre a sido muy preocupada de su piel por lo cual siempre esta bronceada y usa ropas cortas y muy sexys, que permiten a los hombres que la ven tener más de alguna fantasía con ella.

Otra cosa que resalta de su cuerpo, según algunos amigos, es su rostro con una piel muy bronceada y unos labios gruesos, la verdad es que tiene cara de turra calentona, lo cual es muy excitante.

Bueno esta historia comenzó hace algo así como 2 años y se trata de los "encuentros sexuales" de mi madre con mis amigos, como te he dicho antes, mi madre es una delicia para mis amigos y naturalmente ellos no perdían ningún momento para ir a mi casa y poder ver lo buena que estaba, cuando mi madre estaba en su habitación, se paseaban para ir al baño o cualquier otra excusa solo para verla, ella también colaboraba a la excitación de mis amigos, ya que siempre coqueteaba con ellos o les hacia comentarios de sus cuerpos etc.

A mi me molestaba un poco la situación pero también me daba morbo pensar que más de alguno de ellos se habría hecho la paja pensando en mi madre, mi morbo comenzó a aumentar hasta que ya ni siquiera me molestaba que mi madre coqueteara con mis amigos, sino que me gustaba cada vez más, veía como mis amigos miraban a mi madre cuando se agachaba o cuando hacia sus ejercicios en la casa y como esto los excitaba de sobremanera, yo ya deseaba ver a mi madre siendo follada por uno de ellos, pero no sabia con la sorpresa que me iba a encontrar.

El primero fue Marcelo....

Era un día viernes, mi madre había salido y con mis amigos decidimos tener una partuza en mi casa, comenzamos a beber mientras conversábamos de la vida y de las mujeres, etc... como las 4 de la madrugada llego mi madre, todos estábamos bastante borrachos, pero ella no era la menos, aunque no venia emborrachada, tenia un leve olor a alcohol y estaba en ese estado de felicidad típico, después de algunos tragos, llego vestida con una falda cortisima y con un top rojo sin corpiño que dejaba ver sus grandes tetas, unos zapatos de taco aguja transparentes y sin medias.

Ella en luhar de ir a su cuarto, se quedó con nosotros, los más felices por la situación eran mis amigos, todos empezaron a hablarle y a tomar confianza, ellos le ofrecían tragos y le preguntaban algunas cosas buscando entablar una conversación, que fue lo que logro mi amigo Marcelo. Mi madre se animó más por los efectos del alcohol y comenzó a bailar con Marcelo de una manera muy sensual y provocadora, todo el resto lo vitoreaba, mientras este recorría el cuerpo de mi madre con sus manos, tocando incluso a ratos el culo y las hermosas de ella, mi excitación en ese momento era superior a todos lo demás, quería ver a mi madre gozándose a mi amigo, por tal motivo la lleve a la cocina y le dije:

-¿Te querés garchar a Marcelo, verdad?

Ella me respondió que no, que solo era un juego y que no debía enojarme; a lo cual yo le respondí:

-Vamos mamá, se te nota, ¿Le tenés ganas, cierto?

Ella seguía con la negativa hasta que yo le dije que a mi no me importaba si ella lo quería hacer, que por mi no había ningún problema, ella me miró con sorpresa y me dijo:

-¿De verdad? Está bien.

Y acto seguido, volvió al living.

Como a las 6 de la mañana mis amigos comenzaron a irse, todos aprovechaban para tomar a mi madre por la cintura y darle un beso lo más cerca de su boca, solo se quedaron Joaquín, quien dormía placidamente en un sofá, y Marcelo que prácticamente le estaba sacando la ropa a mi madre con sus toqueteos, etc...

Ella se llevó a mi amigo a su habitación y yo me fui a la mía, pero no pude contener mi morbo, y logre colarme para ver lo que pasaba en la pieza de mi madre, estaban besándose y manoseándose sobre la cama, mi amigo le levantaba la diminuta falda para tocarle el orto, ella le sobaba la verga por sobre el pantalón, pasaron unos instantes así hasta que mi madre se levantó de la cama y se ubicó frente a Marcelo, le bajo el cierre del pantalón y comenzó a chuparle la poronga de una manera desesperaba estaba como loca, se tragaba toda la verga de mi amigo, mientras con sus manos le acariciaba las bolas. Marcelo la tomaba de los largos y rubios pelos de su cabellera y le hundía aun más la boca en su verga, después de un rato mi amigo tomo a mi madre de la cabeza y la hizo levantarse, le quito la falda y rompió la minúscula bombachita que traía mi madre y dijo:

-¡Que conchita divina que tenés putita!, Estás mojadita… y comenzó a comerle la concha, yo observaba en la cara de mi madre como su excitación iba subiendo cada vez más, mientras Marcelo hacia esto, ella se quitó el top y pude ver su cuerpo completamente desnudo, era una maravilla, estaba buenísima, luego de esto mi madre tomó a mi amigo y lo besó apasionadamente, Marcelo le decía mientras le besaba el cuerpo:

-¡Estás buenísima perra! Este es un sueño hecho realidad, no sabés cuanto he esperado este momento, sos una diosa.

Mi madre le quitó la polera y mi amigo se quitó los pantalones, luego ella se ubicó sobre él, en la cama y le dijo:

-No hay para que esperar más.

Mientras se introducía la verga de Marcelo en su cochita, empezó a cabalgarlo de a poco, así como aumentaba la velocidad, aumentaba la excitación de ambos; ella ya no gemía, sino que gritaba el nombre de Marcelo, y saltaba cada vez más fuerte sobre mi amigo, él se agarraba de su culo, entretanto le decía cuan buena estaba y le resaltaba lo de su sueño, los movimientos se hicieron más rápidos y llegaron al clímax juntos, Marcelo terminó dentro de mi madre, y ella lo chuponeaba por toda la cara, para terminar besándolo de lengua por varios minutos.

Lo besó y se desmonto, ubicándose al lado de él en la cama, pasaron solo pocos minutos y mi madre comenzó a manosear la verga de Marcelo nuevamente logrando con esto que se parara de nuevo, ella le miro la verga y le dijo:

-Así me gusta, un buen chico.

Marcelo se ubico sobre ella y con la cabeza de su poronga le cacheteaba la concha, y comenzó a clavársela

-Asíííííííí!!!

Mi madre gemía cada vez con más fuerza, mientras con los tacos presionaba a Marcelo contra ella y con las manos tomaba de la nuca a mi amigo acercándole su rostro para besarlo y decirle entre gemidos cosas como:

-Eso Marcelo, vamos, haceme sentir bien puta, más fuerte, eso, soy tuya, soy tuya, sopleteame la argolla…..

Siguieron garchando así, mientras mi amigo se tomaba de los barrotes de bronce la cama mi madre, y ella presionaba con más fuerza el culo de Marcelo gimiendo y gritando cuanto estaba gozando.

Aumentó la excitación y mi amigo acabó nuevamente dentro de mi madre, él se dejo caer sobre ella, que lo abrazó y lo besó, ambos estaban increíblemente transpirados después de la culeada que se estaban dando.

Marcelo estuvo unos minutos sobre mi madre, con la poronga dentro de su vagina, y luego comenzó a besarla y a chuparle las tetas y todo el cuerpo, al tiempo que mi mamá se sacó la pija de él de su cueva y con ella esparcía la leche por su concha, y le murmuraba no se que mierda al oído de mi… ¿Efímero padrastro?

Los juegos sexuales de mamá, no solamente le paraban la poronga a su perverso hijo (o sea yo), sino que también daban resultado en Marcelo.

Nuevamente, ella se levantó y sacó de un cajón una crema y mientras se la pasaba, le dijo a mi amigo:

-Marcelito, quiero que me rompas el culo, rompemelo bien por favor, que me duela por varios días; así cada vez que me sienta, voy a recordar tu poronga.

Marcelo, la dio vuelta y le pasaba la lengua por el ojete, le separaba los cachetes y le escupía el culo, como desesperado, mientras le decia:

-Te la voy a meter hasta que te salga sangre, atorranta. No sabes cuantas pajas me hice pensando en tu orto. ¿Te gusta como te entran mis dedos?

Mi madre se ubico en la cama de espaldas a mi amigo sujetándose del respaldo de la cama, Marcelo seguía metiéndole los dedos lubricados con la crema para agrandarle el maternal orificio anal, a lo que mi mamá respondía con pequeños gemidos de gozo y dolor, mientras se sujetaba con más fuerza de la cama, mi amigo le beso el trasero y la penetro hasta casi la mitad de su verga, mi madre soltó un grito muy fuerte de placer y se movía velozmente, desde mi posición podía ver claramente la cara de mi madre, la cual parecía una zorra viciosa, gozando y gimiendo como una verdadera puta. En ese momento ella le decía a mi amigo cosas como:

-Dale macho, dale papito, siiiiiii, así, me encanta Marcelo, comete el culo de tus sueños, más fuerteeeee, así, haceme gozar, mótemela toda papi, soy tuya, soy tuya, seguí, así, así, másssssss no seas puto, metemela más adentro, correme la mierda….

Yo no podía creer que esas palabras salieran de la boca de mi madre, como así tampoco podía creer como le estaban dando pija a ella.

Tenía los pantalones manchados de leche de no se cuantas acabadas y no se me bajaba la verga, no podía dejar apretarme la garcha viendo a mamá como gritaba más fuerte, y Marcelo no se quedaba atrás y le decia:

-Te gusta, yo se que te gusta, decimelo putita, porque vos sos mi putita, me encanta tu culo mamita, sos una diosa, me encanta hacerte gozar así, me encanta este culo, tu gran culo y estas tetas son ahhhhhh, mamita desde hoy soy tu macho, sos la mejor trola que me cogí, y no voy a dejarte ir ahhhhh

Mi amigo le sobaba todo el cuerpo mientras aumentaba la velocidad y le clavaba al fondo y más fuerte su pija.

Iba aumentando la excitación en mi madre y su amante. Ella solo gemía, tenía los ojos en blancos.

-Tirame del pelo, ¡Tirame del pelo, te digo!

Al obedecerle y metersela hasta las pelotas, ya no tan rapido pero si mas fuerte, más violentamente, ella le decia:

-Eso, cabalgame a si papi, me encanta como me cabalgas papi, soy tu potra, soy tu potra, acabame dentro, llename las tripas de leche, dale lechita a mami

Llegaron juntos al orgasmo, mi mamá se tendió sobre la cama y él sujetándola seguía sus movimientos, para siturse arriba de ella, sin moverse ninguno para seguir unidos por la poronga que estaba dentro del culo de ella, le besaba la espalda y con voz de cansado le decia:

-Wow, que puta divina que sos, sos un fierro en la cama. Nunca pense que la madre de mi amigo fuera la reina de la catrera. Me gastaste la poronga a conchazos putita, y si quedaba algo lo tenés en el orto. Mi amor, te voy a coger toda mi vida, hasta hacerte un hijo no voy a parar. ¿Querés que sea tu macho putita, eh?

-Pero todavía no hemos terminamos. ¿Qué ya te cansaste? Dejá de decir boludeses y para la pija que quiero más. Hay hembra para rato.

Decía mi madre mientras bajaba hasta su verga y la limpiaba, tragándose todo, leche, fluidos, mierda. Y pensar que con esa boca me besaba de chico.

Se la chupaba mirándole a los ojos, la verga de él estaba dando signos de vida. Mamá le pasaba la lengua por la pija chorreando saliva, le mordía los huevos, se los metía en la boca de a uno y tironeaba.

Podía verle a mamá toda la boca manchada, y con el culito chorreando leche por sus muslos, se le escapaban pedos del orto, supongo que era porque el ojete volvía a su tamaño original, largando todo lo que tenía dentro. Inútilmente, porque al rato ella sentándose sobre su verga de espaldas a él, se la estaba metiendo de nuevo por el orto.

Mamá en la posición en que estaba, saltaba enérgicamente, parecía que ese culo se quería comer a Marcelo y que hasta lograrlo, no iba a terminar.

Saltaba sobre él gimiendo y gritándole diferentes cosas, mi amigo ya no decía nada solo se dejaba llevar por los movimientos de mi madre, sujetándose de su culo y sus tetas. Marcelo le gritaba que se iba al tiempo que le clavaba las uñas en el culo, y se la insertaba con todas sus fuerzas; yo no podía ver la cara de mi madre, que solo se tomaba el pelo, dejando rebotar sus tetas y se apoyaba en los muslos de mi amigo, con las plantas de los pies sobre la cama, para ser penetrada con más fuerza.

Soltaron un ultimo grito ahogado, y mamá salió de mi amigo para limpiarle la poronga en forma animal, desesperada, lo miraba y le acariciaba el pecho, luego buscó su bombacha, se limpio la boca con ella y le pidió a Marcelo que se fuera antes de que yo despertara, ya eran como las 9 de la mañana.

Marcelo se vistió y mi madre lo acompaño hasta la puerta, totalmente desnuda sin importarle que en el salón dormía otro de mis amigos, oí como se despedían con algunos besos y como Marcelo le mencionaba:

-Espero algún día volver a gozar con este culo.

Dándole palmadas en el orto a mi madre

-No te preocupes Marce, lo harás, lo harás

Le decía mi madre con seguridad.

Marcelo se fue y yo me acosté rápidamente, mi madre entró a la ducha y luego fue a mi pieza a ver si yo dormía, más tarde se acostó y durmió.

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