Algo salió mal (2)
Despues de tantos pedidos, me todo un tiempito y escribi la continuación.
Cansa como quede de la sección de sexo tan novedoso para mí pedí darme un baño, estuve en el jacuzzi por mas de una hora, donde dormí una pequeña siesta, al despertarme veo que mi ropa ya no esta, y en una silla había un conjunto hermoso con portaligas, todo blanco de encaje y una minifalda roja muy ajustada, con una remerita muy transparente negra, me vestí y salí del baño.
Al salir veo a los dos guardias jugando a las cartas, uno me toma del brazo y me hace sentar en una silla, yo solo obedecía, me dijo muy suave al odio "ya sabes que tenes que hacer" se paro delante de mí y yo sin decir nada lo desabroche el pantalón saque su pija y comencé a chupar, nuevamente estaba caliente como una perra, dejándome llevar por mis mas bajos instintos.
El otro solo se dedicaba a mirar, se la chupe hasta que acabo dentro de mi boca, obligándome a tragar todo, yo encantada con mi ración de leche.
Cuando el otro se para buscando su turno, entra Carlos, y ellos sin decir nada se van de la habitación, no sin antes recibir un reto de Carlos.
Yo sentada en la silla limpiándome un poco la cara con mi mano, Carlos me dice: "Ahora tengo una cena de negocios y vos vas a ser nuestra asistente, solo te vas a limitar a hacer lo que yo te diga, entedes?". Yo asentí con la cabeza.
Carlos se fue y me quede sola en el cuarto por mas de media hora, luego vino una chica vestida tipo cocinera y me dijo, "veni que Carlos quiere presentarte", salí tras ella del cuarto y al entrar al comedor, estaba Carlos sentado en la cabecera y seis hombres de diferentes edades dos de ellos japoneses. Carlos me ordeno que salude uno por uno, con un beso, todos sabían cual era mi función y mientras los saludaba me hacían dar vueltas para contemplar mi cuerpo y me tocaban la cola o las lolas por encima de la ropa.
Carlos dijo, "Serví la comida". Lo hice sin chistar, y cuando termine me pare junto a Carlos mientras ellos comían la entrada. Cuando terminaron el plato, los dos japoneses se pararon y comenzaron a desnudarme lentamente, mientras todos me contemplaban. Dejándome solo en bombacha y corpiño. La cocinera me tomo del brazo y me llevo a la cocina, los japoneses venían detrás mío. Al llegar me desvisten del todo, y me suben a una especie de mesa con ruedas, grande como una camilla donde me acosté boca arriba. Comenzaron a servir comida sobre mi cuerpo. Me llevaron así acostada en esa camilla al comedor donde todos aplaudían al verme entrar, se pararon alrededor de mí mientras bebían y comían los bocadillos que tenia en mi cuerpo.
Yo estaba mas que excitada, todo era muy nuevo para mí. Comieron todo sin dejar nada. Uno de los señores creo que el mayor de todo, tenia mas de 50 años, se acerco a mi conchita y comenzó a olerla como si de un manjar se tratara, luego a chuparla como nunca antes lo hicieron, todos los demás miraban, perdía realmente la noción del tiempo, fue una eternidad lo que estuvieron chupándome un rato cada uno, pero sin dudas el que mejor lo hizo fue el primero. Todos ellos aun vestidos.
Así de repente todo cambio, uno de los japoneses, saco su pene por el cierre del pantalón, pero sin desvestirse, me dio vuelta de golpe, puso un almohadón bajo mi pancita y se subió a la camilla, apunto su verga calienta a mi cola y me penetro de una, yo solo gozaba, me cogió un rato y lleno de leche mi cola, que a esta altura estaba mas que acostumbrada y necesitada de placer.
Se bajo y el otro ocupo su lugar, uno a uno me hicieron la cola, dejándome llena de leche como nunca.
Yo moría de ganas de chupar una de esas hermosas pijas que me deformaban la cola, pero Carlos no me lo ordeno así que nada dije.
Me dejaron exhausta y con la cola ardiente, se sentaron a la mesa, me sentía un objeto sexual una esclava de su placer y eso me encantaba.
Pasado un rato, Carlos ordeno que me metiera bajo la mesa, y los chupara uno a uno. Orden que acate encantada. Me llamo la atención que cuando estaban por acabar se paraban y se iban yo nada podía ver, así que no me preocupaba mucho porque tenia otra hermosa pija al lado para comerla. Pero al llegar al ultimo, también se paro, y sola quede bajo la mesa. Carlos me llama y al salir veo que me tenían una sorpresa. Una vasito lleno de leche de todas las pijas que comí, la tome mientras todos me miraban, no deje ni una gotita. Y Carlos me dijo "Bien bebe, podes descansar, te portaste muy bien" "si queres anda a tu casa y volve cuando quieras" cuando me dirijo a la cocina a buscar la ropa, la cocinera se para en la puerta de entrada a la cocina y le dice a Carlos " me la prestas un ratito" "por supuesto" contesto Carlos.
La cocinera me hace entrar, me dio la espalda, se levanto su larga falda, me dejo ver su bombachita y su cola que para ser sincera era muy marcada, una belleza. Se bajo su bombacha agachándose hasta abajo y dejando ver toda su depilada conchita.
Se acostó boca arriba en el piso, se desabrocho la camisa dejándome ver sus tetas, me dijo "veni bebita y chupame toda" yo obedecí sin decir nada empece con sus tetas, y empece a calentarme, ella me tomo de la nuca y me dio un beso enorme, el beso mas dulce y caliente que me dieron en la vida. Oriento mi cabeza hacia su entrepierna, y comencé a chupársela como podía, su gusto era particular y excitante, acabo creo que mas de tres veces. Me abrazo y me dijo al oído, vestite y anda a tu casa a descansar. Me dio un teléfono celular, y me dijo "no lo apague nunca" desde hoy tenes que estar siempre disponible para el señor Carlos.