Algo nuevo.

Chica joven se masturba con su nuevo dildo.

Me compré un juguete sexual que me moría por usar, era un dildo que simulaba ser un pene de verdad. Era de un buen tamaño y con venas, aparte de que tenía para poder pegarse en alguna superficie. Era ya de noche así que me preparé, puse una libreta en medio de mi cama y encima de ella coloque el consolador. Estaba ya bien puesto y parado así que procedí a llenarlo de lubricante. Me quite toda la ropa, acaricie un poco mi clítoris para mojarme y cuando creí que era el momento tomé una posición sobre mis rodillas y empecé a meterme el juguete. Primero la punta despacio y después fui bajando lentamente hasta que topé con el final.

Gemí contra mi mano, ahora lo saqué hasta la mitad y volví a meterlo. Seguí con esa misma acción, estaba montando el dildo y eso hacia que mis piernas temblaran. Los movimientos los volví más rápido, ahora lo sacaba casi todo y lo metía de golpe. Era tan delicioso que tenía que tapar mi boca con una mano o morder mis labios para evitar gritar de placer. Podía sentir las venas del juguete en mi interior cada que entraba y salía, arquee mi espalda dejando el juguete completamente dentro. Hice movimientos circulares y acaricie mis pechos, ahora daba saltitos sobre el dildo. Volví los saltos más rápidos hasta que sentí todo mi cuerpo temblar, paré por un momento y saqué el juguete de mi interior. Me baje de la cama para sentarme en el piso, me recargue sobre la cama y tome el juguete, ahora era yo la que lo metía dentro mío.

Lo empujaba y sacaba todo, tenía mis piernas bien abiertas, mordía mi labio fuerte para no dejar salir gemidos. Aceleré las estocadas, con mi otra mano acaricié mi necesitado clítoris, unos segundos después me corrí mojando el juguete con mis fluidos. Seguí metiendo y sacando el juguete para prolongar el orgasmo, quería gemir pero sabía que no podía para que nadie me escuchará. Toda mi vagina estaba llena de mi corrida, tome un poco de ella y como si fuera un lubricante lo puse en mi clítoris para acariciarme. Me acosté en el piso mientras le daba atención a mi botón y chupaba el dildo digustando de mi sabor. Puse el dildo en el suelo (parado) y me subí sobre el, volví a montarlo con rapidez. Escuchaba el sonido obsceno que hacia cada que salía y entraba en mi, yo saltaba desesperadamente sobre el, coloque mis manos en el piso para dejarme en un mejor ángulo. El calor en mi abdomen bajo se hizo presente, así que aumente los movimientos de mi cadera para llegar al climax.

Me enderece y apreté mis pezones, en el último salto que di llegué al orgasmo gimiendo contra mi mano izquierda. Ahora podía ver la corrida caer hasta en el suelo, me salí del juguete y lo ví lleno fluidos. Me puse en posición de perrito mientras lo lamía para limpiarlo, cuando ya estaba limpio me paré para poder acomodar todo.