Álgebra romántica
Cori y samantha descubren el amor cuando se vive al filo del peligro
ÁLGEBRA ROMÁNTICA
Autoras: Eugenia & The Sorceress
¿Por qué había que ir a clase tan temprano?, era lo que se preguntaba Cori, aun quitándose las legañas de los ojos, sus compañeros alborotados gritaban en todo el aula, el profesor aun no había llegado y era raro, era muy puntual. Sus ojos verdes se cerraban a cada segundo, hasta que la puerta se abrió y dio paso a una total desconocida...
S: Buenos días chicos, mi nombre es Samantha Wesley y soy su nueva profesora de álgebra.
Dijo la bella y alta mujer morena ojiazul mientras caminaba hasta su escritorio y dejaba sus cosas sobre él. Todos los alumnos le prestaron atención, la verdad es que era una mujer realmente bella, su aire intelectual volaba por toda la clase y más de uno comenzaba a babear. Cori no apartó el ojo de ella, la miró atentamente esperando las nuevas instrucciones de la maestra.
Sam tomó el libro sobre su escritorio y lo levantó...
S: El libro que usaremos durante el curso es este... ---mostró el libro--- espero que todos le pongan interés a la asignatura ya que deseo que aprueben, no soy la enemiga de nadie y estoy aquí para enseñar, así que cualquier duda con confianza... ---volteó y vio a Cori que seguía mirándola casi sin respirar---
Cori levanto la mano para después hablar...
C: ¿Y los que no tengamos ese libro?, nuestro anterior maestro nos mando comprar otro.
S: Bien pueden ir a la biblioteca, comprarlo o sacarle copias al mío ---le sonrió ampliamente---
C: Gracias... ---le devolvió la sonrisa de igual manera---
S: Bueno... ¿Alguien quiere presentarse primero? ---dijo sentándose sobre el escritorio y reacomodando sus gafas---
Los primeros en hacerlo fueron los chicos, más de uno dio demasiada información, como su número de teléfono, hasta que llegó el turno de Cori.
C: Mi nombre es Cori Benson ---todos en su clase sabían que era de familia importante y alguno que otro abucheo no paso desapercibido para ella, aunque no le daba demasiado importancia, seguía mirando a su nueva maestra---
S: Mucho gusto Cori Benson... ---comentó sonriente la profesora, pero...--- para los demás, guarden silencio.
El resto de los estudiantes calló y la ojiazul se puso de pie para escribir algunas ecuaciones.
Una vez todos presentados comenzaron hacer los ejercicios que Sam les mandaba, Cori lo hacia pero a cada segundo levantaba la vista para mirar a su maestra.
Samantha aparentemente leía el libro aunque solo observaba discretamente a Cori, en eso, levantó la mirada y se encontró con la de su joven alumna, entonces...
S: ¿Algún problema? ---cuestionó amablemente---
Eso le pilló por sorpresa a la rubia, tenía que disimular...
C: Ehm... si, hay unos de los ejercicios que no entiendo muy bien ---dijo algo tímida---
S: Ven acá... ---la invitó con un ademán a su escritorio--- echémosle un vistazo.
La rubia no lo dudó un instante, se levantó y fue hasta la mesa de la profesora, a paso que daba y se acercaba mas a ella su cuerpo comenzaba a reaccionar, sus manos estaban frías y sudorosas, no sabía por que aquella mujer la causaba esas sensaciones. Una vez a su lado le enseñó el cuaderno indicándole lo que no entendía.
C: La fórmula... no me ha quedado muy clara ---en voz baja---
S: Pues... primero despejas X y luego cuando consigas el valor lo sustituyes en la ecuación uno, así encontraras el valor de Y.
C: Gracias, ahora me quedó claro ---sonriente---
S: De nada... ---le devolvió el gesto---
Cori volvió a su asiento y comenzó a hacer de nuevo sus ejercicios, una vez los tuvo listos se dedicó a mirar a la maestra, pero uno de sus compañeros la distrajo pidiéndole ayuda con uno de los ejercicios, en voz baja le ayudaba.
S: Cori... ---le llamó y la joven volteó a verle--- ya que estas tan dispuesta a ayudar a tu compañero ¿Por qué mejor no nos explicas en la pizarra?
C: Ah... claro ---se levantó y fue hasta la pizarra, ahí comenzó a explicar uno de los ejercicios--- y esto da igual a Y ---terminó de explicarlo y espero la aprobación de la maestra---
S: Así es Cori, pero... ---se puso de pie y tomando la mano de la joven...--- te faltó igualar estos valores ---escribió sujetando la mano de Cori---
La rubia se dejaba guiar por los movimientos de su maestra, comenzó a temblar sin darse cuenta, la inquietaba demasiado, Sam parecía no darse cuenta, así que al terminar...
S: Eso es todo, muy bien Cori ---la miró directamente a los ojos y...--- puedes sentarte.
La profesora miró su reloj, faltaban cinco minutos para que la clase terminara, entonces:
S: Para la próxima clase los primeros diez ejercicios de la pagina 101.
Cori hizo lo que la profesora le mandó, para después oír la campana, eso daba a saber que la clase había terminado, por fin era la hora de ir a comer y Cori se moría de hambre.
Samantha esperó a que todos sus estudiantes salieran del aula para después salir ella, caminó con calma y se dirigió a la cafetería, solo compró una soda y buscó un asiento libre, en eso, divisó a su joven y rubia estudiante, así que caminó hasta allá y...
S: ¿Me permites sentarme aquí?
C: Si si, claro ---algo nerviosa, estaba avergonzada por que su profesora vería todo lo que comía, sobre una bandeja tenia dos refrescos, dos bocadillos, una ensalada y un par de bollos---
S: Eres de muy buen comer ---sonrió para luego beber de su soda--- por eso el buen cuerpo ---sin mas y clavó su mirada a un joven que se acercaba a Cori---
Cori agachó la mirada sin poder evitar el sonrojo de su cara.
C: Gra... gracias ---la miró durante un instante--- si le apetece coja algo... creo que me pase ---rió---
S: Gracias, así estoy bien ---la miró divertida por el sonrojo en su cara---
Uno de sus compañeros se sentó delante de la rubia, la verdad es que se llevaba bastante bien con el, solían hablar mucho.
T: ¿Te vas a comer todo eso? ---rió--- saldrás rodando del comedor, aunque me seguirás gustando igual ---le guiñó un ojo---
C: ¡Cállate! ---muerta de la vergüenza mirando de reojo a su profesora---
Sam se aguantaba la risa, la chica le parecía graciosa y bella, de un modo infantil pero bella, no comentó nada y bebió su último trago de soda, se puso de pie y...
S: Gracias, que tengan un buen día chicos.
Cori se quedó viendo como se iba su maestra sin prestar atención alguna a su compañero, una vez la perdió de vista trató de fingir que el tema de su compañero le fascinaba. El resto del día pasó sin novedad, Sam se la pasó observando de lejos a Cori, procuraba que ésta no la viera ya que deseaba pasar inadvertida.
Al terminar las clases Cori volvió a casa, pero volvió en la limosina que iba a buscarla todos los días, se pasó el día mirando por los pasillos para ver si veía a la maestra, pero por desgracia no fue así.
Samantha subió a su auto, seguía de cerca la limosina de la rubia, cuando finalmente ésta llegó a casa, esperó unos segundos y bajó del auto, se hizo desentendida y caminó a la casa junto a la de Cori, traía las llaves en la mano así como varios libros, Cori salía de casa para ir a la biblioteca, se había dejado unos libros apartados que quería leer, para su sorpresa se encontró con su maestra, que curiosamente iba a la casa que estaba al lado de la suya, esa casa hacía tiempo que no la vivía nadie, y ahora tendría a Sam a su lado, podría verla mas de lo que imaginó. Uno de los libros que llevaba se le cayó al suelo, enseguida se acercó la rubia para recogerlo y dárselo.
C: ... Maestra... se le ha caído un libro... ---ofreciéndoselo con voz dulce---
R: Vaya, gracias Cori... ---intentó tomar el libro pero otro de la torre que cargaba resbaló---
Cori tuvo los reflejos rápidos y lo cogió antes de que cayera.
C: Parece que están vivos... ---sonrió---
R: Si... ---sonrió--- así es ---agarró mejor el montón de libros y caminó hacia la puerta de entrada---
La rubia tras verla unos segundos emprendió de nuevo su camino hacia la biblioteca. Cori volvió un momento la vista atrás para mirarla de nuevo cuando chocó con unos chicos.
C: Disculpad.
H: Oye rubita, ten mas cuidado o la próxima vez te arrepentirás ---dijo uno de ellos---
L: Mira lo que tenemos aquí, no está nada mal ---sin que la rubia se diera cuenta la rodearon---
C: Ya me disculpé, ahora dejadme ---trató de moverse pero no la dejaron pasar---
Sam escuchó todo, volteó y vio la situación en la que se encontraba su alumna, dejó los libros en la puerta y caminó rápidamente hacia ellos...
S: ¿Pasa algo? ---su voz sonó tajante, amenazadora---
C: No, no... ---trató de que su maestra no se metiera--- solo choqué con ellos.
L: Oye vieja, vete a dar una vuelta, vamos a enseñarle la ciudad a nuestra nueva amiga ---dijo mientras la agarraba de un brazo---
La ojiazul no quiso armar un gran escándalo, así que empujó al chico y se interpuso entre él y Cori, entonces...
S: Si no se van, llamaré a la policía ---sacó el móvil, siempre lo guardaba en el bolsillo de su pantalón---
L: Oye tía no es par aponerse así ---dijo el chico a la vez que de un rápido movimiento le quitó el móvil--- ¿Y ahora con qué vas a llamar eh? ---rió mientras su compañero agarraba a Cori---
C: Suéltame ---trató de soltarse sin éxito---
S: Suéltala ---fue todo lo que dijo para después en un rápido movimiento darle un puñetazo en la cara---
El otro tipo se vino sobre ella que quedaba de espaldas a él, lo esquivó le tomó el brazo y le aplicó una llave, lo empujó contra el pasto, recogió su móvil y comenzó a marcar, agarró de la mano a Cori y corrieron a la casa de la morena.
Cori estaba muy sorprendida por lo que acababa de ver, estaba en casa de la morena la cual aun no le había soltado la mano, ¿Realmente su maestra había hecho eso?, era increíble, las palabras salieron en un hilo de voz...
C: Gracias...
S: De nada ---sonrió para tratar de calmarla--- aprendí Kung Fu de pequeña ---apartó su mano de la de la rubia y vio sus nudillos sangrando levemente---
Cori vio sangre en su mano y sabía que no era suya.
C: ¡Pero... si estas sangrando! ---cogió su mano y la miró bien los daños--- donde tienes un botiquín, hay que curarle esto ---dijo preocupada---
S: No es nada, no te preocupes ---intentó apartarse de la rubia pero ésta no se lo permitió---
C: Claro que si, le hirieron por mi culpa ---comenzó andar buscando el cuarto de baño, una vez lo encontró...--- dime ¿Dónde tiene las cosas?
S: Ahí en el baño hay un botiquín... ---respondió mientras revisaba sus nudillos---
La rubia lo cogió y con cuidado mojó unas gasas en agua oxigenada para ponerlas sobre la herida con cuidado.
C: Perdone si le hago daño... ---sin mirarla concentrada en su herida---
S: Está bien... ---se quejó ligeramente---
Mientras Cori le curaba la herida Sam la miraba, empezaba a caerle bien la chica.
Minutos después la herida estaba completamente curada.
C: Creo que con esto bastará... límpiesela todos los días ---sonrió ampliamente---
S: Si, gracias ---sonrió mirando detenidamente esa arruga tan graciosa que se le hacía en la nariz a la rubia---
C: Bueno debo irme ya... ---miró unos segundos sus ojos azules, no se había dado cuenta hasta ahora--- gracias de nuevo ---se dirigió hacia la puerta---
S: Gracias a ti... ---se puso de pie y le acompañó hasta la puerta--- si necesitas ayuda con la tarea ten toda la confianza de venir y preguntar ---le sonrió mientras se apoyaba en el marco de la puerta---
C: Se lo agradezco de veras ---no pudo evitar sentir algo al verla en aquella pose, era muy sensual---
S: No hay problema, estoy para ayudar ---le guiñó un ojo---
Sam siguió con la mirada a la rubia mientras esta caminaba por la acera, cuando finalmente se alejó lo suficiente cerró la puerta y suspiró, dejó que Cori se alejara un poco y luego salió detrás de ella. Cori no dejó de pensar en la maestra en todo el camino, una vez llegó a la biblioteca recogió los libros que había encargado, prefirió distraerse leyendo uno por el camino, iba muy concentrada en el.
La rubia caminaba ensimismada en su lectura, por ello no se fijó que estaba a punto de cruzar la calle y que un auto venía hacia ella de frente, cuando escuchó el claxon del auto Cori soltó el libro, divisó el auto y apenas pudo gritar, de pronto sintió un brazo alrededor de su cintura que la sujetaba fuertemente y la hacía subir a la acera, se giró para ver quien la haba salvado y volvió a encontrarse de nuevo con esos ojos azules, su mano estaba sobre la de la morena que rodeaba su cintura...
C: Maestra... ---dijo muy sorprendida--- otra vez...
S: Debe tener mas cuidado señorita ---comentó burlona--- un poco más y no la cuenta ---se apartó delicadamente de ella---
C: Si... ---avergonzada...--- me ha vuelto a salvar la vida... no se cómo agradecérselo.
S: Olvídalo, de no haber sido yo hubiera sido alguien mas quien te ayudara ---sonrió---
C: No lo creo... usted parece estar siempre en el lugar oportuno en el momento oportuno... ---sonrió tímida---
Samantha se hizo la desentendida e intentando cambiar el tema dijo:
S: ¿Y cómo vas con mi clase? ---preguntó mientras caminaba---
C: Pues... ---caminaba a su lado--- no del todo bien, la verdad es que me lío bastante, siempre ha sido una de mis pendientes.
S: ¿En serio? Bueno, pues si se te dificulta tanto yo podría darte clases... particulares ---no quería evidenciarse y tenía que relacionarse cuidadosamente con la rubia---
C: ¿En serio? ---estaba entusiasmada--- ¿No será mucha molestia?
S: No, de ningún modo ---sonrió--- cuando gustes empezamos.
C: Mañana estaría bien ---sonrió contenta--- ¿Por la tarde?
S: Si claro, estaré esperándote ---Sam sonrió y aparentemente se alejó de la rubia---
C: ¡Gracias! ---viendo como se iba la morena, estaba feliz por tener la suerte de estar mas con la maestra, nunca le gustó esta asignatura, pero comenzaba a cambiar de opinión, agarrando fuerte sus libros volvió hacia casa---
La ojiazul caminaba a prisa, había quedado de verse con alguien, al llegar a la esquina de su casa un hombre de la misma altura que ella comenzó a seguirla, Samantha siguió caminando, entró a su casa y dejó al hombre pasar, entonces...
S: Ruben... ---dijo a forma de saludo y esperando una respuesta---
R: Wesley... ---hizo un cabeceo y...--- ¿Cómo va todo con los Benson?
S: Hasta ahora bien, me encargo de la joven.
Cori estaba llegando a casa, no puedo evitar mirar la casa donde se encontraba su maestra, sus ojos se abrieron al ver que la puerta se abría, pensó que la vería de nuevo, pero en cambio vio salir un hombre, ¿Quién sería?, se pregunto, tal vez era su novio o algo así, eso la inquietó un poco, sin mas entró en su casa donde sería recibida por su familia.
Sam se quedó en casa revisando algunos detalles, checaba que las habitaciones estuvieran bastante seguras, luego fue a la cocina y bebió un poco de whisky.
La rubia por fin había terminado de hacer todas las tareas, estaba cansada y quería relajarse y para ello siempre salía por la ventana de su habitación y se sentaba en un gran árbol que tenía justo al lado, en la zona mas alta, la encantaba estar ahí arriba.
Samantha entraba a su habitación, iba a encender la luz pero notó movimiento en el árbol frente a ella, así que caminó sigilosamente a la ventana y se asomó levemente, sentada en las ramas del árbol descubrió a Cori, no pudo evitar sonreír así que en silencio se quedó observándola, tenía que hacerlo, era su trabajo. Cori se había llevado un libro con ella, así que medio tumbada comenzó a leerlo, dejando que la suave brisa moviera unos mechones de su corto pelo.
La ojiazul observó todo el tiempo a la rubia, hasta que ésta se retiró a su habitación.
A la mañana siguiente Sam despertó muy temprano, se arregló y aguardó a que Cori saliera, como de costumbre la siguió en su auto y al llegar a la escuela pasó desapercibida, fue a la sala de profesores y ahí se encontró con Meredith la maestra de historia, charlaron un rato y luego juntas caminaron a sus aulas. Cori pasó sus primeras clases tranquila, siempre buscando con la mirada a la maestra y ansiosa por que llegara su clase, estaba resolviendo un ejercicio cuando la mandaron llamar del despacho, una corazonada la hizo saber que algo no iba bien.
Sam llegó un poco tarde, cuando lo hizo Cori no estaba en el aula, no quiso portarse extraña, así que escribió unos ejercicios en la pizarra y puso a los alumnos a trabajar, salió al pasillo y observó pero no hubo señales de la rubia.
Se podía reflejar el miedo en sus ojos verdes, tras haberle explicado que su madre, la mujer del senador, había sufrido un atentado, lo único que pudo hacer fue echarse a llorar y salir a toda aprisa hacia el hospital, temiéndose lo peor.
Samantha estaba preocupada, Cori no llegaba al aula, tan solo faltaban 20 minutos para terminar la clase, en eso recibió una llamada, respondió el móvil y...
S: Jóvenes debo retirarme por un asunto personal, los ejercicios quedan de tarea, tráiganlos mañana ---recogió sus libros y salió a toda prisa---
La morena corrió al auto y condujo hasta el hospital al que también se dirigía la rubia.
Cori estaba en la sala de espera, su padre estaba hablando con el médico, aun no sabía cuanto daño había sufrido su madre, tenía los ojos enrojecidos, no podía dejar de llorar y de temblar, estaba demasiado preocupada, necesitaba saber como estaba.
Samantha observó cuidadosamente toda la escena antes de hacer aparición, no se le ocurría nada, excepto mentir, suspiró profundamente y se acercó a Cori que esperaba en la sala de familiares mientras lloraba, se acercó a ella y colocando una de sus manos en el hombro de su estudiante habló...
S: ¿Cómo estas? ---preguntó cálidamente---
La rubia se sobresaltó al escuchar su voz.
C: Maestra... ¿Qué hace aquí? ---no entendía por que la morena estaba ahí---
S: Soy la tutora de la clase y me informaron que estabas aquí ---intentó por todos los medios sonar convincente---
¿Desde cuándo era la tutora? pensó...
C: Se lo agradezco, pero no es necesario que este aquí, tendrá clases que dar... ---se limpió las lágrimas con su mano---
S: Es verdad, tengo clases que dar pero pueden esperar y... ---la miró directamente a los ojos--- creo que tu necesitas compañía.
Cuando se encontró con esos ojos azules no lo pudo soportar mas, el llanto se apoderó de ella.
C: Yo... ---sin mas se tiró sobre la morena abrazándola fuertemente, lo necesitaba, se sentía desprotegida---
A Sam la tomó por sorpresa pero dada la condición de la rubia correspondió al abrazo e intentó calmarla...
S: Tranquila... ---acarició su cabellera--- todo saldrá bien, te lo aseguró.
Fue una larga hora la que pasó hasta que recibió noticias de su madre, Sam estuvo con ella en todo momento, por suerte y para su alivio su madre solo tenía una contractura y algunas heridas superficiales, podría volver a casa hoy mismo, después de verla y quedarse tranquila su padre la mandó a casa, a que les esperara allí. Cuando salió de la habitación se encontró de nuevo a la morena.
C: Maestra... gracias por todo, ya se puede ir, yo me iré a casa ---dijo con una leve sonrisa---
S: De nada, ¿Segura que todo está bien? ¿Quieres que... te lleve a casa? ---preguntó algo dudosa, empezaba a dudar que lo hiciera por solo trabajo---
A Cori le vino de sorpresa la pregunta.
C: Creo que ya la he molestado bastante... no es necesario ---contestó amablemente---
S: No es molestia... ---miró su reloj y...--- mis horas de clase han terminado y volveré a casa.
C: En ese caso le estaría muy agradecida ---sonrió dejando ver esa pequeña arruga en su nariz---
S: Vamos entonces...
Caminaron lado a lado hasta llegar al auto de la profesora, ambas subieron y Sam condujo en silencio hasta llegar a casa.
Los días fueron pasando, Cori iba todos los días a casa de su maestra para las clases particulares, cada vez tenían mas confianza, la rubia ya dejó de llamarla maestra y comenzó a llamarla Sam, como lo hacían los amigos, cada rato con ella era increíble, le encantaba todos y cada uno de los gestos de su maestra, mas de una vez la pilló mirándola y siempre se ponía roja, se prometía a diario evitarlo, pero sus ojos tomaban vida por si solos. Hoy no era la excepción Sam volvía de la cocina con un par de sodas, caminaba hacia la mesa donde trabajaba Cori en los ejercicios algebraicos, al llegar puso los refrescos ahí y...
S: Será mejor que descanses, un poco mas y empezará salirte humo de la cabeza ---bromeó---
C: Uf, la verdad es que me vendría bien, por suerte esta materia ya se me va dando mejor y no me da tantos dolores de cabeza ---rió cogiendo su soda para tomar un trago---
S: Espero que si, no quiero ser yo la culpable de que no apruebes el curso ---respondió burlona---
C: Estoy segura de que esta vez aprobaré ---rió---
S: Ojalá ---rió--- oye... ehm... ---dudaba de su propuesta--- ¿No te gustaría ir al cine conmigo?, así nos alejamos un poco del álgebra.
C: ¡Si!, me encantaría ---sonrió feliz--- ¿Qué películas te gustan?
S: De terror... ---respondió sonriendo ampliamente--- pero puedes escoger tu.
C: Me encantan las de terror ---dijo valiente---
S: Genial, vamos entonces... ---Sam tomó las llaves del auto y salió esperando junto a la puerta a la rubia---
Ambas fueron al cine hablando tranquilamente en el coche una vez llegaron cogieron un cubo de palomitas con dos refrescos, para su sorpresa la sala estaba prácticamente vacía.
C: Casi estamos solas... ---algo preocupada...---
S: ¿Y qué tiene eso de malo? ---sonriendo ante la preocupación de la rubia---
C: Eso le da mas ambiente a la película... ---se encogió un poco en su asiento---
S: Miedosa... ---rió---
C: No soy miedosa ---protestó--- solo quise decir que si hay tan poca gente es porque la peli no es buena ---trató de disimular---
S: Claro ---comentó irónica--- bueno si la peli no es buena seguro no te da miedo.
En eso inició la película y ambas guardaron silencio.
Cori había tenido mas de un sobresalto y gran parte de las palomitas volaron, llegó un momento en el que apartó el cubo y disimuladamente agarró la camisa de Sam, tratando de estar más segura así, estaba muerta de miedo. La morena reía para sus adentros, efectivamente la película no era tan buena, fue Cori quien llamó su atención, su mano agarrándole fuertemente la camisa hizo que se pusiera levemente nerviosa, subió la mano y agarró la de Cori.
La rubia desvió su atención de la película para mirar de reojo a la morena, con una leve sonrisa por su gesto se echó un poco mas hacia su lado para estar mas cerca de ella, ahora se sentía mas tranquila por la película, pero nerviosa por estar así con ella, era agradable sentir el calor de su mano sobre la suya, Sam volteó hacia la rubia y le habló muy bajo...
S: ¿Estas bien?
C: Si, gracias ---sonrió--- ¿Y tu?
S: Si bien, bien... ---le devolvió la sonrisa---
Ambas se siguieron mirando a los ojos hasta que un grito de la película las hizo volver la vista de nuevo. No supo en que momento sus dedos acariciaban lentamente el brazo de la morena.
La ojiazul sentía la suave caricia de Cori pero intentaba guardar la calma y no darle importancia, fingía ver la película.
Ambas siguieron viendo la película, cuando terminó no les quedo mas remedio que soltarse, estaban en el coche de vuelta a casa.
C: No ha estado mal la peli... aunque esperaba más... ---decía mirando por la ventanilla---
S: ¿Mas? ---rió sonoramente--- un poco mas y llegas al techo de un brinco.
C: No fue para tanto ---rió--- lo que pasa es que esa butaca estaba rota, por eso me movía tanto.
S: Si claro ---continuaba riendo---
C: Por cierto, no te he dicho nada, gracias por la invitación, la verdad es que me lo he pasado muy bien ---la miraba con una amplia sonrisa---
S: Yo me he divertido también ---le dio un rápido vistazo y continuó conduciendo a casa---
Una vez llegaron a casa tocaba la hora de la despedida.
C: Bueno, mañana nos vemos en clase ---sonrió---
S: Hasta mañana ---sonrió y esperó a que la rubia se fuera---
Cori dudó un poco, pero quería demostrarle lo agradecida que estaba, se acercó a ella y poniéndose de puntillas depositó un suave beso en su mejilla.
C: Buenas noches Sam ---se giró y caminó a casa---
Samantha se quedó de pie viéndola partir, quiso ir detrás de ella y besarla pero no podía, no estaba ahí para eso, solo esperó a que la ojiverde llegara a casa y luego entró a la suya.
Sam entró a su casa cuando una voz llamo su atención.
R: ¿Me puedes explicar qué es eso que acabo de ver? ---dijo serio---
S: Ruben... ---la sorprendió pero...--- solo hacía mi trabajo, la estaba cuidando, eso es todo.
R: No me mientas, te he visto cuidar a otros muchos y nunca has sido así con ellos.
S: Ella es diferente, es una chica, no puedo tratarla como a los demás ---tenía suficientes excusas---
R: Te recuerdo que también has tenido chicas y a ninguna le has permitido que te diera un beso ---el hombre se acercó a ella--- esta es una misión importante, no lo eches a perder, necesitan a la mejor y eres tu... esa muchacha no sabe el peligro que la rodea... ---caminó hacia la puerta para salir---
S: Se como hago mi trabajo, no te preocupes... ---respondió un tanto molesta---
R: Eso espero, no me gustaría tener que quitarte del caso...
S: No me amenaces Ruben... ---lo miró seriamente---
Ruben no dijo nada más, solo salió de la casa dejando advertida a la morena, Sam maldijo en voz baja, quizá Ruben tenía razón pero ella misma aun no estaba segura de nada.
Cori estaba tumbada en su cama, no hacía mas que pensar en Sam, en lo que había pasado en el cine... cada vez que pensaba en ella sentía mariposas en el estómago, ¿sería amor?, pero... Sam era bastantes años mayor que ella, era su maestra, no podía existir nada... pero no sabía como controlar sus emociones, sin pensar mas decidió irse a su rincón favorito, al árbol.
La morena fue a su habitación, sabía que como cada noche Cori estaría en el árbol, las palabras de Ruben seguían sonando en su cabeza, estaba preocupada, no quería perder el caso, no estaba segura si por la magnitud del trabajo o por el afecto que de algún modo empezaba a tenerle a su alumna.
Cori estaba en el comedor, como de costumbre estaba esperando a que su querida maestra se sentara a su lado, se había vuelto habitual, a algunos compañeros les parecía raro, pero a ella poco le importaba, cogió dos refrescos, los que siempre bebían y ahí quedó mirando hacia la puerta, un rato después apareció Samantha acompañada de Meredith, la profesora de Historia, ambas reían como si fueran grandes amigas, al parecer Meredith le estaba contando algo gracioso a la ojiazul, juntas se dirigieron a comprar un par de sodas y tomaron asiento, la profesora de Historia no dejaba de poner su mano sobre el brazo de la morena y a ésta no parecía molestarle. La rubia se quedo viendo extrañada, ¿Estaba molesta con ella por lo de ayer?, tal vez no debió despedirse de ella así... se sintió algo dolida y desilusionada, pero necesitaba saber si estaba molesta con ella, tenía que buscar una excusa y justo la encontró, cogió su libro de ejercicios y se acercó hasta ella.
Sam había estado observando discretamente a Cori desde que entró a la cafetería, pero dada la discusión que había tenido con Ruben trataba de fingir su cercana amistad con la ojiverde, vio que la chica se le acercaba y trató de hacer creer que no había notado la situación.
Una vez a su lado...
C: Disculpen... maestra, ¿Tendría un momento? ---antes los demás profesores no podía comportarse como su amiga---
S: Claro, dígame señorita ---también fingió---
C: Son estos ejercicios, por mas que trato de resolverlos... no lo consigo ---sabía perfectamente como se hacían esos ejercicios, los había estado haciendo en su clases privadas con ella---
S: Veamos ---se acercó para ver el libro y...--- ehm... no hay mucho problema, primero debe elevar al cuadrado este producto ---marcó con su bolígrafo--- y después multiplicarlo con este otro ---volvió a marcar--- obtendrá el valor de X y ya sabe el resto... ---la ojiazul iba a decir algo mas cuando...---
M: Sam... ---tocó de nuevo el brazo de la morena--- ¿No deseas otra soda?
S: Si gracias... ---le sonrió--- ¿Es eso todo señorita? ---dijo indiferente a la rubia---
C: Si... nada más... ---en su mirada se notaba la decepción, ¿Por qué se comportaba así?, le había dolido esa indiferencia y le molestaba esa profesora que tanto la tocaba... cogió su libro y se fue del comedor---
A Samantha también le dolió haberse portado así con Cori pero no podía poner en riesgo su trabajo.
El día pasó rápido, Cori no se presentó a la clase de Sam y aunque le pareció raro pidió a otro de sus compañeros que le cuidara. La tarde llegó y como de costumbre la ojiazul esperaba a que la rubia llegara, pasaron 20 minutos más de la hora en la que usualmente Cori llegaba pero ésta vez no se presentó, Sam salió a buscarla y al abrir la puerta se encontró con su joven alumna muy bien acompañada.
La rubia estaba con su amigo Tomi, decidió tomarse la tarde libre viendo como estaba la cosa con la morena pensó que sería mejor dejar pasar el día, a ver si todo volvía a su normalidad. Siguió paseando con su compañero, ambos reían y charlaban tranquilamente, de vez en cuando él colocaba su brazo alrededor de los hombros de la rubia y no la soltaba hasta rato después.
Samantha no parecía estar muy contenta, se acercó a ellos y...
S: Disculpen... ---los miró seriamente--- ¿No piensas tomar las clases hoy? ---viendo directamente a los ojos a Cori---
C: Ahm... yo... ---se asustó un poco al ver la seriedad de la morena, llegaba a intimidarla--- creí que sería bueno tomar un día libre.
T: No se preocupe señorita, yo la cuidaré bien, mañana se la devolveré ---dijo el chico muy sonriente---
S: Un día libre, claro... ---comentó molesta--- por lo menos debió avisarme que no llegaría así hubiera acomodado mi agenda, en fin... diviértanse ---lo último sonó muy poco sincero y casi amenazante---
Al ver como se iba la morena Cori decidió ir a hablar con ella un momento.
C: Tomi espérame, tengo que darle una disculpa, tiene razón.
T: Claro, te espero aquí ---sonriendole---
Cori fue tras ella, la agarró del brazo haciéndola parar un momento.
C: ¿Podemos hablar un momento?
S: Claro... ---se hizo a un lado en la puerta y dejó un espacio para que la rubia entrara--- pase... ---dejó de tutearla---
La joven entró y la profesora cerró la puerta tras ella, se cruzó de brazos esperando para ver que tenía que decirle su alumna.
C: Quería disculparme, tendría que haberte avisado, lo siento ---apenada--- pero hoy te vi... distinta conmigo y pensé que estabas molesta por algo ---la miró a los ojos---
S: No estaba molesta, no lo estoy... ---respondió acercándose a ella inconcientemente--- será mejor que te vayas con tu amigo... ---sonó un poco dolida---
C: ¿Seguro no lo estas? ---colocó su mano en el brazo de la morena, su mirada se clavaba en esos ojos azules--- podemos tener la clase si quieres, otro día puedo quedar con él ---fue sincera---
S: No lo estoy, no puedo estarlo contigo ---se acercó mas a ella y la acorraló contra la puerta---
Sam le acarició el rostro a la rubia y sin poder resistirlo mas la besó suavemente, casi con desesperación.
Cori estaba totalmente inmóvil, tenía sus ojos abiertos aun cuando los labios de la morena estaban sobre los suyos, no se movió, no sabía que hacer, no se esperó esa reacción, cuando Sam se separó de ella no sabía cómo reaccionar, colocando su mano en sus labios y mirarla unos segundos salió de la casa corriendo.
Samantha se maldijo a si misma, quiso salir detrás de ella y disculparse pero sabía que era muy tarde, como de costumbre esperó unos minutos y salió detrás de ella, pese a lo sucedido aun tenía que protegerla.
Cori se disculpó con Tomi, ahora mismo no podía estar con él, necesitaba estar sola y pensar en lo sucedido, fue a dar una vuelta. Casi era de noche cuando volvía a casa, la noche era perfecta, se detuvo en un parque y se sentó en un columpio, despacio comenzó a moverse, mientras su mirada vagaba por el cielo. La morena la observaba a algunos metros de distancia, tenía que seguir detrás de ella, no podía abandonarla, aunque moría de ganas por ir y abrazarla sabía que no era correcto que esa no era la postura de ella.
Tras estar un rato ahí se puso de pie para irse a casa, pero fue sorprendida por un hombre que la agarraba por detrás tapándole la boca, con una navaja en su cuello y otro que se puso delante, ambos de negro iban con la cara oculta...
A: Danos todo lo que lleves y puede que no te hagamos daño ---Cori solo podía hacer ruidos ya que no podía hablar, cuando el hombre que la amenazaba con la navaja la hizo un pequeño corte soltó un gemido de dolor---
A: Sssshhh, ¡Calla de una maldita vez! ---le dio un tortazo---
La morena corrió hacia ellos, sin decir nada, le quitó al hombre que amenazaba con la navaja a Cori, le dio un par de puñetazos y el otro se echó a correr.
Cori estaba temblando, no se movió ni un milímetro, estaba llorando sus piernas casi flaqueaban.
C: S... Sa... Sam... ---la miraba incrédula---
S: Cálmate, no pasó nada ---se acercó a ella quería abrazarla pero dudaba que fuera correcto---
Cori una vez mas se tiró a sus brazos, necesitaba esa protección que solo la morena le daba, sin pensar lo que ocurrió horas antes, ahora necesitaba que la abrazara.
Sam correspondió al abrazo, durante un momento era en lo único que podía pensar, se apartó de ella suavemente y...
S: Vamos, te llevo a tu casa ---vio un ligero hilo de sangre en el cuello de la chica y...--- Dios... será mejor que nos apresuremos.
La rubia no dijo nada en todo el camino, ambas andaron hasta la casa de Sam, una vez allí la morena le curó el pequeño corte que tenía, estaba algo mas tranquila.
C: Gracias... ---con un hilo de voz---
S: Tranquila, no tienes que agradecerme ---sonrió amable y...--- Cori... ehm, quería disculparme... por lo de esta tarde ---estaba sentada junto a la chica y se encontraba ligeramente avergonzada---
Cori no dijo nada respecto a eso, acortó la distancia que había entre ellas y la abrazó.
C: Abrázame... ---su cara estaba escondida en el cuello---
S: Cori... ---quiso negarse pero no pudo, le gustaba demasiado el simple hecho de que la chica la abrazara---
Sam suspiró profundamente e hizo lo que Cori le pedía, se acomodó en el sofá y afianzó el abrazo.
No sabían cuanto tiempo había pasado desde que se abrazaron, pero en ese momento no importaba, estaba bien y no parecían tener intención de apartarse. Los días fueron pasando y su relación volvió a la normalidad, seguían dando clases y de vez en cuando iban algún lado a pasar un buen rato.
Hoy era uno de esos días, Sam terminaba una llamada telefónica y al volver al salón...
S: Creo que ya eres buena en álgebra ---comentó sonriente--- ¿Quieres descansar un rato?
C: Si después de todas las clases no lo soy, mátame ---rió--- si, eso me gustaría ---la miraba sonriente---
S: ¿Vamos al cine o se te antoja otra cosa? ---hablaba mientras se dejaba caer perezosamente en el sofá---
C: ¿Y si vemos una peli aquí?, no me apetece salir ---bostezando---
S: Por mi no hay problema, tampoco tengo muchas ganas de salir ---sonrió de medio lado--- los alumnos me cansan demasiado.
C: ¿Eso va por alguien en concreto? ---sonó casi amenazante---
S: Nop ---comentó burlona--- ¿Tu qué crees?
C: Si quieres me voy... ---hizo amago de irse---
Sam la agarró por la muñeca y...
S: Era una broma, nada más.
C: Lo se ---rió juguetona y se acomodó de nuevo, pero algo mas cerca de ella---
S: Muy graciosa ---sonrió también y encendió el televisor--- mejor busca tu... ---le dio el control remoto a la rubia y se quedó esperando---
La rubia cambió de canal hasta que pareció encontrar una que le gustaba, una romántica, no sabía por qué pero la idea de ver una con la morena le gustaba.
C: Esta creo que va a estar bien ---sonrió y se acomodó mejor en el sofá---
S: Si... ---fue todo lo que dijo mientras se apoyaba levemente en ella---
Cori lo sintió y ella hizo lo mismo, hasta quedar pegadas la una a la otra, ninguna comentaba nada acerca de la película, un rato después dejó caer su mano con la palma de la mano hacia arriba sobre la pierna de la morena, no se dio cuenta de cuando lo hizo, seguía mirando la película disfrutando de aquel momento.
Samantha dejó de prestar atención a la película y delicadamente empezó a acariciar la mano de la rubia, entrelazó sus dedos, no pudo evitarlo, no era tan fuerte, no con ella a su lado.
Cori ignoró la película para prestar atención al gesto de la morena, seguía mirando la película, pero pensando en ese momento, apretó su agarre con delicadeza, haciéndole saber a Sam que era bienvenido, Sam volteó a ver a la ojiverde, se moría de ganas por besarla pero no pensaba ceder ésta vez, volvió la vista a la película y fingió verla. Despacio Cori se echó más hacia ella hasta apoyar su cabeza en el hombro de la morena, cuanto mas cerca la tenía mas le gustaba.
La ojiazul tomó de la barbilla a Cori e hizo que la mirara a la cara, intentó portarse lo más tranquila y dulce posible...
S: ¿Puedo...besarte?
La pregunta pilló por sorpresa a la rubia, pero le encanto ese gesto que tuvo.
C: Si... ---con la mano acarició su rostro---
Sam sonrió y despacio se acercó a los labios de la rubia. Ninguna cerró los ojos hasta el último momento, el beso fue cálido, dulce, tierno y muy lento, despacio sus labios se abrían para dejarse paso y saborearse, Sam tomó del rostro a Cori, continuaba el beso y aun no deseaba separarse de ella, Cori se acomodó mas en ella, estaba muy a gusto, y Sam era tan delicada con ella... le encantaba.
Por falta de aire se fueron separando despacio, la ojiazul sonreía y veía directo a los ojos de la rubia...
S: Esto... ---no supo que mas decir---
Cori rozó sus labios con los dedos.
C: No hace falta que digas nada... ---sonrió para después darla un corto y tierno beso---
Las dudas salieron a flor de piel en Samantha, no había tenido pareja en mucho tiempo por culpa del trabajo y dejarse besar por su alumna no era su idea de una aventura amorosa...
S: Cori, soy mayor que tú ---ese simple hecho le pesaba---
C: ¿Eso es tan importante para ti? ---preguntó seria---
S: No... Pero besar a mi alumna no me dará muy buena imagen en mi trabajo ---sonrió--- "en ninguno de los dos" ---pensó---
C: Supongo que... tienes razón... ---dijo algo dolida--- podemos dejar las clases particulares... ---tenía su mirada clavada en el suelo---
S: No quiero dejarlas, no quiero dejarte a ti ---la tomó por la barbilla y la hizo subir la mirada--- es solo que... tendremos que tener cuidado de no ser vistas.
C: ¿Estas segura?, no quiero crearte problemas... ---sonrió dulcemente agarrando su otra mano---
S: No tendremos problemas si somos cuidadosas ---le guiñó un ojo y sonrió de medio lado---
Cori sonrió antes de abrazarla efusivamente, estaba feliz, quería estar con ella y no le importaba nada más. Un mes había pasado, las amenazas para los Benson continuaban llegando aunque nada se le informaba a Cori, Ruben continuaba presionando a Samantha, y ésta seguía ocultando la relación entre ella y su "estudiante". Las cosas iban bien, Sam se ocupaba de proteger a Cori y todo era mas fácil ahora que su "amistad" era mas grande, su verdadera relación iba viento en popa y aunque se esforzaban para mantenerla oculta estaban felices.
Como era ya costumbre Cori y Sam habían quedado en un parque, apenas solía ir gente, así que era el lugar perfecto. Cori corría para llegar a su hora, cuando vio a la morena a lo lejos siguió corriendo con una sonrisa dibujada en los labios, cuando estuvo lo suficientemente cerca se lanzó a su cuello abrazándola.
S: Hola... ---sonriente la besó profundamente--- pensé que no llegabas.
C: Lo siento, se me hizo tarde en la última clase ---sonrió y le dio otro beso---
S: No hay problema ---le rodeó la cintura con los brazos--- ¿Qué quieres hacer hoy?
C: ¿Te apetece hacer algo de deporte? ---dijo sonriente---
S: Claro ---sonrió--- como quieras.
Cogidas de la mano fueron hacia el coche, ante la mirada de curiosidad de muchos ninguna de las dos borró su sonrisa de la cara. Decidieron ir a un gimnasio, hacer un poco de artes marciales. Ambas se cambiaron, poniéndose pantalones cortos, dejando ver sus bien formados muslos, un top alegrándose la vista de ambas y las protecciones adecuadas en manos y pies. Sam sonreía mientras miraba detenidamente el cuerpo de su joven alumna...
S: ¿Y por qué has querido hacer deportes hoy?
C: He visto tu forma de luchar y quiero que me enseñes ---calentaba los músculos---
S: ¿Mi forma de luchar? ---sonrió maliciosa--- soy mejor en otras cosas ---la miró pícaramente---
C: Eso no lo pongo en duda... ---sonrió para acercarse a ella y darle un tierno beso en los labios---
La morena empezaba a rodear la cintura de Cori cuando ésta se apartó suavemente de ella y...
S: Dime que quieres que te enseñe ---no dejaba de sonreír---
C: A defenderme ---sonreía también---
Sam se colocó detrás de la rubia, colocó las manos sobre los hombros de ella y...
S: Relájate un poco ---apretó suavemente--- sube un poco los brazos, empuña tus dedos y tira el golpe.
Cori hizo lo que la morena le dijo.
C: ¿Así está bien?
S: No tan tensa ---la examinó y...--- pulgares afuera.
C: Esta bien ---se separó de ella, trató de relajarse y tomó una postura de lucha--- trata de esquivarme ---sonrió mientras comenzaba a dar los primeros golpes---
S: No quiero que te lastimes ---comentó burlona---
C: Por eso no te preocupes ---comenzó a lanzar puñetazos y patadas, aunque no conseguía darle a Sam---
S: Ok... ---se hacía para atrás solo esquivando los golpes---
Cada vez se agotaba más, hiciera lo que hiciera no le daba, paró un momento agachándose muy fatigada, necesitaba recuperar el aliento, Samantha se puso de cuclillas para verle...
S: ¿Estas bien? ---la miraba preocupada---
C: Yo... ---levantó la vista para mostrarle su mirada mas juguetona--- perfectamente... ---se lanzó contra ella haciendo que ambas cayeran al suelo y forcejearan--- ya eres mía... ---dijo riendo---
Cori cayó sobre la ojiazul y esta solo reía mientras continuaba el forcejeo con la rubia, aprovechó en un breve momento de descuido y giró dejando a Cori debajo, entonces...
S: Estas atrapada... ---la miró directo a los ojos---
C: Contigo siempre lo estoy... ---la besó muy suavemente en los labios, dejando de hacer fuerza en sus brazos, para darle a entender que se rendía---
Sam liberó las muñecas de la rubia mientras correspondía al beso, tan solo se dejaba llevar por la rubia, no quería presionarla.
Cori aprovechó ese descuido giró para ponerse de nuevo sobre ella, con una sonrisa triunfante.
C: Ahora la atrapada eres tu... ---rió---
S: Solo porque quiero estarlo ---sonriente se acercó a sus labios y la besó de nuevo---
Cori siguió el beso, dejándose llevar por su maestra...
C: Ni te imaginas cuantos alumnos tuyos quisieran verte con esta ropa ---rió---
S: ¿Y tu no quieres verme sin ella? ---rió, le besó y levemente mordió su labio inferior---
Ante esa pregunta Cori sintió como todo su cuerpo se estremecía...
C: Me... encantaría... ---la besó de nuevo acariciando su labio con la punta de su lengua---
Sam empezó a recorrer con suaves caricias la espalda de la rubia, sus labios seguían unidos a los de Cori, la piel de ésta se erizo al sentir las caricias de la morena...
C: Tengo algo de miedo... por no hacerlo bien... ---le susurró en los labios--- pero me encantas.
S: Quizá debamos esperar ---le acarició el rostro--- no deberías tener miedo en un momento así ---la besó suavemente--- puedo... esperar ---suspiró resignada---
C: Quiero hacerlo... ---la miro fijamente--- solo tengo miedo de... no poder hacerte disfrutar... ---se sonrojó al decirlo---
S: Eso... ---sonrió--- creo que sabrás que hacer en el momento.
C: Eso espero... ---sonrió para besarla mientras sus manos acariciaban su abdomen---
Sam colocó ambas manos en el trasero de la rubia y la apretó contra ella a la vez que abría por completo la boca y comenzaba a jugar con su lengua dentro de la boca de Cori. La rubia gimió en su boca, que también se abría mas para dejar a la morena entrar por completo, con mano temblorosa acarició el pecho de Sam, y lo apretó levemente, Sam giró una vez mas dejando debajo de ella a la ojiverde, le estaba besando el cuello cuando escucharon la puerta del gym cerrarse de golpe, instantáneamente la morena se echó hacia atrás liberando por completo a Cori.
Cori se incorporó con la misma rapidez, fingiendo que habían estado luchando.
C: Bueno... ¿nos vamos? ---dijo muerta de la vergüenza---
S: Si, salgamos de aquí ---ambas se pusieron de pie y bajaron del ring, ninguna veía a los chicos que llegaron---
Volvieron a casa hablando y riendo durante todo el camino por lo sucedido, Cori no le quietaba ojo al perfil de la morena mientras conducía, le encantaba y no dejaría de mirarla nunca. Cuando llegaron a casa de la morena ésta sin bajarse del auto se acercó al rostro de Cori y...
S: ¿Quieres quedarte esta noche en mi casa?
C: Claro, me encantaría ---sonrió y acarició su rostro suavemente---
S: Vamos entonces ---ambas salieron del auto y caminaron hacia la casa de Sam---
Pidieron algo para cenar, y se acomodaron en el sofá para ver una película. Cori estaba en los brazos de Sam y sus manos entrelazadas...
C: Me encantan estos momentos... ---la miró y besó en la mejilla---
S: A mi también ---sonriendo, sus labios buscaron a los de Cori y empezó un suave y lento juego con ellos---
Tras varios besos y caricias llamaron a la puerta, era su cena, que no tardaron en engullir, tras ver la película se fueron a la cama, Cori apoyaba su cabeza en el pecho de la morena, estaban abrazadas, la rubia estaba muy feliz, pero habia algo que no la dejaba dormir.
S: ¿Qué ocurre? ---preguntó mientras acariciaba su espalda---
C: Estoy preocupada... cuando fui avisar a mis padres de que no dormiría en casa... oí a mi padre hablar por teléfono con la policía, al parecer le estaban avisando que una banda organizada quiere atentar contra su vida y... estoy asustada... ---se abrazó mas fuerte a ella---
S: ¿En serio? ---intentó sonar sorprendida--- bueno, no te preocupes, seguro ellos harán su trabajo y estarán seguros.
C: No lo se... mira lo que le pasó a mi madre... mi padre me comentó de irnos del país...
S: ¿De veras? ---ahora si se había sorprendido, no tenía esos informes--- pero... ---no supo que decir---
C: Si... aunque yo no quiero irme... ahora menos que nunca... ---levantó la cabeza para mirarla y dedicarle una tierna sonrisa---
Samantha sonrió también pero...
S: Tampoco quiero que te vayas... pero ---sonaba mas triste--- no creo que a tu padre le haga gracia que quieras quedarte con tu maestra.
C: Seguramente... ---apoyó su frente con la de ella--- aunque nunca te lo haya dicho, yo... te quiero Sam...
S: Yo también te quiero Cori ---se colocó de costado muy despacio y la besó---
Tras muchos besos mas el sueño fue venciendo, se quedaron dormidas, pero ninguna soltaba a la otra, ese calor que se otorgaban parecía como si fuera primordial para dormir.
A la mañana siguiente muy temprano Samantha despertó, con un suave beso en la mejilla hizo que Cori despertara y la envió a casa, necesitaban irse a la universidad, mas que eso ella sabía que recibiría una llamada de Ruben.
Cori salía de casa de Sam cuando el teléfono de ésta sonó, la ojiazul respondió y...
S: ¿Si?
R: ¿Se puede saber porque demonios salió la niña Benson de tu casa? ---Sam sabía a lo que el tipo se refería pero quiso hacerse desentendida---
S: A que no quería dormir sola en casa y ya que sus padres estarían ocupados preferí vigilarla aquí mismo.
R: Escúchame bien Samantha, si noto que estas muy apegada a esta chica te quito el caso.
S: Vete al infierno, se como hago las cosas y no vas a venir tu a enseñarme como hacerlas ---terminó la llamada---
Cori como cada mañana llegó a la uni, se juntó con sus compañeros de clase, aunque siempre iba despistada buscando a Sam. Solo quedaban un par de clases antes de que llegara la de su maestra y eso hizo que su pensamiento echara a volar y soñara despierta. Esas dos clases pasaron rápidamente, Samantha pensaba en como actuar con Cori, no quería lastimarla pero si seguían con su relación ambas corrían peligro, suspiró fuertemente antes de entrar al salón, cuando cruzó la habitación para llegar a su escritorio solo dio los buenos días y caminó sin mirar a nadie. La clase transcurrió tranquila, aunque algo angustiosa para Cori, no había recibido ni una sola mirada de la morena y eso la preocupaba. Cuando había una pregunta para resolver nunca le daba la palabra a ella, algo le pasaba y necesitaba saber que era, se dio cuenta de que no sabía estar sin esa complicidad de ambas. La clase por fin terminó los chicos salieron corriendo y Sam se quedó recogiendo sus libros y el resto de los documentos que los jóvenes le habían entregado como tarea.
Una vez salieron todos Cori se acercó a ella...
C: Sam... ---la tocó el brazo suavemente---
S: Dígame señorita ---se apartó delicadamente de ella, le dolía mas de lo que aparentaba portarse así---
C: ¿Qué te pasa? ¿Por qué me tratas así?... estamos solas ---no entendía nada---
S: No podemos seguir así Cori... no es correcto.
C: No lo entiendo... ¿Por qué ese cambio? ---sus ojos comenzaba a humedecerse---
S: Porque no está bien que andes con una mujer como yo, soy mas grande que tu y además... ---"soy del FBI", pensó pero...--- además soy tu profesora, si alguien lo sabe ambas nos veremos envueltas en un escándalo.
C: Eso no te importó antes... ---lágrimas caían por sus ojos--- no me hagas esto por favor... ---rogaba---
S: Lo siento... yo... ---quería llorar pero aguantaba las lágrimas--- no puedo...
Cori se acercó a ella cogiéndola de la cara y acercándola hasta la suya, casi rozando sus labios.
C: ¿Ya pensabas así cuando me besaste esta mañana?
S: Yo... yo... ---su afecto por Cori la hacía dudar, lo único que quería hacer era tomarla en sus brazos y besarla, pero no podía ceder a sus sentimientos--- esta mañana era distinto.
C: ¿Qué ha cambiado de esta mañana a ahora?... ---besó sus labios muy despacio---
Sam dejó de razonar en ese preciso instante, se dejó llevar por el sentimiento que Cori le provocaba y cedió al hambre de sus labios, correspondió al beso a la vez que estrechaba entre sus brazos a la rubia. Cori le rodeó el cuello con sus brazos y se apretó mas a ella profundizando el beso, prácticamente se estaban devorando, nunca antes se habían besado así, con esa hambre, esa desesperación, ese amor... Sam se apoyó al escritorio sus manos seguían aferradas a la cintura de la rubia, los besos cada vez eran mas prolongados e intensos.
Siguieron besándose hasta que el aire les falto...
C: No me dejes.... quiero estar contigo... ---la beso de nuevo--- quiero ser tuya... ---susurró en sus labios---
S: Cori... te deseo... ---sus labios empezaron a bajar desde su barbilla hasta el cuello de la rubia---
Solo podía suspirar y gemir al sentir los labios y manos de Sam por su cuerpo, giró para apoyarse ella en el escritorio, con su mano tiró todo lo que había sobre el. La morena fue recostando a Cori sobre el escritorio, le quitó la camisa y se pegó a ella mientras continuaba besándola, las piernas de Cori rodearon su cintura atrapándola, las manos se metieron por su camisa haciéndolas dueñas de sus pechos, Sam dejaba a sus labios jugar por los hombros de la rubia, acarició el abdomen de la chica y continuó bajando las manos hasta desabrocharle los jeans, en un instante la dejó sin ellos y comenzó a tocar su vientre.
C: Sam... ---susurraba entre gemidos, la estaba torturando, era la primera vez que estaba con alguien, todas esas sensaciones eran nuevas para ella...---
La ojiazul dejaba a sus dedos suavemente dibujar incoherentes figuras en el vientre de la rubia, no quería hacerlo tan rápido, besó apasionadamente a Cori chupando sus labios antes de continuar, se apartó de la boca de la rubia y fue dejando un largo y húmedo camino hasta el ombligo de la joven. Cori necesitaba sentir su piel, se incorporó y quitó la camisa dejándola en el sostén, se abrazó a ella fuertemente, dejando que su piel se uniera a la de ella.
C: Eres la primera... ---dijo besando sus hombros---
Sam se apartó milimétricamente del vientre de Cori y...
S: Confía en mi... ---susurró para después mojar sus labios y seguir bajando---
Muy despacio Samantha bajó las pantys de la rubia y liberó su tibio aliento cerca de la intimidad de Cori, muy despacio se acercó y empezó a saborearla.
Cori se agarró a los extremos de la mesa, mientras gemía sin cesar, Sam la estaba volviendo loca, todas esas sensación, esa excitación, quería gritar pero no podía, necesitaba mas y mas de ella.
Sam acariciaba las piernas de la rubia, la apretó y la atrajo más hacia su boca, continuó con el tormento, su lengua, sus labios seguían ahí dando más y más, las caricias de su boca se intensificaron hasta provocarle un profundo placer a Cori.
Cori le cogió la cara para besarla en los labios...
C: Te quiero... ---la siguió besando mientras hacía que ahora fuera la morena la que se tumbara en la mesa, se sentó sobre ella y comenzó a besarla los pechos.
La morena sonrió ante el "te quiero" de su ahora amante, los besos de Cori la hacían perder la respiración pero aun así logró decir...
S: Aprendes... tan... rápido ---habló entrecortadamente---
C: Tuve una gran maestra... ---sonrió para seguir con sus besos, mientras sus manos le acariciaban los muslos, siguió besando hasta llegar a su vientre, dejó que su lengua jugara en él libremente---
Una sonrisa chueca se dibujó en el rostro de la morena, ésta se borró al sentir la boca de Cori en su vientre, gimió sin más se aferró a la mesa debajo de ella. Cori siguió bajando hasta llegar a su pantalón, con los dientes desabrochó el botón, sus manos acariciaban su vientre. Finalmente le quitó los pantalones, sus labios viajaron por las piernas de abajo arriba, hasta llegar a los muslos, los besaba, acariciaba y los lamía... quería llenarse de ella.
S: Dios... ---gimió una vez más con el rostro completamente encendido---
No tardó en bajarle el tanga a la maestra, para colocarse entre sus piernas y darle el mismo placer que minutos antes recibió ella. Se entretuvo con su clítoris, su lengua recorrió cada rincón, mas rápido, mas lento, mas fuerte... mas suave... hasta que terminó devorándolo de una manera salvaje hasta llegar al placer absoluto.
El aliento de Sam se liberaba en suspiros, Cori sabía muy bien lo que hacía y lo hizo realmente bien. Cori se abrazó a ella fuertemente, ambas estaban sudadas, sus respiraciones comenzaban a normalizarse.
Sam descansaba por completo sobre la mesa, tenía las piernas entumidas pero lucía una descomunal sonrisa...
S: ¿Qué te pareció? ---levantó la cabeza para ver de frente a Cori---
C: Ha sido... puff... ---sus mejillas aun estaban sonrojadas--- no tengo palabras ---le dio un tierno beso en los labios---
S: Es solo el primer ejercicio ---rió--- tendremos que practicar mas, esto es como el álgebra ---sonreía viéndola a los ojos pícaramente--- mientras mas lo practicas mas te gusta.
C: ¿Te importaría darme clases particulares? ---reía pícaramente---
S: Me sacrificaré por ti ---la besó una vez mas--- cuando quieras puedes venir a mi casa.
Tras vestirse y despedirse, quedaron en la tarde en verse en casa de la morena. Cori le dijo a sus padres que dormiría de nuevo fuera, con todo lo que estaba pasando les parecía mejor que no estuviera en casa por si algo pasaba.
Sam salía de la ducha, esperaba a que Cori llegara, faltaban unos cuantos minutos de la hora acordada, realmente la profesora estaba preocupada, sabía que había hecho mal en hacer el amor a la ojiverde pero no pudo contenerse, lo que sentía por ella fue dominándola lentamente hasta el punto de no razonar mas. El cuello y los hombros le dolían, no sabía si era por el stress o por la tarde que pasó con Cori pero no dejaba de dolerle.
La rubia estaba frente al espejo, ya estaba lista, aun seguía preocupada por la conversación que tuvieron antes, ¿por que quería dejarla?, no sabia que iba a hacer si lo hacía, la necesitaba de verdad. Salió de casa y se dirigió donde su maestra.
Sam recibió en la puerta a Cori, le sonrió ampliamente y...
S: Que guapa estas ---se hizo un lado--- pasa.
C: No mas que tu ---pasó sonriente y se puso de puntillas para darle un beso---
Sam cerró la puerta antes de corresponder al beso, después la pegó a ella y profundizó el contacto.
C: Mmmm... ---saboreó el beso--- Dios como me gustas... ---dijo con los ojos cerrados---
S: ¿Qué pasará cuando sea mas vieja y pierda mi atractivo? ---comentó sonriente---
C: Te seguiré queriendo igual y te cuidaré siempre... ---sonrió y acarició su cara---
S: ¿De veras? ---le besó una mejilla la rozaba con su nariz--- ¿Y si me vuelvo gruñona?
C: No lo harás, te quitaré tu dentadura postiza para que no hables ---comenzó a reír a carcajadas, mientras se colgaba de su cuello---
S: ¿Estas conciente de que solo podré chupar? ---comentó tremendamente insinuante---
C: Lo estoy... y me encanta... ---su dedo índice jugó con los labios---
S: Seré una anciana feliz ---sonrió y la besó una vez mas, no podía estar mucho tiempo separada de ella---
C: Y... ¿Me darías una de esas clases? ---sonrió juguetona---
S: Con gusto ---empezó a desabrocharle la camisa mientras la besaba---
Cori hizo lo mismo mientras se dirigían a la habitación.
C: Creo que estas clases me van a gustar... ---se perdieron en la habitación, para hacer lo que para ellas era dar "clase"---
Un rato después, debajo de las sábanas esperaban a que la respiración les volviera a la normalidad, Sam seguía un juego de labios con la rubia, no podía apartarse de ella.
C: Eres tan insaciable... ---seguían besándose---
S: Lo siento, cuando crezcas me comprenderás ---burlonamente---
C: ¡Oyeeee! ---rió y la besó profundamente--- te entiendo mejor de lo que crees...
S: ¿Sabes? Te envidio ---mientras la colocaba debajo de ella y le besaba el cuello--- has cumplido la fantasía de cualquier estudiante.
Cori no podía dejar de reír, pero en verdad sabía que tenía razón.
C: Pues tú no te quedas atrás... ---le guiñó un ojo---
Sam seguía besando a la ojiverde cuando Ruben irrumpió en la habitación, ambas se sobresaltaron y la ojiazul alcanzó a cubrirlas con las sábanas. Sam se sorprendió ante la llegada de Ruben mientras que este...
R: Estas fuera del caso ---dijo viendo a Samantha--- sal de aquí.
S: No puedes... ---él la interrumpió---
R: Oh si, si puedo y lo haré.
Cori no comprendía nada, se tapaba con la misma sábana que Sam.
C: ¿De qué estáis hablando? ---miraba a ambos---
R: Yo se lo explicaré con gusto señorita Benson...
S: Ruben...
R: Salga de aquí agente Wesley ---dijo muy serio--- es una orden.
Sam salió de la cama y se vistió de espaldas al tipo, en silencio salió de la habitación mientras Ruben hablaba con Cori.
C: ¿Una órden?, ¿usted quién es? ---estaba envuelta en las sábanas---
R: Todos me llaman Ruben ---sonaba misterioso--- y Samantha Wesley es una agente del FBI que fue asignada para protegerle bajo la identidad de su profesora de álgebra, desobedeció todas las órdenes, rompió los protocolos y en consecuencia será relevada de su cargo, eso es todo.
C: ¿Qué? ---Cori no entendía nada, ¿Sam la había mentido?, era una agente del FBI, todo este tiempo había estado jugando con ella... se sentía tan estúpida pero... parecía todo tan real...--- Váyase de aquí ---dijo cogiendo su ropa, metiéndose en el baño para comenzar a vestirse---
Ruben salió del lugar Sam estaba en el salón esperando, cuando el hombre salió fue a la habitación con Cori y...
S: Déjame explicarte... ---fue lo primero que dijo como defensa ante la mirada de la rubia---
C: ¿Cómo has podido? ---sus ojos estaban humedecidos---
S: Tenía que hacerlo, era mi trabajo...
C: ¿Hacer que me enamorara de ti también era parte de tu trabajo?
S: No, todo eso pasó sin querer... es decir cuando me di cuenta me gustabas demasiado y no pude controlarlo mas...
C: ¿Esperas que te crea? ---comenzó a llorar--- yo... yo me enamoré de ti como una estúpida, creí que estabas conmigo porque me querías, pero solo lo haces porque tienes que vigilarme ---tapó su cara con ambas manos---
S: No... ---se acercó a ella e intentó abrazarla--- te quiero, si mi trabajo era cuidarte pero me enamoré de ti mientras lo hacía.
C: No me toques... ---se apartó de ella--- no quiero volver a verte, ¿Tu misión ha terminado no?, ya no tienes que cuidarme... ---comenzó a coger sus cosas para irse---
S: Cori... de verdad te quiero ---se acercó a ella una vez más---
Quería odiarla, gritarle que ya no la quería, pero era incapaz de hacerlo, lo que sentía era muy fuerte, quiso despedirse de ella. Se acercó a ella y la abrazó fuertemente sin decir nada, Sam correspondió al abrazo, sin poder evitarlo buscó sus labios y le besó una vez mas, apenas separada de ella...
S: Créeme, por favor...
C: Me gustaría hacerlo... ---su voz se quebraba--- pero no puedo... no puedo... ---la besó de nuevo, se separó de ella y fue hacia la puerta---
Sam iba detrás de ella cuando de nuevo Ruben se interpuso, le obstruyó el camino y la detuvo mientras le decía...
S: No eches por la borda tu carrera ---volteó hacia otros agentes y le hizo una seña para que siguieran a Cori---
Mientras tanto Ruben conducía a la ojiazul para subir a un auto.
Cori miró por un instante a Sam, para después entrar en casa, no quería que esos hombres la siguieran, ni la vigilaran, quería estar sola, lejos de todos.
Sam y Ruben se trasladaron a las instalaciones del FBI en la ciudad, la morena fue suspendida por un mes mientras resolvían el caso de los Benson, le retiraron la placa y el arma, también le prohibieron acercarse a Cori, todos suponían que Samantha haría caso pero se equivocaban.
Cori estaba en su habitación, pensando que hacer, no quería seguir así, siempre vigilada, quería que la dejaran en paz. Iba a coger sus cosas cuando oyó unos disparos fuera, miró por su ventana y vio a los dos agentes en el suelo, su corazón comenzó a latir más rápido, estaba asustada, iba a bajar donde su padre cuando los gritos de ambos la avisaron de que iban por ella, cuando quiso darse cuenta ya era demasiado tarde...
Sam apenas salía de las instalaciones del FBI, por suerte en la casa tenía mas armas, se dirigía hacia allá en calma, no tenía caso apresurarse, Cori no quería saber nada de ella.
Sus ojos se abrieron, pero nada veía, solo sentía frío, mucho frío, estaba atada de manos y pies, no sabía donde estaba, también tenía un esparadrapo en la boca, en aquel lugar le costaba respirar. Estaba muerta de miedo, quería estar con Sam, necesitaba la protección de sus brazos.
Tras un rato, Samantha llegó a casa al instante notó al par de agentes muertos, tomó el móvil y pidió una ambulancia, entró corriendo a la casa y vio a los padres de Cori mal heridos, supuso que la rubia estaría igual o peor pero continuó hasta comprobarlo, Cori no estaba, había sido secuestrada.
Cori seguía en el mismo sitio, una luz la cegó, sus ojos trataban de acostumbrarse a la luz. Dos hombres encapuchados se acercaron a ella, uno de ellos la levantó poniéndola de pie.
H: Ahora vas a pagar por todo lo que nos hizo tu padre... ---comenzó a golpearla---
C: Yo no hice nada ---dijo llorando---
H: Le daremos donde mas le duele y eso eres tu ---le apretó el cuello dejándola casi sin aire---
Samantha se encontró con Ruben, antes que nada le dio un puñetazo en mitad del rostro y luego siguieron a la ambulancia que trasladaba a los padres de Cori, necesitaba toda la información para encontrarla.
A pesar de que ambos estaban mal heridos le dieron toda la información que pudieron a Sam, sabía quienes eran ya que los agresores hablaron de venganza, sabían incluso donde se encontraban, la policía se encargó todo este tiempo de tenerlos controlados. Samantha no estaba dispuesta a dejar en manos de nadie mas el rescate, sin nada de tacto le exigió a Ruben dejarla a cargo y éste accedió, su placa y el arma le fueron devueltas, le asignaron un escuadrón y juntos preparaban la misión "rescate".
Cori sentía los golpes por todo su cuerpo, la habían colgado de las manos, sus muñecas estaban sangrando por las cuerdas, estaba casi inconsciente, le habían golpeado mucho, solo podía oír las risas de ellos y como la insultaban.
El escuadrón dirigido por Samantha inspeccionaba los planos, harían una redada muy al estilo del FBI rodearían la propiedad e irrumpirían en la casa hasta encontrar el objetivo, todos vestían de negro y se cubrían el rostro, eran trasladados en camionetas equipadas. Cuando finalmente llegaron todos bajaron con escopetas en mano, con una sola señal de sus dedos Sam indicó al resto de los agentes rodear, se acercó a la puerta cubierta por un par de agentes y de una patada abrió la puerta, entraron y los secuestradores abrieron fuego, los agentes respondieron y empezó la matanza, Sam apenas y lograba salir a paso, revisaba las habitaciones del lugar lo mas rápido que podía, Cori estaba casi inconsciente, pero llegaba a oír el tiroteo, con la poca voz que le quedaba pidió ayuda.
C: A... yu... da... porfa... vor...
La morena buscaba desesperada, al llegar a una de las habitaciones le pareció escuchar algo, cuidadosamente entró y se encontró con Cori, rápidamente se acercó a ella y le quitó la venda de los ojos, con el cuchillo que llevaba alrededor de su pierna rompió la cuerda de la que colgaba la rubia, la sostuvo en sus brazos por un momento para pedir refuerzos y salir de ahí.
Cori ya no pudo más, quedó completamente inconsciente, no sabía quien la había ayudado, se había abandonado.
Sam llamó por el radio a sus compañeros, luego de unos minutos un par de agentes llegaron hasta ellas y emprendieron la retirada, el resto de los agentes continuaba el fuego contra los secuestradores, cuando finalmente salieron del lugar Sam envió a Cori en una ambulancia, luego de un momento los agentes habían vencido, los secuestradores cesaron el fuego y fueron arrestados.
Al llegar al hospital los médicos se ocuparon rápidamente de ella, varias horas mas tarde salió el doctor que la atendía.
D: ¿Familiares de Cori Benson?
Sam había estado ahí esperando, muy poco le importó lo que Ruben le ordenó, al escuchar al doctor se puso de pie y...
S: Yo soy familiar de ella ¿Cómo esta?
D: La señorita Benson esta en coma, los golpes han sido muy fuertes, han provocado varios daños en el cerebro... de momento solo podemos esperar.
S: Dios... ---fue todo lo que pudo decir mientras las lágrimas resbalaban por sus mejillas--- ¿Puedo... puedo verla? ---sollozaba---
D: Solo un momento, necesita descansar mucho ---dijo el doctor indicándole donde estaba---
La ojiazul entró a la habitación donde Cori descansaba, se acercó a ella y le besó suavemente la mejilla...
S: Lamento no haber hecho bien mi trabajo ---susurró, se sentía culpable---
Pasado dos meses, Cori no había salido del coma, Sam había estado todos los días con ella, yéndose para lo justo, pero tras lo ocurrido Ruben probó que se salto las reglas en dicho día y para no destrozar su carrera la trasladaron a otra ciudad.
Unos ojos verdes se fueron abriendo, se cerraron al sentir la luz, sentía sus músculos muy pesados, se encontraba cansada, enseguida comenzó a oír voces familiares, que llamaban a un doctor, ¿dónde estaba?, ¿que había pasado?, quería saber muchas cosas, pero no sentía ni la voz, tenía sueño, quería dormir, pero no la dejaron.
Samantha por ahora solo estaba las oficinas del FBI, por lo sucedido la habían retirado de campo, justo ahora estaba en su nueva casa acomodando sus pertenencias, unos documentos resbalaron y se encontró con unas hojas de tarea de algebra, eran de Cori, la empuñó y no pudo evitar dejar escapar una lágrima ¿Que sería de ella, cómo estaría? se preguntó a si misma la agente.
Cori ya había salido del hospital, se había recuperado rápidamente, sus padres le contaron todo lo sucedido, se le hacía extraño que hubieran pasado dos meses, supo que Sam había estado con ella todo el tiempo, pero que finalmente la trasladaron. Volver a oír su nombre hizo que todo su cuerpo se estremeciera, quería verla...
C: Papa, ¿podrías mover algunos de tus contactos para averiguar donde la destinaron?
P: ¿Para qué quieres saber de ella?
C: Yo... ---por lo visto su padre no se enteró de nada--- me salvó la vida, fue mi amiga y quisiera agradecerle todo lo que hizo por mi.
P: Esta bien, veré lo que puedo hacer ---no quería negarle nada a su hija e hizo lo que le pidió, consiguió averiguar donde estaba---
Cori hizo una pequeña maleta y cogio un avión hacia allí.
Samantha estaba en casa, le habían dado unos días de descanso, terminaba de acomodar unas cuantas cosas en su casa, fatigada se acostó en el suelo mirando al techo, al cerrar los ojos una imagen se le vino a la mente, la rubia...
S: Cori... ---susurró a ojos cerrados---
Cori no dejó de pensar ni un instante en la morena, no sabía que le diría al verla, ni que hacer, pero había perdido demasiado tiempo y ahora solo quería hacer lo que sus sentimientos le decían. Fue a la dirección que su padre le dio, los nervios la estaban haciendo pasar un mal momento, quería terminar cuanto antes con esto. Entró en el edificio y subió unos cuantos pisos, se coloco frente a la puerta que la separaba de Sam.
La morena en la cocina, se estaba sirviendo un trago de whisky cuando escuchó unos golpes en su puerta, supuso que sería algún vecino dándole la bienvenida por enésima vez y ni siquiera se tomó el trabajo de ir a abrir...
S: Pasa, esta abierto ---gritó mientras echaba un par de cubos de hielo a su whisky---
Cori entró sin hacer ruido, se asomó y vio a la morena de espaldas, se acercó a ella, rodeó su cintura con sus brazos abrazándose fuertemente apoyando su cara en su espalda.
C: ¿Dejas pasar a todo el mundo?
Sam giró rápidamente y quedó frente a la rubia, al verla sonrió ampliamente y...
S: Yo... ---no sabía que mas decir y prefirió besarla---
Se besaron profundamente, no sabían durante cuanto, pero el aire comenzó a faltar...
C: ... ¿Hola? ---dijo sonriente---
S: Hola... ---se acercó de nuevo a sus labios y comenzó un juego con ellos, no dejaba de verla a los ojos---
Cori se dejaba llevar, pero sabía que tenían muchas cosas que hablar.
C: Quería... agradecerte todo lo que hiciste por mi... ---susurró en sus labios---
S: De nada... lo hice porque te quiero...
C: ¿De veras me quieres?, ¿No fui solo un juego? ---su mano estaba posada en la mejilla de Sam--
S: Nunca fuiste un juego y si, te quiero ---la vio directo a los ojos---
C: Yo también te quiero... ---sonreía feliz, le creía---
S: Quédate conmigo, múdate aquí ---decía muy rápido--- cásate conmigo...
C: ¿Lo dices en serio? ---tenía los ojos como platos---
S: Muy en serio ---sonreía ampliamente---
C: ¡Si, si, si acepto! ---se lanzó directamente a sus labios--- Aunque... tendrás que esperar un poco para casarnos, aun soy menor.
S: Ok, esperaré... ---comentó resignada---
Ambas se besaron de nuevo, sabiendo que les esperaba un nuevo futuro juntas, un futuro lleno de amor, criticado por muchos, pero lleno de felicidad para ellas. Un año mas tarde ambas estaban casadas, los padres de Cori fueron muy amables, aunque les costó admitirlo, sabían que su hija no podía estar en mejores manos. Ahora dependía de ellas cumplir la promesa que se hicieron, no olvidar nunca las clases de álgebra.
FIN