(Alexumisa_rt)

Como conozco a mi Amo y comienza nuestra intención de poner en marcha la relación Amo/sumisa

Un amigo interesado en el BDSM como yo, me comentó un día que había una página interesante de contactos, y comencé a ojearla -con bastante desgana- pues estaba un poco harta de tantas páginas con curiosos, y gente oportunista, que no estan realmente interesados de este tipo de relaciones Amo/sumisa. Yo soy SUMISA. No todo el mundo me entenderá. No es que me guste que me azoten, me humillen, etc. es que lo siento, lo necesito, forma parte de mí. Me gusta pertenecer en cuerpo y alma a un Amo, y ser parte de el. Siempre he plasmado esto en relatos, por medio de mi imaginación, la lectura de muchos otros libros y relatos, mi experiencia por Internet, y mi muy breve experiencia real, con mis parejas.

Esta vez quería un Amo de verdad. Un hombre que supiera hacer de mi una de ellas, sacar todo lo que tenía dentro, y convertirme con un severo adiestramiento en una excelente sumisa.

Al final, creé un nick: lunaazul. Fueron entrando los mensajes, muchos y todos en general bastante aburridos, y simples. Buscaba algo distinto, así que aunque respondía a todos para ser cortés, solo contesté a 4 o 5.

Dos me llamaron especialmente la atención. El primero por su forma en que parecía vivir la relación D/s, y el otro por su estilo sano y creíble.

Con el primero comencé una relación vía correo electrónico, luego por messenger, y finalmente por teléfono. Todo parecía ir bien, incluso decidimos probar y tener una sesión real. Parecía que había feeling entre nosotros. Me pidió que realizara algunas fotos, que me masturbara, y alguna otra cosa, como un mail diario, contándole lo que hacía, lo que sentía. Quería que le tratara de usted y que le llamara señor. También me dijo que en las sesiones quería que llevara mi sexo depilado. Mi excitación iba creciendo día a día, y me sentía realmente su sumisa.

Cuando llegó el momento de tener la sesión real, el supuesto Amo, no dio señales de vida. Desapareció "literalmente" de la faz de la tierra. Me sorprendió que alguien que parecía que tenía las ideas tan claras con respecto a las relaciones amo-sumisa, luego tuviera tan poco estilo y clase, e incluso no fuera mas que un calentorro de la red sin mas…. Considero que todos tenemos derecho a cambiar de opinión, pero lo mínimo es decirlo, contestar, dar una mínima explicación. El caso es que este individuo no merece ni siquiera un segundo de ninguna sumisa, y espero que ninguna otra caiga en su trampa

Con el otro, que le llamaré R., seguí manteniendo contacto por messenger y teléfono, pero sabiendo ambos que tenia una "acuerdo" verbal con esta otra persona.

Conocí a R. porque le agregué al Messenger, después de leer su mensaje en una página de contactos BDSM. Desde el principio hubo entre nosotros coincidencia en muchas cosas. No dejamos de mantener ese contacto, sabiendo que si mi recién iniciada relación no funcionaba, el podría pasar a ser ese Amo que yo tanto había deseado siempre.

Me marché de vacaciones una semana, y el también estaba de vacaciones, pero intercambiamos mensajes, y finalmente cuando no parecía que mi supuesto Amo fuera a aparecer para conocernos personalmente y tener nuestra primera sesión, recibí un mensaje de R. que me sorprendió y gustó por igual, en el cual decía en resumen que si mi "Amo" no aparecía, tendría que aceptarle a el como Amo, y que no me arrepentiría pues tenía la sensación de que nos conocíamos hace tiempo e íbamos a encajar perfectamente como Amo y sumisa.

Todo se precipitó, y tenía que ir con una amiga a un sex-shop a por un regalo para un cumpleaños, y le mandé un mensaje, por si se animaba a venir a conocerme, y en principio dijo que si. Mas tarde, cuando ya estaba en el sex-shop, recibí un mensaje en el móvil, que decía que al final no iba a poder venir. Yo estaba con mi amiga y me sentí un poco desilusionada, pero no sabía que el hombre que estaba justo detrás, observando lo que hacíamos, era R.

Fuimos a otra tienda, pues buscábamos otra cosa, y R. nos siguió, pero no nos dimos cuenta. Ya en el otro sex-shop, nos dijo que si podía ayudarnos. Mi amiga y yo nos miramos extrañadas. Me preguntó ¿no sabes quien soy?, y en ese momento supe que era el: R.

Fue divertido y excitante.

Yo le envié un mensaje a su móvil, diciéndole que no llevaba bragas. Me había puesto un vestido largo, azul, cruzado, y zapatos de tacón. Notaba su mirada en mi culo.

Estuvimos en una tercera tienda, y R. comprobó que no le había mentido. Yo me agaché para ver algo de un estante bajo, y el aprovechó para meter la mano, y comprobar que no llevaba bragas, y que ya estaba mojada. Reconozco que me atraía mucho, ya desde un principio. Conseguía con su sola presencia que me excitara y eso tampoco es fácil normalmente, y menos en éste tipo de relación.

Nos fuimos los tres a cenar algo, y me amiga quería irse porque tenía que madrugar, así que nos quedamos por fin los dos solos para poder hablar. Tras un rato, R. me preguntó si tenía claro si quería ser su sumisa. Me besó, me separó las piernas, y me dijo que siempre que el acercara la mano, quería que yo las abriera todo lo que pudiera.

Yo no sabía si contestarle todavía. Me lo quería pensar. El quería que le dijera algo cuanto antes. Al final pensé: ¡que tontería!, llevo buscando algo y alguien así mucho tiempo. Tengo las cosas claras, ¿porque no?. Así que le contesté: Si, quiero ser tu sumisa, tu puta, lo que tu quieras que sea.

Me pidió que me desabrochara el vestido para verme, conocer un poco mi cuerpo. Estábamos dentro de un coche y la situación no era la más cómoda, pero aún así el deseo fluía entre los dos. Yo estaba literalmente empapada. Sacó las tetas del sujetador, las acarició, toco y apretó los pezones. Luego bajó a mi coño. Lo abrió, tiró de mis labios, dejó mi clítoris al descubierto. Me dio unos azotes en el coño. Me sentía muy caliente, pero notaba que el estaba como yo. Nos mirábamos, y nos deseábamos.

Luego me puso de espaldas y a cuatro patas para acariciar mi culo. De repente su mano empezó a azotarme. Rápidamente mi piel blanca se convirtió en roja, y me ardía, pero yo estaba sumergida en un gran placer, y mas viendo como mi recién estrenado Amo disfrutaba con su Sumisa.

Me hablaba, suavemente, me decía que me iba a enseñar, que iba a hacer de mi una gran sumisa, su sumisa…. su puta, su golfa.

Los azotes pasaron entonces a mi coño, mis tetas. Me decía que le gustaba mucho, y que sabía que podía lograr de mi lo que buscaba.

Introdujo los dedos en mi coño y luego en mi culo, y me dijo que no estaba muy dilatada, y que habría que ir haciéndolo poco a poco, porque tendría que caber su mano entera.

Entonces me dijo que era el momento en que debía comer la polla de mi Amo. Quería ver si sabía hacerlo, a su ritmo, a su gusto, como la puta que debía ser. Tomé su polla con mi mano y me la metí entera en la boca. Con ganas, saboreándola. Me dijo que no la cogiera con las manos, y que quería rozar la punta con mi garganta. Así lo hice, tanto la metí que me producía arcadas, pero al mismo tiempo me gustaba esa polla que ya sentía como mía. Como no se quería correr en mi boca, la sacó.

Me hizo salir del coche, apoyarme sobre el, y me la metió sin contemplaciones en el coño. Hasta los huevos, sujetando mis brazos por encima de la cabeza. La sacó para hacer lo mismo en mi culo. Folló mi culo sin parar, con fuertes embestidas, abriéndolo todo lo que pudo, y diciéndome al mismo tiempo que ya era suya, hasta que finalmente se corrió dentro. Luego dijo que quería que limpiara su leche de la polla, que le pasara la lengua, hasta dejarla brillante. Así lo hice. Era una primera aproximación entre nosotros, pero lo suficiente para augurar una larga relación Amo/sumisa, que os contaré según vaya progresando mi doma y nuestras sesiones. Salvo la iniciación que la he publicado primero.