Alexis un machito híbrido monteador

Como experimenté con un machito muy hetero, que realmente en el momento de ir a la cama, no lo era tanto. Además según él fuí el primero.

ALEXIS UN MACHITO HÍBRIDO MONTEADOR.

Amigos de la web tengo el gusto de publicar mi sexto relato, vivencia que aconteció en pasado invierno del 2005, en un paraje cito al este de mi ciudad.

En él se cuentan mis andanzas sexuales y momentos eróticos que me han hecho sentir muy a pleno mi sexualidad y que por sobre todas las cosas me cargan de emociones nuevas.

Para los lectores que me conocen saben que viajo mucho durante la semana, mi profesión así lo exige, esto comienza también en el ómnibus que me lleva todos los domingos a mi lugar de trabajo, que queda a 110 kilómetros de mi ciudad natal.

El ómnibus sale de la terminal a las 19:00 pm, siempre reservo los asientos sobre el final del coche, ya que en ese lugar se viaja muy tranquilo, el sector anterior siempre va cargado de maestras que también viajan y van en continuo conversar, que se asemejan a las "urracas parlanchinas".

Subo al coche, mi asiento el 38, final del coche, o sea en la última fila, que en vez de tener 4 asientos como el resto del coche, tiene 5, ya que hay otro asiento entre las dos filas, eso hace que quede una fila completa de asientos, el coche estaba casi completo, sólo quedaba libre al asiento que se hallaba al lado mío y el del medio de la última fila, el ómnibus inicia su recorrida siempre de manera puntual, sale de la terminal y toma la ruta, pero previamente hace una parada lejos de la terminal, concretamente en el otro extremo de la ciudad, donde levanta más pasajeros, ahí sube un muchacho, de aspecto un poco desvencijado, estatura 1,80, de pelo negro peinado con raya al medio, y melena bastante larga a los costados, de vaquero gastado y una campera de abrigo con corderito, una bufanda le envolvía el cuello, que se la va quitando mientras se acerca al final del coche, rostro bastante curtido por los fríos, pero me asombró ya que el parecido a Christian Bale (Actor americano de cine) era notorio, cuando vé que quedaba un asiento a mí lado y el otro del medio, mira hacia el otro extremo y saluda a los dos pasajeros que venían al final del coche pero en el otro sector, de manera muy notable, ya que parecían muy conocidos.

Se sienta en el asiento del medio y comienza a conversar con los dos pasajeros que quedaban a su lado, tenían un coloquio muy simpático ya que reían y disfrutaban de comentarios que ni idea tenía.

Minutos más tarde llega el guarda a tomar los boletos, luego que termina, vuelve al inicio del coche y en ese preciso momento se apagan las luces, sólo quedando las lucecitas de los números de los asientos que se hallan encima donde se colocan las maletas. Eso genera una tenue luminosidad dentro del coche, que se preparaba para tomar la ruta 14 rumbo a la ciudad "El Carmen".

Me dispongo a colocarme el discman, con un CD grabado en sistema mp3, que posee una 180 canciones, me coloco los auriculares y reclino el asiento hacia atrás y comienzo a escuchar música, ya que el viaje dura 2 horas y 45 minutos aproximadamente.

De reojo a cada rato observo a los pasajeros que seguían conversando de muy amena manera, cierro los ojos y continúo con mi viaje mental escuchando muy buena música.

Luego de 40 minutos, llegamos a la localidad del "Carmen" y se encienden las luces, en ese momento veo que el muchacho me observaba de manera bastante rara, yo le sigo mirando, aprovecho a observarle con un poco más de detenimiento, se había sacado la campera y estaba con un buzo tipo rompevientos de color vino, sus brazos apoyados en los apoyabrazos del asiento, (que en nuestro país se le denomina "del bobo"), me miraba insistentemente, hasta ese momento por mi cabeza no rondaba nada de nada, se los digo muy en serio.

Mas allá que era bastante atractivo por su rústica manera de vestirse y de hablar, además en algún momento de la conversación había captado de que trabajaban en los montes, o sea que se dedican a la forestación.

La zona donde trabajo se halla muy abocada a la plantación de Eucaliptus Grandii, que está en la época para ser cortados, ya que tienen ya casi 18 años, y esta gente que viajaba eran parte de una cuadrilla que se encargaba de esa tarea, me entero de que también van a Blanquillo, donde alquilan una casa para todos los de la cuadrilla.

Luego de uno minutos de parada, el coche se dispone ahora así a marchar sin detención hasta la localidad antes mencionada, faltando como una hora y 45 minutos, el camino es de tierra, por lo tanto el coche no alcanza velocidades superiores a 60 kilómetros en la hora, además las irregularidades del terreno, lleva a que quiénes viajamos quedamos bien batidos como una piña colada o un cóctel.

Ya avanzados en el recorrido, los compañeros del fondo se hallaban completamente dormidos, situación que determino con mucha cautela, sólo alumbrado por las lucecitas de los asientos, veo que el guacho del medio, se había reclinado hacia atrás y tenía las piernas estiradas hacia el pasillo, ya que no poseía a nadie adelante, le permitía estirarse sin problemas, le observaba el largo de las piernas que se hallaban cruzadas entre ellas, sus manos estaban colocadas con los dedos cruzados en la entrepierna.

Me incorporo para observar con más detalle, miro al resto de los pasajeros y veo que duermen profundamente, con las dos cabezas en contacto, lo que me daba mucha tranquilidad; se darán cuenta que a esa altura mi cabeza ya andaba pensando cosas raras (Elemental mi querido Watson).

En la penumbra de la noche y el traqueteo del ómnibus, lleva a que las horas se hagan eternas, es verdaderamente un viaje matador, aunque luego se me pasó volando, pah ¿qué contradicción?.

De repente, veo que el guacho se incorpora, tuerce la cabeza hacia donde yo estoy y me mira de manera pícara, se pasaba la lengua por los labios, como un perro hambriento y se acomoda el cabello, segundos más tarde se recuesta en el respaldo del asiento y coloca los brazos a los lados en los apoyos, en ese momento veo, que por encima del vaquero se apreciaba un tremendo bulto, es evidente que tenía una erección, el traqueteo del coche, la temperatura, las miradas, todo inducen a generar un clima propicio para la fantasía.

Aprovecho, me recuesto en mi asiento, y coloco mi cola bien al lado de las piernas de él, una mano la uso para sostener mi cabeza y la otro la coloco sobre mis nalgas, cosa de tenerla muy cerca de sus piernas, a esa altura del partido, él y yo teníamos claro lo que iba a suceder.

Era evidente que se hacía el dormido, de a ratos se tocaba el paquete, que a esa altura de la noche se quería escapar de la jaula.

Yo no me perdía detalles de sus movimientos, fui acercando mi cuerpo hacia el de él y hasta que tomé contacto, siento que mueve sus piernas sobre mis nalgas de manera suave, lo que me indujo a seguir con mis planes, muevo mi mano y la dejo caer sobre su pierna izquierda, siento un calorcito muy peculiar, quedo quieto y él me toma la mano y se la coloca sobre su miembro, ay.....Dios mío, tengo una facilidad para elegir pijas grandes, empiezo a sobarle el paquete suavemente y aprecio que el contacto era muy directo con su miembro, esto luego lo determino con veracidad, ya que no usa slip, estaba tan grande, dura y caliente, que no me aguanté y me enderezo en el asiento y me acerco a él, simultáneamente el se incorpora y me dice:

-Cuidado que no se vayan a despertar mis amigos, porque si me ven quedo regalado-

A esa altura no entendía nada, solo le sobaba el paquete y veía que lo disfrutaba, se inclinó sobre mí y con sus manos me tocaba todo el cuerpo, buscando mis nalgas, me metió la mano por detrás sentía que sus dedos llegaban a la hendidura.

En un momento de lucidez, miro hacia los compañeros y veo que uno de ellos hace una mueca, como de despertarse, saco la mano de él y le retiro mi mano de su verga, el se da cuenta y entonces se recuesta nuevamente en el asiento, a todo esto ya estábamos muy próximos a la localidad, pasábamos el puente del arroyo Blanquillo, lo que indica que estábamos a quince minutos del destino, eso me puso mal, ya que el tiempo era oro, entonces me arrimo a él y acercándome a la oreja de digo:

-¿Qué te parece si la continuamos en mi casa en Blanquillo?-

El me mira sonriente y nervioso a la vez, mirando hacia los costados y me responde:

-Bueno, mirá como me dejastes- señalándose el bulto.

Seguimos avanzando, los amigos dormitan nuevamente y yo empiezo con la faena nuevamente, el se incorpora nuevamente y me dice:

-Pah.....¡¡¡¡qué loco que sos!!!.-

Yo sin detenerme, le digo al oído:

-Es que estás muy bueno,¿cómo te llamas?-

-Alexis ..........mmmmmh- decía quejándose

Veo las luces del pueblo, retiro mi mano, me acomodo la ropa, veo que el toma su campera del portaequipaje y se la coloca, cubriéndose totalmente su erección.

Legamos a la terminal de Blanquillo, Alexis se levanta del asiento y desciende del bus, hago lo propio, esperando un poco, salgo y busco hacia donde se dirige y lo sigo.

Por suerte la zona de la terminal está bastante oscura, toma por una de las calles y yo tomo el equipaje y me dispongo a seguirlo, a los 100 metros veo que se detiene y mira hacia atrás, me ve y me espera hasta que yo lo alcance, cuando llego donde él, me pregunta:

  • ¿Tenés lugar donde ir?-

Y sin dudar le respondo:

  • Mi casa está a cuatro cuadras de aquí- y me dispongo a explicarle donde resido y cómo debe hacer para llegar, el me dice que está bien, que él va hasta su domicilio, deja su mochila y a las 11:30 pasa por casa, yo le explico que está super, ya que a esa hora la zona está super tranquila, que no debe haber nadie en la calle y así poder entrar a casa sin que nadie nos vea. El acepta la propuesta e incluso me dice que no quiere ser visto, ya que el pueblo es muy pequeño y bastante resistente a este tipo de orientación.

A mí me favorece más que más, ya que mi casa está casi en el centro de la localidad y siempre hay muchos vecinos y por ende mucho movimiento, pero en invierno, los vecinos se quedan desde muy temprano en sus respectivos domicilios.

Cada uno para su casa, a todo esto eran las 10:35 de la noche, llego a mi casa, que queda al fondo de una gran casa, para entrar a ella, tiene dos entradas independientes, por los laterales de la casa principal, situación que me favorece de buena manera ya que una de las entradas está bien cubierta de la luz de la calle y no se ve prácticamente nada desde afuera.

Me dispongo a guardar mi ropa en el placard, acomodo un poco el dormitorio, ya que no hubo nadie en todo el fin de semana, abro las ventanas, para ventilar y de paso observar a la distancia la venida de Alexis.

Mi corazón estaba ya a mil, me había conseguido un machito híbrido (ya verán porqué) monteador y lo iba a aprovechar a full.

Aprovecho el tiempo, voy hasta la cocina y saco de la heladera unos cubitos de hielo y me sirvo en un vaso de grapa miel, bebida muy dulce que es muy propicia para la época, ya que te quita el frío y de paso te alegra un poco el espíritu.

Salgo hacia la salida lateral, enciendo un cigarro, a todo esto ya eran las 11:25, me dirijo hacia un rosedal y veo que viene una sombra a la distancia, en la misma cuadra de casa, no se distingue quién es, pero miro hacia todos los lugares y no se ve a nadie, se acerca la sombra y se aprecia que viene con un jogging (equipo deportivo) puesto, oscuro que posee una capucha y que a su vez la trae puesta, viene de manera soslayada por el medio de la calle, él no me ve, pero yo sí, pasa a escasos metros de donde estoy, sin verme, le chisto y se da vuelta, encarando hacia donde estaba, se acerca, entra al patio y yo le indico que me siga.

Entramos por la puerta del fondo, vamos directamente al dormitorio, el se quita la capucha y lo veo, que tiene el pelo mojado y se le siente una fragancia a machito recién bañado, ay........que lindo.

Entablamos una conversación muy trivial, se notaba muy nervioso, mirando todos los detalles de mi dormitorio y me comenta lo agradable que es y el olor que hay, yo había encendido un palito de incienso, ya que me agrada y cubre el olor a cigarrillo, que queda muy impregnado, ya que yo fumo dentro de ella.

Tengo dos sillones muy cómodos, que uso para leer, se sienta en uno de ellos, yo apago la luz central del dormitorio y enciendo el velador que tengo en la mesita que se halla al lado de la cama, me siento en la cama y le extiendo el vaso, invitándolo a compartir mi bebida espirituosa, el la acepta y bebe un sorbo muy largo, como si quisiera terminárselo de una, lo dejo, me devuelve el vaso vacío, y le digo:

-Pah..... te gusta la grapa miel-

-Es que tenía algo de sed y estoy nervioso- dijo mirándome

-¿De qué estás nervioso?- le cuestionó tomándole el vaso.

  • De que nos vean- dijo

  • No te hagas problema, está todo muy tranquilo- le dije disponiéndome ir a la cocina a servir un poco más de bebida, antes de salir le ofrezco un cigarrillo, que me acepta.

  • Voy a traer un poco más- le dije mostrándole el vaso que sólo tenía los cubitos de hielo.

-Bueno, está lindo para tomar algo y charlar- dijo

Salgo de la habitación atravieso el living diario y en la cocina, preparo otro vaso, sirvo los dos vasos y retorno al dormitorio.

-¿No tenés música?- me preguntó, como mas decidido y un poco más tranquilo, se había recostado hacia atrás en el sillón y se hallaba cruzado de piernas.

  • Si, esperá que traigo el equipo- le entrego el vaso, coloco el mío en la mesita y salgo nuevamente al living y traigo un minicomponente , lo coloco en el escritorio y enciendo la FM que está en la zona, a esa hora estaban difundiendo un poco de música tropical, cosa que le agradó bastante.

-Este tipo de música es la que más me gusta- dijo moviendo la cabeza al ritmo de una cumbia que sonaba.

-A mí no me atrae mucho, pero si a vos te agrada, vale- le dije.

-¿Puedo subir el volumen?- me dijo

-No hay problema- le dije

Bebemos , fumamos y charlamos de su trabajo, me cuenta que tiene un trabajo muy pesado, que le pagan por hora de trabajo y que inicia su labor a las 6 de la mañana, paran a comer al mediodía y continúan en la tarde hasta las 18 y vuelve a su casa a descansar, me muestra las palmas de las manos que se hallan muy deterioradas, con callos y algunas esquimosis (lesiones en piel), veo que el trabajo es bastante complicado y pesado, pero el está satisfecho, ya que le pagan buen dinero por quincena y está juntando para comprarse una moto.

Bueno ya habíamos entrado en confianza y el ambiente estaba especial, nos habíamos tomado como tres vasos y estábamos bastante alegres, el se levanta del sillón y me pide para ir al baño; yo me levanto también y le indico dónde queda.

A los minutos retorna, y me dice:

-Ché .....Elbio, que rostro tenés como me encarastes en el ómnibus, me dejastes helado-

-Pero la entrada y las vichadas me las distes vos, yo no estaba ni ahí - le dije

-Sí yo te ví y como vos me seguías mirando, me dí cuenta de que algo pasaba- dijo

-Además ví cómo te pasabas la lengua por los labios y ahí me día cuenta de que algo iba a pasar, fue así como esperé que se durmieran tus compañeros para comenzar con la faena- le dije sonriéndome .

-Bueno ....¿y que vamos a hacer?- dijo poniéndose de pie.

  • Lo que vos quieras- le dije

En ese momento sentimos un tremendo trueno, seguido de un conjunto de relámpagos y posteriores truenos.

-Pah.....,se viene el agua- dije

-Hay no me jodas, si llueve no trabajamos- dijo cómo con bronca.

-¿Qué pasa, si llueve no hay trabajo?- le dije

  • Claro no podemos- dijo como resignado.

  • Pero talvez llueve ahora y mañana está bien- le dije

En ese momento se larga a llover, mal, una bomba de agua como decimos aquí que hacía estruendo sobre el techo y ventana del dormitorio.

  • No me puedo calentar, ¿me puedo quedar aquí en tu casa a dormir?- me dijo

  • No hay problema, tiramos un colchón en el piso y está bien- le dije, mi cabecita ya daba vueltas.

Alexis, tenía una pinta bárbara, el equipo deportivo le sentaba muy bien, buena estatura, una boca grande con labios muy finos, y con dientes grandes, sonrisa muy bonita, pero con una picardía casi extraña. A cada momento se tocaba la entrepierna, se notaba que tenía su miembro erecto, pero el pantalón lo disimulaba, yo se la miraba insistentemente, el sabía que yo estaba muy caliente, se levanta y se despereza, estira los brazos hacia arriba, se le levanta la campera dejando ver su ombligo cargado de vello, que seguía como una línea hacia su pubis, que quedaba interrumpido por el pantalón, pero oh....sorpresa, su verga estaba super erecta, se proyectaba como una punta enorme sobre el pantalón , la famosa y tan bien ponderada "carpita", como le decimos aquí en Uruguay, cuando se nos para la pija y quedamos en evidencia.

Es evidente que eso estaba marcando la bandera de largada, a buen entendedor, pocas palabras bastan, le estiro la mano, para que se siente conmigo en la cama.

El se acerca, se sienta a mi lado, se tira hacia atrás en la cama, quedando a mi lado lo que yo ya había probado en el bus, su miembro casi queriendo romper el pantalón, era una postal, que sigo recordando en mis momentos de soledad y fantasía.

-¿Qué vamos a hacer?- me dice colocándose la mano sobre su pija.

  • Lo que vos quieras, veo que estás a full- le dije

  • No me vas a creer si te digo, que cuando llegué a casa, de lo caliente que estaba, que en el baño, me tuve que masturbar- dijo, levantando su cabeza y sonriendo.

-¿Tan caliente te quedastes del viaje?- le dije

  • Claro, es que soy muy sexual, cualquier cosita me recalienta- dijo

  • A pesar de tus 19 años, veo que estás muy excitado- le dije

  • Es que hace mucho tiempo que no tengo novia, creo que desde el 2003, cuando dejé la última- dijo

  • ¿Pero no has tenido otra novia desde ahí?- le dije tomándole el miembro por encima del deportivo.

  • Sólo algunas para coger, nada más- me dijo apretando sus labios con los dientes.

No hubieron más palabras, comenzó una jornada de sexo impagable, le estrujaba la verga de manera intensa, que sólo crecía y crecía más, le retiro el deportivo, le quito los soquetes y los calzados deportivos, le retiro el buzo hacia arriba, para aprovechar en toda su extensión cada centímetro de piel, comienzo a succionarle los pezones, que eran bastante grandes y que tenía una areola grande y oscura, mientras chupaba sus tetillas, le seguía refregando la verga, se la pajeaba y le quitaba el prepucio, hasta que quedaba la cabeza bien desafiante, brillosa, cubierta de líquido, era un espectáculo tentador, sigo pasando la lengua, por su pecho, ombligo, introduzco la lengua en el ombligo y él solo se retorcía gimiendo, se notaba que lo disfrutaba.

Estuvimos así como diez minutos, esparciendo saliva por toda su piel, hasta que llegamos al lugar, comencé a darle pequeños besitos a la cabeza de su pija, que vibraba, sentía un olor especial, propio de un machito brioso, con deseos de coger, me fui introduciendo el miembro en mi boca, que era aparte de hermoso, recto, super grueso, de 20 o 22 cm, sobresalía al colocarle las dos manos continuas, por eso digo que superaba los 20, era hermoso, demasiado grueso para mi gusto, pero ya que estaba en el baile había que bailar.

Me lo pude introducir totalmente, casi vomito, ya que cuando lo hice, él movió la pelvis, haciendo que se metiera hasta la campanilla, provocando así el reflejo del vómito.

Pude contenerlo, ya que me retiré, saqué la boca y me levanté, el se dio cuenta, de lo que había pasado, me mira, con una cara y me dice:

-Disculpame, no fue mi intención, es que la chupas tan bien, que me olvidé donde estaba- se acerca y me planta sus labios sobre los míos y nos fundimos en un profundo beso, que llevó una eternidad, la puta..........como besaba el guacho, su lengua era una serpiente endiablada, degenerada, sus labios unas aspiradoras, me enloqueció, sus manos se movían por mi espalda, mi pecho, fue una locura, ha sido uno de los guachos que me ha hecho erizar, poner la piel de gallina, del principio al fin.

Continuará.

En pronta entrega, contaré la continuación de esta noche y como Alexis siguió atendiendo mis necesidades sexuales y como llegué a atender las suyas, a pesar de ser un híbrido heterosexual, que sólo había tenido relaciones con chicas.(Jajajajaja).

Nos vemos pronto, no dejes de hacerme los comentarios, ya que me enriquecen como autor y evidentemente como hombre gay.

Ah....te cuento que lo ví ayer en el centro, abrazado a una pendejita, eso fue lo que me hizo recordarlo y contarles esta historia.

Cuando me vé que estaba con una amiga, me saluda con la mano y me dice:

-¿Cómo andás Elbio, tanto tiempo?-

  • Bien y vosss........................

Chau........................................Elbio.