Alexis un machito híbrido monteador (3)
Continuación de una intensa relación entre un gay de 40 años y un hetero híbrido de 19 años, de profesión monteador, se aproxima el desenlace, sólo para quiénes ya han leído las dos partes anteriores, situación sin equa non para entender esta relación casi digna de guión de película del ambiente.
ALEXIS UN MACHITO HÍBRIDO MONTEADOR ( 3ª parte)
Amigos lectores es con sumo placer que les realizo la tercera entrega de la trilogía de Alexis, muchachito lindo si los hay.
Como diría mi maestra de tercer grado "Monona", ..."no hay dos sin tres".
Luego de la ducha reparadora, ambos estábamos prontos para retomar nuestra actividad curricular, llego al dormitorio, la lluvia no cedía, la tormenta eléctrica, había cesado, los primeros colores de la alborada se introducían de manera tímida por la ventana, sólo la lucecita de la mesita nos daba la luminosidad necesaria para vernos, pero cuando miro hacia la cama lo veo sentado, con la toalla en la cintura, el pelo mojado bien peinado hacia atrás, le daba un aspecto más impactante, la cama bastante desordenada, él me miraba con una picardía digna de recordar e imposible de contar.
- Traigo una picadita, hay queso, salamines, maníes y palitos salados - le dije poniendo sobre la cama, la bandeja con los alimentos.
- Buenísimo, en realidad tengo bastante apetito y esto nos va a venir super bien, para recuperar las fuerzas, ya que la batalla ha sido muy intensa - dijo sonriéndose.
Estirándose, llega a la bandeja y sus piernas se separan, dejando escapar por debajo de la toalla, el trofeo, pah .........., que trofeo, estaba como cuando lo apretujaba en el ómnibus, ya erecto nuevamente, preparado para la batalla.
No pude evitar mirarlo, disfrutarlo, fijarlo en mi mente, era notablemente recto, pero con un grosor digno de admiración, su cabeza descubierta apuntaba hacia el techo, mientras tomaba los alimentos, con la otra mano se intentaba tapar con la toalla el suculento pedazo de carne.
Pero.......¿estás nuevamente caliente?- le pregunté
Te dije que soy como un boy scout, ¡¡¡siempre listo!!!, jajá jajá- decía siempre con una mirada desafiante.
- Vamos a comer algo, porque tengo un sueño bárbaro, además yo tengo que trabajar mañana - le dije.
-¿Te vas a dormir?- me preguntó como asombrado.
- Claro, son casi las 4 de la mañana, por lo menos unas horitas, me dejarán preparado para mañana- le sentencié.
Después de comer, voy hasta el baño, me cepillo los dientes, cuando vuelvo al dormitorio, veo que había venido hasta la cocina, a dejar la bandeja y estaba bebiendo un vaso de soda, pero se veía su figura, con la toalla, colocada, la luz de la heladera, dejaba una escena espectacular, se le veía que su pene estaba muy parado, que protruía sobre la toalla, luchando por su libertad, observé unos segundos la escena y me dirigí hacia el dormitorio, arreglo un poco la cama de plaza y media, estiro un poco las sábanas, acomodo las almohadas y abro un poco la ventana, por ella entraba un aroma a arena mojada, que es una de las fragancias naturales que más me gusta.
Me tiro sobre la cama, apago la luz de la mesita, ya la penumbra que ingresaba a la habitación permitía una visual casi perfecta.
Me acomodo en un extremo, dejando el otro para Alexis, en eso lo veo que vuelve, caminando, sus piernas peludas y chuecas, plasmaban una imagen interesante, pero mis ojos se cerraban.
- ¿Estás muy cansado?- me cuestionaba Alexis, colocándose a mi lado en la cama.
Muerto......., tengo un cansancio bárbaro, sería bueno dormitar un rato,¿no te parece?- le pregunté.
No hay problema, descansá tranquilo- dijo
Ya puse el despertador a las 8:30, ya que entro a trabajar a las 9- le dije girando mi cuerpo hacia el placard, dándole la espalda, me cubro el cuerpo con la sábana.
Era evidente que el cansancio me había vencido, siento de inmediato el contacto de su cuerpo contra mi espalda, yo me quedo quieto, disfrutando del mismo, enseguida, siento su pene, contra mis nalgas, me gusta la sensación pero mis ojos se cerraban, siento que su brazo izquierdo me rodea el cuerpo, me coloca contra mi nuca, sus labios, me besa suavemente, evidentemente yo me duermo.
Dormimos una horas, cuando suena el despertador, giro mi cuerpo y veo que la cama estaba vacía, me llamó la atención, ni siquiera la ropa de Alexis, se hallaba sobre los sillones, ¿que habría pasado?, se marchó, me contesté, me levanto, voy hacia el baño, no había ni señas, me higienizo y me dispongo a retirarme hacia el trabajo.
Eran como las 8:45, salgo de casa, camino unas cuantas cuadras y llego hasta el liceo donde trabajo, ingreso y tengo una jornada laboral normal.
Me retiro del laburo, a las 17:00, voy a visitar a unos amigos, charlamos y cuando son las 19:00, retorno a mi casa.
Cuando entro a casa, veo una nota, que había sido dejada por debajo de la puerta, donde con una letra bien grande decía:
...ESTA NOCHE VENGO A LAS 11....
No había firma, mi corazón comenzó a latir fuerte, pensando evidentemente en Alexis, ¿quién si no él, podría haber escrito la cartita?, la dejo sobre la mesa del comedor y me dispongo a buscar ingredientes para preparar algo para cenar.
Enciendo la tele, es la hora de los informativos, a los cuales soy muy adicto, recorro, los informativos de todos los canales, voy haciendo zapping, en los momentos publicitarios.
Comienzo a preparar una salsa de verduras, tipo pomarola, para acompañar unos tortelines, mientras preparo la cena, voy hasta el dormitorio, para poner un poco de orden, mientras tanto pasan las horas.
Cuando eran las 23 horas, sabía que faltaba poco para que Alexis llegara, me senté en el comedor, frente a la ventana, con las luces apagadas, sólo la luminosidad de la pantalla de la televisión permitía vislumbrar mi existencia.
Pasaban los minutos y ni señales de Alexis, me preocupé en un principio, pero como ya habían pasado casi 30 minutos, me dispongo a cenar, verdaderamente, la pasta es una de mis comidas preferidas, pero me gusta comerla de inmediato de estar preparada, ya habían pasado como una hora y tuve que recurrir al microondas para que recuperaran la calidez, me serví un plato con los tortelines y la salsa pomarola, los disfruto con un vaso de un vinito casero que me habían regalado los padres de un alumno, estaban buenísimos.
Termino la cena, enciendo un cigarro y salgo hacia la calle, para ver si veía a mi querido machito, pero a todo esto eran las 12, no se veía ni un alma en la calle, para ninguno de los cuatro puntos cardinales.
Me resigno, pienso que le podría haber pasado algo, entro a casa y voy al baño, me cepillo los dientes, me higienizo un poco y me dispongo a dormir, estaba cansado, primero de la mala (BUENÍSIMA) noche y de toda la jornada, bajo la persiana de la ventana del dormitorio, cierro la ventana, enciendo la luz de la mesita, me dispongo a leer un libro que estoy leyendo desde hace unos meses, pero enseguida me vienen las ganitas de dormir, apago la luz, y me dispongo a dormir, siempre me abrazo de la almohada.
Me dormí, pero al rato siento unos golpecitos en la ventana, me despiertan, me incorporo en la cama y pregunto:
-¿quién anda?-
- Yooooo........Alexis- dice con vos bajita
Me levanto, abro la ventana y lo veo cubierto con una gorra negra de lana, le digo:
- da la vuelta que te abro por delante-
Voy hasta el zaguán, apago la luz de la calle, veo su sombra, frente a la puerta, quito el cerrojo, y abro.
Buenas.............- dijo Alexis, estirándome la mano como para saludarme.
Pasá, ........¿cómo andás?....¿qué te pasó?...- le preguntaba
Permisooooo, .....no me vas a creer- decía moviendo la cabeza de un lado al otro.
-¿Por qué?- le dije.
Me dormí,....... vistes que al mediodía paró la lluvia, el patrón nos sacó para el monte y trabajamos como un día normal hasta las 19, llegué a casa, me duché y me tiré en la cama por un ratito, y.....mirá hace 15 minutos que me despierto, pah......-
Pero son las 12:30- le dije mostrándole el reloj
¿Estás enojado?- preguntó quitándose el gorrito.
No........ pero pensé que no vendrías, que te habrías arrepentido, o que por lo pronto no te había gustado lo de anoche- le dije cerrando la puerta.
No seas tontito, ¿no vistes la cartita que te puse por debajo de la puerta?, te parece, ¿qué no me gustó lo de anoche?....¿no la pasamos bomba?- decía colocándome su mano en mi cara.
Me estaba partiendo la cabeza, la situación, un guacho que nunca había tenido relaciones con hombres, ya estaba nuevamente en mi casa, a escasas 24 horas de haberlo conocido, no es para cuestionarse, pero uno duda, la cosa no puede ser tan fácil.
Pasamos al dormitorio, me siento en la cama y le pregunto:
¿Cenastes?-
Sí, los compañeros de la cuadrilla cocinaron un guiso con carne, que estaba muy bueno- contestó haciendo un gesto con los dedos.
-¿Puedo pasar al baño?- me preguntó
- Pues sí hombre, creo que ya sabe el camino- le dije sonriendo
Se retira, hacia el baño, me pongo una remera y una bermuda, me siento en el sillón y enciendo un cigarrillo, mientras largaba el humo hacia el techo, mi cabeza ya comenzaba a imaginar la noche que me esperaba.
Entra Alexis, toma el otro sillón y lo acerca a donde yo estaba, y se quita la campera, la coloca detrás del sillón y me pregunta:
Elbio, ¿me parece que estás algo enojado?-
No, para nada, sólo que siempre que me despierto, soy medio seco- le dije.
Es que lo que viví contigo anoche, me estuvo rondando en mi cabeza durante todo el día, no te pude sacar de mi mente- me decía como resignado
¿Te gustó?- le cuestioné
Pues claro hermano, si no, no estaría aquí nuevamente- dijo
Me alegro, por que yo también la pasé bomba, lo único es que estaba muy cansado y por eso me acosté- le decía, alcanzándole la cajilla de cigarrillos.
Toma un cigarrillo, lo enciende, pita con mucha avidez, larga una gran bocanada de humo y me dice:
Nunca me habían tratado así como lo hicistes vos-
¿Qué fue especial?- le pregunté.
Es que disfrutamos del sexo, no me cuestionastes nada, no me preguntastes nada, me dejastes que me quedara a dormir en tu casa, sin conocerme, y eso yo lo aprecio mucho- dijo pitando con algo de nervios.
Yo me sentí muy cómodo contigo, creo que pasé una noche excepcional, brutal, sos muy bueno en la cama- le sentencié.
¿Peeero....sólo la cama te importó?- me preguntó como sorprendido.
-¿Y qué otra cosa, quieres que me importe?- le pregunté asombrado.
- No...... nada, todo está bien, es..... que me caíste muy bien, me trataste muy bien y cómo hoy de madrugada me fui sin despertarte, ya que ví que dormías como un angelito y sabía que tenías que trabajar en el liceo- decía Alexis.
Alexis, está todo bien, nos conocimos ayer, tuvimos una excelente noche, creo que lo que debemos de hacer es repetirla y no cuestionarnos absolutamente nada, ¿no te parece?- le dije apagando el cigarrillo.
La verdad es que tenés mucha razón- estira su mano y la posa sobre mis muslos.
Le tomo su mano y me la llevo a la entrepierna, que ya notaba una erección, me aprieta la verga, se levanta de su sillón y se pone de rodillas, me sigue estrujando mi cachiporra, me desprende el botón de la bermuda, baja el cierre, toma mi verga, por encima del slip, la saca por encima del elástico, y comienza a hacerme una mamada inolvidable, pasa su lengua por toda la verga, baja hasta los huevos, los que chupa con pasión, se los introduce de a uno, y eso me mucho placer, luego sigue besándome las piernas, me manosea, las tetillas, fue algo como frenético, casi salvaje, yo me recosté hacia atrás y lo dejé hacer, parecía que me estaba pagando algo, no sé, esa fue la sensación que tuve.
Se levanta y me dice:
-Vamos a la cama que no aguanto más-
-Bueno- le dije, mientras me quitaba la bermuda y la remera, me tiré en la cama, atravesado.
Siguió con la lengua, se notaba que algo pasaba, porque hacía cosas que no habíamos hecho anoche, mientras me mordisqueaba los pezones, me pajeaba, con mucha fuerza, yo estaba extasiado, había cerrado los ojos y dejaba que él hiciera.
Se desnuda, de manera rápida, se sube arriba mío y veo que quiere que lo penetre, yo dejo que el haga lo que quiera, separa las piernas, se pone de espalda a mi cara, se apoya en el respaldo de la cama y con la otra mano, me toma la pija, la moja con su propia saliva, y se la comienza a introducir en su estrechito culo, pero hay algo de dificultad, yo me coloco un poco más de saliva, y ahora sí se la puedo meter, él se queja, por la cabeza, pero, sigue moviéndose, para que siga entrando, mi verga hace camino en su culito, lo disfruto, empieza a moverse, hacia arriba y hacia abajo, comienza un vaivén delicioso, le coloco mis manos en su espalda y empieza a acariciar, el se tira encima mío, y comienzo a pasarle la lengua por el cuello, por las orejas y el se movía encima mío como un loco, sólo gemía diciendo:
-Aaaaaasí..........que bueno.......ahhhh-
Era evidente que fueron unos minutos muy buenos, lo giro para que se ponga en la cama, boca abajo, le separo bien las piernas y lo penetro sin vacilar, de una.
- Aaaaaaaaagggg.......pah, que dueleeeee.....-
Comienzo a sacarla totalmente, y la pongo toda, luego movimientos cortitos, la dejo, empiezo fuerte, lento, entra y saca, creo que estuve como cinco minutos, y se venían las 7000 hormigas (como le decimos aquí en Uruguay), Alexis, movía sus caderas acompañando mis embates, hasta que no aguanté más, le llené el culo de leche, pah,,,,,que cantidad de semen que le dejé adentro, fue una acabada espectacular, sé que cuanto más gozo, más cantidad de semen derramo.
Nos quedamos quietos, yo le dejé la pija adentro, nos besamos dulcemente, y se corrió hacia un costado, y veo que me quiere decir algo:
Voy a ir al baño, tengo que limpiarme-
No hay problema- le dije.
Se levanta, se coloca el slip y sale.
Yo aprovecho a limpiarme el resto del semen, que me había quedado en la pija.
Enciendo un cigarrillo, me coloco la mano izquierda en la nuca y me dedico a disfrutar del tabaco.
Pasan algunos minutos, tal vez 10, y veo que Alexis vuelve, con la boca de oreja a oreja, muy risueño.
-Sos bueno en la cama, que lindo que se disfruta una buena cogida- dice.
¿Te gustó?- le pregunté.
Claro, ahora quiero cogerte a ti- dijo.
Bueno, no hay problema- le dije.
Se tira al costado mío y comienza a besarme, tenía el sabor de la menta en sus labios, se notaba que se había higienizado los dientes, su lengua atravesaba mi boca, y se movía de un lado a otro, yo me dejaba hacer, disfrutando de la velada.
Me hace girar, quedo de costado y siento que con los dedos, me empieza a penetrar, es delicioso, me metió el dedo mayor y comenzó a moverlo muy rápidamente, se movía como maestro, se disfruta terriblemente, sus labios recorrían mi nuca, me aplicaba mordiscos en mi espalda, su mano izquierda, me sobaba los pezones y bajaba por mi vientre hasta que me tomó el pene, me apretaba, yo no me explicaba como podía hacer todo eso a la vez, disfrutaba de una manera casi celestial, como un hombre podía brinda tanto placer, se notaba que yo lo disfrutaba, ya que quitó el dedo y siento su pija, entrando, fue suave, como un buen discípulo, que había aprendido la receta del día anterior, al pie de la letra.
Me cogió con fuerza, me penetraba profundamente, como me gusta, ir sintiendo suavemente la penetración, sentir cada centímetro de carne abriéndome las entrañas dilatando mi recto, fueron unos minutos de gloria, me levantó una pierna y me penetraba muy profundo, se mezclaban las sensaciones de placer con algo de molestia, ya que en esa pose, su pija entraba al máximo, sus huevos era lo único que quedaba afuera, su vaivén se transformó en locura, la cama se movía acompasando el ritmo, fueron 15 o 20 minutos de cogida, de entrar todo, de salir todo, hasta que veo que se va a venir en mi interior, lo cuál siento con un placer inmenso, su cuerpo se cae encima mío y siento como su pija me llena de semen, siento su miembro palpitar y se siente su jadeo;
- Sos divino.......- decía de manera entrecortada.
Yo gocé espectacularmente, creo que Alexis también.
Nos quedamos dormidos.
Bueno amigos se viene la cuarta parte, el desenlace de esta relación que ha sido una verdadera batalla sexual.
Nos vemos...............................Chau.