Alexis un machito híbrido monteador (2)

Para lo que leyeron la primera parte, es lo que le llamamos en mi país..la frutilla de la torta. Recomendado para los que todavía creen en la providencia.

ALEXIS UN MACHITO HÍBRIDO MONTEADOR 2ª PARTE

Ciberamigos de Todorelatos.com, es con sumo gusto que le cuento la segunda parte del relato sobre Alexis, dicen que las segundas partes siempre son aburridas, ahora yo creo que esta es todo lo contrario.

Que lo disfruten.

Luego de la sobredosis de arrumacos que nos propinamos, eran lenguas traviesas que buscaban,¿quién sabe qué?, pero que se desplazaban con mucho frenesí, una dentro de una boca a la que no pertenece y viceversa.

Es realmente impresionante lo que yo disfruto de este tipo de práctica, sigo afirmando que tanto la boca como la piel son órganos erógenos casi primarios, en lo que respecta a la generación de placer.

Alexis, el machito híbrido monteador, ya estaba desnudito, así como Dios lo había mandado al mundo, 19 años atrás; vibraba y me hacía vibrar con sus desplazamientos de sus manos bastante ásperas, pero muy atrevidas, recorrían muchos sectores que al ser contactados descargan un electricidad por todo mi interior y exterior.

Se tira encima mío y siento su bulto encima de mi abdomen, el seguía afirmado en mi cuello, mis orejas y la zona de la nuca, ah..............., si yo muero y puedo pedir un deseo antes de hacerlo, quisiera morir, con un hombre así pasándome la lengua por esos lugares, para mi es algo explosivo, incluso a veces superior a la penetración.

Lo que es la naturaleza humana, ¿no?......

Bueno sigo con el relato, tal vez eran las 1 de la madrugada, seguía lloviendo de manera continua y muy fuerte, dando así un marco espectacular para una jornada de sexo, SUPERRRRRRRRRRRRRR.

Siento que sus manos se dirigían a mi colita, me apretaba las nalgas, como sí quisiera sacarles jugo, pero más allá que era fuerte, me gustaba la sensación, era evidente que a esa altura nuestros cerebros viajaban por un paraíso Dantesco.

Los quejidos inundaban la habitación, las respiraciones se volvían jadeos, la temperatura ya había alcanzado niveles insospechados, nuestros corazones y pulmones habían aumentado sus frecuencias de manera estrepitosa.

Siento que me separa las piernas, me las levanta, solo me besaba, pero con sus manos iba abriendo camino, preparando la pista de aterrizaje para su enorme y gruesa pija, que golpeaba contra la mía, como marcando el terreno, yo dejaba hacer.

Sus dedos, llegaron a mi esfínter y empezaron a intentar penetrarme, lo cuál no fue fácil, pues ha pesar de mi tamaño, 1,90m, soy sumamente estrecho, o por lo pronto me cuesta mucho el principio, luego está bien, pero al principio siempre me cuesta bastante; ahora, se mojó el dedo con saliva y sin problemas comenzó a realizar unas maniobras, que para mí, son enloquecedoras, se nota que con las muchachas ha aprendido mucho con el caquejeteo ( introducción de dedos en el conducto vaginal), ya que demostraba mucha experiencia al respecto.

Fue un dedo, le siguieron dos, y hasta tres, eran movidos con tal maestría que fueron dilatando mi ano de manera ideal, para poder recibir el troncazo que se venía, además como no dejaba de besarme la nuca, los labios y las orejas, se sentía de una manera exquisita, las sensaciones en esos casos se suman.

Al borde de la convulsión, sólo gemía, cuando me dejaba, me tomó las piernas y me las levanta, primero una y en ese momento siento que la cabeza de su pija acariciaba mi esfínter, que le dio la bienvenida, entró apenas, produciendo una molestia increíble, que me llevó a realizar una maniobra refleja, de hacerla quitar, exclamando un:

-Ay........, la puta que te parió, guacho, que me duele-

  • Disculpáme, no fue mi intención producirte dolor- me dijo acongojado.

Fue un momento donde la inspiración se cortó de manera instantáneo, el se incorpora y veo que su verga estaba más grande y su cabeza muy roja, me llamó la atención, sería que estaba asustado.

Me dice:

-¿Querés que probemos de otra manera?- de manera cordial me preguntaba.

-Claro, o ¿pensás que me voy a quedar así?- dije hasta con un poco de bronca.

Es que quién halla experimentado este tipo de sensación sabe, que duele y duele mucho, además hay una molestia, que lleva a que uno se tense y sea peor.

Pero yo me doy vuelta y le dejo mis nalgas contra su cuerpo, veo que cuando quiero acordar, siento su lengua en mi culo, me mordía las nalgas de manera suave, además me decía:

-¡¡¡¡Va a ser el primer culito de hombre que pruebo!!!!-

  • Si te dejo, hijo de puta- le dije en tono de broma.

-Levántate, que te voy a colocar la almohada- dijo, con la almohada en las manos.

Hago lo que me indica, apoyo mi miembro superparado, contra la almohada, a punto de estallar, y me sigue chupando el culo, creo que me metió su lengua como unos dos o tres centímetros, es algo que se siente super, pero que es siempre la antesala de un gran recibimiento posterior, a los minutos, siento nuevamente la cabeza de su pija, que intentaba abrirse paso, cosa que logró.

La cabeza de su pija, ni idea de cuanto medía de diámetro, pero que se quedó quietita por más de tres o cuatro minutos, sólo volvió a mi cuello, comencé a aflojar mis paredes esfinterianas y de a poquito la pija de Alexis (mas que monteador es troncozo), fue entrando, con mucho cuidado, fue ganando espacio, yo descontrolado por sus lengüetazos, me dejé penetrar, fue lo mejor, ya que iba besando y la pija iba profundizando, de manera centimétrica, produciendo un placer indescriptible por medio de las palabras, hay que vivirlo para sentirlo, me dejé llevar y comenzó con los embates.

Por favor que bien que coge este guachito, la sacaba un poco, la introducía un poco más de lo que la sacaba, parecía una máquina del sexo, su lengua me tenía supermojado el cuello, pero ahora había arrancado a pegarme mordiscos, más y más fuertes, incluso me dejó un par de marcas que tuve que disimular con un rompevientos en mi trabajo, me mordía el hijo de puta y me cogía, ya había recibido sus 22 centímetros, sentía sus huevos, golpetear en mi glúteos, pretendiendo entrar, me tomaba de las nalgas, separándolas al límite, para hacerme las penetraciones más profundas, yo sentía que cada vez que entraba me tocaba algo internamente que me daba una sensación especial, era evidente que contactaba con la pared posterior de la próstata, que produce como contracciones cuando algo toma contacto con ella, en definitiva era un placer, me cogió seguramente como 30 a 40 minutos, me cogió de costado, me puso de frente, me levantó las piernas y de soco me puso la totalidad de su pija, me cogía con frenesí, con suvidad y con fuerza y seguridad, me decía lo lindo que tenía el culo, lo apretadito que lo tenía, lo divino que es coger un culo de hombre, aparte, yo me muevo mucho y aprovecho con cada penetración un movimiento que acompañe, además dos por tres le pego un contracción a mi esfínter (ejercicio para mantener el tono del esfínter), que le daba una sobredosis de placer, sentía como se quejaba, gozábamos, hasta que siento que la cosa se estaba terminando, saca su pija de mi culo y comienza a acabar, sale leche, en varios trallazos, incluso uno por chusma, al levantar la cabeza para observar cae sobre mi cara, me llenó de leche mi abdomen, me pasaba la pija sobre mi abdomen y desparramaba el semen sobre mí, que sensación tan cool.

Se coloca a mi costado, y me dice:

  • Esto que me pasó ha sido increíble, nunca pensé que coger a un hombre me calentara tanto-

  • Me alegro, que te guste, a mí me encantó- le dije, mirándole la pija que seguía erecta.

  • ¿No se te baja?- le pregunté de inmediato.

  • Tengo leña para rato, sólo que me canso, pero mi verga ha llegado a echar hasta tres polvos sin que se entregue- decía como vanagloriándose de su virilidad.

Comencé a sobarle la pija que estaba llena de semen, era suavecita, pero estaba tan caliente que quemaba, la cabeza estaba super roja, Alexis, se retorcía hacia atrás y se quejaba:

  • Ah..........hay.....mmmmmh-

Por mi parte seguía super caliente, me detuve un momento y me levanto y le digo:

  • Voy al baño a limpiarme-

El me toma la mano y me dice:

-De acá no te vas-

Me tiró en la cama y empezó a pasarme la lengua por mi abdomen, chupando su propio semen, de manera descontrolada, eso nunca lo había visto, pero me enloqueció, seguía hasta mis pendejos, mi verga estaba nuevamente parada, yo ni lerdo ni perezoso comienzo a acariciarle la cabellera y voy dirigiendo su cabeza hasta mi verga, que sin ningún escrúpulo comienza a mamar, de manera muy bruta, me daba mordiscos, se notaba que no sabía hacerlo, yo le digo:

-Suavecito.......negro, que es de carne-

Me hizo una mamada, que duró a penas cinco o seis minutos, le llené de leche la boca, que escupió al costado de la cama.

Que placer.

Quedamos uno al costado del otro, me rodea con sus brazos y creo que nos dormitamos unos minutos, el cansancio del viaje y del placer hacen mella sobre nuestros cuerpos.

A todo esto seguía lloviendo, la lluvia no cesaba, los relámpagos, iluminaban la habitación generando un marco propio para una velada como la que estábamos pasando.

Yo me despierto, miro el reloj y ya eran las 3 de la madrugada, no habíamos dormido como una hora, me incorporo de la cama, y voy al baño, necesitaba higienizarme, me sentía hasta con olor.

Aprovecho que dormía y me pego un ducha, refrescante, con bastante jabón, es algo muy importante en mi vida, la higiene.

Vuelvo al dormitorio envuelto en una toalla a la cintura, miro hacia la cama y veo que Alexis, se encontraba sentado apoyado en el respaldo, fumando un cigarro, se veía como una postal, digna de ser pintada, su cabello muy desordenado, una pierna flexionada y la otra extendida, el cigarrillo en su mano, encima de una de sus piernas, se hallaba un cenicero y en la cara un gesto de picardía, de satisfacción, de tarea cumplida, larga una bocanada de humo hacia el techo y me dice:

-¿Estuvo buena la ducha?-

-Pos claro hombre, la necesitaba, la batalla fue muy intensa- le dije riéndome.

-¿Me prestas una toalla?, me gustaría hacerlo- dijo apagando el pucho en el cenicero.

  • Claro- le dije dirigiéndome al placard y sacando otra toalla, se la tiro sobre la cara.

El se ataja y de inmediato se pone de pie, (que divino se veía desnudito y de pie), se me acerca y me rodea con sus brazos, me aprieta contra su cuerpo, yo me dejo hacer, me acerca los labios a los míos y nos fundimos en un profundo beso, totalmente distinto a los otros, tal vez lleno de ternura, con pasión pero sin lascibidad.

Se separa y me dice:

  • Me doy una ducha y vengo, no me extrañes-

Se retira le veo la colita, bien formada, blanquísima, pero muy cargada de vellos, sus piernas largas, bien musculosas, dan otro marco digno de postal.

Me seco, me pongo un slip, me coloco un poco de desodorante y algo de perfume en las partes traseras de las orejas, en la nuca y me pongo en mis manos, para así esparcirme por todo el cuerpo, el perfume para mí es algo que me debe acompañar siempre, me da mucha seguridad. (Algo raro ¿no?, tal vez manías)

Voy hasta la cocina y preparo una picadita, con algo de fiambre, queso, pan, galletitas y algo de maní, la llevo en una bandeja hacia el dormitorio, mientras siento la lluvia de la ducha, eso me pone al full, no quería que ese momento terminase mas, dejo la bandeja en la mesita de luz y voy de manera sigilosa hacia el baño, la puerta se abre con facilidad, veo que está en la bañera, con las cortinas corridas, y veo que me ve:

  • Con su permiso señor, me voy a lavar los dientes- le digo y me dirijo hacia el lavamanos.

  • Haga de cuenta que está en su casa- me dice riéndose.

Sale de la ducha, se seca frente a mí, o sea detrás de mí, y mirándome por el espejo, se acerca y me planta un beso en la nuca y me dice:

  • Papito Elbio, ¡¡¡que perfume!!!, ¿estás pronto para la guerra nuevamente?-

Sabía ponerme caliente con las cosas que decía, no le contesté ya que tenía en la boca mi cepillo de dientes.

Se aleja del baño y se dirige hacia el dormitorio.

Luego de la tarea, voy tras él hacia el dormitorio y se está peinando el cabello frente al espejo del placard, se lo lleva para atrás y de esa manera le queda el rostro bien descubierto, se había colocado la toalla en la cintura.

Estas vivencias son contables, porque encierran un montón de situaciones propias de la vida en pareja, que llaman un poco la atención siendo que nos habíamos conocido hace una horas y realmente la habíamos pasado tan bien que parece una pareja de muchos años de conocimiento.

BUENO AMIGOS LECTORES LA COSA NO QUEDA ACÁ VA IR PRONTO UNA TERCERA Y ULTIMA PARTE, PARA VER COMO SIGUE ESTE "MATRIMONIO", jajajajajaj.

Nos vemos pronto, no escatimes en mandarme comentarios, si quieres cartearte conmigo no hay problemas, al final del relato está mi dirección electrónica, chau.