Alex - 4

Al final, al viaje al Norte de la pandilla se unen Mónica y su novia Raquel. Mónica, Raquel, Marga, Olga y Alex se alojaran juntos en casa de los padres de Mónica… Tensa situación entre Alex y Mónica

Alex - 4

Estaba contenta, preparaba mi bolsa mientras silbaba una alegre cancioncilla. Marga y yo habíamos estado mirando donde quedarnos en el Norte sin mucho éxito, pero hacia apenas una hora que me había llamado por teléfono para darme una gran noticia, buen dos en realidad. La primera es que nos quedaríamos en casa de Mónica, la prima de Alex durante esos días, y el también estaría con nosotras. La segunda es que esa noche íbamos a dormir todas en casa de Alex, digo todas, porque por lo visto Mónica y su novia, Raquel, también se apuntaban esa noche a casa de Alex.

Cuando llamaron al portero automático respondí rápidamente, cogiendo a la carrera todas mis cosas y saliendo por la puerta de estampida, a todo correr, muerta de ganas de ir a casa de Alex. Me senté detrás junto con Marga, lo cierto es que íbamos muy contentas hablando, Mónica nos contaba sobre su casa, o más bien la de sus padres, cuando una idea se cruzo por mi mente al hablar de nuestros respectivos pisos y como los habíamos decorado. Le hice una pregunta…

-      Oye Mónica, quería hacerte una pregunta si no te molesta

-      ¿Sobre Alex?

-      ¡¡Ehhh!!, si, más o menos, es sobre su casa. Cuando estuvimos el otro día vi raro el descansillo de su piso, me pareció como si faltase una puerta… y el piso de Alex… bueno, es muy grande, ¿no?

-      Jajajajajajaja, te diste cuenta, ¡¡eh!!. Si, lo cierto es que es raro como tú dices. Alex compró su casa sobre plano, cuando se estaba construyendo el edificio, en realidad son dos Dúplex unidos, lo único, que al ser comprada de ese modo hasta cierto punto la hicieron a su gusto, lo construyeron como si solo fuese uno, por eso notaste lo de la puerta que faltaba, porque en teoría en ese descansillo iban cuatro pisos.

-      Vaya, claro, ahora todo tiene su lógica. Oye, ¿en qué trabaja Alex, para poderse permitir semejante piso?

-      Olga –dijo Mónica-, si quieres saber algo directo sobre mi primo o su vida, pregúntale a él, ¿vale?.

-      Perdona, no pretendía molestarte – me disculpé.

-      No es eso, no pasa nada porque nos preguntes, no nos molestas por ello –intervino Raquel-, pero Alex es muy particular sobre el que la gente de información sobre él. Es un gran tío, pero tiene muchas aristas, y esa es una de las más pronunciadas.

-      ¡¡Ahhh!! Vale, de acuerdo, no pretendía poneros en un aprieto, tranquilas que no pasa nada, no lo volveré a hacer, le preguntare a él.

-      Jajajajajajajaja, eres masoca tía, de verdad que si haces eso es que eres masoca –dijo Marga riéndose-. Yo que tu evitaría preguntarle nada, vas a terminar muy frustrada con él, no sabes bien lo cargante que puede llegar a ser como la pregunta no le interese… Jajajajajajaja, le vas a odiar por cínico, se te va a escurrir de entre los dedos sin que puedas evitarlo.

Decidí dejar el tema quieto, viendo a las tres reírse ante las palabras de Marga, recordando mi propia odisea cuando no quiso acostarse conmigo y como me toreo durante más de cuarenta minutos, esa era una espinita que aún tenía clavada. Pero lo cierto es que Alex me intrigaba, todo a su alrededor parecía tener un cierto toque de misterio en cuanto te ponías a pensar un poquito en algo referente a él. Desde que me ayudó y empecé a fijarme, lo único que había podido sacar en claro es que no sabía nada sobre él.

Cuando llegamos me llevé una sorpresa, Mónica llamó al telefonillo pese a que de su bolsillo sacó unas llaves y abrió la puerta el portal. Llegamos a la puerta de la casa y repitió la operación, llamó al timbre de modo insistente pese a abrir con sus propias llaves, algo que me dejo definitivamente pasmada al no entenderlo. Vi a Alex bajar del piso de arriba con una bata y en zapatillas de andar por casa, me recordó a mi anterior visita, al rememorar el motivo de que en aquella ocasión estuviese de esa guisa no pude evitar fruncir el ceño. Por la conversación que siguió entre Mónica y él, Alex no parecía saber nada de que nos íbamos a quedar en su casa a dormir, todo había sido decidido unilateralmente por Mónica. Alex se limito a gruñir un poco y pedirle a su prima que ella misma repartiese las habitaciones, ya que él se encontraba ocupado en su habitación en ese momento, luego se despidió de nosotras para volver a subir al piso de arriba.

Os aseguro que automáticamente mi pensamiento fue directo hacia esa “ocupación”, pensando en lo que más que probablemente estaría Alex haciendo allí. Lo cierto es que estaba perdida en mis pensamientos y regrese a la realidad justo para escuchar a Mónica decir algo…

-      …una “porno”, seguro –dijo Mónica estallando a la vez Marga y Raquel en carcajadas.

-      ¿Perdón, como has dicho? –pregunté, ya que solo escuche el termino porno, ya que había perdido el hilo al estar perdida en mi mundo.

-      Jajajajajaja, que seguro que Alex esta ahora mismo en su habitación con “porno” en vivo… y le hemos interrumpido al pobre, jajajajajaja –a Mónica se le saltaban hasta las lágrimas.

Tras escuchar a Mónica, no pude evitar también sonreír a mi vez, un veloz pensamiento cruzo por mi cabeza, se formo una imagen nítida en ella, y una idea comenzó a tomar forma rápidamente. Al pensar en ello yo también estalle en carcajadas imitando a las otras tres, solo que por diferentes motivos, luego me disculpe por ellas, alegue que necesitaba ir al baño y me dirigí sonriendo con malicia al piso de arriba, donde estaba la habitación de Alex.

Iba con una idea fija, sorprenderle haciéndose una paja, no me había olvidado para nada de lo de las putas, de modo que pensé que estaría bien ponerle en un compromiso, y si le sorprendía con la mano en el aparato en plena faena, me iba a poder reír a gusto. Llegué junto a la puerta y escuche clarísimos ruidos de folletero, por un instante me quede parada, pensando que quizá estuviese con alguna de sus “putas” y no con una peli, lo que de entrada, de solo pensarlo hizo que me pusiese de mala leche. Lo desestime recordando lo que Mónica dijo, de modo que abrí la puerta con cara de malicia, dispuesta a gritarle algo como “¡¡¡sorpresa so guarroooo…!!!”

La sorprendida fui yo, me quede con la boca abierta, incapaz de pronunciar palabra alguna, tampoco era capaz de moverme. Solo unos segundos después, sentí una mano que tiraba de mi hombro apartándome de la puerta, cerrándola rápidamente de nuevo en mi cara, entonces escuche hablar a Raquel, yo estaba como en una nube… en shock por lo que acababa de ver…

-      ¿Pero tú eres idiota o que te pasa?, venga vamos para abajo antes de que nos sorprenda aquí si sale –dijo Raquel tirando de mi.

Cuando abrí la puerta me fui a encontrar con Alex tumbado en la cama y una morena encima de él cabalgándole en plan amazona salvaje. Estaban atravesados en la cama, por lo que yo estaba justo a sus pies, enfrente de mi quedaba un espejo que tenia la coqueta del dormitorio. En ese espejo pude ver la cara de la chica, que aparte de ser preciosa, se veía clarísimamente que estaba disfrutando con el polvo. El hecho de que me quedase paralizada, aparte de la sorpresa de encontrarme con un polvo, fue la cara de ella, lo que vi por el espejo me hizo un nudo el estomago, no me pareció la cara de una tía follando por dinero, sino de alguien que esta follando con quien quiere follar, disfrutando con, y haciendo disfrutar a su pareja…

Vi como la chica se movía con cierta violencia sobre él, como por su cara reflejada en el espejo parecía estar en el mismísimo nirvana, y no encima de la polla de un cliente que muy posiblemente no debiese de gustarle, pero con esa tía, como digo, la impresión era justo la contraria, parecía estar disfrutando de Alex como una puta perra en celo… me sentó fatal recordar toda esa clase de detalles… Sentí una fuerte punzada de celos…

Cuando regresamos las dos al piso de abajo entre las tres me leyeron la cartilla por atreverme a presentarme en la habitación de Alex sabiendo que estaría follando con una tía. Lo cierto es que por lo visto, fui la única que no pilló la indirecta de Mónica cuando hablo de “porno”, o quizá, es que no quise pillarla porque no quería que fuese eso lo que estuviese pasando. Estuvimos hablando un rato de nuestras cosas, por fortuna las tres dejaron aparcado el tema de mi “estupidez” tras leerme la cartilla y darme un buen repaso. Cuando nos fuimos a dormir, sorteamos las habitaciones y me fue a tocar justo la que estaba pared con pared con la de Alex, mi gozo en un pozo. Intente cambiarla, pero ninguna quiso, según dijeron, querían dormir, y desde luego con el concierto que habría no podrían hacerlo, para colmo en plan gracioso me recomendaron que me pusiese tapones, Raquel fue tan amable incluso de ponerme un juego de ellos en la mano.

Tumbada en la cama, escuchando el “concierto” en la habitación de al lado, oyendo como la chica gritaba, gemía y jadeaba como una posesa, sentí como los ojos se me llenaron de lagrimas. Nuevamente no pude evitar pensar que esa podía haber sido yo, que me había ofrecido a él y me rechazo, no teniendo sin embargo el menor problema en irse luego con putas. Si digo que me entendía a mi misma mentiría, estaba claro que Alex me atraía como la llama a la polilla, pero sin embargo, hacia una de las cosas que más asco me daban en un tío, era un putero y además encima, no tenía al menor problema en jactarse de ello. Mis sentimientos eran una completa incongruencia, por un lado me atraía pero por otro me repelía por completo, y lo peor es que mis sentimientos oscilaban de un extremo al otro sin control.

Cuando el concierto paró, empecé a escuchar hablar en la otra habitación, de modo que hice lo que cualquier otra chica con un punto de celos y de rabia en su interior, pegar la oreja a la pared para intentar escuchar… Creedme que hubiese preferido no hacerlo, porque no pille la conversación completa, y lo que si entendí no me sentó nada bien. En primer lugar no me quedo claro si esa chica era una puta o una amiga de Alex, y en segundo lo que si me quedo claro, es que la chica quería que la diese tiempo, porque según entendí de lo que dijo, estaba empezando a quedarse pillada con él… Pero lo que si fue una puñalada para mi, fue escuchar que Alex decía algo así como que no le importaría estar con ella… fue como un jarro de agua helada sobre mí, menos mal que ella rechazo la idea… Después de que callasen me volví a la cama, con un maremágnum en la cabeza de ideas bullendo…

Cuando despertamos nos pusimos a preparar el desayuno,  Alex bajó el último, gracias  dios ninguna dijo o hizo ninguna alusión a mi metedura de pata de la noche anterior. Alex por lo que parecía no se había dado tampoco cuenta de que habían abierto la puerta de su habitación mientras follaba con la morena. No penséis que no le estaba dando vueltas a la cabeza con ello, que no, estaba rumiando lo que escuche por la noche, pero al menos tuve el buen juicio de no abrir la boca con eso. Desayunamos todos gastándonos  bromas unos a otros, todo iba de buen rollo y parecía que tendríamos un viaje tranquilo. Cargamos el coche y nos marchamos.

El viaje fue casi idílico hasta el momento de la primera parada, decidimos tomar un café y de paso estirar las piernas. Estábamos sentados en una mesa de risas, cuando entre Alex y su prima salió a relucir una conversación nada agradable sobre una tal Ana. El asunto se puso complicado y tenso entre ambos, llego un momento en que Mónica enfadada se levanto para ir al servicio con Raquel detrás de ella y Alex por su parte, se levanto, yéndose directo a poner combustible al coche, dejándonos a Marga y a mis solas, sentadas a la mesa. Obviamente según desapareció todo el mundo le pregunté…

-      Marga, ¿de qué iba todo eso?

-      Por lo que se, esa tal Ana estuvo saliendo con Alex. Es una chica que Mónica tiene atragantada desde niñas, fue al principio de estar saliendo con Raquel, no sé muy bien lo que ocurriría entre ambos, pero sí que discutieron seriamente, creo que fue Raquel quien tuvo que hacerles entrar a los dos en razón para que volviesen a hablarse.

-      Traducción, que no sabes de qué va el asunto, ¿no?

-      Pues no muy bien, la vez que lo escuche anteriormente, los dos se pusieron más o menos como ahora, no me atreví a preguntarles a ninguno de ellos –dijo Marga haciendo un gesto con los hombros.

-      Pues es muy simple, Alex empezó a salir con Ana, Mónica pensó que se estaba burlando de su primo y se lo dijo. Alex le explico que solo fingían estar saliendo, Mónica pensó que solo lo decía por no pasar vergüenza de que su flamante novia estaba engañándolo al mes de salir, y se metió en medio a saco… -dijo Raquel sentándose en la mesa.

-      ¿Y qué pasó? –preguntó Marga.

-      Pues que como Alex había dicho, no estaba saliendo de verdad. Alex estaba ayudando a Ana a pillar al chico que le gustaba haciéndose pasar por su novio… -explicó Raquel.

-      No lo entiendo –dije.

-      Ya, ni nosotras tampoco lo entendíamos, por eso Mónica se metió pese a que Alex le pidió, incluso le suplico que por favor se mantuviese al margen.

-      ¿Entonces? –pregunté.

-      Entonces metí la pata hasta el fondo –respondió Mónica apareciendo por sorpresa a mi espalda.

-      Perdona, no quería… solo era curiosidad –me disculpe poniéndome un poco colorada.

-      No importa, lo cierto es que la cagué por no hacerle caso. Por lo visto el chico en cuestión era un imbécil, el típico envidioso que quiere lo de los demás. Ana pensó que teniendo novio se fijaría en ella, Alex pensó que tenía razón y se ofreció… les funciono, se fijo en ella y se liaron…

-      Y tú les sorprendiste, ¿no? – preguntó Marga.

-      Si, bueno algo parecido, le pille tonteando, y se lo dije a Alex, que fue cuando me pidió que no me preocupase porque en realidad no eran novios, solo estaba ayudándola a cazar al chico… que todo era un plan de ambos. No le creí, pensé que le daba vergüenza admitir que su flamante novia le estaba engañado en menos de un mes… Así que... me fui a por ella… y le monte el espectáculo delante de todo el mundo…

-      Pero es comprensible tu reacción, pensaste que estaban engañando a tu primo –argumenté.

-      No, no lo es. Evidentemente no se lo reconoceré jamás a él, pero si en vez de Ana, hubiese sido otra chica, tras lo que me dijo y pidió Alex, no creo que hubiese hecho nada –suspiró-. Me cegué por ser ella, Alex es lo suficientemente cabrón como para haber hecho que esa tipa se arrepintiese de engañarlo de haber sido verdad… créeme que no necesita ayuda de nadie para defenderse.

Raquel y Mónica se levantaron tras eso, acercándose a pagar al mostrador, mientras que Marga y yo aprovechábamos para ir al servicio antes de volver a ponernos de nuevo en marcha. El trayecto hasta hacer la segunda parada fue algo tenso, estuvimos hablando de todo un poco de nuevo, pero ni Mónica, ni Alex intercambiaron ni una sola palabra en todo el tiempo, aunque hablaban con los demás, eso sí. Estábamos solo a unos pocos kilómetros de donde pensábamos parar, cuando Mónica…

-      Lo siento Alex, sé que a ti Ana te cae bien, pero es que no la trago.

-      No pasa nada Mónica, se lo que os paso a las dos y porque no os podéis ni ver, pero créeme que no es mala chica.

-      No tengo ganas de discutir contigo, pero sigo diciéndote que te equivocas con ella. Quiere lo que quiere, y aún no se ha dado por vencida, continua creyendo que tiene oportunidades, en cuanto se dé cuenta de que no es así…

-      No creo que pase nada, no intentara hacer ninguna estupidez, pero si pasa, no te preocupes, sabes que llegado el caso se cuidarme solo.

-      El problema es que no creo que vaya contra ti… No es tan tonta como para ello, a estas alturas te conoce bien Alex, sabe que si te juega alguna se la devolverás tardes lo que tardes, iría a por otra persona, la que te interese y te aleje de ella –dijo Mónica con los brazos cruzados, mirando a su primo.

-      Me parece que te dejas llevar por tu animadversión por ella Mónica, pero como te he dicho, si intenta algo contra mí se defenderme solo –hizo un gesto cuando su prima fue a hablar, cortándola-, pero… si lo hace contra esa persona… -sus ojos inconscientemente se clavaron en Olga, mirándola atraves del retrovisor- que rece lo que sepa a todos los dioses que conozca, porque le harán falta –terminó con voz dura.

Mónica iba sentada en el asiento del copiloto, estaba sentada medio de lado, mirando a su primo mientras conversaban, cuando le dijo lo de que la tal Ana iría a por la otra persona me pareció que me miro de reojo, pero lo deseché al parecerme una estupidez por mi parte pensar que se podía referir a mí. Pero cuando Alex respondió a Mónica sobre la persona que podría interesarle, sentí un escalofrió por todo el cuerpo, me di cuenta de que su mirada estaba clavada en el retrovisor, y que atraves de él, esta parecía clavada en mi. Temblé y mi corazón dio un gigantesco vuelco, sentí mariposas en el estomago, tuve que apoyar las manos sobre mis piernas porque me empezaron a temblar… Raquel que iba entre Marga y yo me cogió por una mano, apretándomela… al oído me susurró…

-      Tranquila, cálmate… sobretodo que no se te note que estas tan colgada por él…

Mire hacia el frente, intentando abstraerme de la conversación, intentando poner cara de póker, que no se me notase lo nerviosa que estaba, pensando en lo que Raquel acababa de decirme. Creo que fue la primera vez que lo acepté, la primera vez que admití para mí misma que Alex me gustaba, y no precisamente como solo admitía hasta ese momento, como amigo. No, por primera vez me admití a mi misma que Alex me gustaba como hombre, como mí pareja, que la verdad es que lo quería para mí sola. Una vez que lo hube admitido y aceptado, mis ojos se clavaron en el retrovisor, justo en los suyos, buscándolos cada vez que levantaba la vista para mirar por él.

Cuando paramos a descansar otra vez, nos metimos en la cafetería de la gasolinera. Ocupamos una mesa, pedimos los cafés y mientras los traían, Alex se marchó al servicio… cuando desapareció de nuestra vista…

-      ¿Por fin te has dado cuenta? –me preguntó sonriendo Raquel.

-      ¿De qué? –sonreí mientras tragaba saliva, sabiendo perfectamente a que se refería.

-      Ya sabes de que hablo.

-      Sí, me gusta Alex, y mucho… –admití ruborizándome.

-      Pues te ha costado maja. Porque se te veía venir a la legua, cantabas por soleares… -dijo Marga riéndose.

-      ¿Tanto se me nota?

-      Jajajajajajajaja, cuando él está delante bastante, y cuando hay una tía por medio… como si llevases escrito en la frente “ME GUSTA ALEX APÁRTATE” en mayúsculas y con negrita para que resalte.

-      Joder que vergüenza, espero que él no se haya dado cuenta…

-      Pues ve haciéndote a la idea de que lo ha notado, si se tratase de otro te diría que no, pero es Alex… -dijo Raquel.

-      Sí, pero es de los que opinan que no quiere novia o relación seria y formal, de modo que te lo vas a tener que trabajar a conciencia si de verdad le quieres para ti –repuso Mónica.

-      No lo sé, no sé si me conviene… sinceramente, eso de las putas lo llevo muy mal…

-      Y como sigas demostrándole que te molesta peor que lo llevaras. Tú le gustas, eso te lo garantizo, porque ya ant… -se interrumpió- bueno da igual, le gustas porque lo sé, pero como vea que vas en serio a por él, te va a rebozar lo de las putas por la cara a cada momento que pueda para enfadarte y que mantengas las distancias –sentenció Mónica.

-      Bufffff… -bufé enfadada-. Sera capaz y todo de hacer eso… -dije mientras pensaba en que sería lo que casi se le escapa a Mónica.

-      Ni lo dudes, a ti te las rebozara sin pensárselo dos veces –dijo Raquel.

-      Olga, le gustas, cuando hablaba con Mónica sobre la persona que podía interesarle, y sobre la que la tal Ana se vengaría, su vista se fijo en ti, cuando le respondió lo hizo mirándote fijamente.

-      Sí, yo también me di cuenta de ello –corroboró Mónica.

-      Ya, ya lo vi… -admití-, pero es que es…

-      Si logras conquistarle, te garantizo que tendrás el mejor novio que cualquier chica pudiese imaginar o desear.

-      Eso sí Olga, más te vale empezar a hacerte a la idea de que Alex es distinto de todos los tíos con los que has estado, con él no te sirve lo mismo que con los demás. Si vas con él como lo haces siempre, la vas a terminar jodiendo –añadió Marga.

-      Si te conoce de hace tanto y le gustas, porque sí que le gustas, ten claro que sabe cómo eres… solo se tu misma y no hagas tonterías por intentar ligártelo… o como dice Marga, la joderas -dijo Raquel.

-      Pero piénsatelo bien antes de mover ficha con él. Mi primo es muy rencoroso, todo lo que tiene de buen tío, de amigo genial, lo tiene de vengativo y mala foya como le traicionen… -le advirtió Mónica-, en ese caso es un auténtico hijo de puta... Mucho cuidado con intentar jugar con él o te vas a tener que arrepentir durante mucho tiempo.

Me quede pensativa con lo último que dijo Mónica, a mi cabeza regresó todo lo que sucedió con María y Cesar. Efectivamente, Alex, cuando le engañaban y se reían de él para hacerle daño, era de ese tipo de personas de las que más valía cuidarse, sin darle nunca la espalda por la cuenta que te traía. María le engaño, traiciono y junto con Cesar además se rieron de él solo por joderle, después de eso Alex se vengó de los dos, y de qué manera… no había duda de que era peligroso. Si, decididamente si, el ir a por Alex no sería fácil, pero a ella realmente le gustaba, y lo quería para sí… se reafirmó así misma en sus intenciones, se dijo que definitivamente, Alex seria para ella.

CONTINUARA