Alemania 2006 (4)

Habíamos entrado a un cierto tipo de trance con la música, cada vez bailabamos mas y mas cerca. Por momentos, Ana se volteaba y se pegaba a mi, la tomaba de las caderas, nuestras mejillas tocaban y nuestro sudor se mezclaba. Estabamos como hipnotizados. Algo estaba pasando.

Alemania 2006

IV Parte

Cuando desperté, la cabeza me daba vueltas, pero no a tal grado de olvidarme que la noche anterior había tenido relaciones sexuales con mi hermana. La habitación era un desastre, botellas de cerveza y basura por todas partes. Mi hermana ya no estaba en la cama, se estaba bañando y mientras buscaba mi ropa, la regadera dejó de hacer ruido. Tenía un poco de miedo y nerviosismo, que será lo primero que dirá Ana después de lo que hicimos anoche? Estará molesta conmigo? No debímos hacerlo! Estábamos borrachos!

En eso, Ana salió del baño, completamente desnuda. No estaba preparado para verla así.

-Hola! Buenos Días… como estás?- Me dijo con un tono de lo mas normal.

-Hola Ana… - Contesté tratando de alejar mi vista de su cuerpo, algo que no logré.

Ana noto mi incomodidad y se puso una bata, fue la primera en mencionar nuestro "incidente".

-Oye, estás sacado de onda por lo de anoche?-

-La verdad si, no se que decir-

-Mira, yo también lo he pensado mucho, si es algo fuerte el que hayamos tenido sexo… para empezar tenemos que tener mucho cuidado y prometernos que esto tiene que ser un secreto…-

-Si… eso que ni que, claro que no se lo diré a nadie!-

-Pero que onda? dime la verdad Antonio… O sea… te sientes mal?

-Ni se como me siento, tu?-

-La verdad… se que a lo mejor estuvo mal, pero te digo algo? No creo que sea para tanto, o sea, pues si… somos hermanos y tuvimos sexo pero no es algo que yo crea me vaya a traumar, me entiendes?

-Pues que bueno que te sientas así, tenía algo de miedo que estuvieras enojada conmigo y la culpa no me estaba dejando-

-Pero no es solo tu culpa, fue decisión de los dos-

-Si pero yo empecé… y pues estabamos algo tomados y…-

-No… no te sientas mal, yo también tuve que ver, tu tranquilo. Mira… ya no tiene caso mortificarse, lo hicimos y punto… te propongo algo- Me dijo Ana de una manera tranquila

  • A ver, que cosa?-

-Que te parece si dejamos todo esto como una travesura que hicimos… lo olvidamos y seguimos disfrutando del mundial, va?-

-Bueno… va!-

Ana se acercó a mi, y con una sonrisa me dió un beso en la frente y nos dimos un abrazo. Me despedí momentáneamente para irme a tomar un regaderazo en mi habitación y nos quedamos de ver dentro de hora y media en el comedor del hotel para desayunar. Aunque todo era algo surreal, me provocó un gran alivio el que mi hermana hubiera reaccionado de tal manera, esto hizo que recuperara mi ánimo.

Algo en lo que pensaba era que Ana había dicho que nos olvidaramos del incidente y que lo dejáramos como una travesura, sabía que para mi eso no sería posible. Comencé a revivir la noche anterior, el recordar el sabor de su vagina, la textura de sus pezones en mi boca, el sentir su lengua con la mia… y que decir de ese increíble placer cuando la penetré. Como olvidar todo eso? Pero tenía que hacer un esfuerzo y tratar de pasarla lo mejor posible.

Esa misma tarde, por fin pudimos comunicarnos con nuestra agencia de viajes para saber que estaba pasando con nuestros boletos. Hasta el momento solo contabamos con el transporte y los hoteles pero ya nos debían los dos primeros partidos de México y queríamos saber que iba a pasar para el México-Portugal. Después de una discusión intensa por el teléfono, el resultado fue el mismo, no tendríamos los boletos para el partido de México, a cambio, nos podían confirmar boletos para otros partidos que no nos interesaban así como una compensación económica. Según ellos, al regresar a México nos devolverían el costo de los boletos. Entonces surgió de nuevo el dilema, nos vamos a Gelsenkirchen sin boletos con la esperanza de conseguirlos allá?

Noté que Ana no tenía el mismo optimismo que cuando llegamos a Hanover buscando boletos para el México-Angola, que sin duda le salieron caros con la tremenda cojida que le pusieron los negros. Pero aún así, decidimos irnos a Gelsenkirchen, mínimo conoceríamos otra ciudad. Durante todos esos días Ana nunco mencionó nuestro "incidente", siempre actuaba de lo mas normal y era algo que en cierta forma me preocupaba. Sentía que tal vez estaba reprimiendo un poco lo que pasó y en algún momento ella podría explotar, eso o realmente se había olvidado del asunto. Cosa que yo no podía hacer, incluso me había masturbado varias veces recordando esa noche.

Esta vez, ya en Gelsenkirchen, no pudimos obtener boletos, o más bien, Ana no pudo conseguir boletos. Seguramente aprendió la lección que le dieron los negros de no darle las nalgas a cualquiera. El partido lo vimos en una de las pantallas gigantes que se habían colocado en las afueras del estadio, la escena nunca careció de buen ambiente, con muchos de nuestros compatriotas en la misma situación pero decididos a apoyar a la selección de cualquier manera. Gritos, cantos y al último frustración, México cayó ante Portugal. Pero aún así México pasó a la segunda ronda y enfrentaría nada mas y nada menos que a Argentina, razón suficiente para celebrar. Como ya era normal, nos juntamos con un buen grupo de paisanos Mexicanos, esta vez era un grupo del Distrito Federal y terminamos llegando a un club llamado Bubu, con excelente vibra y lleno de Mexicanos y Portugueses que independientemente del resultado del partido, convivían de la manera mas alegre. Ana y Yo sabíamos que nuestra estancia en el mundial estaba por concluir y decidimos con todo pasar esa noche en grande!

En el club, cada quién siguió su camino. De vez en cuando miraba a Ana en la pista o platicando con varias personas pasandola bien, por alguna razón no me sentía muy preocupado por ella. Ya mas entrada la noche, cruzé la pista para dirigirme a la barra, cuando sentí un jalón por la espalda, era Ana.

-Que onda! Ven vamos a bailar!-

Pensé que los tragos se le habían subido pero no, simplemente estaba alegre y al verme pasar cerca de ella se le hizo fácil ponerme a bailar y para no ser un aguafiestas pues le di el gusto. Fue muy divertido, la estabamos pasando súper, pero las cosas fueron subiendo de intensidad. La música a todo volúmen, los tragos, las luces, los olores, todo esto hizo que algo pasara entre nosotros, noté que Ana me miraba directamente a los ojos por largos periódos de tiempo, algo que en un principio me incomodó pero al pasar el tiempo me encontraba haciendo lo mismo y por momentos dejaba que mis ojos vagaran por todo su cuerpo, Ana al notar esto, se movia mas sugestivamente al ritmo de las canciónes, y con solo su mirada sentía que ella aprobaba que la viera de esa manera. Habíamos entrado a un cierto tipo de trance con la música, cada vez bailabamos mas y mas cerca. Por momentos, Ana se volteaba y se pegaba a mi, la tomaba de las caderas, nuestras mejillas tocaban y nuestro sudor se mezclaba. Estabamos como hipnotizados. Algo estaba pasando.

No aguanté mas, no se de donde saque el valor, pero cuando Ana volvió a ponerse de frente y sin dejar de bailar, me le acerqué y la besé. Por un momento pensé que me daría una cachetada o algo por el estilo, pero no, al contrario, me abrazó por el cuello y me correspondió de la misma manera, dando como resultado un beso lleno de pasión que me llenó de morbo.

-Ven- Me dijó Ana en el oído después de besarnos.

Me tomó de la mano, nos salimos de la pista como pudimos entre toda la gente, llegando a un rincón del club menos congestionado y esta vez fue ella la que me besó. Era una sensación indescriptible, me estaba besando con mi propia hermana frente a toda esa gente, seguramente pensaban que éramos novios. No me cansaba del sabor de la boca de Ana, nuestros besos cambiaban constantemente, por momentos eran muy sensuales, luego eran tiernos, después muy salvajes.

Poco a poco mis manos fueron recorriendo su cuerpo, sus piernas, sus nalgas, sus tetas. Ana nunca opuso resistencia. Llegué a preocuparme por la gente, pero me di cuenta que no éramos los únicos, había muchas parejas por todo el club haciendo lo mismo, mientras no supieran que eramos hermanos, simplemente seríamos una pareja mas fajando.

-Que onda con esto Antonio?- Me preguntó Ana

-No lo se, no lo puedo explicar… pero me gusta, para que la juego-

-A mi también- Me contestó y seguimos besándonos por varios minutos mas.

-Oye nos vamos al hotel?- Me dijo Ana

-OK-

Sabía lo que iba a pasar, para ese entonces los dos estabamos bien calientes. Ya ni me importaba que fuera mi hermana, ya estabamos actuando como novios. Tomamos un taxi rumbo al hotel, un bonito Mercedez-Benz y durante todo el camino seguimos agasajando como adolescentes. El chofer de vez en cuando miraba por su retrovisor y nos hizo el comentario que haciamos una bonita pareja. Ana y Yo nos miramos y nos reímos al escuchar esto. La travesura se había hecho mas grande y por fin llegamos al hotel.

Esta vez nos fuimos a mi habitación y como desesperados nos quitamos la ropa.

-Oye… estas seguro?- Me preguntó Ana

-Uf.. si, y tu?- Por un momento pensé que Ana iba decir que no, realmente no deseaba eso.

-Si si… es emocionante no? JIJI- contestó con una sonrisa pícarona

Cuando por fin quedé desnudo, me sorprendió como Ana inmediatamente se puso de rodillas, tomando mi pene con su mano derecha para meterselo en su boca. Oh que delicia!, su boca tibia y mojada, sus gruesos labios sujetando mi miembro intensamente, su lengua deslizandose por debajo de mi glande mientras con la otra mano acariciaba mis testículos, que sensación tan increíble. Me preguntaba una y otra vez en mi mente: "Canija! Quién te habrá enseñado a darle placer a un hombre de esta manera!"

Sentía que me venía y fue cuando la levanté y la acosté en la cama, le abrí sus piernas y de una manera feroz enterré mi cara en su vagina, que para ese entonces ya estaba muy mojada con ese líquido pegasojo con sabor a gloria.

-Ahhhh Antonio… Si !!! Asi!!!-

Mi lengua escarbaba mas y mas profundo dentro de esa conchita tan dulce, mi dedo pulgar frotaba su clítoris y por momentos lo mordisqueaba provocando en mi hermana tremendos espasmos de placer. Después besé sus tetas, sus pezones bien erectos y duros. Mis dientes los pellizcaban ligeramente para después succionarlos. Luego nos volvimos a besar, nos queríamos comer!

-Ay Antonio… métemela ya!

No me tuvo que decir dos veces, abrí sus piernas y lentamente comencé a sentir como su mojada, caliente y ajustada vagina cedía paso a mi hinchada y durísima verga, al mismo tiempo que Ana dejaba suspiraba entre mas profundo se la metía. Por momentos sentía que me venía, que placer! pero no quería hacerlo tan pronto, bajaba mi ritmo pero era tan difícil!

Después me acosté y ella se colocó ariba de mi, guiando mi pene dentro de ella al mismo tiempo que me miraba con una sonrisa de diabla. Comenzó a moverse rápidamente hacia arriba y abajo.

-Oh Ana… espera, mas despacito si? Mmm-

-Si ok… que ricooo!-

-Ay Mamasita!-

-No niño! Es hermanita! hermanita! JIJIJI-

Pasaron varios minutos en esa posición cuando le dije que se pusiera de perrito. Que vista tan mas hermosa cuando me puse detrás de ella, que culo tan mas lindo! Grande y firme! Lo primero que hice fue mamarle su panochita en esa posición, sentir sus nalgas en mis mejillas era sensacional! Cuando le metí la verga supe que no iba a durar mucho, tener a mi hermana a gatas, sujetandola de sus caderas y nalgas, además de escuchar sus gemidos eran para volver loco a cualquiera.

-Ay hermanita! ya no aguanto mas!-

Saque la verga de su conchita y chorros de moco blanco bañaron su espalda y sus nalgas, nunca había eyaculado tanto!

-Ijuela! Te salió mucho eh?- Me dijo Ana

-Si… uf Ana… la verdad que eres lo máximo!-

-Rico?-

-Um Ana… no sabes cuanto!-

-Si! Estuvo padre no?-

-Si… oye estuvo bien para ti?- le pregunté

-Siii ! la verdad que si sentí rico… oye Antonio…. Todo bien verdad?-

-A que te refieres?-

-Solo quiero estar segura que no te vas a arrepentir de todo esto-

-No para nada…y tu que onda?-

-Yo tampoco… pero que barbaridad eh! JIJIJI no puedo creer lo que andamos haciendo!-

Esa noche platicamos de como todo esto cambiaría nuestra relación, y quedamos que lo mejor sería dejar que el tiempo decidiera por nosotros en que manera todo esto nos iba a afectar. Obviamente las cosas entre ella y yo ya no serían igual por mas que intentáramos. Pensé, que a partir de entonces, aún si nunca mas volvíeramos a tener sexo ya no la miraría solo como a una hermana, sino como a una mujer, una novia, una amante. Nuestro tiempo en Alemania había terminado, y de que manera! Lo que habia iniciado como una aventura futbolística, se había convertido en un toda una odisea incestuosa!

Y mientras Ana dormía, yo me preguntaba que iba a pasar una vez que regresaramos a México. Deseaba con todas las ganas del mundo, que lo que empezamos en Alemania, siguiera en México. Que así sea.

FIN

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