Alberto

Cómo me reencontré con el hombre de mi vida

Alberto

Conocí a Alberto a mis 20 y no lo volví a ver hasta hace 3 años.

— Anna, necesito pases a hacer el pago del fotógrafo para la fiesta de mi hija — dijo mi jefe, dándome un sobre con efectivo, una factura y una tarjeta, mire la hora y pensé que probablemente sería otro día llegando tarde a casa — Esta bien — respondí y conté el dinero.  Tome mis cosas y subí a mi auto, el estudio del fotógrafo está a en una colonia bien pero no tan bien como donde vive mi jefe, una vez llegue a la dirección vi que el estudio estaba en un local equis sobre la avenida y que iba a ser un problema el estacionamiento por que todos los cajones de estacionamiento del pequeño edificio de locales estaban ocupados, después de 15 minutos encontré un lugar. Cuando entre al local una chica con un maquillaje cargado y su pelo decolorado en color morado me recibió con un buenas tardes que puedo hacer por usted, había varias fotografías colgadas en las paredes, en su mayoría de novios, mujeres embarazadas, quinceañeras, parejas y niños, solo había una foto que llamó mi atención y era de un hombre tocando un bajo la foto estaba desenfocado pero la luz y el tono hacían que fuera cautivante, mientras la chica hacía el comprobante del pago del dinero que acaba de entregarle seguí mirando las fotos, en el momento en que la recepcionista me daba el cambio, una chica con un peinado elaborado y sus padres salieron de la parte traerá junto con un hombre que les despedía, los padres de la chica llevaban  varias bolsas y tenían sus manos ocupadas así que me apresure a ayudarles abrir la puerta y fue entonces cuando el hombre al que no había visto bien me llama por mi nombre — ¿Anna? — pregunto, yo me gire y lo mire y su rostro se me hizo familiar — Si, ¿Alberto? — digo y el sonrie entonces es cuando estoy cien por ciento segura de que la persona frente ami es mi ex compañero de la facultad, los padres de la chica y la chica salen y yo me quedo viendo a mi ex compañero que se totalmente diferente al chico regordete que estuvo conmigo años en la carrera y del que después no supe más, el mira la interacción entre su recepcionista y yo y frunce el ceño — ¿Qué haces aquí? — pregunta y sonrio, — vengo a pagar el servicio contratado por mi jefe para la fiesta de su hija — le respondo y el esta mirando los papeles y alza mucho sus cejas cuando ve el citrato y el nombre de mi jefe —! Vaya que sorpresa¡ esta de locos encontrarnos así  — dice y asiento — Lo sé, te perdí el rastro cuando saliste de la facultad — digo y el asiente — Si, lo sé. Hay que poner al día — dice pero algo en mi reacciona y veo la hora en mi reloj — Claro, supongo que nos veremos seguido. Generalmente me encargo de pendientes personales de mi jefe y su familia, pero en este momento tengo que irme — digo y noto cierta decepción en su mirada — Claro, toma una tarjeta — dice dándome una de sus tarjetas del mostrador después de escribir algo en ella al reverso — te anote mi número personal, llamame cuando tengas tiempo — dice y sonrie. Asiento, tomo los papeles de mi jefe y salgo de ahí.

NO volví a ver a Alberto hasta el día que mi jefe me pidió acompañar a su esposa, su hija y el chófer de su familia a la sesión de fotos informal de la niña, mi jefe al ser un hombre ocupado de negocios y estar metido en la política tenía poco tiempo aveces, para cosas así y yo era quien asistía a su familia en algunas cosas, llegamos a la locación donde tomarían las fotos y me dio algo de pena recordar que jamás me puse en contacto con Alberto después del dia que nos volvimos a ver, la verdad es que perdí la tarjeta y no recordé nunca donde la deje, en cuanto llegamos y me vio me dedico una sonrisa y me saludo de forma normal, la esposa de mi jefe noto algo que yo no había notado por que mientras ellos estaban revisando una secuencia de fotos y su hija se ponía el otro cambio de ropa dijo "Creo que el fotógrafo tiene un crush contigo Anna"  eso llamo mi atención y fije mi mirada en Alberto unos minutos.

Cuando se terminó la sesión, nos despedimos y le dije que me viviera a dar su número pero esta vez le di mi celular para que se llamara y asi guardará mis números.

La tarrcera vez que vi a Alberto fue para recoger las muestras de las fotos de la sesión informal para que mi jefe y su familia decidieran cuales usuaria el día de la fiesta como parte de la decoración, Alberto al parecer había tenido un retraso de unos días en enviárselas y mi jefe me pidió ir a ver que sucedía, cuando llegue a donde tenía el local me sorprendió ver que la cortina de la ventana principal estaba abajo, cuando toque el timbre de la puerta nadie me habría hasta que después de un momento escuche una voz familiar pero algo ronca preguntar quien era por el intercomunicador, una vez dije que era yo, la puerta se abrió y al entrar lo primero que vi era a mi ex compañero con una cara del demonio — ¿Qué te sucede? — pregunté alarmada el solo siguió caminando sin decir nada a la parte del fondo del local, pasamos lo que creo es el estudio y luego comenzó a subir unas escaleras que llevaban al segundo piso ahí me sorprendió ver que era un departamento "su departamento" hecho un desastre solo había una cama enorme tamaño King, una pequeña cocina separa de la cama por un barra para desayunar una mesa de plástico pequeña en color negro y un sofá cama lleno de ropa, Alberto fue directo a la cama y lo seguí entonces fue cuando vi una enorme cantidad de medicamentos y tés de esos para la gripe en un mesita de noche junto a su cama, me acerque y lei una receta médica de hace una semana — Oye no quieres que te lleve al médico? — pregunte pero el no dijo nada y solo cubrió su cabeza con una colcha, me acerque y toque su frente estaba ardiendo y empapado de sudor, así que llame a un amigo que es médico y el me dijo que podía llegar en media hora pero que si tenia fiebre y estaba empapado de sudor debía hacer que tomará un baño y cambiarse de ropa, pensando en ellos trate de hacer que Alberto se pusiera de pie y entrará al baño pero fue imposible su 1.80 contra mi 1.65 era una diferencia marcada ademas su peso y su complexión que es atlética no ayudo mucho.  Por último decidí que si no podía hacer que tomará una ducha mínimo intentar bajarle la fiebre con paños húmedos y cambiarle la ropa, cosa que no debi hacer, el chico regordete de mis años en la universidad se había ido y ahora era un chico con cuerpo atlético, abdomen marcado, músculos definidos y aunque una parte de mi se sintió totalmente atraída la parte racional me dijo que estaba enfermo y que debía hacer lo posible por ayudarlo aI que aleje esos pensamientos lujurioso y seguí con mi tarea al poco tiempo lo había cambiado de playera, short y la fiebre iba bajando poco, mi amigo llegó y lo deje entrar lo reviso y me dijo que era una fuerte infección respiratoria, me dio una receta para surtir medicamentos y se marchó.

Llame a mi jefe para decirle que el fotógrafo estaba enfermo y que esaa era la razón por la que no había entregado el trabajo, pero que en unos días podría hacerlo. Mi jefe se molesto pero después comprendió la situación y lo dejo estar. Como era viernes le dije que ya no regresaría a la oficina y que nos veíamos el lunes.

Pedí el medicamento y decidí que debía abrir un poco el lugar para que el virus saliera, trate de limpiar un poco también y busque en el refrigerador y al no ver nada decidí que lo mejor sería comprarle algo de comer, tenía que comer el algo y yo también pues ya estaba haciéndose de noche, mande comprar algunas cosas mediante una app y al poco tiempo llegaron, cuando subí con lo que había pedido Alberto se encontraba de pie frente al refrigerador — ¿Qué haces aquí? — pregunto, dejando las bolsas en la mesa saque un suero lo abrí y se lo ofrecí el miró el envase y luego a mi — ¿Te sientes mejor? — pregunté el asintió y yo asentí, — viene a buscarte por el trabajo que estás haciendo a mi jefe y me encontré con que estabas muriendo de fiebre, llame a un amigo médico que vino a revierte, te inyectó un medicamento y te recetó otros más que están en tu mesita junto a tu cama, te he estado cuidando desde hace un par de horas, ¿En donde está tu asistente? — pregunté el me miró sacado de onda y bebió del suero, hizo una mueca y mientras yo saque lo que había ordenado para comer — Le dije que no viniera para que no se contagiara, ¿entonces no fue un sueño? — pregunta y niego — No se que soñaste pero posiblemente no lo fue tengo aquí desde las 3pm,  anda come algo y luego ve a descansar —  digo el se sienta en una silla y yo hago lo mismo, comemos en silencio por algunos minutos y luego el dice — Gracias — sonrio — No hay de que, solo recuperate y termina las cosas que tengas pendientes de trabajo tienes como veinte mensajes en tu buzón de voz de clientes molestos — le digo y el hace una mueca, cuando terminamos de comer el intenta ayudarme a recoger la basura pero le digo que no y que mejor tome un baño el se mira y hace una mueca pero me hace caso, mientras se ducha limpio un poco mas tengo un TOC cuando veo las cosas sucias y su departamento es un caos, cuando sale de la ducha en nada más que una toalla al rededor de su cintura mi ojos lo recorren y juro que el sonrie al verme hacerlo  entonces me doy vuelta y le digo que esperare a que se cambie sentada en las escaleras, el murmura un creo que ya viste casi todo pero lo ignoro, cuando me llama subo nuevamente y lo encuentro mucho más atractivo que hace un momento, huele bien, se ve bien, y sus ojos verdes están menos feos que cuando llegue — Anna, no se como agradecerte lo que hiciste por mi hoy salvo invitandote a cenar algo — dice y pienso en podrías agradecerme de otra forma, no sé si lo dije en voz alta o que pero de repente el estaba a menos de un centímetro de distancia de mi y cuando levante mi mirada, él tenía la suya fija en mis labios cuando se acercó y me beso sentí como sus manos me acercaron a él tomándome por mi cintura, y pude sentir lo que vi cuando le quite la ropa sudada su verga no solo se veía de buen tamaño, era de buen tamaño — Dime, ¿debo parar? — pregunta y niego y lo sigo besando mis manos viajan a su cabeza y juego con su pelo mojado entonces el toma mis piernas por los muslos y me sube doy un brinco para yudarlo y las envuelvo en su cadera el camina conmigo así sin dejarme de besar y me lleva a su cama donde caemos el se quita su camisa y nuevamente puedo ver ese abdomen marcado que me dieron malos pensamientos hace poco me acomoda en la cama y el comienza a desabrochar los botones de mi blusa, hasta dejar al descubierto mis pecho con destreza desabrochar mi brasier, me quito la blusa junto con el brasier, su manos van a mi pantalón el cual desabrochar y comienza a quitar hasta dejarme solamente en la tanga a juego con el brazier es rosa bajito, de encaje un pequeño triangulo cubriendo mi depilado coño, el comienza un camino de besos entonces desde mis piernas hasta mi coño donde se detiene para enredar sus dedos y bajar la única prenda de ropa que llevaba ya puesta el se baja su short y me sorprendo al ver que no se puso ropa interior, su verga esta en lo alto, grande como de una 20 cm, venosa y ancha, se me hace agua la boca y quiero probarla pero Alberto tiene otros planes pues después de mirarme un poco se baja de su cama y busca algo en su habitación buena cámara de fotografía antigua — no sabes como he querido fotografiarte así desde que eramos unos niños en la universidad — dice dejandome en shock y entonces sin previo aviso toma una foto de mi se sube a la cama  y se pone sin darme oportunidad sobre mi, separa mis piernas con sus manos y acomodándose me mete su verga al coño que aunque estaba húmedo no estaba lo suficientemente húmedo y me hace gritar — aaagh, Dios — grito y el se queda inmóvil y siento nuevamente que toma una foto — Estas tan caliente, húmeda y apretada — dice moviéndose un poco dejando que me acostumbre a su tamaño, a su peso a él, me besa y eso me atrae nuevamente a la realidad, entonces es cuando envuelvo mis piernas a su alrededor y el toma esto como luz verde para moverse más rápido, mientras me besa y me dice lo buena que estoy, sus manos se ponen debajo de mi espalda y el me sube dejándonos entonces a él y ami ahora en una posición donde el puede cojerme casi sentado al medio de la cama, con sus manos me mueve por la cadera y mis manos alredor de su cuello hacen que no caiga de nuevo en el colchón, estamos así un buen tiempo hasta que siento que estoy por venirme — aaaah Dios, me voy a venir — le digo entonces el me tumba en la cama y comienza a bombear mas fuerte haciéndo que me venga en esa posición, luego en lugar de darme oportunidad a asimilar me gira poniendo mi cuerpo boca bajo y comienza a ponerme  en posición de perrito no sin antes volver a tomar una foto asi de mi  mientras lo hace se la pasa diciendo tan linda y puedo sentir  sus manos tocando mi coño y jugando con los jugos de mi orgasml anterior, entonces el se posiciona y mete su verga dentro de mí coño de nuevo y comienza a bombear primero lento y después rápido, conforme los movimientos se aceleran cojemos un ritmo los dos y el gime y yo gimo, el grita mi nombre, yo el suyo, el me muerde en la espalda haciéndome gritar pues eso hace que vuelva a correrme y empujando mis caderas atrás haciendo que su verga entre muy profundo — Me voy a venir, Anna, déjame correrme dentro —  algo en eso me asusta puedo quedar embarazada es muy riesgoso, pero a la vez no quiero que acabe fuera quiero sentir el calor de su leche dentro de mi — Si, vente dentro de mi — cuando digo esto siento su verga crecer en mi interior, el empieza acelerar sus embestidas y pronto lo escucho gritar mi nombre y puedo sentir como su verga empieza a venirse dentro de mi, calor humedad y algo mas dentro hacen que mi coño se contraiga y me corro de nuevo, ambos gemimos y el se desploma sobre mi nos qurfmoas así un tiempo el sobre mi yo boca bajo tratando de recomponerme y cuando él rueda y su verga sale de mi interior un plop se escucha, entonces el me agarra y me acomoda aún lado de él de forma que quedamos de cucharita, el besa mi vuelo y mi cabeza me agarra de la cintura y solo siento su verga en estado normal — Anna, quedate conmigo esta noche — asiento y sin mucho que decir nos quedamos dormidos.

Esa noche, tuvimos sexo dos veces más. Al día siguiente el estaba muchísimo mejor su palabras fueron con todo ese sudor por lo que hicimos y el medicamento el virus salió más rápido. Cuando nos bañamos el me acompaño a comprar una pastilla del dia siguiente y después lo invite a mi depa, esa noche se quedó conmigo y volvimos a tener una noche llena de pasión y sexo, después de eso comenzamos una relación formal, para el XV de la hija de mi jefe nuestra relación tenía ya dos meses y estábamos felices, un día el me presentó a su hijo, fruto de una relación del pasado que no funcionó, un día le conté sobre mi vida pasada y como es que tenía un departamento así pagado al cien.  Alberto aceptó esa época de mi vida y no me criticó, al poco tiempo el se mudo a vivir conmigo pues mi depa era mas grande y el conservo su depa y aveces teníamos sexo ahí, un día algo salió mal y quede embarazada Alberto se puso feliz y me propuso matrimonio nos casamos únicamente por el civil, de un día a otro la pandemia llegó y nuestro hijo nació en mayo del 2020. Durante la pandemia las cosas se complicaron económicamente para ambos, pero eso no afecto mi relación con él, en nada. Ahora con nuestro hijo somos más felices.

Por último señaló que los meses previos a mi embarazo y durante el mismo tanto Alberto como yo descubrimos que nos encanta la vida swinger, el sexo rudo, a él le fascina mamar mis pechos mientras cojemos y estoy lactando yo descubrí que es una experiencia demasiado exitante. Pronto les escribiré más sobre nuestras historias durante la pandemia, durante mi embarazo y las más recientes…