Alba, una sumisa madura

Como una mujer madura, se atreve a iniciar una relación de sumisión...

"Amo de Barcelona con experiencia busca hembra, preferiblemente madura para iniciarla", la verdad es que jamás pensé que con un anuncio así, llegaría a contactar con nadie, pero estaba equivocado, siempre hay alguien capaz de dejar atrás sus tabues, sus miedos, incluso de arriesgar su plácida vida matrimonial, para llevar a cabo su fantasía

Al llegar a mi trabajo, abro mi pc , como cada día, para leer mis correos, y entre ellos destaca una dirección nueva, alguien ha respondido a mi anuncio, lo abro, y más o menos dice:

"Hola, me llamo Alba, he leído tu anuncio y me gustaría hablar contigo, si tu quieres,"

La verdad es que dudaba sobre si responder a ese mensaje tan escueto, de hecho me olvidé de él, hasta que al cabo de una semana volví a tener un mensaje nuevo de Alba.

"Realmente estoy interesada en el anuncio, por favor, contacta conmigo"

Siempre he sido un poco escéptico, desde que entré en el mundo de la sumisión, mis experiencias me han enseñado que verdaderas sumisas hay pocas, y buenas sumisas aún hay menos. Le envié un correo, en el que la citaba en el msn esa misma noche, a las once para una primera toma de contacto. A las 11 y cinco entré, y ella estaba allí, durante unos minutos estuve esperando a que ella me pinchase, en ese tiempo trataba de imaginar sus sensaciones, sabía que ella estaba nerviosa, dubitativa, al cabo de un rato se presentó así:

"Hola, soy Alba, tengo 48 años, y mi mayor fantasía es saber lo que siente una sumisa"

Como imaginareis, esas simples palabras me llenaron de placer, después de un buen rato hablando decidí que ya era el momento de verla. Pon tu cam, ella obediente la puso, era una mujer madura, rubia, ojos claros, piel cuidada, la verdad es que no estaba nada mal, tenia ese aspecto de señorona elegante con dinero, hastiada de su marido y de su monótona vida, que desea probar experiencias nuevas, y, por supuesto, yo estaba dispuesto a dárselas

-Muy bien Alba, probaremos que sabes hacer, desnúdate. Ella titubeó un poco,

-Desnúdate!

Se quitó la blusa, mostrándome un sujetador de encaje negro, de esos caros, luego se quitó la falda, quedándose tan solo en bragas

-Te he dicho que te desnudes, has comprendido bien lo que significa eso

-Alba, ese no es un nombre apropiado para una cerda como tu, tendremos que pensar en un nombre apropiado…sugiéreme uno.

-No se, el que quieras

-Antes de nada, quiero que te claro que exijo respeto, ¿has comprendido, guarra?, cuando te dirijas a mi me llamarás amo o señor.

-Si, señor.

-Bien busquemos un nombre, creo que perra servirá

-Si, señor, perra me gusta.

-Bien, perra, te he dicho que te quiero desnuda, o una indicación tan simple no sabes realizarla

Se quitó la ropa interior, quedándose ante mi completamente desnuda.

-Da tres pasos hacia atrás y date la vuelta, ella obedeció.

-Ve a la cocina a por un yogurt, a cuatro patas, como lo que eres, una perra, una perra obediente.

Tardó exactamente 2 minutos, llevaba el yogurt en la boca.

-Ponte de rodillas y ábrelo.

-Úntate las tetas con el y masajéate, quiero esos pezones bien tiesos, perra

Ella sentía mi mirada en su cuerpo, mientras se estremecía al contacto de la piel con el yogurt frío, sus pezones estaban completamente erectos fruto de la excitación producida por el masaje y la situación….sabía que estaba mojada.

-Bien, perra, estás mojada, ¿verdad?

-Si, señor, estoy muy excitada

-Eso es lo que pretendía. Ahora vas a limpiarte las tetas, y vas a arreglarte para salir, eso sí, de momento tienes prohibido tocarte, no podrás masturbarte, hasta que yo te lo indique, ¿has entendido bien mi orden?, perra.

-Señor, no se si

-Cállate, y responde. ¿Me has entendido?

-Si, si, señor