Alba, una sumisa madura (2)

Una señora elegante busca experiencias distintas.

pasaron unos días, hasta que decidí volver a contactar con ella, la verdad es que estaba

seguro de que no habría aguantado sin masturbarse, muy pocas lo consiguen, le envié un correo citándola en el msn, a las cinco, para esa misma tarde. Pasó la mañana y a las cinco y diez entré. Ella estaba ahí, esperando… dejé que pasasen unos minutos, los suficientes para ponerla nerviosa, mientras revisaba los correos, cuando acabé empezamos a hablar.

-Bien, perra, supongo que me has obedecido, ¿no?

Tardó unos segundos en responder

-si, señor, si he obedecido

-¿Estás segura?

-si, si señor

-pon la cam

Allí estaba.

-Bien, guarra, mira a la cam, y dime que has aguantado sin tocarte tu coño de perra durante estos días. Piensa bien tu respuesta, no me gusta que me mientan, si me mientes, te estás engañando a ti misma, tu has sido la que me ha buscado a mi, y entonces no tiene ningún sentido seguir con este "juego"

-Si, señor, me he pajeado, pensando en lo humillada que me sentí, no he podido aguantar, perdóname

-¡Calla, guarra!, mereces un castigo

-Si hay algo que me moleste es la desobediencia, vete a buscar dos pinzas de tender la ropa, rápido, y por supuesto a cuatro patas, que es como deben ir las perras como tu

-Si, amo.

Segundos más tarde ya volvía a tenerla ante mí

-Desnúdate, y te lo voy a decir solo una vez, cuando me veas en el msn, te desnudas, quiero verte siempre así. ¿Has comprendido, guarra?

-Si, si señor.

-Masajéate las tetas, apretando la base, y estimulándote los pezones, sabes que me gusta verlos bien tiesos, pellízcatelos.

-Veo que te gusta

-Sí, amo, si, me excita mmmm

-Coge las pinzas, y colócala en tus pezones.

-ahhhh, me duele, amo

-Cállate furcia

-si, señor

-Vas a volver a desobedecer a tu amo, ¿perra?

-No, señor, jamás lo haré

-¿Estas segura?

-Si, señor, si

-Estarás hasta que te lo ordene con las manos detrás en la nuca, y con el pecho fuera… la tuve así durante quince minutos, en los que estoy seguro se le antojaron muy largos

-De acuerdo, seré comprensivo contigo, quítate las pinzas, tirando de ellas.

Estoy seguro de que los vecinos la oyeron gritar

-Ahora puedes pajearte, acerca la cam a tu coño de cerda, deja que tus dedos jueguen con tus labios mayores, te quiero bien excitada…se que te gusta, sigue masturbándote para mi…si tu marido te viera, jajajaja, sigue, quiero el clítoris bien erecto, frótalo… te gusta…veo que estas bien lubricada, ¿me equivoco, perra?

-Amo, estoy muy cachonda

-Lo veo, lo veo…pero tu castigo no ha acabado, hoy no te vas a correr.

-Amo, por favor, permíteme.

-Cállate, cerda. Sabes lo que vas ha hacer. Mañana al mediodía, te presentarás en el fast food que hay en Plaça Catalunya, irás a la planta superior, a la una en punto, y me esperarás allí

-Amo, como te reconoceré

-Seguro que me reconocerás, y si no preguntas

-Quiero que vayas vestida elegantemente, no me agrada la vulgaridad