Alba: un gimnasio, dos pollas y una infidelidad

Mi novia Alba consigue acceder al gimnasio en pleno confinamiento y yo la sigo unos minutos después para descubrir que no estaba haciendo el tipo de ejercicio que yo esperaba.

Estimados lectores, dejad que me presente, ya que es la primera vez que me dirijo a vosotros directamente (hasta hora siempre ha sido mi novio quien lo ha hecho). Soy Alba, y quería escribiros sin intermediarios para agradeceros los emails y mensajes que me habéis dirigido a lo largo de los últimos días.

Ha sido un placer leerlos y releerlos ;-).

En cuanto a este relato que os presento hoy, a diferencia de los anteriores, se trata de una historia ficticia, pero que supone una fantasía mía. Todavía no nos hemos atrevido a hacerla realidad (mi querido novio no lo ve muy claro, pero ya le iré convenciendo para la causa).

Y sino le puedo convencer, al menos le puedo pedir que escriba un relato sobre ello. Tengo que tenerle distraído durante el confinamiento! :) Espero que lo disfrutéis y que comentéis lo que se os pase por la cabeza para hacerme este encierro algo más entretenido.


El confinamiento por el Covid 19 se estaba haciendo muy duro. Tanto Alba como yo somos personas deportistas. Yo, antes del encierro salía a correr varias veces por semana y los días que no salía hacía ejercicio en casa.

Alba es igual de activa que yo, pero está suscrita a un gimnasio al que iba al menos 4 veces por semana. Es un gimnasio de barrio a apenas dos manzanas de distancia de casa. Es conocido sobretodo por sus clases de artes marciales, pero tiene salas con máquinas y también dan clases de spinning, pilates y yoga, al menos hasta donde yo sé.

El hecho de no poder hacer el ejercicio al que estábamos acostumbrados era duro. Adicionalmente, nuestra vida sexual había vuelto a la normalidad dado que no podíamos quedar con nadie ni conocer a gente nueva con la que montar tríos o intercambios.

No obstante, a finales de marzo, Alba consiguió el contacto del dueño del gimnasio quién al parecer estaba dejando entrar a algunos clientes con los que tenía confianza, a cambio de que estos no cancelasen sus suscripciones por el confinamiento. Alba me comentó que era tanta la confianza que el dueño tenía en ella que le iba a prestar una llave, con la condición de que al terminar la volviera de dejar el buzón de su casa, que estaba pegada a las instalaciones.

Contenta por poder recobrar algo de su rutina, Alba se vistió con sus mayas de deporte y un top rosa de tirantes y salió un martes por la tarde a hacer algo de ejercicio.

Yo por mi parte me quedé en casa, pero me entró una gran idea en la que no había caído hasta el momento. En principio, Alba iba a estar sola en las instalaciones, con lo que yo podía aprovechar para entrar en el gimnasio aun no siendo cliente y al menos correr en alguna cinta. El plan no tenía fisuras ya que el dueño no tenía por que enterarse.

Me cambié como para salir a correr y en cuestión de 5 minutos estaba ante el establecimiento.

Tiré de la puerta principal y vi que no estaba cerrada, con lo que entré al vestíbulo. El gimnasio no era de los más grandes, solo tenía tres salas de tamaño medio en dos de sus tres pisos y el sótano hacía las veces de vestuario.

Alba siempre entrena con música, con lo que al no oír ninguna canción estimé que debía de estar todavía en el vestuario con lo que me dirigí hacía allí, pero en mitad de las escaleras paré por que me parecía estar escuchando a Alba hablar con alguien. Al no querer encontrarme con el dueño, tomé seguí bajando las escaleras con cautela hasta intentar ver de quien se trataba.

Alba - “Ya os estaba echando de menos, chicos!”. Se escuchaba de lejos y con el eco típico de una habitación semi vacía.

Voz de hombre - “mmmm, el confinamiento se me estaba haciendo duro por no poder ver este culito” (sonó como una palmada).

Alba - “AH! Espero que el confinamiento no sea lo único que se te esté haciendo duro, cari...”

Quedé completamente petrificado. Alba estaba en el vestuario con un hombre y si estaba escuchando bien, la intención que tenían era clara. Pude haber entrado al vestuario en ese momento y cortar de raíz la situación, pero decidí no hacerlo.

Voz de hombre 2 - “Alba, mira lo que tengo aquí para ti.”

Parece que había más de uno con mi novia....

Alba - “mmmm, a esta sí que la echaba de menos”

Voz de hombre 1 - “Y a esta?

Alba - “A esta también..... sentaos en el banco... anda.... que voy a hacerles un regalo a mis chicos favoritos...”

Seguí bajando la escalera despacio e intentando no hacer ruido. Las conclusiones que estaba sacando mientras me acercaba al umbral de la puerta eran obvias: Alba me estaba engañando y por lo que decían no era la primera vez.

Alba - “mmmmmm...... riquísimas.... como siempre.....”

Voz de hombre 1 - “eso es.... come”

Pude llegar a la puerta del vestuario de hombres. Estaba entreabierta y por el hueco que quedaba pude ver el espejo que hay delante de los lavabos. Reflejado en el espejo vi una escena que jamás olvidaré. Alba, aun vestida con sus mayas negras y su top rosa, estaba de rodillas frente al banco del vestuario. Sentados en dicho banco había dos hombres.

Parecían más o menos de nuestra edad, pero debía de ser muy aficionados al gimnasio por que aun desde la distancia pude apreciar que estaban fuertes ya que estaban completamente desnudos.

Uno de los hombre tenía los ojos cerrados y una mano encima de la coronilla de Alba mientras esta se dedicaba a mover la cabeza de arriba hacia abajo, seguramente mamando alguna de las dos pollas que tenía delante. La habitación estaba en silencio salvo por el c hup, chup, chup que la succión de mi novia provocaba sobre los penes de sus dos amantes y de vez en cuando un “aaaah...” de Alba como consecuencia de tener que sacarse una polla de la boca para coger aire.

Hombre 2 - “Vaya boquita tienes.... me está costando no cogerte de la cabeza ahora mismo y follártela....”

Vi como mi novia levantaba la cabeza y se dirigía al chico que había hablado.

Alba - “mmmmm... ¿quieres follarme la boquita?” Le contestó con tono pícaro.

Hombre 2 - “Quiero follártelo todo.”

Alba - “mmmm, y yo que me lo folles.... pero vas a tener que elegir por donde empezar, ¿no? Anda... fólladme la boquita.... follándmela por favor....”

Acto seguido el hombre que tenía Alba a su derecha cogió la cabeza de mi novia, hizo un movimiento de cadera para colocarse bien sin levantarse del banco y empujo la cabeza de mi novia hacia abajo con fuerza. Lo que siguió fue el sonido de la garganta de Alba siendo penetrada por la polla de aquel hombre: aaaghm, aaaaaghm, aaaghm aaaghm, aaagghm . Mientras, el otro amante miraba la escena y se acariciaba la polla.

Mi novia llevó una de sus manos a su entrepierna y por encima de las mayas se empezó a estimular.

Pronto Alba le dio una palmada al hombre que le estaba follando la boca en el muslo para indicarle que necesitaba tomar aire. El la soltó.

Mi novia, todavía jadeante, miró al otro chico y dijo.

Alba - “aaaah, ahora....aaaah, tu”

El segundo hombre no tardó en complacerla. Alba se colocó frente e hizo un movimiento de cabeza que solo podía indicar que ya tenía su polla en la boca (recordad que desde mi perspectiva yo veía a Alba desde atrás y me tenía que imaginar gran parte de lo que pasaba. Aunque dado lo explícito de la situación no era difícil entender que hacía mi novia).

Los minutos transcurrieron con Alba alternando entre uno y otro pene sin hacer discriminaciones hasta que el silencio lo rompió el hombre a la izquierda de Alba.

Hombre 1 - “Me corro.... me voy a correr!.....”

Alba se la sacó de la boca y de rodillas, sentada sobre sus talones me contesto:

Alba - “Aquí, dámelo aquí.... llenámela.....”

El hombre se levantó, y meneándosela frenéticamente y gruñendo por el orgasmo apuntó a lo que deduje era la boca de Alba. Al verle levantado pude ver por primera vez el tamaño de la polla del sujeto. No se cuando mediría... desde donde yo estaba era difícil saberlo.... pero tenía una polla grande.... muy grande.

El otro chico también se levantó. Deduje que no debía de estar lejos de correrse y quería embadurnar de semen a mi novia junto a su compañero. Pude apreciar por primera vez también que el tamaño de su miembro era considerable, incluso más grande que el del primero.

En ese momento solo podía pensar en como mi novía podía meterse ese pedazo de carne en la boca sin que se le desencaja la mandíbula.....

El primero descargó sobre Alba y esta recibió la corrida con un “aaaaaaaaaah....” de satisfacción y placer. Acto seguido se giró ligeramente hacia la derecha para que el segundo hombre tuviera más fácil imitar a su compañero. No tardó en correrse y aun desde mi punto de vista puede ver algún chorro que voló por encima de la cabeza de Alba.

Desde mi punto de vista, no podía ver la cara de mi novia, pero me la imaginaba perfectamente. Era una cara que ya había visto en varias ocasiones cubierta de semen, pero en esas ocasiones el semen era mío o de alguno de los chicos con los que organizábamos tríos en los que yo participaba. Me la imaginaba con la lengua fuera, los ojos clavados en el hombre que tenia delante, y una mirada en cuyos se mezclaba expectación, excitación e impaciencia a partes iguales. Al menos hasta que empezaba a recibir chorro tras chorro en el rostro, pelo y boca y su expresión cambiaba a una de felicidad.

Como ya era costumbre para Alba, vi como, tras correrse el segundo hombre se llevó las manos a la cara para recoger el semen que quedara y llevárselo a su pequeña boca para no desperdiciarlo.

Hombre 1 - “Eres una puta máquina, tía”

Alba - “Y tu tienes una polla que me la estaría comiendo todo el día... jajajaja”

Hombre 2 - “Uffff.... pero que putita estás hecha...”

Alba - “Pues sí, pero no cualquier putita.... soy vuestra putita...”

Hombre 1 - “Tus mamadas son las mejores que me han hecho... me acabo de correr y ya quiero que empieces a comer otra vez....!”

Alba - “He estado practicando! Jejeje” contestó con voz burlona.

Hombre 2 - “¿Que hacemos? ¿Segundo asalto?”

Alba – Esperad que me eche un poco de agua en la cara, que estoy pringosita, e ir poniéndoos un condón... que hoy os voy a dejar sequitos!”

Alba se giró y empezó a dirigirse hacia el lavabo. Yo instintivamente me oculté detrás de la puerta, ya que corría el riesgo de que me viera si levantaba la mirada.

Oí como abría el grifo y se lavaba la cara. Tras unos instante lo volvió a cerrar y exclamó:

Alba - “Lista!”

Según se fue acercando de nuevo a sus compañeros pude volver a asomarme. Ellos la esperaban de pie con los penes semi erectos. Mi novia se situó de pié entre los dos y pude observar que en algún momento se había quitado las mayas y de cintura para abajo solo tenía puesto un tanga negro que dejaba descubierto su perfecto y redondo culo.

Al lado de sus amantes Alba parecía muy pequeña... Yo no estoy en baja forma, pero ellos estaban a otro nivel. Eran más altos, estaban muy musculados y al lado de mi novia, que mide 1,56 metros, parecían unos gigantes. Sería capaces de rodear a Alba con un brazo y levantarla sin problemas.

Alba, a la que nuevamente veía de espaldas, les agarró del pene a ambos y empezó a hacerles una paja lentamente mientras se estiraba y se ponía de puntillas para besarse con uno de ellos. Las pollas de sus amantes no tardaron en recuperar su anterior firmeza y Alba lo notó.

Alba - “mmmmm, me parece que estáis listos para un segundo asalto!... recordad que yo todavía no me he corrido y he sido muy generosa.... así que sed buenos y dadme lo mío....” dijo con voz melosa y provocadora

El hombre que tenía a su derecha no aguantó la provocación y cogiendo a Alba por las axilas la levantó del suelo como si no pesara nada. Alba dejó escapar un pequeño grito por la sorpresa inesperada y posteriormente dejó escapar un risa de excitación. Acto seguido el hombre la agarró por las nalgas y Alba entrelazó sus piernas detrás del torso de su amante.

Alba - “¡Que todavía estoy vestida! ¡Quitarme la ropa aunque sea!”

El hombre que quedaba libre le quitó el top y el sujetador deportivo. Sus pequeñas y deliciosas tetas quedaron al aire y se aplastaron contra el pecho del hombre al que estaba encaramada.

Hombre 1 - “Tió, dejala en el suelo que sino no le puedo quitar el tanga” dijo dirigiéndose a su cmpañero.

Pero antes de que la dejaran de nuevo en el suelo Alba dijo aceleradamente:

Alba - “ ¡NO! No me lo quites. Apartármelo y follarme con el puesto.... Así, según estoy. Quiero una en cada agujero... dármelas.....”

Los dos hombre se miraron y sonrieron. Parece que la idea les gustaba, así que el estaba sosteniendo a Alba y la tenía de frente se cogió el miembro y lo dirigió hacia el coño de mi novia. Debía de estar encharcado, por que entró sin problemas y Alba extasiada comentó:

Alba - “Joder.... síiii..... polla....”

La postura no era sencilla y requería de algo de coordinación. El segundo chico, que había ido a una taquilla en búsqueda de lo que deduje era lubricante, se estaba embadurnando bien el pene y se situó detrás de mi novia para poder lubricarla bien. Estaba claro que venían preparados y que no parece que fuera la primera vez que enculaba a mi novia.

Alba, por instinto y excitación ya se estaba moviendo sola, subiendo y bajando las caderas para follarse a la polla que ya tenía dentro. Mientras lo hacía el segundo chico se puso detrás de ella y, con algo de esfuerzo situó su miembro a la entrada del culo de mi novia. Ella se quedo quieta y tensa debido a la expectación de ser ensartada por ambas pollas al mismo tiempo.

Alba - “Métela.... métela... por favor....” rogaba mi novia.

Poco a poco, el pene del segundo fue entrando y Alba, sostenida y empalada por ambos estaba gozando de una tremenda doble penetración digna de las mejores actrices porno.

Con sus brazos los chicos hacían que el cuerpo de mi novia subiera y bajase sin ninguna dificultada. No en vano estaban fuertes y mi novia debe pesar unos 45kg...

Mientrastanto, Alba, embargada por el placer y el morbo, estaba desatada. Jadeaba con cada penetración y de vez en cuando, dejaba escapar un aaaah, aaah, aaaah, aaah que se entremezclaba con alguna palabra como “polla”, “más”, “Dios” o “seguid”...

Los chicos se fueron girando hacia la derecha poco a poco. Supongo que mantener esa postura no es fácil, con lo que pude por fin ver la cara de Alba desde donde yo estaba. Por lo general, tenía los ojos cerrados y cuando los abría observé que su mirada estaba ida y medio en blanco, como la mirada de alguien que se encuentra experimentado el mayor de los éxtasis. De vez en cuando Alba sacaba suficientes fuerzas como para comerle la boca al tipo que tenía de frente, pero por lo general volvía a perder la concentración para centrarse en la dos pollas que la estaban ensartando.

Yo, en mi ensimismamiento, perdí cuidado. La cara de Alba estaba dirigida hacia el espejo, y por tanto, podía verme ella a mi tanto como yo a ella, con tan mala fortuna que en las pocas ocasiones en las que abrió los ojos reparó en mi.

En un principio, pude ver sorpresa en sus ojos, pero tanto ella como yo sabíamos que aunque yo la hubiera descubierto, ella no renunciaría a las dos pollas que tenía a su disposición.... al menos no antes de alcanzar algún orgasmo. Por tanto, ninguno de los dos dijo nada.

Alba no apartó mi mirada de mi ni yo de ella. Poco a poco pude ver como su expresión de sorpresa se tornaba en una sonrisa. Mientras su cuerpo botaba de arriba y abajo, encaramado sobre dos hombres que la estaban haciendo una doble penetración, Alba me miraba y sonreía. Sonreía como diciéndome: “ Sí. Me están follando dos compañeros del gimnasio y me encanta. Y a ti también te gusta verme así. Por que te gusta tener una novia muy puta. Reconócelo .”

Alba alcanzó el orgasmo mientras me miraba fijamente y sonreía. Fue tan intenso que se puso a temblar y gritó:

Alba - “me corro... ME CORRO! ... aaaaah, aaaaah, AAAAAAHH”

Fue tan intenso que que convulsionó entre sus dos amantes y quedó exhausta encajada entre los cuerpos de sus amantes sostenida por sus brazos y con sus pollas aun dentro.... estos aminoraron el ritmo, pero Alba aun rebotaba suavemente de arriba y abajo....

Cuando se hubo recuperado y cuando los chicos ya casi habían parado de bombear, me volvió a mirar con una sonrisa en la cara...

La dejaron en el suelo, y Alba se puso de rodillas... a diferencia de la vez anterior cuando se corrieron encima de ella, era mi novia la que ahora podía ver de frente y a los chicos de espaldas. Alba se puso en esa posición a posta. Quería que yo a viera bien y ella también quería verme a mi.

Los chicos se quitaron el condón y empezaron a pajearse freneticamente mientras mi novia alternaba entre chupar los huevos de uno y los del otro. Fue el de la derecha quien avisó antes.

Hombre 1 - “Abre la boca nena, que viene.....”

Alba se retiró de sus testículos y aun de rodillas, con la boca bien abierta y la mirada puesta en mi, recibió al tercera corrida del día en toda cara. La cuarta corrida no tardó mucho en llegar, y la cara de mi novia quedó completamente cubierta de semen. Los goterones le corrían por la cara hasta su barbilla, donde colgaban durante un instante para posteriormente caer al suelo....

Con una sonrisa de satisfacción y felicidad en la cara Alba volvió a clavar su mirada en mi. Me lanzó un beso y me guió un ojo. Acto seguido miró hacía arriba a sus dos amantes y les dijo...

Alba - “ Chicos... ¿tercer asalto?”