Alba, nacida a raíz de ese cine X

Seré lo que tú quieras que sea, me llamare como tú desees, haré todo aquello que quieras, seré tu juguete y haré realidad tus fantasías. Tú pides por esa boquita que yo obedezco… mmm.

Alba, nacida a raíz de ese cine X

Os voy a contar un hecho que lo tome y la verdad lo tomo como una anécdota, no fue mala y ni menos aún traumática, simplemente fue eso... una anécdota. Como os conté en mí anterior confesión, tras haber triunfado ese día en el cine X de la calle Duque de Alba, digo triunfado pues tras estar con ese hombre que quede, acabe finalmente sodomizado hasta por tres desconocido, mientras chupe al final cuatro pollas. Está confesión es continuación de mí anterior confesión “Descubriéndome a mí mismo en un Cine X”, donde os hago saber mis experiencias en dicho local y mí descubrimiento.

Los días posteriores a esa incursión no fui al cine, quizás por temor a que ocurriera lo mismo o quizás por el dolor de mi orificio. El cual cuando fui a hacer mis necesidades eche sangre, miedo que me entro y que hizo que fuera hasta el médico, médico que busque que fuera mayor por miedo a contarle una patraña a un joven y este a acabar riéndose o algo peor. Pero cuando a este maduro médico, cuya patraña solté y que se de sobra que no creyó, pues me soltó…

  • “Mira, infección no hay, ni rotura. Lo que si hay es que no estás acostumbrado al sexo anal, debes de utilizar fuera aparte de preservativo… crema de vaselina, crema que te ayudara a la penetración más fácil”.

Médico que mientras me contaba esto, pude ver la tremenda erección que tenía el hombre, dándose cuenta el de cómo le miraba y para mí asombró, tras dirigirse a la puerta y cerrar el pestillo. Pude ver para ver cómo le da por bajarse la cremallera, sacándose un buen pollón. Pollón que me pone en mi boca e indicarme que se la chupe… mmm, comencé a comérsela de la manera que se allí tumbado… mmm, para después este follarme hasta dar marcha atrás y llenarme leche… mmm, tanto ingle como vientre… ooohhh, quedándose bastante relajado. Luego todo fue un intercambio de número de teléfono, donde me ofreció una revisión dos veces por semana y un masaje prostático… uuuffff. Bueno mejor dejare esto que me vuelvo a despistar, continuare con aquella experiencia que la deje como una anécdota, pero que no dejo de pensar en ella… mmm.

Comenzare a contaros en como finalice mi anterior confesión, perdonarme aquellos que ya lo sepáis por haberla leído, pero debo de poner al día a aquellos que estén leyéndola por primera vez. Mirad como he dicho previamente en días no fui al cine X, acabando por llamar a este hombre al tercero, tras comenzar una breve conversación sobre todo de mí persona. Haciéndole saber mi curso y del tiempo del cual dispongo, acabando este por parecerle yo buena persona y tras hacerme saber dónde vivía y quedamos, quedamos para el día siguiente sobre las diez de la mañana, indicándome que debía de ir bien vestido.

Bueno, acabe por presentarme en dicha dirección como habíamos quedado, nada más entrar este me presento a una señora, señora a la cual me hizo saber que debía de hacer todo aquello que ella dijera. Señora de unos cuarenta y picos de años, cuyos cabellos rubios y cuerpo bastante bien para su edad, llamare por no decir su nombre real y a la cual mencionare como Ana. Esta que nada más verme soltó…

  • “Puede valer”.

Pensé valer para qué, pero tras acercarse esta mujer, comenzó a mirar mis ojos al tiempo que separaba mis parpados, miraba mi boca abriéndomela, tocaba mis brazos e incluso mi culo. Acabando por preguntarme…

  • “Vienes limpio”

Volviéndome a preguntar ante mi cara de asombro…

  • “¿Qué si te has limpiado bien a fondo?”.

Mire sorprendido nuevamente, calle unos segundos y conteste afirmativamente después, afirmación que esta señora no me la tomo en cuenta y me soltó…

  • “No me has comprendido, sígueme anda”.

Me llevo a interior de la casa, donde entramos en un baño y me dijo…

  • “Desnúdate y metete en la bañera”.

Avergonzado lo hice, me desnude y me introduje dentro de la bañera, donde esta señora me baño a conciencia y tras pedirme que me inclinara, comenzó a introducirme el tubito de una perilla, acción que me hizo dar un respingo pero que tras hacer mis necesidades, esta repitió esto durante dos veces más… mmm. Acabando por secarme y llevarme al interior de un dormitorio, comenzando por darme crema hidratante por todo mi cuerpo, continúo por darme unas prendas íntimas de mujer, prendas que me extrañe y que esta me explico…

  • “Esto es para que te lo pongas, sino sabes cómo lo dices y yo te ayudo”.

Claro está le pedí que me ayudara, me puso un liguero con medias de ligas de color negro, un tanga de hilo, zapatos de tacón de aguja que me tuve que probar más de uno. Acabando por darme una prenda nunca vista por mí hasta ese momento, pues eran unos senos de silicona tan realista que los pezones podrían pasar perfectamente por uno de verdad. Según parecía este hombre cuya fantasía era dueño de una empresa dedicaba a suministrar todo tipo de objetos para convertir a un hombre en mujer, desde  prótesis de cualquier parte de una mujer hasta pelucas e incluso vestimentas. De esos senos, me soltaba…

  • “Estos senos son sencillos de colocar”.

Continuando por explicarme…

  • “Simplemente deslízalo dentro del torso, es igual que si te pusieras un sujetador. En la parte posterior tienes un velcro donde te lo ajusto, no notando nadie que llevas puesto nada”.

El tipo de senos que me pusieron eran del tipo de senos redondeado, bueno tras colocármelo y ajustaron, me puso un sujetador. Acabando por colocarme una peluca de igual color que mi pelo, me pintaron las uñas de los pies y me pusieron uñas, continuaron con la bisutería con zarcillos, collar y anillos. Tras presentarme a este hombre con mi nuevo lock, acabaron por decir…

  • “Solo falta el nombre, como te llamaremos”.

Soltando este hombre…

  • “Creo que la llamaremos Alba, pues a nacido a raíz de nuestros encuentros en ese cine X “.

Este me indico que caminara y vestida de hembra, me condujo hasta un dormitorio, no dejando de mirarme cada vez que podía, magreando mis nalgas y excitándome por cada paso que daba… mmm. Este tras dejarme en el dormitorio cuya cama era enorme, acabo por desaparecer y en unos minutos apareció este en compañía de otros tres hombres, hombres mayores en torno a los cincuenta y picos y los sesenta años. Nada más verlo… dude, llegando a pensar que quizás no fuera tan buena idea, siendo este hombre el que me dijo nada más acercarse…

  • “Tranquila cielo, no va a pasar nada de lo que tú no desees, tu déjate llevar como en el cine y veras como disfrutas”.

Acabo su frase con un piquito y me ayudo a colocarme en medio de ellos, comenzando dos de ellos a acariciarme… tanto mis nalgas como mis muslos… mmm. Mientras los dos de delante me miraban, dos que no sé porque aún me dio por magreárselas por encima de su pantalón… mmm. Dos que se entretuvieron en acariciarme, pues mientras uno me acariciaba mi nuca el otro le dio por acariciarme los senos… mmm. Sintiéndome cada vez más excitado, quizás fuera por esa comida de culo que uno me estaba dando… ooohhh. Soltando uno de ellos…

  • “Mirad la nena, pobrecita si tiene hambre, den moles de comer”.

Me hicieron levantar de la cama, colocándome en medio de los cuatros, mientras alternaba entre ellos caricias, besos y magreos… mmm. Tanto mis nalgas como mis senos eran las partes de mi cuerpo elegidas… ooohhh, yo por mi parte no deje de magreárselas por encima de sus pantalones. Uno de ellos se arrodillo y comenzó a comerme el culo… ooohhh, mientras los otros dos se dedicaron a mis senos… mmm. Siendo primero mi amigo en sacársela y de este modo romper el hielo, comenzando por cogérsela y masturbársela… mmm, continuando un segundo y luego un tercero en sacársela… mmm.

El segundo de los maduros no la tenía aun dura, pues aún estaba flácida, mientras el tercero y el cuarto… mmm, no dejaban de chuparme mis pezones, mientras me desnudaron hasta dejarme con la medias y el tanga. Momento en que me dio por arrodillarme y comenzar por comerme una de ellos, siendo mi amigo el elegido al cual comencé a lamer su glande y restregármelo por los labios… mmm. Siendo elogiado por sus amigos y ensalzado… ooohhh, acercándose el segundo y chupe… mmm, comprobando que de flácida tenía poco… uuummm. Obligándome con ambas manos a tragármela por completo… mmm, note arcadas por la falta de aire pero aun así chupe… mmm. Tomando ambas e intentar metérmela en la boca, siendo piropeado por uno de ellos…

  • “Joder… la nena que golosa”.

Claro está no me cabía en la boca… mmm, aun así chupe cada uno de sus glandes por turno, mientras los otros dos reclamaban sus turnos… mmm. Continuando por chupar la del tercero, cuyo miembro era de un buen grosor y era de al menos de siete dedos… mmm. Volviendo a chupar la del segundo unos minutos, sacándomela de la boca para intentar la del segundo y la del tercero a la vez… mmm, ambos gemían y suspiraban… mmm. Llegando a acercar mi amigo la suya a mi boca… mmm, pues su intención era follarme la boca con las otras dos… ooohhh. Acabando por comerme por turnos sus pollas, restregándome sus glandes por mis labios, mientras era llamado de todo… mmm.

  • “Uuufff… ooohhh… mmm”.

Mi dedicación era sobre todo la de mi amigo y la del tercero, pollas de buen tamaño y grosor… mmm, dando buenas atragantada al segundo que me soltaba…

  • “Ya está… ya está… mmm”.

No dejando de chupar las tres… mmm, no cayendo en el cuarto, siendo precisamente mi amigo el cual me dijo…

  • “Chupa ese… chupa ese… “.

Y mientras me dedicaba al cuarto, eso sí… sin dejar de masturbar las otras creo escuchar al cuarto decir…

  • “No me quiero correr aun, me la quiero follar ya”.

Me incorporaron y me hicieron subir a un lado de la cama, colocándome de posición de perrito, buscando esa cuarta polla que chupar… mmm. Sentí como separaban mis piernas y se colocaban entre ellas, notando acto después como me comían el culo… mmm. Sentir esa lengua dentro de mi orificio y poco después sus dedos… mmm, creí ver el cielo y todo… ooohhh. Mientras no dejaba de devorar cualquiera de esas tres pollas… uuuffff, llegando a escuchar uno de ellos decir…

  • “Tíos a follar con condón… eeehhh”.

Deje de chupar una de ellas, notando a los pocos minutos como me separaban las nalgas… mmm, sintiendo la punza de algo grueso alojarse por mi orificio anal… mmm. No pudiendo emitir sonido alguno… uuuffff, pero el dolor me hizo reaccionar… mmm, pudiendo gemir al tiempo que vi que el maduro nº3 era quien me penetraba… aaahhh. Mientras el cuarto se dedicaba a separar mis glúteos y a palmear mis nalgas… aaahhh… uuummm… aaahhh, tragando las pollas de mi amigo y del segundo… uuummm.

Ese maduro no dejaba de embestirme… ooohhh, cuyas manos me tenía cogido por la cintura y para nada le molestaba mi tanga… aaahhh. El cuarto se dedicó a magrear mis senos y pellizcármelos, notando el dolor de esa gruesa polla entrar una vez tras otra en mi culo… ooohhh, siendo silenciado a veces por esas dos pollas… aaahhh.

Recuerdo que llegue a intentar pajearme un par de veces, digo intente pues en el momento que me veían tocarme con rapidez me apartaban la mano, siendo embestido con crueldad y palmeado… aaahhh. Ignoro el tiempo que ese maduro se llevó penetrándome… aaahhh, no descartando los veinte minutos al menos dándome carne, penetrándome con fuerza sin dejar de gemir siempre que podía… aaahhh. Me dolía la pelvis la próstata, pero siendo peor cuando este acabo y su turno fue cogido por mí amigo… ooohhh, cuya polla casi me destrozo al completo… aaahhh. Note como me arrancaban el tanga y una fila detrás de mí… aaahhh, siendo penetrado por cada uno de esos tres… uuummm, mientras se la chupaba al cuarto… ooohhh.

Viendo cogido en volandas y colocarme boca arriba, tomarme por las piernas y empujármelas hacia abajo, sintiendo mi rodilla izquierda presionar mi pecho al tiempo que volvía a penetrarme… aaahhh. Silenciándome con sus pollas, tomándome el rostro e introducir sus miembros en mi boca… mmm, follándome la boca al mismo tiempo… mmm. Comenzando entre delirios a suspirar y hacerme entender que pronto se correrían… mmm, siendo atraganta por turnos… ooohhh, mientras era bañada en semen por mi amigo y preñado a pesar del condón… aaammm.

Me toco la ronda de limpiárselas… mmm, comencé como comencé a chupárselas por turnos... uuuffff, primero mi amigo y su gran pollón, luego continúe con el segundo... mmm, seguí con el tercero y finaliza la ronda con el cuarto... mmm. Continuó con dos al mismo tiempo al tiempo que masturbo a los otros dos, una por mano y que también chupo... mmm. Cuando de di cuenta, estaban estos otra vez pidiendo guerra… uuummm, viendo como uno se separa del resto y tras colocarse detrás… mmm, comienza a comerme el culo y penetrarme con sus dedos... ooohhh. Siendo este mismo quien comienza a penetrarme… aaahhh, no tardando para suerte la mía como la anterior vez… ooohhh, continuando siendo penetrado por turnos hasta quedar todos satisfechos… uuuffff.

Ellos se ducharon y fueron marchándose por turnos, no sin antes despedirse de mí, prometiéndome una segunda cita donde poder disfrutar, mientras yo me quedaba en la cama descansando. Os debo confesar que lo prometido… cumplieron, pues tuve varios encuentros más como Alba, cuya hembra satisfacía en grupos desde tras hasta cinco los machos, machos cuya condición era la que debían de ser maduros… mmm. Me hacían caminar con esos tacones, envuelto en esas medias negras con ligueros o corpiños, prendas femeninas que envenenaban deseo y morbo, ocultó por peluca, uñas falsas, pinturas, anillos, pendientes, collares, etc. Me hicieron llevar una especie vibrador anal unas veces y otras bolas chinas, todo para que esté dispuesta para el placer.

Pero la faena del día finalizaba con ese trato de esa señora, señora que se encargaba no solo en el vestirme sino también en el desvestirme. La cual también ejercía ese derecho a sodomizarme, mujer y esposa de mi amigo que no solo se dejó hacer el amor, sino que ella misma tras ponerse un juguete me follo hasta acerque correr. Fueron dos meses de sexo, fueron dos meses en compañía de Alba, señorita de compañía de señores mayores. Dos meses que apenas lo recuerdas si no te paras a hacerlo, pues aquello lo deje como una anécdota y el tiempo casi lo  ha borrado.

  • “Seré lo que tú quieras que sea, me llamare como tú desees, hare todo aquello que quieras, seré tu juguete y hare realidad tus fantasías. Tú pides y yo obedezco… mmm”.

Espero que os haya gustado tanto como a mí, espero vuestros comentarios. Mi email (lógicamente todo junto) es… Jhosua 1974 @ Gmail . com