Alba la novia de mi hijo (4)

Continuan las andanzas de Alba solo que en esta ocasión el novio anda cerca... como hará Alba para disfrutar de los placeres de Don Diego estando Sergio por ahí...

- ALBA LA NOVIA DE MI HIJO (4)

Después de la escapada con mi jefe, me tome unos días libres, la verdad es que había quedado muy magullada y dolorida, y tenía a mi novio algo desatendido y con la mosca detrás de la oreja.

Don Diego no puso ninguna objeción a que me tomase un descanso, los primeros días esquive a mi novio, ya que no quería que me viese en ese estado tan lamentable, con todo mi cuerpo magullado, por lo que aproveche para descansar, dedicarme unos días para mi, y para ir de compras, a la peluquería, incluso me fui a un masajista.

Un par de días de descanso bastaron para recuperar las fuerzas y el ánimo, las marcas de mi cuerpo fueron desapareciendo poco a poco y a pesar de que mi dolorido culito no estaba en las mejores condiciones, no es menos cierto que mi novio rara vez quería o le apetecía así que no tendría mucho problema.

El fin de semana organice una escapa con Sergio, nos hacía falta, ya que nuestra relación se estaba deteriorando, el sitio fue fantástico, el fin de semana romántico e idílico con un hombre encantador que me agasajo en todo momento.

Reconozco que una extraña sensación me corroía, ver como Sergio se esmeraba y me colmaba de atenciones, me hacía sentir culpable, no solo por ponerle los cuernos a ese encantador hombre sino por hacerlo con su padre y dejarme llevar para ser usada por Don Diego y quien el dispusiera, sin embargo no es menos cierto que Don Diego sabia como excitarme como sacar la puta que llevo dentro.

Con Don Diego todo era diferente, solo era sexo, situaciones morbosas y excitantes, saber que estábamos cruzando la línea, era un sexo guarro y agresivo, con Don Diego no había ningún compromiso, pero con Sergio era completamente diferente, con el si había implicación, dulzura y dedicación, no era sexo era amor, caricias besos y sentimientos.

Entonces, ¿qué me estaba pasando?, ¿porque me comportaba así?, a mi lado tenia a un hombre increíble que me colmaba y me llenaba por completo, porque me comportaba así con él, y lo más importante porque mis resortes saltaban con tanta facilidad cuando me encontraba frente a Don Diego.

No sé a quien quería engañar, seguramente a mí misma, pero sabia la respuesta y estaba clara, necesitaba ambas cosas, disfrutaba con ambos, para mi eran complementarios, pero la culpa me reconcomía por dentro, sabía que estaba haciendo algo que no estaba bien, que si algún día Sergio se enterase lo destrozaría y seguramente lo perdería para siempre, y eso me aterraba pero a pesar de las posibles consecuencias, era incapaz de parar.

Ya el lunes por la mañana cuando llegue a la oficina Don Diego no tardo mucho en reclamarme en su despacho.

Yo: “¿Si Don Diego?”

Don Diego: “Por favor pase y cierre la puerta cuando entre”

Como me ordeno, cerré una vez dentro, y me quede esperando a que Don Diego me dijese porque me llamaba, vi como me miraba, como su mirada se clavaba en mi cuerpo, como se relamía mientras su cara mudaba a una expresión de vicio y lujuria.

Don Diego:”Uff cariño, no sabes lo mucho que te he echado de menos estos días, lo buena que estas”

Don Diego:”Ven acércate”

Yo:”Si Don Diego”

Mientras me acercaba hasta la mesa, vi como Don Diego se recostaba en su sillón sin dejar de devorarme con la mirada y tocarse su entrepierna de forma descarada.

Yo por el contrario sentía un hormigueo en mi entrepierna, sentía como mi respiración se aceleraba y un súbito calor hacia enrojecer mis mejillas.

Ya frente a él, con tan solo el escritorio entre él y yo

Don Diego:”Ven aquí, quiero comprobar una cosa”

Yo obedientemente fui hasta donde estaba Don Diego, me encantaba esa sensación de sentirme suya, el era una persona autoritaria, acostumbrado a dar órdenes y que la gente hiciese lo que ordenase.

Ya frente a Don Diego, vi como me miraba, sabia como iba a acabar esto, mi chochito estaba en plena efervescencia, mi pulso se aceleraba y eso que Don Diego ni tan siquiera me había tocado, simplemente se aparto un poco del escritorio, para que pudiese colocarme entre él y su escritorio, me sentía como una colegiada, nerviosa y excitada a la espera de sus ordenes, ordenes que no tardaron en llegar.

Don Diego:”Vamos putita, date la vuelta y apóyate en el escritorio”

Yo hice lo que me mando, y lentamente y de forma sugerente me gire y coloque mi culito en pompa, quería excitarlo, provocarlo.

Don Diego ahí sentado como estaba tenía mi culo a escasos centímetros de su cara, poso una de sus manos suavemente en uno de mis muslos, sentir esa mano en contacto directo con mi piel me provoco un primer espasmo, pero no se quedo ahí ya que no tardo en subirla suavemente hasta mi entrepierna haciendo que se me erizasen todos los bellos de mi cuerpo, cuando sentí ese primer roce justo en mi clítoris no pude evitar dar un gemidito.

Don Diego:”Uff como puedes ser tan puta, como suponía has venido sin bragas””Eres una guarra, y supongo que tampoco llevas sujetador ¿Me equivoco?”

Yo:”No Don Diego, no llevo sujetador, sé que es así como le gusta a usted”

Y mientras decía esto, sentí como Don Diego se había levantado de su silla, sin dejar de sobar mi entrepierna, había colocado una de sus manos en uno de mis pechos, sintiendo como mis pezones se endurecían y se marcaban sobre la blusa.

Lo sentía detrás, pegado a mi espalda sentía su respiración agitada sobre mi nuca y su bulto punteando mi entrada trasera, en un estado de evidente excitación, mientras sus manos de manera diestra provocaban mi excitación.

Tenía dos dedos en mi interior, los movía de forma frenética mientras se aferraba fuertemente a mi pecho y me decía cosas obscenas al oído.

Don Diego:”Uff pero que zorra eres, apenas te toque y ya estas empapada””Cuantas veces le pusiste los cuernos a mi hijo”

Yo:”uff Don Diego por dios no pare, no pare””Nunca le puse los cuernos a su hijo, hasta que lo conocí a usted”

Don Diego:”Pobre hijo mío, como puede ser tan calzonazos, está claro que a mí no se parece, nunca dejaría a una mujer como tu tan hambrienta de polla””Pero tranquila, estas en el lugar indicado y con la persona indicada para que quedes no solo saciada de polla, sino que acabaras harta de ella”

No sé porque pero esa manera de tocarme y de hablarme me excitaba, me provocaba, lejos de molestarme por meterse con Sergio me calentaba aun mas.

Yo:”Don Diego, nunca podría hartarme de esa polla tan rica que usted tiene”

Y mientras decía esto acompañaba mis palabras con un movimiento de cadera cadente y sensual, circular buscando esa polla que punteaba mi culito, provocando que la polla de Don Diego se endureciese aun más todavía.

El con un movimiento rápido y contundente, me volteo, quedando frente a el, y nos fundimos en un tórrido y apasionado beso, mientras yo de manera desesperada y nerviosa buscaba su polla erecta y nervuda para comenzar a masturbarla, el jugueteaba con mis pechos y los mordisqueaba y succionaba a su antojo.

Podía sentir como Don Diego se excitaba y sus maneras comenzaban a ser mas rudas, pellizcando mis duros pezones, provocándome una mezcla de dolor y placer que me estaba extasiando, mientras mordía mi labio inferior.

En un momento dado sentí sus manos en mis hombros y como presionaba sobre ellos para que bajase, estaba claro que quería que se la chupase, y estando como estaba me deslice hacia abajo, me puse de rodillas y con una de mis manos le cogí su polla congestionada y me la metí en la boca, mientras con la otra mano cogía sus peludas pelotas y las amasaba y tocaba dulcemente, todo esto sin dejar de mirarlo fijamente a los ojos.

Don Diego no dejaba de gemir y alabar mi trabajo, hasta que me cogió de la nuca y comenzó a mover la cadera, al principio suavemente acompasando mi felación con sus movimientos pero cuando estuvo próximo a correrse sus movimientos fueron mucho mas rápidos y violentos, por lo que simplemente me limite a abrir la boca y a buscar la manera de poder respirar, ya que varias veces sentí como su glande golpeaba contra el fondo de mi garganta, provocándome arcadas.

Hasta que termino corriéndose en mi garganta mientras me apretaba la nunca contra su pelvis, podía sentir como varios cañonazos de semen golpeaban mi garganta y descendían por ella haciendo que me ahogase.

Cuando dejo de cogerme la nuca y sentí salir su polla de mi boca, como si de un pez se tratase  boqueaba intentando llenar mis pulmones de aire, mientras sentía correr en mis mejillas alguna lágrima, pero sin embargo un ataque de tos se apodero de mí.

Don diego una vez acabada la faena se dejo caer sobre su sillón.

Don Diego:”Uff cada día me gusta más tu boquita, eres una diosa”

Y mientras decía esto, me palmeaba uno de mis pechos, haciendo que se sonrojase, mientras con la otra pellizcaba el pezón del otro pecho

Tras un segundo, me comencé a recomponer la ropa.

Don Diego:”Bueno y ahora dime que tal estas”

Yo:”Bien Don Diego”

Don Diego:”Me refiero si ya estás en plenas facultades””la última se nos descontrolo un poco””Y como te dije quiero repetir”

Yo:”uff Don Diego la última fue muy fuerte y mi culito aun esta dolorido,  no me veo capaz de poder satisfacerlo como usted se merece”

Don Diego:”Ok, no te preocupes””Aun faltan unos días”

Ese comentario me dejo un poco sorprendida, “¿para que faltaban unos días?”¿Qué me estaba perdiendo?, Don Diego debió ver mi cara de asombro y decidió explicarme parte de sus planes.

Don Diego:”A ver hermosa, en un par de semanas tenemos una reunión de socios, y me gustaría que tu fueses el plato fuerte”

Yo:”Pero Don Diego”” ¿Cómo que una reunión de socios?”

Don Diego:”Si somos diez socios y entre ellos tu marido, aunque este lleva varios años sin asistir””Al final esas reuniones siempre son tediosas y aburridas, hasta que llegamos a los postres las mujeres se van y donde siempre hay alguna sorpresa, y he pensado que este año quiero que la sorpresa seas tú”

Yo:”Pero ahí estarán todos, me conocerán y sabrán lo que pasa, y si se entera su hijo…”

Don Diego:”Tranquila cariño lo tengo todo controlado, no te preocupes por nada””Tu procura que para esa fecha este todo bien y en perfectas condiciones de lo demás me encargo yo”

Sinceramente no me quede muy tranquila, pero el calentón que llevaba y el tiempo que todavía quedaba para la susodicha reunión decidí salir del despacho de manera algo atropellada para irme al baño.

Ya en el baño decidí acabar yo sola, y apagar mi calentón, así que ahí estaba yo complemente espatarrada, masturbándome de manera frenética y sobando mis sensibles pezones.

Estaba a punto de correrme cuando oí entrar a los baños a un par de compañeras, por lo que me puse una de mis manos en la boca para intentar mitigar el ruido y no ser pillada infraganti, mientras ellas hablaban de sus cosas.

Cuando me corrí, lo hice de forma intensa pero me fastidio no poder hacerlo a gusto, y teniendo que reprimir mis gemidos por culpa de esas dos, no había terminado de manera placentera y no me había quedado otra alternativa que ahogar mi estallido de placer, no disfrute esa masturbación como habría deseado.

Sin embargo, lo que comentaron en ese momento me hizo prestar atención y olvidarme de mi pequeña frustración por no haber disfrutado plenamente mi descomunal orgasmo.

Desconocida 1: “¿Has visto ya a la nueva secretaria de Don Diego?”

Desconocida 2:”Si si la he visto””Cada vez son más jóvenes, no sé de donde las saca, pero está claro que esa no sabe mucho de finanzas ni de nada… bueno imagino que si sabrá bastante de comer pollas”

Ambas rieron a gusto, yo no daba crédito estaban hablando de mi y daban por supuesto que era la puta del jefe, no les faltaba razón pero me fastidiaba oírlo de ellas, que la empresa al completo lo diese por evidente..

Desconocida 1:”La verdad es que por lo menos esta ultima tiene algo más de estilo y clase que las ultimas”

Desconocida 2:”Bueno bueno ¿Has visto que modelitos trae al trabajo?””Si va pidiendo guerra””Una cosa es que se cepille al viejo pero parece que va pidiendo a gritos que se la folle toda la empresa”

Desconocida 1: “Seguro que la muy puta va sin bragas””Al final se encontrara lo que no quiere, pero haya ella, ya veremos lo que aguanta el viejo, ya sabes que no le gusta repetir mucho, que se cansa enseguida”

Y otra vez ambas rieron con ganas la ocurrencia de esta.

Yo ofuscada y molesta decidí por dar por zanjado el tema, y aunque en un principio iba a esperar a que se marcharan para salir, me recompuse la ropa le di al agua y salí de mi escondite.

Cuando las compañeras me vieron salir del baño, sus caras fueron un poema, su rictus cambio de una alegría a otro bien distinto de asombro e incluso rubor y vergüenza por saberse pilladas, se quedaron inmóviles observándome sin decir nada.

Vi como sus caras enrojecían, y cuando estuve en la puerta me volví hacia ellas y de manera elegante y digna les dije.

Yo:”Perdona pero para vuestra información, efectivamente no se mucho de finanzas, ya que estoy licenciada en Derecho” “Y efectivamente no suelo llevar ropa interior a diferencia de otras mis pechos todavía siguen turgentes y esbeltos y no necesitan soportes ni rellenos”

Mientras decía esto colocaba mis manos bajo mis pechos y hacia el movimiento como si  los sopesaba, mientras les volvía a dar la espalda y cerraba la puerta tras de mí.

Sé que no iba a servir de mucho, y que mi reputación en la empresa estaba clara, pero me alegre y me hizo sentir mejor conmigo misma.

Los días pasaron con normalidad, y todo volvió por su cauce, mi jefe el padre de mi novio me reclamaba todas las mañanas, me tenía a su entera disposición, mientras en casa mi relación con mi novio parecía haberse afianzado, la escapada que realizamos el fin de semana nos había unido, parecía haberse avivado la chispa entre nosotros y eso se notaba, nuestra vida sexual entre nosotros se había incrementado y eran momentos de calidad, sin dejar de tener esos detalles que tanto me gustaban y tan tonta me ponían.

Hasta que un día llego una carta, vi que era de la empresa en la que estaba trabajando pero no iba para mi, era para mi novio.

Por la noche cuando llego a casa antes de cenar se la entregue y la abrió, era la invitación a la reunión de socios anual y le indicaba donde se iba a celebrar y cuando, iba a ser el próximo viernes, a las diez en el salón de actos de la empresa, en ese momento me acorde de la conversación que había tenido con Don Diego días atrás, y sus palabras: “Yo iba a ser la sorpresa de la reunión”

La verdad es que por un momento me angustie, la idea de que mi novio fuese a esa reunión no me hacía mucha gracia, pero mi angustia gracias a dios, duro poco, lo que duro ver la reacción de Sergio después de leerla y ver que era, no pareció hacerle mucho caso ni tener mucho interés en acudir, por lo que respire más relajada.

Yo:”Bueno bien que es”

Sergio:”Nada importante, la reunión anual de la empresa”

Yo:”Bueno y que ¿vas a ir o no?, cuando se supone que es”

Sergio:”No no creo, ya llevo unos años sin ir, son tediosas y aburridas, y al final cuando el alcohol y las mujeres se van no es más que un putiferio”

Después de ese comentario decidí no insistir más, estaba claro que no iba acudir, lo que no sabía que excusa inventarme para ese viernes, para poder acudir yo sin que no sospechase nada.

Al día siguiente como todas las mañanas Don Diego me requirió en su despacho, hasta ahí todo normal como siempre, sin embargo cuando me encontraba entre sus piernas con su polla en mi boca, cuando saco un tema de conversación que me dejo perpleja.

Don Diego:”Bueno cariño, dime imagino que la carta de la reunión de socios ya la habréis recibido…””Que ha dicho Sergio, “¿va a acudir?”

Joder no me lo podía creer yo de rodillas con su polla en mi boca y me sacaba ese tema… así que me saque un segundo su polla de la boca y le respondí

Yo:”No creo, no lo he visto muy ilusionado con la reunión la verdad”

Don Diego:”No pares puta¡¡¡”

Y como siempre obedecí a Don Diego y seguí chupando mientras el nuevamente me sorprendía con su siguiente orden.

Don Diego:”Pues tienes que hacer que venga, sin él la sorpresa perdería toda su gracia”

Yo:”Don Diego, perdone pero no lo entiendo, usted me dijo que yo iba a ser la sorpresa de este año en la reunión, pero si mi novio está en la reunión, no podremos hacer nada sin que se entere, y no quiero que se entere la verdad, me gustan como están las cosas”

Don Diego:”Tranquila chiquilla, tranquila, lo tengo todo bajo control, no tiene porque enterarse de nada tu déjamelo a mí pero necesito que este en la fiesta””Tienes que hacer que venga, es primordial”

Justo cuando terminaba su petición se corrió en mi boca, me pareció que se corría mas abundante que otros días, supuse que era por la idea de la reunión, sin embargo a mi me provocó el efecto contrario, me había bajado de golpe todas mis ganas.

Estuve toda la tarde dándole vueltas, como podría convencer a Sergio de que fuese a una reunión que no le apetecía ir, y sobre todo como se las apañaría Don Diego para que Sergio no se enterase de nada.

Por la noche en la hora de la cena decidí abordar a Sergio, tantearlo.

Yo:”Bueno cariño, dime al final vas a acudir a esa reunión”

Sergio:”No, ya te he dicho que es una chorrada”

Yo:”A ver cariño, no es por nada, sé que no tienes una buena relación con tu padre, pero vamos tarde o temprano vas a heredar su empresa, no te intriga saber cómo va”

Sergio “No la verdad”

Yo:”Joo y no sientes curiosidad de los chismes y de cómo son y que piensan los magnates de esta ciudad…”

Vi como Sergio me observaba de forma curiosa y se sonreía

Yo:” ¿Qué pasa cariño, porque me miras así?”

Sergio:”No sé, diría que quieres ir a la reunión””Si te apetece ir vamos””Pero veras como no es lo que te piensas”

Yo:”A ver cariño, siento curiosidad, no sé, ver como son que piensan los ricos…””Pero yo lo digo por ti, por tu futuro, si algún día vas a ser el jefe lo lógico es que te vayas formando”

Sergio:”Que sí, que sí, que lo pillo, venga no se hable más el viernes tienes una cita con tu novio y los hombres más poderosos y ricos de la ciudad””Así que ya sabes ponte bien guapa porque quiero presumir de novia…”

Al día siguiente cuando Don Diego me volvió a solicitar en su despacho, antes de nada le comente la decisión de Sergio de acudir a la reunión, mientras se lo decía podía ver como una sonrisa maliciosa se dibujaba en el rostro de Don Diego, era evidente que algo tramaba y no me producía buenas vibraciones.

No sé si por la noticia de que su hijo vendría a la reunión, por los planes que le rondaban por la cabeza pero el caso es que en lugar de la mamada de rigor, esa mañana Don Diego me tumbo sobre su escritorio y me follo de manera intensa y más violenta que de costumbre, aunque reconozco que me encanto e hizo que me corriese un par de veces de manera casi simultánea e intensa.

Antes de salir del despacho Don Diego me dio una última orden.

Don Diego:”Mañana por la mañana cógetelo de fiesta, descansa no quiero que folles con mi hijo te quiero descansada relajada y con ganas, a media mañana te llegara el vestido que te pondrás para la noche, después cuando nos sirvan los postres buscaras una escusa convincente, no se…. Lo que quieras, te pondrás mala y te marcharas de la fiesta, pero Sergio no debe irse, tiene que quedarse”” ¿Ha quedado claro?”

Yo:”Si Don Diego, pero no sé cómo hacerlo ya conoce a Sergio y esas fiestas no le gustan..”

Don Diego:”No te preocupes por eso, tu márchate sola después de los postres que de Sergio me encargo yo”

Esa noche estuve muy nerviosa, dándole vueltas a todo, una cosa era irme con Don Diego y otra muy diferente era que Sergio estuviese por ahí cerca, no tenía muy claro que pasaba por la cabeza de Don Diego, pero me preocupaba que no saliese bien.

Sin embargo el viernes cuando me desperté, mi sensación era otra bien distinta, lo iba a disfrutar, me iba a dejar llevar, hasta ahora Don Diego sabía muy bien lo que hacía, y no creo que a él le interesara que Sergio se enterase de lo nuestro, me sentía viva, excitada e intrigada al mismo tiempo solo de pensar en lo que Don Diego nos tendría preparado para esa noche hacia que me mojase enterita.

Como Don Diego me indico a las 12 en punto sonó el timbre, vino un repartidor que me dejo un paquete, cuando abrí el paquete me quede de piedra era un hermoso vestido negro de una sola pieza muy hermoso, y era de mi talla, era evidente que este Don Diego sabia como impresionar a una mujer.

El resto del día aproveche para prepararme para esa fiesta, me hice la manicura la pedicura, me depile para dejar mi cuerpo entero sin rastro de pelo, hasta que llego la hora.

Cuando Sergio me vio salir de la habitación con ese vestido vi como se le abría la boca, los ojos como platos y me devoraba con la mirada, movía la cabeza de arriba abajo, la verdad que esa reacción me agrado y me dejo muy claro que estaba irresistible.

Yo:” ¡Y bien¡¿qué te parece? “¿Te gusta?”

Sergio:”Espectacular, estoy por cancelar la reunión y quedarnos en casa haciéndote el amor toda la noche”

Yo “Anda tonto, vamos o llegaremos tarde”

No tardamos mucho en llegar, y la verdad es que estaba muy nerviosa y excitada a la vez.

Cuando vi que éramos los últimos en llegar y que todo el mundo estaba allí, me quede helada las dudas me superaban, rezaba porque todo saliese bien, el hecho de que Sergio acudiese a la reunión y alguno se fuese de la lengua y descubriese todo el pastel era una opción muy real y presente, pero por otra parte el pensar que habría preparado Don Diego, como lo haría para que su hijo no se enterase de nada me tenia cachonda perdida.

Los nervios pasaron a un segundo plano cuando Don Diego vino hasta nosotros, vi como a pesar de mantener las formas me devoraba con la mirada, era evidente que también estaba disfrutando con lo que veía, y me sorprendió su compañera de cena, ya que resulto ser la azafata del avión o mi compañera de juergas en mi última escapada con mi jefe, tras las presentaciones de rigor nuestras miradas se cruzaron y una sonrisa picara se nos dibujo a ambas en la cara.

Don Diego me presento a todos los presentes, como la novia de su hijo, estos me observaban, algunos con disimulo, otros con descaro, e incluso vi como las mujeres se fijaban en mi, incluso alguna no se molesto en disimular muecas de desaprobación o admiración.

Estaba claro que Don Diego había cumplido con su objetivo, si quería que yo fuese el centro de atención de la reunión lo estaba consiguiendo, y reconozco que eso me gustaba.

Al cabo de un rato y con un par de tragos y algún pincho ya estaba más tranquila, en uno de los múltiples salones de actos o reuniones que tenia la empresa la habían decorado con mucho gusto, tenía dos barras una a cada lado con una tarima en el frontal y un atrio, mientras en el centro había cuatro grandes mesas redondas.

Al cabo de un rato varios camareros salieron y comenzaron a organizar las mesas, una vez preparadas, Don Diego subió a la tarima y desde el atrio dio un pequeño discurso de bienvenida y nos invito a sentarnos para poder degustar la cena.

En nuestra mesa estaba Don Diego con su pareja, Sergio, yo y Guillermo el socio de Don Diego y su despampanante esposa.

La velada estuvo entretenida, la cena fue suculenta, y mientras las mujeres chismorreábamos un poco los hombres hacían lo propio.

Vi como Guillermo y Don Diego se esforzaban en que Sergio estuviese siempre bien atendido y sobre todo que su copa estuviese llena, parecía que mi novio se lo estaba pasando bien.

Entonces llegaron los postres, vi como Don Diego me miraba y se sonreía, la hora de la sorpresa estaba cerca, yo estaba como un flan, que estaría pasando por la cabeza de Don Diego, como lo haría sin que Sergio mi novio se enterase de nada, también podía sentir como un hormigueo aparecía en mi entrepierna fruto de la excitación.

Tras los postres y la copa de rigor, alguna mujer ya se marcho para casa, por lo que deduje que eso era una cosa habitual en estas reuniones.

Entonces la compañera de Don Diego me pidió que la acompañase al baño, entendí la directa y rápidamente me incorpore y la acompañe, ya una vez en los baños me dio alguna pincelada del plan de Diego.

Compañera:” Bueno guapa ¿estas preparada para la fiesta?”

Yo:”Uff no se mi novio no sabe nada….”

Compañera:”Tranquila, Don Diego lo tiene todo controlado”

Yo:”Eso espero”

Compañera:”Bueno cambiando de tema estas guapísima, está claro que has sido el centro de atención de la fiesta y eso que todavía no ha comenzado”

Y mientras me decía esto se acerco a mi hasta quedar una frente a la otra, dándome un beso en los labios de forma tierna y apasionada, que reconozco que me gusto e hizo que me relajase un poco.

Compañera:”Vale ahora cuando salgamos tienes que poner cualquier escusa la que tu creas, pero tienes que hacer como que abandonas la fiesta, Importantísimo que Sergio se quede”

Yo:”Joder, no sé cómo voy a poder hacerlo””No tengo la cabeza en su sitio ¿cómo lo voy hacer?”

Compañera:”Bueno no se… y si pruebas a decirle que no te encuentras bien”

Yo:”Algo así le tendré que decir…”

Compañera:”Vale una vez que te hayas desecho de tu novio, tienes que venir aquí y esperarme”

Tras esto salimos, cuando nos dirigíamos hacia la mesa vi que Sergio estaba risueño y hablando con Don Diego mientras Guillermo clavaba su mirada en mi y una sonrisa maliciosa se dibujaba en su cara, yo lejos de molestarme le mire fijamente y decidí calentarlo un poco lanzándole un beso mientras le cucaba un ojo de manera sensual sin que mi novio se enterase.

Lo que no se me ocurrió pensar, es que con ese gesto que le hice para calentarlo, él lo interpretase como una aceptación para ir mas allá y vaya si lo hizo, ya que aun no me había sentado en la silla cuando sentí como una manaza se posaba en mi muslo, mientras me daba una conversación trivial y vacía, a la vez que sentía ascender su mano hasta que llego a mi entrepierna.

Mire a Sergio algo preocupada pero este se le veía muy contento y enzarzado en una intensa y acalorada conversación con su padre, probablemente la gran cantidad de ingesta de alcohol provocaba en Sergio esa reacción, pero el caso es que no se estaba percatando de nada, Guillermo tenia una de sus manos en la entrepierna de su novia mientras él se enfrascaba con una conversación con su padre.

La verdad es que esa situación me estaba calentando, y la mano diestra de Guillermo estaba provocando que me mojase entera.

La situación no podía ser mas morbosa, Guillermo al ver que yo no decía nada y Sergio estaba a otras cosas, y con total libertad ya que su esposa se había marchado, fue más allá y acercándose a mi hasta quedar a escasos centímetros, me susurro algo al oído que provoco que me corriese en su mano de manera intensa y brutal, para colmo la compañera de Don Diego que se había percatado de lo que estaba pasando bajo la mesa, también se acerco con la escusa de oír lo que Guillermo parecía comentar, y sentí como una de sus manos se posaba en mi otra pierna y la atraía hacia ella para hacer que las abriese más si cabe y Guillermo pudiese manosearme mejor y mas cómodamente.

Guillermo:”Ufff mira que eres puta, estas empapada””No sabes las ganas que te tengo””E deseado este momento desde que firmaste el contrato””Pero no pensé que fueses tan zorra de aceptar todo esto””De esta noche no pasa que te reviente este coño”

Mientras decía esto, sacaba sus dedos de mi encharcado coño y se los llevaba a la boca de forma obscena y sin dejar de mirarme, sin importarle lo mas mínimo que alguien pudiese verlo, o simplemente que mi novio en esa misma mesa se enterase de lo que acababa de ocurrir.

Yo podía sentir como mis mejillas ardían, fruto del intenso orgasmo que acababa de tener, mis piernas temblaban, incluso la vista se me llego a nublar por un momento.

Cuando me recompuse un poco, vi que ya no había ninguna mujer tan solo yo y la compañera de Don Diego, las luces eran más tenues casi tipo discotequera y había puesto algo de música, en cada mesa se podía observar como los hombres con sus puros y sus copazos se encendían y mantenían enconadas conversaciones.

En ese momento sentí como Don Diego me miraba de manera coqueta, como si supiese lo que acababa de pasar.

Ya era hora de que comenzara la fiesta, así que me acerque hasta donde estaba mi novio, acababa de tener un intenso orgasmo, me sentía caliente como una estufa necesitaba saber cuál era la sorpresa de Don Diego, como lo haría, necesitaba una polla en mi interior y pronto, así que decidí llevar a cabo la parte que me correspondía a mí.

Yo:”Cariño, no me encuentro muy bien””Creo que algo que he tomado no me ha sentado bien”

Sergio:” ¿Pero estas bien?””Estas muy colorada, parece que tienes algo de fiebre””Venga no te preocupes que te llevo a casa”

La verdad es que me dio pena, ver como mi novio se preocupaba por mí, y sobre todo pensar que tenía fiebre, si supiera de donde me venían esos calores…

Yo:”Cariño no te preocupes, cogeré un taxi, tu quédate parece que lo estas pasando bien, y además con lo que has bebido no puedes conducir, así que deja el coche aquí y mañana venimos a por el”

Sergio:”No te preocupes, vamos que te acompaño”

Yo:”Sergio, quedarte por favor, hazlo por mí, yo me voy a ir directa a la cama, y tu estas muy a gusto y es la primera vez que te veo feliz con tu padre”

En esas aparecieron Don Diego y Guillermo y envolviendo a Sergio entre ambos intentaron ayudarme para que Sergio se quedase un poco más en la fiesta.

Don Diego:”Venga hijo con lo caro que es disfrutar de tu presencia, quédate con nosotros””llamamos un taxi para que lleven a tu mujer a casa””Seguro que está en esos días que tienen las mujeres las hormonas alteradas, ya verás cómo no es nada”

Guillermo:”Además a partir de ahora viene lo mejor y para una vez que vienes, tienes que quedarte hasta el final”.

Sergio me miro con esos ojitos de cordero degollado, como preguntándome si de verdad no me importaba que se quedase un rato mas.

Yo me sonreí y me fui, sin dejar reaccionar a Sergio, fue el momento perfecto, no sé lo que me depararía el futuro a partir de ese momento pero la curiosidad y el calentón nublaron cualquier raciocinio.

Cuando salí del salón fui corriendo como alma que llevaba el diablo al baño donde me había indicado la compañera de Don Diego.

Una vez allí, estaba ansiosa, nerviosa, me sentía como un gato acorralado, la espera me mataba, sentía correr mis fluidos por mis muslos, por lo que decidí limpiarme un poco para estar digna, es esas estaba cuando la puerta del baño se abrió y apareció ella.

Compañera:”Vaya, veo que no has perdido el tiempo, no sé como lo haces pero me encanta eres un autentico volcán sexual, espero que esta noche lo disfrutes”

Yo:” ¿Y bien? Ya estoy aquí, cual es el plan”

Compañera:”No seas ansiosa en breves lo veras, ahora quítate la ropa”

Sinceramente no sé porque, pero parecía una autómata, hacia todo lo que me ordenaban y como me había ordenado me desnude.

Ahí estaba frente a esa desconocida con la que tan solo había coincidido un par de veces completamente desnuda, no hice ademan en taparme, no tenía sentido más cuando ya me había visto desnuda.

Podía sentir como me miraba con lascivia y deseo, de manera descarada me estaba devorando con la mirada, lo que hacía que me incomodase y me pusiese más nerviosa e incluso me excitase, la verdad es que era una cría pero tenía un cuerpazo y esos ojazos intimidaban, nunca antes había estado con una mujer pero llegado el caso ella sería una buena opción..

Compañera:”Joder vaya cuerpazo tienes y lo mejor de todo es que es todo tuyo, natural””anda date la vuelta”

Como me ordeno me di la vuelta, y entonces vino hacia mí y sentí como se deslizaba hacia abajo, y comenzaba a sobarme uno de mis glúteos, yo cerré los ojos y me deje hacer, al rato me ordeno que me diese la vuelta y vi como me limpiaba con unas toallitas húmedas toda mi entrepierna, era evidente que tenía unas ordenes que estaba cumpliendo a rajatabla pero no es menos cierto que se estaba recreando y disfrutando del trabajo.

Cuando pareció terminar me mostro lo que había echo.

Compañera:”Bueno cariño ahora sal un momento y mira a ver qué te parece lo que te he puesto”

En un primer momento no entendí muy bien lo que me estaba diciendo ya que no me había dado cuenta de lo que había echo…

Al mirarme al espejo, vi que mis pechos estaban tintados de rojo intenso a modo de parche, y me había pintado múltiples motitas a modo de pecas, y cuando me di la vuelta vi que en una de las nalgas me había puesto un tatoo pequeño pero sugerente a modo de dos cerecitas con forma de corazón unidas con su rabito.

Yo la mire incrédula, ella se sonrió y me lo explico.

Compañera:”Haber cariño, eres un bombón y tu novio está ahí fuera, para que no te reconozca hemos pensado que con un tatuaje y tapando tus pezones será algo más complicado el reconocerte, junto con unas lentillas que te voy a dar ahora mismo para que te pongas y con el efecto del alcohol tu novio no va saber que eres tú”

Yo la mire no estaba del todo segura, sentí como una punzada de remordimientos por estar haciendo eso con mi novio allí presente…

Entonces mi compañera me cogió la ropa y la metió en una bolsa, mientras a mi me daba otra, cuando la abrí me quede alucinada, era un traje negro de látex de una sola pieza que parecía tener 2 o 3 tallas menos de lo que realmente necesitaba, intentar meterme en el fue todo un desafío y un éxito, una vez puesto el traje se adapto a mi cuerpo como una segunda piel, aunque siendo sinceros poco o nada dejaba a la imaginación, ya que la falda no bajaría más de dos dedos de mi chochito, y el escote que llevaba apretaba mis senos y parecían estar a punto de reventar.

Cuando me puse las botas negras de media caña con unos alfileres infinitos por tacones y me mire al espejo me sentí espectacular, soberbia, ahora sí que iba a ser el centro de atención, vi por el reflejo del espejo como me miraba mi compañera, y cuando me fije me di cuenta que en una de sus manos llevaba lo que parecía una máscara y en la otra unas lentillas que hacían el efecto de ojos de gato, en este caso de gata.

Compañera:”Con esto ya sí que tu novio no va a tener ni idea…”

Una vez me puse las lentillas y me coloque la máscara, ella aprovecho para cambiarse momento que aproveche para deleitarme con ese cuerpazo que gastaba la niña.

Entonces saco la última pieza de mi vestimenta y no era otro que el collar que Don Diego uso para llevarme en la última fiesta, ese complemento que tan incómoda me hacía sentir y a la vez tanto me excitaba.

Cuando el mosquetón se cerró mi compañera dio un tirón en señal de que ya estaba preparada, y la siguiese, y eso hice fui tras ella hasta que llegamos al salón de actos donde antes habíamos estado cenando.

Cuando entramos vi como todos los presentes miraban hacia nosotras, justo cuando entramos en el salón las luces fueron más tenue, la música de fondo dejo de sonar y me hizo gracia ver como esos hombres nos habrían paso y nos devoraban con las miradas, alguno que otro se atrevió incluso a darme algún cachete cuando pasaba a su lado.

Mi compañera iba con paso decidido, dándome varios tirones para que la siguiese, pero con los tacones que llevaba me resultaba difícil mantener el equilibrio y evitar que mi falda se subiese y pasase a ser mi cinturón.

Los hombres conforme pasaba delante de ellos podía sentir como sus caras mudaban y como si de una procesión se tratase venían tras nosotras, hasta que por fin llegamos a la altura de Don Diego, que como no estaba con su hijo, es decir mi novio Sergio y Guillermo.

La compañera entrego la cadena a Don Diego, este al tenerla en sus manos dio un tirón para que me acercase más aun y pude ver como una sonrisa de satisfacción y superioridad se dibujaba en su rostro.

Don Diego:”Vaya vaya con la putita””¿Qué me dices Sergio?””¿Qué te parece?””Reconozco que tu novia esta cañón, pero no me dirás que esta como mínimo está al mismo nivel, sino la supera…”

En ese momento sentí como Guillermo aprovechaba para darme un azote en una de mis nalgas y posteriormente la apretujaba con fuerza mientras una mirada oscura se dibujaba en su rostro.

Sergio:”Papa joder, lo sabía, tenía que haberme ido con mi novia”

Don Diego:”Venga hijo si no se va a enterar…” “Que pasa que no te gusta…””O acaso prefieres a la otra”

Vi como Sergio miraba a la acompañante de su padre, esta rápidamente se abalanzo sobre mi novio y le comió la boca con lujuria, sin que mi novio hiciese nada por evitarlo.

Una punzada de celos me invadió pero duro poco.

Don Diego:”Perfecto “Pues nosotros nos conformaremos con esta”

Y mientras decía esto dio un tirón a la cadena que casi hace que me caiga.., para llevarme hacia la tarima.

Cuando mire hacia ella contemple que ya no estaba el atrio, en lugar de este había un aparato que de primeras no supe interpretar lo que era.

Pero pronto lo descubriría ya que no tardaron mucho en llevarme hasta ese aparato, eso sí en el breve trayecto Guillermo se había aferrado con fuerza a uno de mis pechos y varios de los hombres que iban tras de mí no perdían ocasión para sobarme hasta el último centímetro de mi cuerpo.

Alguno de los presentes realizo algún comentario que me incomodo, ya que no dejaban de repetirme las ganas que tenían de follarme, acaso conocerían mi identidad…

Hasta que llegamos al destino, el aparato era como un cepo de estos medievales donde me hicieron meter la cabeza y las manos, quedando inmóvil.

No podía mirar que estaba pasando detrás mía, pero si lo que pasaba delante y lo que veía no me gustaba nada, ya que ahí estaba la compañera de Don Diego de rodillas entre las piernas de mi novio haciéndole una mamada, mientras Sergio miraba lo que estaba a punto de pasarme a mí.

Justo en ese momento sentí como unas manos robustas levantaban mi faldita dejándomela arrebullada en mi cintura, a la vez que abrían mis piernas y me susurraban al  oído lo buena que estaba y la caña que me iban a dar.

También confirmaron todas mis sospechas ya que más de uno hizo alusión a quien era, por lo que deduje que todos los presentes sabían quién era yo, todos menos mi novio.

Era Guillermo el que había echo los honores, mientras Don Diego cogió un cuchillo y metiéndolo entre mis pechos desgarro mi camisa para dejar mis senos completamente libres, la verdad es que entre la rudeza de Guillermo y el frio metal del cuchillo sentí como mis pezones se endurecían y mi vagina volvía a humedecerse.

Don Diego:”Que comience el festín”

Y efectivamente no tardaron mucho en abalanzarse sobre mi todos los presentes como hienas hambrientas sobre su presa, a excepción de mi novio y la compañera de Don Diego.

No tarde mucho o nada en sentir como mis orificios se llenaban de dedos, incluso sentí como me penetraban, lo que tanto estaba deseando y necesitaba, pero por mucho que deseaba disfrutarlo no podía, ver a Sergio con esa furcia me provocaba una sensación de desesperación, celos y agobio, no podía centrarme en otra cosa, ver como mi novio se removía en su silla, disfrutando de los servicios de la compañera de Don Diego, sin ser yo la que lo hiciese disfrutar me estaba matando de celos, pero me gusto que a pesar de tener a una mujer como esa no dejase de mirar hacia mí, disfrutando del show, reconozco que me gustaba.

Hasta que Guillermo se coloco delante de mí y me ofreció su polla para que se la chupase, al mismo tiempo que sentí como dos bocas se aferraban a mis pechos y mordisqueaban violentamente mis pezones, provocándome más dolor que placer, pero incluso esa sensación me gustaba.

Guillermo:”Venga guarra, chúpamela, ensalívala bien para que no te duela porque después de esto voy a reventarte esos orificios que tienes”

Ese fue el momento que decidí dejarme llevar y disfrutar del momento, y eso es lo que hice, no se las veces que me follaron el culo y el coño, ni las pollas que chupe.

Cuando me sacaron del cepo, sentía mis manos y cuello magullados, pero tanto mi culo como mi coño estaban completamente enrojecidos e irritados, una vez fuera del cepo se fueron turnando de dos en dos e incluso de tres en tres para que ninguno de mis orificios estuviesen sin atender.

Mientras mi novio seguía con esa puta, yo celosa como estaba ponía todo mi interés en hacer disfrutar a todos esos viejos verdes, ávidos de mujer joven, pero no por ellos sino por llamar la atención de mi novio.

Hasta que al final todos parecieron cansarse o quedarse saciados y se fueron marchando, unos a la barra a seguir disfrutando del espectáculo con un trago o un puro en la mano, alguno de ellos con ambas cosas, y otros viendo las horas que eran se marchaban para casa, momento que aproveche para ir hasta donde estaba mi novio con la compañera y me uní a la fiesta.

Le comí la polla a mi novio como nunca antes se la había comido.

Sergio:”Uff que puta, si sigues así vas hacer que me corra””Espera por favor quiero petar ese culo”

Me dio varias nalgadas, yo me coloque a lo perrito nerviosa y excitada, ofreciéndole mi orificio trasero y mientras la compañera me abría mi agujerito y pasaba su lengua entre mi esfínter y mi clítoris, cogía la polla de mi novio y se la masturbaba y chupaba, para después orientarla hasta mi orto.

Era evidente que mi novio estaba completamente excitado y me follaba de manera muy fuerte y violenta pero completamente placentera para mi, sentía como mis anillos anales cedían a sus brutales envites, hasta que sentí como se derramaba en mis entrañas y se dejaba caer sobre mí, mientras yo volvía a encadenar un orgasmo tras otro, ya no sabía las veces que me había corrido esa noche.

En ese momento la compañera aprovecho que mi novio dejo su lugar y se metió entre mis piernas para pasar su lengua por mi sensible clítoris, lo que me provocaba descargas de placer, un placer irresistible, por un lado no quería que parase pero por otro no aguantaba tanto placer, hasta que vi como uno de los viejos se colocaba detrás de mi compañera y tras introducírsela no tardo mucho en taladrarla de forma violenta, lo que provoco que se centrase más en su placer y menos en mi.

Por un momento vi como otros dos hombres se unían a la fiesta y tapaban todos los agujeros de mi compañera, la escena era muy excitante y casi sin darme cuenta me estaba tocando mientras observaba la escena en primera fila, hasta que aparecieron Don Diego y Guillermo.

Don Diego:”Vaya con la putita, parece que no ha tenido bastante”

En un momento me encontré frente a mi dos pollas duras y congestionadas pidiendo ser atendidas, cosa que no tarde en hacer, primero chupaba una de las pollas mientras masturbaba la otra, y me las iba alternando, hasta que intente sin mucho éxito metérmelas a la vez.

Al cabo de un rato ahí estaba ensartada entre Don Diego y Guillermo, completamente abierta de piernas mientras dos pollas martilleaban mis dos orificios completamente irritados pero dándome un placer indescriptible, mientras me decían todo tipo de improperios y guarradas que no hacían sino excitarme aun mas, pero lo que más me ponía era cuando hablaban entre ellos como si no estuviese ahí escuchándolos y me obligaban a mirar al infeliz de mi novio.

Guillermo:”Uff Don Diego no sé de dónde saca a estas putas, pero con esta se ha superado”

Don Diego:”Esta es única es una diosa comparada con cualquiera de las anteriores”

Guillermo:”Uff el pobre desgraciado de su hijo no sabe la que le ha caído encima”

Don Diego:”Jeje tendremos que decirle cuando salga que agache la cabeza o nos tirara la lámpara”

Guillermo:”Vamos puta mira a tu novio mira como se bebe un cubata satisfecho por haber culeado a su novia sin saberlo, mira como mira..””Uff me encanta le estoy rompiendo el culo a la puta de su novia y él me sonríe..””Sera gilipollas”

Don Diego y Guillermo se reían de sus propias gracias, pero la verdad es que la situación era cuando menos morbosa y excitante, no tardaron mucho en volverse a correr, pero pronto otros dos sementales ocuparon su lugar.

La verdad es que perdí la noción del tiempo, estaba exhausta, perdí la cuenta de las pollas que entraron en mi cuerpo o las veces que me provocaron orgasmos, mi cuerpo estaba al límite pero mi subconsciente me traicionaba, quería mas, apenas podía abrir los ojos cuando acabaron conmigo.

No se muy bien como acabe en casa, sabía que me había llevado Don Diego pero poco mas, en el coche antes de subir al apartamento Don Diego me dijo que mi novio todavía no estaba en casa cosa que agradecí ya que si no, no sabría como justificarme y menos con este olor intenso a sexo y semen que tenia, por no decir los pegotes y chorretones de semen que notaba por todo mi cuerpo.

Don Diego:”Espero que hayas disfrutado tanto como nosotros””Sergio no se ha enterado de nada “Ahora date prisa y metete en la cama no creo que tarde mucho en llegar””El lunes hablamos y me cuentas”

Yo:”Pero donde esta Sergio…”

Don Diego:”Tranquila ha ido acompañar a mi acompañante””Por eso no creo que tarde mucho en llegar”

Esas palabras no me hicieron mucha gracia, pero a Don Diego la situación parecía gustarle, yo abrí la puerta del coche y sentía como me dolía todo mi cuerpo, estaba exhausta, así que subí rápidamente al piso, me di una ducha rápida y me frote a conciencia para quitarme toda esa lefa que tenia incrustada en mi cuerpo y me metí en la cama..

Al poco rato y entre sueños oí llegar a Sergio, este no encendió la luz, se desvistió rápidamente y se metió en la cama.

Al día siguiente cuando me desperté, le pregunte que tal fue la noche, a él se le veía bastante afectado, no sé si por la resaca o por el malestar que le producía el haberme puesto los cuernos.

Me evadió rápidamente preguntándome que tal estaba yo.

Yo:”Uff cariño me duele todo el cuerpo y tengo mala gana, pero creo que mejor””Y tu que bebiste mucho o que”

Sergio:”uff hacia tiempo que no bebía tanto, pero reconozco que estuvo bien la noche”

Sera capullo, ósea que estuvo bien la noche eeee, esas palabras eran como un puñal, me dolían en el alma, sabía lo que había echo y no parecía tener remordimientos.

En esas estaba cuando se volvió hacia mí.

Sergio:”Cariño, que te ha pasado”

Yo no sabía a qué se refería, así que mire hacia donde él estaba mirando, y comprobé que tenía mis pechos magullados, llenos de moratones y mordiscos, en ese momento no sabía que decir, estaba desbordada

Y aunque reaccione rápido no sonó muy convincente.

Yo:”Uff anoche cuando llegue a casa me di un golpe con la puerta””Y la verdad es que no me acordaba””Bueno y ahora me voy a la ducha pero cuando salga quiero que me cuentes que tal la fiesta, que hiciste y como acabo”

Yo con eso quería desviar la atención de mi, hacia él, sabía que con esa pregunta el se sentiría culpable, y evitaría hablar más del tema…

Sin embargo con lo que no contaba fue con lo que paso a continuación, ya que cuando me levante para dirigirme al baño y darme una ducha mi novio me sorprendió.

Sergio:”¡Cariño ¿Qué es eso?”

Yo:”El que”

Y mirando hacia donde él estaba mirando y señalando lo vi, era mi TATOO a pesar de haberme duchado el tatuaje seguía en su sitio…

Espero que les haya gustado, según la aceptación seguiremos con una nueva entrega.

Se aceptan sugerencias.