Alaide un amor inmortal

Un joven vive enamorado de una chica hasta que despues de hacerle el amor descubre un secreto que lo mantendra unido a ella por siempre.

ALAIDE, UN AMOR INMORTAL

SIENDO YO UN CHICO CONQUISTADOR COMO POCOS, NADIE SE ME RESISTIA, NADIE, SOLO ALAIDE, PERO QUIZAS DESCUBRA ALGO MAS QUE UNA MUJER

Que tenia esa pequeña chica, insignificante para muchos hombres y mujeres, no era una belleza, tampoco una fealdad, era enigmática su forma de ser y comportarse distaban de lo normal de una mujer, yo la conocí cuando entre en la facultad de medicina, desde que la vi note un poco su rareza, razón por la cual le apodaban la "marcianita", esto quizá porque no salía de estudiar, no iba a los antros de moda, ni vestía a la ultima moda, quizás esto me llamo la atención y me cautivo.

De estatura bajita, ojos grandes y cafés, pelo negro y una hermosa sonrisa cuando rara era la ocasión en que se le veía sonreír, piernas cortitas pero muy bellas , torneadas, esto lo se porque varias veces me pillo admirándolas. No se que tiene Alaide que me atrae de sobremanera, se decía tal vez que era lesbiana, puesto que con muy pocos hombres se le había visto, pero si con amigas, rara era la ocasión en que alegre y amorosa se le veía, siempre seria y con agresividad, huraña como un animal silvestre, si ese era su vivo retrato un animal silvestre, quizás por eso me decidí a conquistarla, vanos esfuerzos los míos por tomar su corazón, peor mientras me rechazaba mas obsesionante era ella, decidido a hacerla mía, me di a la tarea de seguirla y ver si era humana o fantasmal, o realmente una "marcianita".

Pasaron días enteros en que la seguía de día y de noche aguardando su salida, por si un amante secreto tuviese ella y así despejar mis dudas, pero no todo era rutina en su vida nada sobresaliente, lo que si es que pude observarla varias veces cuando salía de la ducha, con una bata, algunas veces teniendo suerte logre admirar su pequeño pero sinuoso cuerpo, blanco como alabastro, era hermosa, quizá el misterio no iba muy lejos quizá el sexo y los humanos no le interesaban, quizá solo era una mujer solitaria por un viejo amor que la daño, quizás algo mas.

Como averiguaría yo la verdad, si le caía yo tan mal, quizás porque intuía el misterio que me causaba ella, decidí poner punto final a mi investigación, pero es de esas veces en que el destino te juega una broma y ese día llegando a clases, me encontré sola a Alaide, sin nadie mas en el salón, salude como siempre aunque esperando el refunfuño de ella de siempre, pero esta ocasión ella hizo algo inesperado:

-Hola Alaide como estas?

-Bien, buenos días como estas, espero que bien

Me sorprendió esta respuesta en los cinco años de facultad apenas y me dirigió la palabra y ahora hasta me preguntaba por mi salud.

-Bien y tu..estudiando como siempre?

-Algo así.........mas bien esperando

Ella que siempre se portaba bien, sentada correctamente, sin enseñar las piernas, subió estas a la banca de enfrente, quizás con delicada sutileza marco mas sus movimientos, incluso en un momento pude admirar su intimidad, puesto que el pantalón se le subió y marco tanto esta como sus bragas, cabe mencionar si sentía que era un sueño.

Me senté y comencé a estudiar peor no podía dejar de ver sus piernas y ella se daba cuenta, su mirada enigmática se clavaba en mi, en cierto momento y controlándome deje de mirarla, fue cuando ella dijo:

-Que calor hace, no te sientes digamos......húmedo?

Diciendo esto Alaide recorrió su cuerpo y cuando dijo húmedo toco su intimidad, exclamando un suspiro de alivio, por el roce, yo que siempre vi a esta mujer inalcanzable, me sorprendía mas, un extraño calor que nunca emitía ella se comenzó a sentir, de hecho su respiración se agitaba y se estremecía, en un momento ella se me acerco y casi a punto de morderme, note algo en ella, sobre su mejilla:

-Oye que tienes ahí, le dije.

-Ah, es solo un poco de sangre, quizás me corte accidentalmente.

-Alejándome un momento de ella, retrocediendo a su fuego pasional, escuche que me dijo:

-Podrías quitármela con tu pañuelo.

-Si, claro.

Con algo de miedo de echarme encima de ella y hacerle el amor de manera salvaje, le toque la mejilla, quitándole la sangre, pero en eso sentí su mano, que ardía sobre la mía y sin decir nada guió la mía, recorriendo su rostro, luego su cuello, mi excitación aumento cuando ella guió mi mano sobre su busto naciente, luego de manera suave me introdujo a sus senos, bajando por el ombligo y lo que me despertó fue cuando coloco mi mano sobre su intimidad, sobre su concha, por lo que sentía palpitar esta y ardiendo a mas no poder, perdí la noción , me abalance sobre ella, lentamente la despoje de sus ropas, quedando admirando su intimidad primero con bragas y un sostén negro de satín, al quitárselos, la vi, no como antes sino mas cerca, me comí a besos su intimidad, sus senos a mordidas y ella a mi, la hice mía de manera tradicional, pero ella me mostró varias formas que no conocía yo, posturas raras que nos hicieron llegar al limita, la ame como nunca he amado a una hembra.

Parecía extraño, pero no había nada mas que ella y yo haciendo el amor, no me di cuenta del tiempo, hasta que ya por la tarde, ella se incorporo de mi lado y lentamente se vistió, la admire por ultima vez desnuda, pregunte con voz temerosa:

-Abra una próxima vez?

-Quizás, me has amado como nunca nadie lo había hecho

Inclinándose sobre mi me beso con pasión y ternura.

-Me tengo que ir, nos veremos.

Saliendo del cuarto, yo aun exhorto por lo ocurrido me vestí rápidamente y tratando de alcanzarla, desapareció sin dejar huella, salí por toda la facultad, encontrando un anuncio que no había visto

A TODOS LOS ALUMNOS, NO HABRA CLASES EL DIA DE HOY DEBIDO A LA FUMIGACIÓN DEL PLANTEL

Pensé que ella lo había leído antes que yo y planeo todo esto, albergaba la esperanza de que sintiera algo por mi, contento me fui a casa a esperar el día de mañana.

Al otro día me presente contento, de verla pero note algo raro, sus compañeros decían que algo había pasado la dos días antes, intrigado pregunte:

-Sucedió algo raro, están todos bien.

Mirándome algo raro, su única amiga se acerco a mi y me dijo, es Alaide, desapareció hace dos días y no había aparecido, la encontraron hoy muerta, con mordidas en el cuello y cuerpo.

La noticia me dejo sorprendido, casi me desmayo de lo que me decían, pero me intrigo mas el hecho de que ella posiblemente había muerto un día antes de que ella y yo hiciéramos el amor, entonces que fue ilusión, o le había hecho el amor a una muerta. Me presente en los funerales de ella, de lejos claro, muy pocos asistieron, cuando todo acabo me acerque a ver su lapida, me quede ahí todo el día hasta el anochecer, recordé el momento paso a paso, hasta que sentí una mano sobre mi hombro, pensé que era el vigilante, peor al voltear me encontré con Alaide, sonriendo mas pálida que de costumbre, y sin decir nada mas que abriendo la boca me beso apasionadamente, solo sentí un ligero dolor en el cuello y me desvanecí, desperté en el hospital, el medico me dijo que un murciélago me mordió peor que me encantaron a tiempo y me salvaron.

No pensé mas pero yo sabia que ahora tendría la mejor mujer, amante y novia que todos, una inmortal con el poder sexual mas increíble, y esa misma noche al encontrarla al pie de la puerta de mi casa y viéndola mas hermosa y sensual que nunca, le abri la puerta, y ella, me dejo amarla una vez mas , pero esta vez yo me uniría a ella para siempre.

FIN