Al sur de la frontera de México

Dos mujeres casadas, deciden viajar juntas y pasar unos días de vacaciones por México y encuentran más de lo que esperan al sur de la frontera.

Al sur de la frontera de Mexico

Kerry y su amiga Ellen estaban pasando sus vacaciones juntas… Habían encontrado una gran ocasión para dejar a los niños con sus maridos e irse a conocer México.

El primer problema con que se encontraron fue que se perdieron en una antigua carretera secundaria sin nadie, ni nada por ese solitario lugar… Un lugar tipo desierto... Cuando vieron que la rueda estaba pinchada y vieron que la de repuesto estaba deshinchada, se dieron cuenta de que se encontraban en una gran dificultad.

Sin embargo, fue un gran alivio para ellas, después de 2 horas bajo el sol ardiente, ver aproximarse por la carretera un viejo camión viejo... Al llegar donde ellas estaban vieron a un joven mexicano y a una mujer dentro... Este joven se detuvo junto a su coche.

  • “¿Puedo ayudarla, señorita?”, preguntó el hombre.

  • “Nuestra rueda está pinchada, ¿puedes ayudarnos a arreglarlo?”, preguntó Kerry.

Vio que el hombre, de unos veintitantos años, tenía un aspecto muy rudo y la mujer parecía como si despreciara a las dos mujeres blancas, mayores que ella.

Kerry esperó a que el hombre saliera de la camioneta y se acercara a ella.

  • “Enséñame la rueda”, le dijo.

Caminaron hacia donde Ellen estaba parada junto al vehículo y Kerry sintió que la mano del hombre le palpó su nalga derecha... Ella trató de ignorarlo y mostrarle la rueda... Sin embargo, de nuevo, su mano la agarró su culo con más fuerza, sintiéndose muy incómoda por esto y Kerry reaccionó sin pensar, abofeteándolo en la cara.

  • “Parece que tenemos unas viejas que no conocen este lugar, Lupe… Supongo que tendremos que mostrarles lo que les sucede a las esposas gringas cuando se aventuran aquí”, le dijo el hombre a su esposa aún sentada en la camioneta, frotándose  la cara gruñéndole a Kerry.

  • “Vuelva a intentarlo y lo denunciaré para que lo manden a la cárcel, señor”, le dijo Kerry enfadada.

  • “No lo creo, perra”.

Kerry miró más allá del hombre y vio a Lupe, parada allí, con una pistola en la mano.

  • “Creo que vamos a divertirnos un poco con estas perras… Me muero por ver si sus culos son tan blancos como dicen”, dijo Lupe.

Al ver su situación, Ellen inmediatamente comenzó a correr dejando a Kerry junto con la pareja.

  • “Ve por la perra, Pancho… Ella no llegará lejos… Me divertiré un poco con esta”, rió Lupe.

Pancho comenzó a correr detrás de Ellen dejando a Lupe apuntando con el arma a Kerry, parada congelada.

  • “Preferiría dispararte antes que tener que perseguirte… Desnúdate, perra”, dijo Lupe.

Kerry y Ellen tenían tener alrededor de 40 años, pero habían mantenido bien sus cuerpos mientras criaron a sus hijos.

Cómo Kerry no se movió lo suficientemente rápida, Lupe la pateó entre las piernas, lo que la hizo gritar de dolor y doblarse agarrándose la entrepierna.

  • “La próxima vez será en la cara… Te dije que te desnudases”, afirmó Lupe.

Kerry recuperó la compostura y comenzó a desabrocharse la blusa y la dejó en el suelo y luego se bajó la falda y se la quitó… Dudó por un segundo pero al ver a Lupe mirarla seria, inmediatamente desabrochó su sostén… Le temblaban las manos mientras bajaba las bragas al suelo del desierto y se las quitaba… Se tapó el pecho y el coño con las manos para protegerse de la mirada de la mujer... Evitó mirarla mientras ella paseaba sus ojos de arriba abajo por su cuerpo.

  • “Ponte a cuatro patas como la perra que eres”, gritó Lupe.

  • “Por favor, no hicimos...”

Gritó de dolor cuando sintió una patada en el área del muslo derecho formándose pronto un hematoma rojo.

  • “Ponte a cuatro patas, ahora”, le volvió a ordenar.

Kerry se puso de rodillas en el suelo caliente... Vio como Lupe caminaba alrededor y luego se puso detrás de ella… Trató de mirar hacia atrás para ver lo que tramaba Lupe cuando, de pronto, sintió que esta se sentaba a horcajadas sobre su espalda… Kerry casi se cae al suelo por el peso.

  • “Ponte en movimiento, perra... Gatea”, le gritó Lupe y le dio una palmada en el culo.

Kerry gritó de dolor por la palmada, pero se quedó paralizada hasta que la siguiente palmada la golpeó en el mismo lugar.

‘Aaaagg’, gritó y empezó a gatear hacia delante... ‘Aaagg’... La mujer la estaba montando y golpeando su culo como si ella fuera una mula.

A Kerry le ardían las manos y las rodillas por el calor del suelo y el peso de la mexicana en su espalda… Sus súplicas cayeron en oídos sordos mientras los golpes llovían ininterrumpidamente sobre su ya, dolorido culo... Su único pensamiento en estos momentos era sobrevivir a esta terrible experiencia.

  • “Gruñe ‘ Oink ’ para mí, cerdita”, le ordenó la mujer siguiendo dándole palmadas en el culo.

Oink… Oink’ , comenzó a gruñir Kerry tan fuerte como pudo.

No podía soportar mucho este peso y su orgullo ya lo había perdido.

Oink ’, gritó de nuevo mientras las palmadas en el culo y muslos continuaban sin parar... Finalmente, cuando pensó que no podía aguantar más, la mujer se bajó de su espalda mientras ella caía boca abajo en el suelo.

‘Aaaagg’, gritó cuando sus tetas tocaron el suelo caliente debajo e inmediatamente se levantó sobre sus rodillas.

‘Aaaagg’, gritó de nuevo cuando la mujer la empujó hacia adelante con su pie tirándola de nuevo al suelo y presionando en su espalda… Sus tetas le ardían mientras se retorcía en el suelo de dolor.

  • “Gatea de nuevo”, le ordenó la mujer.

Y Kerry volvió a ponerse de rodillas y siguió a la mujer hacia el camión… Cuando llegó, la mujer abrió la puerta y se inclinó sobre el asiento delantero con el culo sobresaliendo hacia fuera... Lentamente se estiró hacia atrás y comenzó a bajar sus vaqueros y bragas hasta las rodillas.

  • “Límpiame el culo, perra o te dejo así en el desierto”, le ordenó.

Kerry miró su culo maloliente y supo que no tendría otra opción… Llorando se arrastró hacia adelante y comenzó a pasar la lengua por las nalgas sudorosas de su culo.

  • “Ahora, lámeme entre las nalgas, cariño”, le ordenó la mujer ordenó para su horror.

Kerry empezó a pasar la lengua por su culo hasta que la mujer le presionó su cabeza contra su culo... Lentamente ella empezó a trabajar en su culo saboreando el olor y los restos que habían.

‘Aaaagg”... lloraba Kerry mientras seguía besando y lamiendo el culo de la mujer.

  • “Veo que atrapaste a la otra”, gritó la mujer empujando a Kerry hacia atrás.

Kerry miró hacia un lado para ver a Ellen y al mexicano caminando hacia ellos… Ellen iba doblada por la cintura mientras el hombre la agarraba por la oreja… Cuando estuvieron cerca vio las tetas, el vientre y el culo de su amiga rojos de haber estado arrastrada por el suelo.

  • “Tuve que ponerle rojo el culo por hacerme correr… Una vez le metí mi enorme polla en su culo, encontró su propósito en la vida… ¿No es eso correcto, coño?, se rió el hombre.

  • “Sí, Amo”, gritó Ellen.

  • “¿Quieres otra vez mi polla en tu culo, coño?”, le preguntó.

  • “Sí, Amo”, repitió Ellen llorando.

  • “Mira… Estas viejas putas blancas no sirven más que para follar”, dijo el hombre.

  • Tampoco están mal lamiendo el culo… Supongo que podemos llevarlas a casa con nosotros y divertirnos allí con ellas o podemos atarlas en el suelo y dejar que las hormigas se las coman”, respondió la mujer.

  • “Nooo, por favor… Llevarnos a vuestra casa... Haremos lo que queráis”, gritaron ambas mujeres asustadas.

  • “Mejor que sea así o os traemos de vuelta y ya sabéis lo que os iba a pasar... Ahora arrastraros hasta la parte trasera del camión, putas”, ordenó la mujer.

Kerry inmediatamente comenzó a gatear mientras el hombre pateó el culo de Ellen con su bota y ella gritó de dolor y se puso a cuatro patas ,gateando tras Kerry.

Las pusieron en la parte trasera del viejo camión con las manos atadas a la espalda y las cabezas saliendo por la parte de atrás... Se les ordenó que permanecieran así, con el trasero levantado para que la pareja pudiera mirar sus lastimosos culos enrojecidos, a través del espejo retrovisor.

  • “Coge todos los baches que encuentres en el camino… Quiero ver a esos gordos culos rebotar allá atrás”, le dijo la mujer al hombre.

Kerry y Ellen sufrieron bastante durante todo el trayecto porque el viejo camión iba rápido por el camino de tierra… Además del polvo que les daba en su cara, se estaban golpeando por los constantes saltos que daban debido a los baches del camino.

Ambas mujeres comenzaron a gritar a sus captores que condujeran más despacio porque sus culos rebotaban alto en el aire y todo su peso caía sobre sus rodillas y codos… Para cuando el camión redujo la velocidad, ambas mujeres estaban desesperadas de dolor.

Kerry miró hacia un lado y vió una vieja choza de madera en medio de la nada… Había gallinas y varios cerdos, pero no mucho más… Tampoco había árboles… Su corazón se hundió con lo que estaba viendo.

‘Plass… Plass… Plass… Plass’.

Ambas mujeres sintieron que les golpeaban el culo.

  • “Vamos a sacar a estas putas del camión y divertirnos un poco con ellas antes de ponerlas a trabajar”, dijo la mujer.

Kerry y Ellen sintieron que soltaban las cuerdas se que las ataban y las bajaron del camión… Pero casi de inmediato les volvieron atar sus manos a la espalda.

Kerry comenzó a prometerle al hombre que le daría mucho dinero si las soltaba a ella y a Ellen y las llevaba de nuevo a su coche… La respuesta del hombre fue darle un fuerte golpe en el culo dejándola gritando de dolor.

  • “Lo que necesitamos en vez de dinero, son dos mujeres blancas que atiendan nuestros caprichos y necesidades, le respondió el hombre golpeando su culo de nuevo.

Kerry comenzó a suplicar de nuevo y lo único que consiguió fue que su culo volviera a ser golpeado más fuerte.

Mientras tanto, cuando Kerry miró hacia arriba para ver a Ellen, se dio cuenta que ésta debió haber hecho algo mal porque estaba cogida por el pelo, por la mujer mexicana, que le estaba dando palmadas fuertes en su culo y sus muslos y saltaba para evitar el castigo.

Finalmente la mujer mexicana dejó de golpearla y siguiendo cogida por el pelo, le levantó la cabeza a Ellen hasta que estuvo a la altura de la cara… Con su otra mano libre le agarró el vello del coño a Ellen y se lo estiró, arrancándole pelos de su pubis… El dolor que le causó fue tan grande que ella no paraba de gritar.

  • “Lame bien mi coño, puta y hazlo muy bien”, ordenó la mujer.

Kerry podía saber lo que estaba haciendo Ellen por el movimiento de su culo, a pesar de que estaba de espaldas a ella… Pensó que le estaba haciendo un buen trabajo al lamer el coño a la mujer… Y mientras pensaba esto, sintió la polla del hombre refregarse por su nalga derecha.

  • “Refriega mi polla, perra…  Mueve ese culo de puta que tienes”, le dijo el hombre detrás de ella y deslizó su polla en la rajadura de su culo, mientras le daba palmadas en sus nalgas.

Kerry, reaccionó a la orden recibida, comenzando a frotar su culo y moverlo hacia arriba y hacia abajo con su enorme polla en la espalda.

Ella sintió que una sustancia pegajosa corriendo por su culo, pero siguió moviéndolo hacia arriba y hacia abajo.

No pudo evitar calentarse por esa polla que no paraba de refregarse por su grieta anal y ver a Ellen y la mujer actuar de nuevo.

Ellen estaba chupando las enormes tetas de la mujer y esta le mordía sus tetas, provocándole mucho dolor y gritaba.

Mientras miraba esto, sintió la mano del hombre en la parte posterior de su cabeza empujándola hacia abajo y luego su polla en la entrada de su orificio anal… Ella nunca había sido follada por el culo, pero en este momento, necesitaba serlo por cualquier agujero porque estaba muy caliente.

Kerry aflojó los músculos de su culo mientras sentía como la polla del hombre comenzaba a empujar en su estrecho agujero anal y meterse hacia dentro de su recto... El dolor, al principio, fue horrible… Luego, cuando se adaptó a tener la polla dentro, comenzó a empujar su culo hacia atrás en respuesta a la enculada que le estaba dando… Se sentía tan bien que su coño goteaba en respuesta a los golpes de polla que el hombre le estaba dando.

  • “Fóllame el culo… Jódeme”, gritó Kerry desesperada.

El hombre continuó golpeando su polla dentro y fuera hasta que ella sintió que su culo se llenaba con su semen... Ella estaba tan cerca de correrse que continuaba empujando hacia atrás su polla tratando de ver si lo lograba.

El hombre se reía de su esfuerzo mientras su polla comenzó a ponerse flácida dentro de su culo y finalmente se deslizó fuera.

  • “Si quieres otra follada, será mejor que te pongas de rodillas y me la pongas dura de nuevo”, le dijo abofeteando de nuevo su dolorido y magullado culo.

Kerry en su pasado hubiera preferido que le mataran antes que tener que hacer esto, pero estaba desesperada por correrse e inmediatamente se dejó caer en el suelo, tragándose su polla y comenzar a mamársela tratando de ponerla dura.

Tras un rato de hacer todo lo posible, escuchó:

  • “Como ves yo de momento estoy servido por hoy… Pero será Lupe quien te folle tu gran culo más tarde, cuando se canse de tu amiga... Te aviso que con su consolador te puede follar durante horas… Disfrutará tanto contigo que ya te aviso que no volverás a follar por un tiempo”, le dijo riendo.

Luego, la cogió por el pelo y comenzó a tirar de ella, que de rodillas, la llevó hacia la casa, para prepararla para su jodienda.

Qué mala pinta tiene todo esto… Pánico tengo de pensar como puede acabar’ , pensó Kerry mientras miraba la degradación a la que estaba siendo sometida Ellen e imaginándose como pronto ocuparía su lugar y lo que le haría, y tendría que hacer, a la vista de su amiga.

F I N