Al segundo día siguío cumpliendo fantasías.

Esta es la segunda parte de mi relato anterior y espero que siga habiendo más partes. El segundo día consiguió cumplir otra de nuestras fantasias de cibersexo tres años atrás.

Voy a seguir con la segunda parte de mi experiencia con la que fue mucho más que mi musa sexual y la persona con la que tuve una complicidad y sintonía fuera de lo común.

El día anterior habíamos puesto en práctica una de las fantasías más morbosas que habíamos compartido en nuestras mentes. Precisamente estaba intentando asimiliar todo eso cuando recibí una llamada suya. Me alegró mucho recibirla ya que tenía miedo de no volver a verla. Me dijo que esa mañana estaba muy ocupada y que no podía escaparse del trabajo. Aunque ella normalmente sale mucho de su oficina ya que va a ver clientes, ese día tenía reuniones tocaba quedarse dentro. Quedamos para cenar y después tendríamos tiempo para poder tomar una copa o bien, si me apetecía. para darme una sorpresa más.

A las ocho me llamó a mi móvil y me dijo que estaba esperándome en la puerta del hotel, en su coche. Al minuto estaba con ella dentro del coche, nos dimos un beso suave en los labios y ante mi insistencia de darle otro más efusivo me dijo que eso vendría después.

Fuimos a un restaurante que estaba en el campo, era una casa antigua y sólo tenía 5 mesas. Allí pedimos unos entrantes que compartimos los dos y de segundo unas cigalas y gambas a la plancha.

Nada más empezar note la sensualidad que tenía. Empezó a darme tiritas finas de jamón con sus dedos directamente en mi boca. En cada ocasión cuando abria mi boca, ella rozaba siempre sus dedos en mis labios y los humedecía para luego pasarlos por los suyos de una manera muy excitante mirándome a los ojos fijamente con cara de deseo.

Ella se había puesto un vestido de tirantes de color negro de raso marcando con detalle su perfecta figura. La fiesta del erotismo continuó a lo largo de toda la cena, siendo todo un espectaculo verla chupar las cigalas y las gambas. Conseguía ponerme a cien y mi entrepierna estaba a un nivel difíl de aguantar. No tuvo suficiente con eso que pidio de postre unas fresas con nata para los dos, ya que yo no quería postre, con lo que los dos cogiamos fresas y una vez mojadas en la nata nos las dábamos el uno al otro. En plena fiesta sensual de nata, fresas y miradas note como su pie se poso en mi entrepierna, note como sus dedos recorrían el camino perfectamente marcado en mi pantalón y como apretaba sin piedad moviendolo de abajo hacia arriba como si de una paja se tratara.

De repente se levantó fue al baño y volvio al cabo de unos minutos apareció acicalada. Yo ya había pagado y ella al sentarse abrió su bolso y me enseñó sus braguitas. Se me quedaron dos ojos como platos y me dijo que esa era la primera sorpresa y que iba a coger ella el coche para llevarme a un sitio especial y así durante el trayecto podría dedicarme a ella.

Nos sentamos en el coche y se dispuso a conducir en pocos minutos estaba yo acariciando sus tetas pasando mis labios por sus pezones de forma suave ya que ella iba conduciendo. Me incorporé y puse mi mano en su muslo y note como se le escapaba una sonrisa deseosa y con muchas ganas de que fuese a más. No me corté y pase mi mano por su muslo para ir bajado hasta su entrepierna y encontrarme con su suave vello que ya estaba ligeramente húmedo. Al notar mis dedos en esa zona abrió sus piernas lo que pudo y despejó el camino hacia su húmedo agujero. Bajé mis dedos hasta meter un dedo en su interior, se lubricó rápidamente y empecé a subir por su rajita hasta llegar a su hinchado clítoris. Alli me recreé con el hasta conseguir ver en su cara los síntomas de placer y de lo que se avecinaba. Ella no podía hacer casi nada ya que estaba conduciendo y bastante hacía con no salirse de la carretera. Le vino rapidamente el orgasmo y llegó a dejar el acelerador durante unos segundos haciendo que el coche casi se detuviese.

Se recuperó y seguimos de una forma normal hasta llegar a destino que fue como unos quince minutos. Era un lugar atractivo y de cierto nivel. No se apreciaba desde fuera para nada lo que dentro había. Entramos y nos encontramos con una barra y luces intimas. Pasamos directamente y pasando una entrada nos recibió una chica muy amable y nos enseño todo el local. Era un sitio de estos de sexo liberal y en el recorrido ya vimos parejas practicando sexo e incluso varias parejas a la vez.

Nos sentamos en un sofa grande y nos trajeron las copas que pedimos. Alli directamente cogio y me bajo la bragueta, diciendome que se lo habia hecho pasar muy mal en el coche y qeu se iba a desquitar ahora. Cogió mi polla con su mano y empezó a moverla hasta ponerla dura, una vez cogió la rigidez se la metió en la boca y empezó una formidable mamada. El entorno era formidable ya que veia mas allá una pareja follando en otro sofá. Me corrí rápido sobre su mano y nos fuimos a las taquillas para meternos en el jacuzzi y asi relajarnos despues de las corridas de cada uno.

Una vez dentro estuvimos acariciandonos de una forma tranquila hasta que entro otra pareja y empezaron a acariciarse y besarse. Nos miramos y ella se acercó a mi oido diciendome que habia que conseguir que esa pareja fuese nuestros compañeros en el reservado y así nos pusimos en marcha. Ella se acerco a ellos y empezo a hablar del local y cosas intranscendentes. Me acerque a ellos y comenzamos a charlar sobre intercambio de parejas y sobre hacer sexo con otra pareja. Ellos no tenian mucha experiencia y nosotros ninguna (al menos eso me dijo ella a mí).

Decidimos salir del jacuzzi y fuimos a un reservado donde habia una especie de cama cuadrada y poco más. Allí nos tumbamos y sin decirnos nada empezamos a calentarnos cada uno con nuestra pareja. Yo empece a besarla a ella y a acariciar su pechos mientras notaba como una mano se aferraba a mi polla qu empezaba a reaccionar otra vez. De repente note como dos manos acariciaban mi pecho y mi hombre y me di cuenta que eran de mi pareja por lo que miré hacia abajo y me percaté que la mano era de la otra chica. Eso me excito sobremanera y me giré hacia ella, quedando mi pareja sobre mí y la mano de ella aplastada entre los dos. Mientras su mano se aferraba a mi polla, mi pareja se movia en circulos sobre ella gimiendo descaradamente. Entonces el otro chico se puso detrás de ella y empezo a acariciarla, ella se percato y tras un leve empujón hacia un lado se dejo caer echandose él sobre ella besandole todo su cuerpo. La otra chica se levanto se dio media vuelta y sin mas empezo a hacer un 69 sobre mi, me puso su coño sobre mi cara y también empezo a restregarse sobre mi boca. Saqué mi lengua y la introduje dentro de ella, saboreando su flujo y haciendo qeu se volviese loca. Se corrió rapido y cuando se quito de encima mío ví a mi pareja tumbada en la cama y como el otro chico se la estaba follando en la forma tradicional. Eso me animó a incorporarme y ponerla a cuatro patas para penetrarla por detras. No opuso resistencia y dejó que entrase en ella sin dificultad, tenia su coño hinchado y muy dilatado. Mietnras los dos follabamos ella se habia puesto de cara a mi chica y empezo a besarla en los labios a lo que la otra respondio de forma automatica. La escena me excitó tanto que me corri dentro de ese maravilloso coño. Al cabo de unos minutos el otro chico saco su polla y empezo a menearsela encima de mi chica para correrse, pero rapidamente su pareja se acerco a él y con su mano hizo que se corriese.

Nos quedamos los cuatro tumbados un rato sin decirnos grandes cosas y al cabo de unos minutos nos fuimos otra vez al jacuzzi a limpiarnos de semen y sudores.

Una vez allí nos miramos sonriendo y me dijo que le habia encantado la experiencia, pero que al igual que el día anterior le gustaria verme con otro hombre, al menos lo suficiente para excitarnos y que en esa ocasión no había sido posible. Así que todavía no había acabado la fiesta.

Pero eso ya es tema de otro relado. La tercera parte está por venir, sólo depende de si os ha gustado este.