Al salir de clase
Voy a buscar a mi novio a clase y le doy una pequeña sorpresa en el baño
El jueves es fiesta y no tengo ninguna clase el miércoles, así que aprovechando que tengo dos días libres te he dicho de quedar y dormir en tu casa esos días. Jo, vernos entre semana, sexo en tu casa, suena maravilloso. Quedo en ir a buscarte al salir de clase, comer algo con tus compañeros e irnos tranquilamente a casa y aprovecha el puente para estudiar y descansar. Estás en clase tus amigos cuando te informo de que he salido de casa y voy para allá. Me preguntas si no se me olvida nada: ropa, libros para estudiar... Voy comprobando e informándote por whatsapp desde el bus, y te digo que llevo un pijama cortito, ropa interior sexy y juguetes para... Esto... Descansar un poco de las clases. Y alguna sorpresa más. Te pica la curiosidad e insistes en qué traigo, pero me hago de rogar y no te lo digo. ¿Habré comprado de verdad ropa interior nueva? Sabes que en la farmacia al lado de mi casa venden lubricantes y similares, pero no sabes si es eso. Y alguna vez has visto por mi barrio un sex-shop, aunque... ¡Jo! ¿¡Que será?! Te gustan las sorpresas, pero has empezado a imaginarte mil posibilidades y empiezas a excitarte hasta que tu compañero llama la atención y te dice que no te distraiga. Bueno, tiene razón. Me sueltas alguna frase diciendo que deje de provocarte, que dejes de trabajar, pero no dejas de darle vueltas. La clase se te hace eterna...
Por fin dan la una y salís todos de clase. Estoy ahí en el pasillo, esperándote con una mochila a la espalda y una bolsa de plástico en la mano. ¿Estará ahí la sorpresa...? Me saludas con un beso y te aprietas contra mí para dejar claro que no has estado muy pendiente de la clase. Saludo a los demás, y nos vamos fuera a sentarnos un rato antes de comer. Ya es otoño, pero no hace mucho frío, así que he ido con los vaqueros largos, unas botas marrones y una blusa roja. Ay, me queda genial, debería ponérmela más veces contigo. Es de tirantes y se me ven los del sujetador también. Humm, son negros, pero no parece el sujetador negro... ¿la sorpresa es un sujetador sexy nuevo....?
Curioso, te pones detrás de mí y cuando los demás no miran, fingiendo un beso me sobas las tetas. Están blanditas y estrujables... Me preguntas que sujetador llevo, pero te respondo con una sonrisita y un 'ya lo verás'.
Nos sentamos todos en un banco al sol a charlar tranquilamente. Habláis de clase, las practicas, contáis chistes privados. Yo apenas intervengo, no sé bien de qué habláis, pero no le quitas ojo a la bolsa. Estás sentado a mi lado, e intentas sacarme el contenido, pero te digo al oído que esperes a que estemos en casa, que hay mucha gente. Haces un mohín y un 'sí señora' y sigues hablando. Estáis ya proponiendo sitios para comer cuando me levanto para ir al baño antes de irnos. No le das mucha importancia, pero al irme te das cuenta que me he llevado la bolsa. ¡Mierda! ¿Porque soy tan previsora? Le habrías echado un vistacito...
Unos minutos después sigo sin aparecer, y coges el móvil para decirme que me esperáis en los Montaditos, pero te he mandado un par yo antes diciendo que por favor vengas, que me no me encuentro y necesito que me traigas una pastilla de la mochila que he dejado, o pañuelos, que estoy en el baño mareada. Te olvidas de la bolsa, de la sorpresa, le dices a tus compañeros que vayan yendo que no sabes si podremos comer con ellos, y echas a correr al baño.
En menos de un minuto estás ahí. Te da palo entrar al baño de chicas, pero no parece haber nadie y tienes que ver que me ha pasado. Das un par de voces preguntándome que donde estoy y vas al baño del fondo. Abres la puerta y en vez de encontrarme con mala cara, vomitando o mareada como te tenías me ves con un corsé negro que no habías visto antes sentada con las piernas abiertas. La bolsa está a mis pies. Sonrío con un 'sorpresa' y te atraigo para besarte y meterte la lengua. Te pones nervioso y dices que qué hago, que nos están esperando y estamos en la facultad, pero se te ha puesto dura, no puedes negarlo. Me levanto y bufando te digo que cierres con pestillo y confíes en mí. Haces caso, sin dejar de mirarme. Vaya tetas... ¿¡Llevaba esas medias bajo los vaqueros o estaban en la bolsa?! Te empujo contra la puerta cerrada del baño y pegándome a ti empiezo a besarte el cuello y a acariciarte bajo la camiseta. Cierras los ojos y te dejas mientras empiezas a manosearme a mí. Ese tanga también parece nuevo. Dios, se te ha puesto dura en un momento y estás deseando que acelere un poco y baje la mano hasta a tus pantalones, así que empiezas a bajar las manos desde mi culo hasta el coño. Sólo para ver si estoy mojada. Sólo eso. ¿No?
Joder, si que lo estoy. Está el tanga empapado y si me metieras un dedo se deslizaría solo. Vas a intentarlo cuando me aparto un poco y te digo:
-Ah, ¿qué quieres ir más rápido, pequeño salido?
Sin dejar de mirarme, gimes que si e inmediatamente me agacho y te desabrocho los pantalones. Te saco la polla con los dedos y mirándola me la paso por los labios preguntándote si quieres ir más rápido aun, pero sin esperar respuesta me la meto hasta la garganta y empiezo a chupar.
Joder... Cierras los ojos otra vez y apoyado en la puerta del baño, dejas que te la chupe. Me sujetas la cabeza a pesar de que soy yo la que se la está clavando hasta el fondo de la garganta. Sienta genial... Abres y miras como me botan las tetas mientras me toco con el tanga a un lado... Dios...
Te estoy lamiendo los huevos cuando empieza a sonar tu móvil. Te alarmas y haces un gesto de que pare, pero me pego más y chupo más fuerte mientras te indico que lo cojas. Es tu compañero... Te pregunta si al final vamos a ir o qué hacemos. Te quedas en blanco un par de segundos, incapaz de contestar, hasta que le dices que me he puesto mala y nos vamos a casa. Te pregunta si estoy bien y que me pasa, si necesita ayuda o que vaya alguien, y tienes que morderte el labio para no gemir. Le dices que estoy bien, que se me pasará, que nos vamos y adiós. Le cuelgas y piensas si no ha sido muy repentino y te preguntarán algo luego... Aunque no estás pensando mucho.
Te queda poco para correrte cuando me levanto y te pido que me des lo mío y me dejes bien folladita antes de irnos. Sin pensar, me arrancas en tanga y me empujas hacia la puerta donde estabas tú antes. Apoyándote con una mano, empiezas a masturbarme mientras gimes en mi oído. Te digo que quiero polla... Así que me haces lamer esos dos dedos y pones la polla delante de mi coño. Empujas un poco... Y dios.... Como entra... Empiezas a follarme contra la pared del baño con ganas, estamos haciendo un montón de ruido, pero no hay nadie. Y aunque lo hubiera no pararías... Dejas de apoyarte y con la mano libre me sujetas para darme más fuerte. Yo te estoy susurrando al oído lo mucho que me encanta que me folles, me des por el culito, que haría lo que dijeses para correrme. Te beso y me sabe la boca a polla, pero te enciende más y me comes la boca. Gimo con cada embestida, la tienes durísima y me encanta, levanto el culito para que entre más y me agarres mejor…
Sigo susurrándote al oído cuando oyes que se abre la puerta del baño y entra alguien. Nadie nos ve, porque estamos dentro, pero ralentizas un poco por puro instinto. Entonces caes que estamos en el baño de chicas y si ha entrado alguien, será otra chica. Dios, más chicas. Te la follarías también, en este momento te follarías a cualquiera que pasara por la puerta. Lejos de parar, sigues y esta vez gimiendo más alto.
Oyes que la chica duda al darse cuenta de que hay alguien más, y que son dos personas follando. Pero en vez de darse la vuelta entra a otro baño. Joder... Si saliera... Te encantaría tener a las dos... Te imaginas tumbado en el suelo frente a los lavabos mientras me clavo tu polla y la otra chica te pone el coño en la cara...
Nos imaginas juntas, besándonos y comiéndonos las tetas y guiñándote el ojo mientras nos acariciamos… Y de repente, con esa imagen en la cabeza, la chica empieza a mear. Ha ido al baño, claro, pero no te lo esperabas. Abres los ojos y ay, te encantaría limpiarle al acabar, joder, limpiar todo... Te encantaría limpiarla a ella y hacer que me corriese yo, y volver a limpiar, ponerte de rodillas y poder meternos la polla otra vez... Nos imaginas a las dos enfrente tuya, ella metiéndose tu polla hasta la garganta mientras la acaricio y te lamo los huevos… Joder, te corres en mi coño sin poder evitarlo. Te retuerces mientras sigue saliendo leche y me agarras con fuerza. Yo giro la cabeza y te sonrío mordiéndome el labio, ha empezado a gotearme por la pierna. La chica se va corriendo y muerto de placer y feliz me sacas la polla y te apoyas en la pared de al lado. Cierras los ojos y mientras te doy besitos por el cuello sin parar,
te pregunto si te ha gustado y sin abrir los ojos dices que sí, que ha sido una sorpresa genial, que no te importaría que fuera a buscarte a clase más. Con una media sonrisa, te digo:
-Pero cariño… esa no era la sorpresa.
Extrañado, coges la bolsa de plástico que he traído mientras me cambio y miras dentro. Pues... Si que encontré ropa interior nueva... Y lubricantes, y juguetes, y un cinturón con una polla de plástico... Para pasar estos días tranquilos, desde luego.