Al ritmo de este amor - 11

Fer: -suspire y la mire. No me importo nada, yo solo necesitaba decirlo- la amo

Tengo miedo ehh? Sé que querrán golpearme por tanto tiempo sin publicar, pero en serio las cosas no estuvieron sencillas estos días y entre tantas cosas la universidad me ha dejado muerta; sin embargo, espero les guste. Ahí les dejo dos regalitos en los que trabaje todo este tiempo pero que solo hasta ahora pude terminar y publicar. un gran abrazo... los extrañe muchisimo.... ya quiero comentarles. :)

Al ritmo de este amor 11

Supongo que era un poco más de la una de la mañana; a decir verdad, no estoy segura de cuanto había bebido. No estaba completamente perdida pero si empezaba a sentir los efectos del alcohol, sobre todo a la hora de hablar, pues aunque con Nathalia nos hubiésemos propuesto hablar, creo que el trago nos ayudo a liberar un poco más.

Fer: voy al baño un momento –dije intentando ponerme de pie-

Natha: -se burló- solo intenta no parecer ebria –la mire fulminante-

Fue algo complejo mantener el equilibrio pero logre llegar al baño sin tropezar, las piernas las sentía más pesadas de lo normal. Al terminar me frote un poco el rostro y con un pañito intente lavármelo. No tenía muy buena cara, estaba cansada y era obvio que algo tomada; cuando regrese a la mesa Nathalia ya se encontraba abriendo la siguiente botella, que si lo recuerdo muy bien, sería la tercera de la noche.

Fer: ¿acaso quieres matarme a punta de alcohol? –me senté-

Natha: -me miro divertida sirviéndome un trago- pues, ahora que lo mencionas… sería un buen plan.

Fer: te dije que no estoy acostumbrada al ron –me acerco la copa-

Natha: ¿y qué más da? Si hoy ya eres toda una experta –me hizo reír su seguridad-

Fer: esto me hará decir cosas que nunca quise confesar –me tome de un solo trago la bebida, ya le estaba tomando el gustico -

Natha: -me imito y luego mostro su copa vacía- y esto –señalándola- me ayudara a entender cosas que quiero oír, aunque no sé si estoy preparada para ello.

Después de sus palabras hubo un silencio algo incomodo hasta que decidí, sería el momento de hablar de lo que ella realmente esperaba.

Fer: hemos hablado de John, de mi historia  a su lado, de lo que me interesa pero –suspire- sé que esperas mas de mi.

Natha: -sonrió- ¿quieres hablar de ello?

Era tan extraño que me dejara esa posibilidad abierta para elegir hablar o no, Si al fin de cuentas toda su insistencia desde ayer fue precisamente esa, hablar y enterarse de todo. Por otro lado, de alguna forma por muy rara que parezca yo quería hacerlo, necesitaba a alguien, quería sacar todo lo que me atormentaba desde hace algún tiempo. Estaba harta de estar sola, de las confusiones, de guardarme todo; yo necesitaba ser libre de mi misma, de mis estupideces y hasta de mis sentimientos. Nathalia no era mi amiga y  mucho menos alguien en quien confiara pero en ese momento fue mucho más que cualquiera. Era especial, estaba allí escuchándome y dejándome escucharla, sin restricciones, sin críticas, sin nada más que nuestro simple afán por desahogarnos y saber nada más que eso, nuestro punto de vista. Esa noche quería ser feliz, quería ser libre y más que nada esa noche, quería olvidarla… quizás no a ella…quizás solo a la imposibilidad de tenerla y al daño que eso me causaba.

Fer: -suspire- quiero hacerlo.

Natha: -callo un momento y sirvió unos tragos mas, estoy segura que buscaba la forma adecuada de iniciar la conversación. Se veía nerviosa- ¿sabes? Ayer cuando fui a buscarte, bueno ya por la hora que es debería decir hace dos días; pero en fin, cuando llegue me atendió tu tía y luego una señora, ambas muy guapas debo reconocer.

Fer: -sonreí ante el comentario final- lo son, son mis tías.

Natha: ¿son pareja no? –me miro fijamente-

Fer: ¿tendrías algún problema si así fuese? –Me tome mi trago esperando su reacción-

Natha: -me analizo un poco- Fernanda –se carcajeo- creo que en todo este tiempo de incertidumbre, conocer eso me aclararía algunas cosas. Y si te refieres al hecho de que me moleste que fuesen lesbianas, al carajo lo que yo piense ¿no? Estoy segura que poco te importa.

Fer: -sonreí- en eso tienes toda la razón. -La mire- Solange es mi tía y luisa es su esposa, me adoptaron después de la muerte de mis padres –vi como su rostro cambio-

Natha: lo siento mucho Fernanda yo… -la interrumpí-

Fer: no tienes por qué decir algo, no es necesario. El punto es que he vivido con ellas desde que tengo memoria y son el apoyo más grande de mi vida, las adoro como a nada y como comprenderás, gracias a ello veo la vida un poco diferente al resto.

Natha: es extraño, no he de negártelo pero -sonrió- debe ser genial.

Fer: -su reacción no era la esperada pero me causo muchísima gracia su comentario- lo es.

Natha: entonces tu… -sirvió mas tragos-  bueno, ¿podrías explicarme que carajos sucede? –me miro- estas con John pero se perfectamente lo que he visto entre tú y Lorena.

Fer: y… ¿qué has visto? –Quería que ella misma sacara sus conclusiones-

Natha: bueno –bebió- como la miras, como la tratas, ¡¡carajo Fernanda!! He visto lo que te pasa con mi amiga y es innegable –me miro acusatoriamente, cosa que me molesto un poco-

Fer: -bebí mi trago de un solo sorbo y la mire- y si así fuera ¿qué? Mejor dime: ¿qué te sucede a ti con ella?, dime ¿cómo es que estando tan cerca no has intentado nada? ¿O me equivoco?

Natha: ¿yo? Espera… ¿estás diciendo que a mí me gusta Lorena?

Fer: si –primero me miro extrañada y luego se carcajeo-

Natha: ¿y si a si fuera qué? ¿A ti que te importa? o es que… ¿acaso si te importa? –regresaba su tonta actitud de superioridad y me irritaba pensar que jugaba conmigo-

Fer: -golpee la mesa y la mire fijamente- ¡¡¡maldita sea Nathalia!!! Dime si te interesa o no, ¡¡¡dímelo!!! –le grite, sentía la sangre hervir-

Natha: -algo sobresaltada por mi reacción retiro un poco la botella para que yo no la botara al piso- Fer cálmate, no es necesario que grites –seguía riéndose-

Fer: ¡¡¡mierda!!!  -me estaba desesperando su tranquilidad y esa estúpida sonrisita- hablemos claro Nathalia –la miraba fijamente y mi voz no era nada cordial- ¿qué carajos te pasa con ella? ¿La quieres? Dímelo ¿la quieres para ti?

Natha: -sonrió aun más- Fernanda tranquila. Se que el trago te hace hablar a si pero vale tranquila. diossss que celosa eres mujer, si yo solo quería que tú me admitieras lo que te pasa con mi amiga pero mira lo que saque, que me lo ilustraras con tremenda escena de celos.

Fer: -sus palabras me dejaron confusa yo pensé que me admitiría el gusto que sentía por Lorena- por favor dime que sientes por ella, por favor –intente sonar calmada-

Natha: -acerco su mano a la mía y la tomo mirándome fijamente, cosa que me inquieto un poco-  tranquila Fer, solo respira y escúchame  –así lo hice-  Lorena es mi amiga y yo… escúchame bien, yo no la quiero de otra forma que no sea esa, diosss es como mi hermana.

Fer: -oírla decir eso me refresco el alma, fue como una luz de esperanza que ilumino el día, por muy pequeña que fuese- ¿que buscas entonces?, no lo comprendo.

Natha: solo cuidarla, nada más. Verla feliz.

Fer: y por ello la alejas de mí… ¿yo solo la perturbo verdad? –necesitaba que me lo repitiera-

Natha: así es –respondió muy segura y firme-

Tome la botella y me serví un trago doble; me lo tome en seguida como si ello fuese a calmar el dolor que quemaba mi pecho. Hasta ahora no lo había querido ver pero yo era eso en su vida, solo un inconveniente… nada más.  Quería gritar, quería llorar, seguro era el trago el que me influenciaba pero quería hacerlo, necesitaba gritar.

Natha: tranquila –me miro dulce, seguro noto mi tristeza- dime que pasa –aun tomaba mi mano-

Fer: -suspire y la mire. No me importo nada, yo solo necesitaba decirlo-  la amo –después de decirlo me sentí derrumbada y simplemente no aguante mas… -

Cubrí mi rostro con mis manos intentando que no me viera llorar; sin embargo, segundos después sentí como alguien me abrazaba así que mire a mi costado, ahí estaba natha consolándome. Sin pensar simplemente me aferre a ella y me refugie en sus brazos como una niña perdida, necesitaba tanto que alguien me ayudara y me protegiera y en su abrazo natha lo intentaba hacer. Llore como una niña por varios minutos, ella no decía nada solo me abrazaba y acariciaba mi cabello mientras yo solo repetía muchas veces “la amo”. Después de unos minutos me separe un poco y sin mirarla limpie mi rostro.

Natha: ¿ya estas mejor? –Me hablaba muy dulce-

Fer: si –aun sin mirarla-

Natha: recuérdalo, esta noche diremos todo, no debes sentirte cohibida. –Me obligo a mirarla guiando con sus manos mi rostro-

Fer: me lastima amarla Nathalia, me duele –la vi de frente unos segundos y luego baje la mirada-

Natha: no pensé que fuese tan fuerte, yo… -suspiro- yo creí que solo jugabas con ella –se alejo un poco sin soltar mi mano-

Fer: yo solo me enamore, no lo busque lo juro, solo paso, yo creí querer  a John  pero ella…. Diosss ella me revolcó el mundo –intente explicarle-

Natha: sabes que esto dolerá mucho mas ¿no? Si mi amiga no te corresponde esto dolerá el doble –sentí como me apretó aun más la mano, así que la mire fijamente-

Fer: ya duele Nathalia, se que ella lo ama. Su cuerpo se comporta diferente cuando él está cerca. Se complementan, la hace feliz y ¿sabes? –Suspire- es lo único que busco Nathalia, verla feliz  -aleje mi mano de ella tomando así mi cabeza-  Duele tanto saber que él es quien lo lograra, que él es quien la hace feliz. ¡¡Carajo!! Soy una estúpida egoísta pero no puedo evitar que me duela así… no puedo.

Por unos largos minutos solo nos dedicamos a beber en silencio, el momento no era incomodo al contrario, no había más que decir. Yo había confesado no lo que ella esperaba oír pero al fin  de cuentas, logro sacármelo y yo había logrado desahogarme. Cada una intento asimilar todo en un silencio acompañado.

Natha: -interrumpió el silencio- ¿y John? ¿Qué piensas hacer con él?

Fer: - la mire-  se que no me ama, así que ahora no habría ningún remordimiento si lo dejara. Natha, si ella lo ama y lo quiere en su vida pues ¡¡mierda, al carajo!! Ahí está… que lo tome  – apestaba decir eso -   Yo no lo amo y después de esa cena se que él tampoco a mí. –tome un trago nuevamente, necesitaba fuerzas para decir lo que quería- Nathalia, yo en algún momento creí que ella me sentía, en algún punto sus ojos me decían que algo le pasaba conmigo, que me quería pero –suspire- soy una estúpida, lo sé.

Natha: -callo un momento. No me decía nada y eso me inquietaba-  yo no sé una mierda -casi susurro y luego se reía sin control-  además, estoy ebria Fernanda, lo sé –seguía riéndose graciosamente, tanto que me contagio a mi- eres…. Una total estúpida, mira que enamorarte de una hetero –casi lloraba riendo y yo con ella-

Fer: -ya no podía parar, era claro que estaba borracha pues la risa no me dejaba ni hablar-  lo sé  -pude decir en medio de mis carcajadas-

Natha: ¿y sabes que es lo peor? Que la tonta de mi amiga debe estar hecha una bola con todo esto, hasta contigo –limpiaba sus ojos, quitando las lágrimas a causa del intenso ataque de risa-

Fer: ¿conmigo? -me calme un poco- ¿de qué hablas?

Natha: ya no seas tonta, mejor bebámonos esto que mira la hora –me acerco mas trago y fue clamándose poco a poco-

Tenía razón ya eran las dos y media de la mañana. Nathalia estaba bastante tomada y a mí solo me quedaba un poco de cordura. Después de esa conversación no recuerdo muy bien las cosas. Sé que nos divirtió muchísimo un par de chicos que nos miraban y nos invitaron una copa que no recuerdo bien que era, así que decidimos ir a su mesa que estaba al aire libre en el patio trasero del bar y supongo que fue precisamente eso lo que nos afecto mucho mas la subida de tragos.

Las luces me aturdían un poco, bailábamos hasta sudar con esos chicos, muy borrosamente y por momentos veía a Nathalia o bueno al menos eso recuerdo. Yo solo quería divertirme, necesitaba sonreír después de toda esa locura. Las imágenes eran borrosas pero en algún punto me encontraba con este chico demasiado cercanos, cuando me di cuenta el estaba insinuándoseme  excitantemente; las luz era muy poca en el bar y yo no tenía dominio de mi, estaba demasiado cansada ¿cómo intentar alejarlo? Además, No me desagradaba. De pronto siento como alguien me tira suavemente y me abraza por la espalda.

Natha: ¿te estás divirtiendo? – bailaba conmigo-

Fer: -sonreí- diossss creo que sí y mucho.

Natha: bueno y ¿ese chico? ¡¡¡CIELOS!!! Ni siquiera sabemos sus nombres -casi no podía hablar de la risa- ¿qué tal? ¿Te gusta?

Fer: natha, en este estado creo que no identifico nada, ni siquiera a ti se que eres tú por tú voz pero estoy ebriaaaaaaa- me carcajee-

Natha: quizás debamos irnos –se puso frente a mí para seguir bailando- no es tan buena idea que estemos así y con esos chicos, claro a menos que queramos una noche desenfrenada –se acerco peligrosamente mirándome retadoramente-

Fer: -reí- diosss que difícil decisión.

Nos miramos fijamente y sin poder evitarlo dijimos en un mismo tono: ¡¡¡A LA MIERDA!!! Sin parar de reír.

Es lo último que recuerdo de esa noche…