Al regreso de mis vacaciones
De regreso a España.
Al regreso de mis vacaciones
Una vez de regreso en España, mi familia me recibió con una hermosa cena, les mostré la fotos que había tomado en mis vacaciones, aunque no todas, me guardé las más osadas, las que le mostraría a mi sobrino, mientras le contaría mis aventuras amorosas en Argentina.
La cena se desarrollo con gran alegría, mi mirada se cruzaba constantemente con la mirada de deseo de mi sobrino, algunos roces imperceptibles aumentaban mis ganas de besarlo y sentir su cálido miembro deslizarse en mi interior, oh Dios como lo deseaba
Como a la una de la mañana nos fuimos a dormir, a la mañana muy temprano, mi hermana y su marido fueron a trabajar y yo no pude contener el impulso de ir corriendo a la habitación de mi sobrino. Entré en ella, estaba con las cortinas cerradas y en semipenumbras, me agaché para tomar una foto de mi sobrino que estaba sobre la mesa de luz y fui tomada desde atrás por unos brazos fuertes, y sentí una fuerte presión en la cola, en medio de mis glúteos. Era mi sobrino, que con cálido aliento y desde atrás me decía "bienvenida tía".
El muy descarado sabía que yo iría, y estuvo esperando desnudo, sus pasos sobre la alfombra no habían producido ruidos.
Fue una extraña sensación de indefensión y de calentura a la vez. Mi concha se mojó rápidamente por lo que conté antes, mi calentura previa debida a la tanga, y no resistí los brazos masculinos que me envolvían y los calientes besos que me prodigaba en mi cuello..
- Espero ahora estés toda desnudita para mí. - Dijo él soltándome y prendió la luz. Lo miré sorprendida. Estaba enteramente desnudo frente a mí y con una firme erección. Su miembro subía y bajaba. Y mi calentura aumentaba al ritmo de los jugos de mi concha.
Me dije que no podía desaprovechar ese regalo y seguí el juego. Cuando terminé de desvestirme allí de pie frente al gran espejo, casi involuntariamente llevé la mano a mi entrepiernas para acariciarme y así darme más ánimos para follar. En ese momento se acercó su cuerpo joven y con pocos vellos, su cabello enrulado y desordenado, la cara de deseo que puso al verme completamente desnuda, todo ello me hacía temblar como la primera vez que estuve con él. De verdad que era algo muy especial Se me acercó, me dio un suave beso en los labios y dijo casi susurrando en mi oído...
- No sabes las veces que me imaginé este momento...
Respondí besándolo apasionadamente, mi lengua se abrió paso entre sus labios gruesos restregándose contra la suya, me senté en la cama quedando frente a su macizo miembro , puse mis manos en él, largo y tieso como un palo, su piel bien atrás por la erección, y una cabeza grande y rosada que yo deseé hacer explotar en mi concha. Le di una chupada sonora, y miré su cara. Estaba ardiendo, no daba más, todo colorado.
Tomé su pija y comencé a pajearlo dentro de mi boca sintiendo cómo se le ponía más grueso, mi lengua recorría su cabeza en movimientos circulares por todo su contorno, su respiración y la mía se volvieron muy agitadas. Qué calentura que me daba, que locura excitante...
Después de un rato lo saqué de mi boca y empecé a lamerle las bolas, desde allí mi lengua subía por su miembro hasta llegar a la cabeza, lo mamaba un ratito por partes y volvía a bajar. Reconozco que estaba disfrutando como loca, quería comérmelo todo, lo gratificaba con febril desesperación, su cabeza estaba hinchada al máximo rozando las paredes de mi boca. Me puse salvaje... insaciable... impúdica en extremo.
mi concha empezó a latir con fuerza. Parecía que iba a saltarme del cuerpo y hacía que me mojara.
Sentí deseos de completar nuestro acto con una escena de lujuria. Sus ojos así me lo pedían. Juntó el pulgar y el índice y los ubicó en la base de su pene y empezó a moverlo, sacudiéndolo, exhibiéndome su roja cabeza que había alcanzado el tamaño de mi puño cerrado. Menudo garrote para comer...
Pensé en lo hermoso que sería sentirlo frotarse dentro de mi concha, .El estaba embelesado mirando mi culo desnudo. Giré hasta ponerme de frente y me acarició mis tetas. Estábamos muy calientes los dos.
Mis pezones estaban parados y mis labios vaginales hinchados de deseo . Me quedé quieta, de pie junto a la cama sin saber lo que vendría. Me amasó las tetas suavemente y comenzó a chuparlas.
Me frotaba y chupaba las tetas mientras otra mano me acariciaba las nalgas, metía sus dedos en mi agujero trasero, yo separaba las piernas y le dejaba que entrara ahí. Luego me arrodillé en la cama y me puse a chupárselo como loca, lamiendo sus bolas, y después a pajearlo como desesperada de ver semejante cosa que se follaria hasta mi alma. Lo pajeaba con mis dos manos de grande que lo tenía.
Me volví a poner de pie y de espaldas abriendo mi cola con ambas manos y mostrándole mi sedoso culo. Inmediatamente lo tuve detrás de mí besándome el agujero, la tan deseada entrada de mi culo.
Me puse en cuatro patas sobre la alfombra dirigiendo mi agujero a su rostro, lo besó una y mil veces, me lo mordía, me agrandaba la entrada con su lengua. Ahhhhhhh
Él comprendió lo que esperaba en ese momento, respondiendo a mi deseo apoyó su cabeza rosada sobre mi esfínter húmedo que latía de placer, pedía dame, dame, dámelo todo!
Fue entrando muy despacio, me lo metió todo y sentís sus bolas frotando mis nalgas y sus gritos...
- Qué placer diosa! Que hermoso que es follartee! Que caliente que está adentro.... Ahhhh
Me dolía un poco pero al mismo tiempo sentía placer, un placer masoquista que se arrogaba darle mi carne para que gozara como un animal. Era una sensación, de total sumisión al macho. Me estaba follando, se follaba a su tía, dándome como loco, entrando y saliendo su pene apenas cabía en ese orificio. Cada vez que lo sacaba, arrancaba hacia fuera mi esfínter dándome placer y dolor al mismo tiempo.
Luego sentí cómo estallaba dentro y me inundaba la cavidad de caliente leche, y yo gemí, sí gemí como una puta desgraciada al acecho de su potro salvaje. Ahhhhhh dije- rómpemelo todo, no pares hasta que me haga toda encima.
Tras su largo orgasmo lo sacó dejando mi culo chorreando leche sobre la alfombra. Yo estaba excitada como nunca, pasé la lengua por la alfombra saboreando su semen y lo miré con ojos de animal. Finalmente le arrebaté el miembro y me lo metí en la boca, hizo intentos de sacarlo porque le había quedado muy sensible tras el orgasmo, pero me lo metí en mi boca y empezó a retorcerse y a gemir de nuevo, mamé sacándolo de mi boca y produciendo un ruido de chupadas descomunal. Lo hice unas treinta veces.... hasta que su leche saltó de nuevo hacia mis labios.
La tragué toda, la paladeé como un manjar... la leche caliente de mi macho
Quedé rendida en la cama de placer, y nos dormitamos un rato. Al despertarme me vestí en silencio, y me fui dándole un tímido beso en los labios.
PD Quiero mandarle un beso a todos los que me escribieron, ya les iré contestando, pues son muchos mails, en especial besos a Alberto, Ricardo y Juan, no me olvidé ya les mandaré mi foto y gracias por sus palabras bien chanchas, me excitaron mucho, un beso