Al otro lado del espejo...

Un nene que se siente nena, novata, llega de la universidad a casa, se desnuda, y...

Cierro la puerta con pestillo, y empiezo a desnudarme. Me quito la camiseta, los pantalones vaqueros, los slips y los calcetines. Una chica no lleva esa ropa. A falta de algo mejor que ponerme, me quedo así, desnuda, y me miro en el espejo. Intento imitar las poses mas femeninas posibles, y me encanta lo que siento, aunque no tanto lo que veo. ¡Maldito buen tiempo! Cuento los dias que quedan para que definitivamente el mal tiempo inunde Bilbao y pueda así desterrar mis pantalones cortos para poder, a su vez, depilarme las piernas. Y me imagino depiladita, y me gusta mas lo que imagino que lo que veo en el espejo. Me pongo los cascos: Avril Lavigne, The best damn thing.

Pongo el culito un poco en pompa, y saco un poquito la lengua fuera como una niña traviesa. Me guiño un ojo. Ya debería de haber elegido un nombre, un nombre de niña. Miro como mi cosita empieza a ponerse tiesa, asique la guardo entre mis muslos. Me acaricio un poco el culete y me meto un dedito en la boca. Al principio fui Silvia, luego Rebeca, mas tarde Nicol, y entre tanto he sido Sara, Ana, Danna... Saco el dedito de mi boca y la llevo al culo, acariciándome el ano suavemente. Entra, poco a poco. Empiezo a mover las caderas con el dedito dentro como si estuviera bailando, bailando para provocar, cuando de pronto mi cosita se escapa de su prisión muslar y se apunta a si misma en el espejo, como queriendo alcanzarse a si misma, dejando un hilito de babilla de pollita desde mis muslos hasta su puntita. Y pienso que me encantaría lamer una polla...

Sin sacar el dedito de mi ano pongo los dedos de mi mano izquierda juntos, imaginándome que es una polla, y empiezo a darle besitos en la punta. Meintras lo hago, no dejo de mirar mi colita. Muaks. Mmmm, te quiero. Muaks. Eres lo que mas deseo en mi vida. Muaks. Estoy enamoradita perdida de ti. Muaks. Me excito sobremanera imaginándome a mi misma a los pies de un hombre o una chica como yo, diciéndole esas cositas a su polla, siendo una adolescente enamoradita de una polla. Fuerzo un poco, y el segundo dedo empieza a hacerse sitio al lado del primero dentro de mi ano.

Dejo de dar besitos a los dedos de mi mano izquierda, y las meto en mi boca. Lentamente, muuuuy poco a poco. Mi lengua no para de jugar con la polla imaginaria en que se a convertido mi mano izquierda. Muevo mi culo con sensualidad, ayudando al segundo dedo a acomodarse del todo. Vuelvo a mirarme en el espejo, y me imagino tal como estoy, pero con un vestidito rosa, o una minifalda y un top, con zapatos de tacón o manoletinas, y mi cosita no puede evitar dar un brinco de excitación. Si al menos tuviera unas braguitas para sentirme así durante todo el dia... Me imagino a mi misma en la facultad con bragas, sin que nadie se pueda ni tan siquiera imaginar nada, y me vuelvo loquita.

Empiezo a mover mi cuerpo como una putilla intentando excitar a su macho, sacando y metiendo mi mano izquierda de mi boca suavemente, lamiendo cada milímetro de cada dedo, y empiezo a hacer presión con el tercer dedo en mi culito. Las babillas de mi cosita empiezan a caer al suelo de lo excitada que estoy. Me encanta sentirme hasi de nena. Me pongo a pensar en que debería comprarme revistas para chicas, y ver pelis de chicas, y leer libros de chicas, para luego comentar cosas de chicas con amiguitas que sean como yo... Y casi al mismo tiempo que el tercer dedo entra por completo en mi culito, saco la mano de mi boca y empiezo a masturbar mi cosita.

Esta mojada, viscosa. Mientras lo hago, no dejo de dar vueltas con los dedos de mi culito. Me miro al espejo, y me veo putilla. Apunto con mi cosita hacia la pollita del espejo. Aumento el ritmo. Un escalofrío recorre mi espalda. Soy toda una nenita putilla que suspira por que la traten como lo que es. Si, soy una chica. Acelero las sacudidas de mi pollita. Siento como todo mi ser se concentra justo en su base y, de pronto, exploto. El blanco chorretón de leche impacta contra el espejo, empezando a caer casi inmediatamente.

Me arrodillo, y me miro a mi misma a través de la mancha de leche del espejo. Abro la boquita, saco la lengua, y, sin cerrar los ojos en ningun momento, lamo cada gotita de semen del espejo, lamiendo a la vez mi leche y la lengua de la nenita que, como yo, hace lo mismo desde el otro lado del espejo.


Es el primer relato que publico, asique espero que seais buenos ;P. Besitos!!!