Al otro lado del charco 3

Ella estaba ahí, a unos pasos de distancia, una distancia que odiaba. Deseé que no hubiese espacio entre nosotras y que la pelinegra que estaba besándome no fuese Agustina, sino ella. Pero ella estaba ahí….joder!!!!!!!!! ella estaba ahí!!!!!!!!!!!!viéndolo todo!!viendo como besaba a una mujer!!!!

Anjou

Desperté en la misma hamaca en la que me había puesto a fumar la noche anterior. Por suerte cuando miré el reloj, éste solo marcaba las 7:05 de mañana, por lo que  tenía todo el tiempo del mundo para prepararme. Bajé a la cocina y me hice unas tostadas mientras veía los primeros informativos de la mañana. Me metí en la ducha y me quedé un buen rato bajo el agua caliente, dormir a la intemperie aunque fuese finales del verano me había dejado helada. Solo después de haber terminado de acicalarme desperté a Ana, porque tiende a monopolizar el baño que yo utilizo. No sé por qué lo hace si hay 3 cuartos de baño más.

Cuando el reloj marcó las 8:20 me ajusté el casco de la moto y salí rumbo a la universidad. Me encantaba sentir el viento colándose por todas las partes de mi cuerpo, la velocidad, el ruido, la adrenalina .. todo. Me quedé revisando las notificaciones del  móvil  subida en la moto hasta que siento que alguien da un ligero golpe sobre mi casco. Giro la cabeza para encontrarme con los ojos mañaneros de Bella que me saluda. Guardo el móvil y bajo de la moto poniéndole la cadena. Me noto despeinada cuando me quito el casco, así que hago lo posible para adecentarme mientras andamos hacia la clase.

Bella- Me has sorprendido, no sabía que tenías moto.

Yo - Ah…si, la tengo desde hace solo un año, a mis padres no les gustaba la idea de la moto pero acabaron cediendo.

Bella -Bueno, es normal que no les agrade la idea, las motos son bastantes peligrosas.

Yo -Lo sé pero si te digo la verdad adoro la adrenalina y de cierta forma también el peligro- Bella  me miró espantada- jajaja creo que todos necesitamos algo que le dé emoción a la vida y esta es mi forma de darle emoción.

Bella - Lo que tú digas, creo que estás loca- dijo sonriendo finalmente- Ah, por si no lo sabes, nuestra primera clase es Escultura-la miré extrañada- solo te lo aviso porque la profesora es algo estirada, para que lo tengas en cuenta-yo sonreí para indicarle que así lo haría.

Cuando entramos en la clase, que estaba en los sótanos de la universidad, ya había varios alumnos preparándose para ella. Unos limpiando los utensilios, otros cambiándose de ropa o simplemente bromeando. Bella  me guió a un pequeño espacio cubierto de vidrios espesos y granulados donde las chicas se cambiaban. Saqué un mono de pintor, blanco y resplandeciente preguntándome por que había elegido un color como ese si lo único que hacíamos en esa  clase era mancharnos. Me di la vuelta y me quité la blusa pegada que llevaba, sabiendo que moriría de calor con tanta cosa puesta, porque el mono no era precisamente fresco. Nada más subirme la cremallera reconocí las voces de Vero, Cris y Maia por el pasillo. Las esperamos y salimos con ellas, colocándonos en un conjunto de grandes mesas de madera que estaban al fondo de la clase. Cuando una mujer vestida con un mono azul entró a clase todos callaron.

Profesora -Bueno chicos, comenzamos otra vez con la rutina. Este año va a ser más interesante que el anterior, ya que por fin he conseguido que traigan el material que solicité el curso pasado-se acercó a algo que estaba tapado por una tela y sonrió, descubriéndolo-en efecto, piedra!- dijo entusiasmada.

La mayoría suspiró ante lo que se les venía encima, yo incluida. Después de una serie de instrucciones la clase comenzó y nos pusimos en marcha. Bella se había sentado a mi lado y me mantenía entretenida mientras con papel y lápiz en mano, pensaba en que esculpiría.

Bella

El despertador sonó y salté de la cama del susto. Ayer me quedé dormida sobre la sudadera de Anjou y se me había quedado la marca de uno de los cordeles en la cara. Me vestí rápido y me fui a la universidad. Estaba llegando a la entrada del campus cuando noto que hay una moto aparcada pero la conductora todavía seguía encima. Me acerco lo suficiente para reconocer la silueta de Anjou y me sonrío, vaya, empezamos bien la mañana me digo mentalmente. Tras saludarla la guié hasta el aula de escultura. Estando ya en el pequeño vestuario solo me cambio los zapatos y me giro encontrándome con algo que me dejó helada.

Anjou estaba sin camiseta dándome la espalda. Comencé a detallarla, primero por los hombros, luego bajando por su columna hasta llegar a la baja espalda. Era de esas personas a las que se le marcaban los lumbares formando una v,  también se le notaban los omóplatos pero lo que más me llamó la atención fue una serie de pequeños lunares que parecían formar una constelación en la parte inferior de su nuca. Cuando escuché el follón que armaban las chicas en el pasillo desperté del trance y me fijé en que Silvia, otra que también se estaba cambiando, miraba embobada a Anjou y no me gustó.

Me pasé el resto del día con las chicas, intentando no mirar demasiado a Anjou, pero mierda, era difícil! Los días pasaban y ya llevábamos un mes de clases. Mi relación con Anjou era agradable, nos llevábamos muy bien y hablábamos por  whatssapp todos los  días a todas horas. Se había integrado sorprendentemente bien a pesar de no ser muy habladora. Me alegraba pero a la vez  me molestaba ver a tantos moscones y mosconas  revoloteando a su alrededor. Muchos  la tenían fichada desde el primer día de clases y no me extrañaba, había que estar ciego para no fijarse en ella.

Iba caminando con Maia, Bri y Vero cuando veo a Anjou rodeada de un grupo de chicas de primer curso. Todas reían mientras Anjou hablaba. Nos acercamos a ella y Bri instantáneamente se colgó de su cuello y le dio dos besos cerca de la boca, como había tomado por costumbre hacer. Las chicas se vieron un poco abrumadas por la mirada altiva de Bri y se marcharon, no sin antes darle un papelillo doblado a Anjou.

Maia - Por qué se han ido? Con lo bien que se lo estaban pasando!-dijo con una sonrisa sarcástica.

Vero - Por qué va a ser tia? Bri casi les muerde-dice riendo.

Bri - Perdona pero yo solo he enseñado los dientes…además, no está de más que la gente vaya aprendiendo que no está bien querer jugar con juguetes que no son suyos- dijo mirando a Anjou mientras se mojaba los labios.

Anjou solo se zafó de ella, me agarró y me invitó a andar cogida de su brazo. El malestar que me producían las palabras de Bri cuando se refería a ella de ese modo se esfumó cuando me enseñó esos perfectos dientes blancos y me picó uno de sus ojos cenizos. Bri se me hacía cada vez más insoportable. No desperdiciaba ocasión para ofrecérsele a Anjou, quien con más humor que enfado la rechazaba una y otra vez. ¿Qué que problema hay entonces? Que Bri donde pone el ojo, pone la bala y esta vez no iba a ser distinto. Siempre ha sido así pero nunca me importó…hasta ahora. Bri no es de las que se rinden y Anjou, dudo que sea de piedra. Bri es atractiva, tengo que admitirlo. Muchos han dicho que más allá de su físico, es su aura seductora lo que te absorbe y lo que te pierde. Pero que cojones, que se fije en otra persona, anda que no tiene gilipollas con los que acostarse!

Bri

Anjou se liberó fácilmente de mi agarre y se perdió con Bella por ahí. No sé por qué  es tan jodidamente irresistible! Esta chica me está volviendo un poco cuerda, teniendo en cuenta que estoy loca, eso no es algo realmente bueno. Pero qué más puedo decir?  Desde que la tengo en clase todos los días,  me apetece más ir a la universidad. No sé qué me pasa pero quiero verla, quiero pasar tardes enteras con ella, quiero saber más de ella.

Es tan misteriosa, tan tranquila, tan….tan no como la gente con la que suelo salir. Me desconcertó la primera vez que me miró con esos ojos. Siempre he sido del tipo de personas que ha hecho  lo que quiere, sin importar el que, por que, ni el qué dirán. Me gusta Anjou y no lo pienso ocultar. Estaba en esos  pensamientos cuando me interrumpe Maia.

Maia - Bri, cuando vas a dejar de comportarte como una cría?-dijo seria.

Yo -De qué estás hablando?

Maia- Mira Bri, nos conocemos desde que teníamos 7 años y jugábamos a escalar árboles en las zonas comunes de la urba. Te conozco mejor que a la palma de mi mano, así que no trates de mentirme. He estado observando durante un mes entero como vas, perdóname la expresión,  como una “perrita” detrás de Anjou y creo que es hora de que dejes de hacer estupideces no crees?

Yo - Perdóname tu también la expresión pero, de que coño vas? Con que derecho te crees para juzgarme? Para juzgar mis acciones?- estaba roja de la ira y había subido el tono.

Maia - Bri, solo te lo diré una vez y si no lo haces, me marcharé- posó sus ojos negros y profundos en mi y dijo en voz queda- cálmate..de una puta vez – me calmé al instante- te crees que me parece mal que andes detrás de una chica como Anjou? Te equivocas, me parece perfecto, por fin persigues a una persona decente, no como los y las gilipollas que te llevas a la cama- aunque es verdad, me duele que me hable así-lo único que quería decirte es que creo que a Anjou la miras de forma distinta, no como a un trozo de carne y por eso creo que debes dejar de comportarte como una golfa cuando la tienes alrededor!

Yo - Estas diciendo tonterías Mai –dije soltando una sonora carcajada- Anjou es guapa, esta buena y todo, pero si le insisto tanto es porque es la única persona que se me ha resistido y eso no puede ser, entiéndelo.

Maia - Mira, haz lo que quieras y di lo que quieras, pero te advierto  que si sigues así, jamás vas a conquistarla-nos miramos unos segundos a los ojos y la tripa de Vero rompió la tensión quejándose de que no la habían alimentado, rugiendo como un león.

Vero - Lo siento….- dijo en apenas un audible susurro y con cara de circunstancia, a lo que Maia y yo no pudimos evitar sonreír, dando por zanjado el tema ( al menos  de momento). Nos fuimos a buscar un sitio en el que comer y descubrimos un mejicano magnífico a unas calles de la universidad.

Anjou

Era octubre y justo ese día hacía un mes que conocía a Bella. Las chicas de primero con las que conversé  me habían invitado a una fiesta organizada por el hermano mayor de dos  de ellas, un chico que estudiaba tercero de Derecho , al parecer. No me pareció mala idea y decidí comentárselo a los chicos. Tampoco les  desagradó la idea, así que el viernes a las 9:30 de la noche estaba yo enfundándome un conjunto  cuya parte de abajo consistía en una falda recta de color blanco y cuya parte de arriba era una blusa verde aguamarina clarita, que se entallaba en los hombros y caía algo holgada por delante pero dejaba por el contrario, toda la espalda a la vista. Me maquillé un poco, me puse los tacones y esperé a que viniera Bella a recogerme.

La vi aparecer y le sonreí. Mientras andaba para meterme en el coche podía observar como me miraba, era raro, no parecía tan contenta de repente. Decidí no prestarle atención.

Yo - Hola, oye, antes que nada, por favor dime que me queda bien lo que me he puesto, porque no acostumbro a ir así de arreglada- me ruboricé porque no dejaba de mirarme.

Bella - No…osea SI!! Estas preciosa Anjou, no debes preocuparte por nada-mierda! Me va a matar! Si no puedo dejar de mirarla en clase, ahora menos! Joder! Es perfecta!!

Después de eso Bella arrancó, pusimos música y empezó a cantar a pleno pulmón. Mientras conduce no puedo evitar detallarla. Va con un vestido corto blanco que deja sus piernas al descubierto y además deja un pronunciado escote. Me regaño a mí misma por fijarme en ese tipo de cosas, es mi amiga, por dios santo!!!

Cuando llegamos a aquella especie de…mansión(es gigante) vemos un montón de coches aparcados en la entrada y logramos distinguir a Rubén, Darío,  Mat, Cris, Vero y Maia, pero todavía faltan André y Bri. Darío nos dijo que André y Bri se habían ido a comenzar la fiesta, es decir, a beber como cosacos con unos amigos suyos de la facultad de Ingeniería.

Nos metemos en la casa y no vemos a demasiada  gente, hasta que guiados por el ruido y las risas damos con la parte de atrás de la mansión, un enorme jardín repleto de gente.  Aquello parece más un festival que otra cosa. Cojo de la mano a Bella para no perderla en la multitud y nos adentramos en ella con un esfuerzo casi nulo, ya que los chicos iban delante de nosotras y eran ellos lo que se encargaban de hacer hueco. Conseguimos pasar al otro lado de la multitud, donde se encontraba la barra libre. Ya con algo de beber en la mano distingo entre tantas cabezas las de las chicas que me invitaron.

Ellas me miran y vienen a saludar. Introduzco a mis amigos y todos nos ponemos a hablar y a bromear.

Las bebidas abundaban, la noche para ser octubre apretaba,  hacía bochorno  y nosotros estábamos sedientos. Una chica con un vestido negro se acerca a Bella y se coloca muy cerca de ella, para que la escuche. No sé si eso me incomodó o simplemente la conversación de las dos gemelas (las que me invitaron) se volvió de repente poco interesante y mi atención voló a Bella, pero ahora tenía los ojos clavados en ella y en la chica del vestido negro. Vi que la chica  le sonreía coquetamente y la cogía de la cintura. Cada vez se acercaba más  a ella y conforme se acercaba, un sentimiento malo crecía dentro de mí. Decidí ir al baño y despejarme un poco, el vodka finés de 50 grados ahogaba mis pensamientos. Mientras me alejaba observé por última vez a la parejita y vi como con descaro la chica agarraba la nuca de Bella y le daba un buen morreo.

Me perdí espantada entre la multitud. Por mi cabeza se cruzaban distintos pensamientos entre los que se encontraban  : a Bella le gustan las chicas?, por qué la ha besado? Por qué cojones me molesta tanto?! Me metí en la casa y comencé a buscar el baño. Esto era peor que la mansión del señor Burns!! Estaba mareada y todas las jodidas puertas me parecían iguales. Ya que nadie me esperaba (por supuesto) decidí que podía invertir el tiempo en intentar abrir una por una todas las puertas.

Me topé con un cuarto que parecía un almacén de sillas y uno que estaba completamente vacío, por lo demás, todas la puertas estaban cerradas con llave, supongo que para que curiosos como yo no husmeásemos. Llegué a la última puerta de ese pasillo y la abrí. Se me abrieron los ojos como platos. Aunque las luces estaban apagadas podía distinguirse perfectamente dos siluetas masculinas moviéndose en una cama. En cuestión de dos segundos  las siluetas reaccionaron con palabras como joder, coño, lárgate y cosas de esas. Yo estaba bebida y no entendía demasiado bien lo que decían.

Momentos después la luz se encendió y alguien pasó a mi lado como alma que lleva el diablo. Frente a mí se encontraba un chico como de mi edad, de rasgos nórdicos, alto, más bien esbelto, de ojos verdes  y pelo rubio oscuro, bastante guapo a mi parecer.

Chico - Cuánto quieres?

Yo - Qué?  –decía mientras trataba de no caerme, la luz me cegaba.

Chico - Cuánto quieres? Cuánto dinero cuesta tu silencio? Para que nadie se entere de esto?

Yo - Lo dices por lo que acabo de interrumpir? No te preocupes, me da igual. No voy a decir nada, no me interesa tu dinero ni nada que hagas, solo dime donde hay un puto baño porque no puedo más y paso de mear en los arbustos- para mi sorpresa el chico empezó a reír y me dejó apoyarme en sus hombros.

Chico - Que elegantes son sus  palabras señorita….me llamo Sasha, tu eres?

Yo - Sasha no es nombre de perro?- el rió aún más fuerte-yo me llamo Anjou, ahora, puedes decirme donde hay un baño?

Sasha - Aquí mismo, en este cuarto, detrás de esa puerta- bromeó. Le di las gracias, pasé al baño y me senté en la taza del váter. Me agarré la cabeza con las manos, no importándome destrozar mi magnífico peinado semi recogido.

Me dolía la cabeza, hasta que volví a recordar  a Bella y el dolor de cabeza se extendió también al corazón. Tenía calor así que decidí tumbare en el frío suelo de mármol. Cuando dejé de lado la tristeza y decidí volver con la cabeza alta me levanté sin tener en cuenta que el vodka seguía teniendo efecto y vi manchas negras en mi campo de visión. Anduve dos pasos y me sentí caer hacia atrás, sentí un golpe en un lateral de la cara y me sumí en una oscuridad mucho más profunda que la anterior.

Bri

Eran las 4:50 de la mañana y todo lo que había bebido ya se me había bajado. Tuve un pensamiento fugaz y me dispuse a buscar a mi grupo. Los encontré divirtiéndose  y haciendo el idiota con un grupo de chicas, el mismo que yo había espantado días antes. Todos parecían muy alegres excepto Bella, sonreía pero parecía que lo hacía más por cortesía  que porque realmente se estuviese divirtiendo. La única que faltaba era Anjou, donde estaba?

Yo - Anjou no ha venido a la fiesta?

Bella - Si ha venido, pero hace un buen rato, más bien hace más de una hora y media dijo que se iba al baño y no ha vuelto.

Yo - Y no la habéis buscado?- dije desconcertada- cuando una persona dice que vuelve y luego no vuelve es que algo ha pasado!- no sé si Bella estaba bebida pero solo entendió la situación cuando se la expliqué.

Bella - Tienes razón, tenemos que ir a buscarla- dijo como si fuese un robot.

Yo - me mosqueó la indiferencia que mostró hasta ese momento así que le dije- quédate aquí y diviértete, me basto yo sola para encontrarla- y me marché dejando a Bella confundida.

Bella

Estaba en la fiesta mirando como Anjou encandilaba al par de gemelas que nos habían invitado. Me hervía la sangre de pensar que no estaba coqueteándole solo  una chica, sino dos a la vez y que para colmo eran monas e iguales! Estaba en esas cuando una chica de pelo negro y ojos miel, con un vestido que iba a juego con su pelo comenzó a hablarme. Al principio me asustó un poco porque se posicionó demasiado cerca de mi cara, pero luego entendí por qué.

Chica - Hola soy Agustina!-decía algo alto para que la escuchase-sé que no nos conocemos de nada, pero necesito que me hagas el favor de mi vida. Ves a una chica morena, con un vestido verde?-asentí- lleva como dos horas detrás de mi y no entiende que no me gusta. Me harías el favor de hacerte pasar por mi novia, rollo, mujer, esposa durante un rato? Juro que no tengo malas intenciones! Tengo novia pero ella no ha venido así que tengo que recurrir a extrañas!!

Yo - reí por sus comentarios y le dije, sonriéndole coquetamente- que empiece el juego- ella se pegó más a mí y estuvo una hora contándome cosas de su novia y yo solo reía y le seguía el rollo  hasta que la chica del vestido verde se acercó. Con ojos suplicantes me pidió permiso y yo con los míos le di vía libre, no me molestaba darle un beso a una guapa extraña.

Agustina me cogió de la nuca y me besó. Cerré los ojos por instinto y comencé a pensar en Anjou. Ella estaba ahí, a unos pasos de distancia, una distancia que odiaba. Deseé que no hubiese espacio  entre nosotras y que la pelinegra que estaba besándome no fuese Agustina, sino ella. Pero ella estaba ahí….joder!!!!!!!!! ella estaba ahí!!!!!!!!!!!!viéndolo todo!!viendo como besaba a una mujer!!!! Terminado el beso Agustina corroboró que la chica había desaparecido y se lo había tragado, después me agradeció infinitamente, se limpió las marcas de pintalabios  que le había dejado y se despidió, desapareciendo igual de rápido que había aparecido.

Tenía miedo de mirar hacia el lugar donde estaba Anjou. Tenía miedo de ver decepción en sus ojos, pero me armé de valor y dirigí mi mirada hacia ese sitio quedándome helada al darme cuenta de que ni Anjou, ni sus ojos grises estaban. Pregunté a los chicos por ella y me dijeron que hacía un rato se había ido al baño. Emprendí su búsqueda y después de pegarme prácticamente para llegar a la mansión, entré. Estuve buscándola por los largos corredores de la primera planta y cuando estaba subiendo las escaleras hacia la segunda escuché sin querer una conversación entre dos chicos que venían bajando.

Chico 1 - Joder tronco, has visto que morena? Dios, que cuerpo, santa madre!  Pagaría lo que fuese por estar con ella 1 sola hora!

Chico 2 - Pero tío tú crees que ese pivonazo se iba a fijar en ti? El hijo de puta se Sasha se las lleva todas!! El mamonazo es todo un casanova!!

Chico 1 - A que te refieres tío?

Chico 2 - No ves como la morena estaba esperando que no hubiese nadie para meterse sigilosamente en el cuarto de Sasha? Seguro que no te has dado cuenta porque estabas mirándole la espalda y el culo, cacho perro ajajaajaa- y los dos rieron.

Me detuve en seco y de forma automática volví sobre mis pasos. Me ardían las orejas solo de escuchar a dos salidos de mierda hablar de ella de esa forma, pero me quemó viva lo último que dijeron…de veras? Estaba con ese tal Sasha? Un hombre? Un hijo de puta que se la está tirando en estos momentos? Un par de lágrimas asomaron por mis pupilas pero decidí  hacerme la fuerte y olvidarme de ella, por lo menos esta noche. Volví con mis amigos y seguí aparentando que todo estaba bien, al fin y al cabo, ella estaba tirándose a alguien y disfrutando, no?

Bri

Entré en la mansión y comencé a preguntar y a buscar como loca. Estaba enfadada con Bella…acaso, no era su amiga? Acaso no debía cuidarla? Desde cuando eres una maldita hipócrita Isabella? Creí que ella te importaba!  La maldije mentalmente hasta que abrí la última puerta del corredor de la segunda planta y toda la ira y el enfado que sentía por Isabella se congeló con la imagen fundida en mis pupilas. Un chico alto y rubio terminaba de depositar el cuerpo de Anjou en una cama de sábanas apropiadamente blancas. Mis ojos siguieron un reguero de sangre que iba desde lo que parecía ser el baño hasta la almohada donde ahora descansaba su cabeza. Con paso inseguro me acerqué hasta ella y la observé. Cuando estuve más cerca me llevé una mano a la boca.

El rostro de Anjou tenía un profundo corte en la ceja y tenía un creciente y morado hematoma que abarcaba desde el ojo hasta el pómulo y de ahí viajaba ocupando el espacio entre el pómulo y el final del rostro rumbo a la oreja.  Estaba despeinada y tenía toda la ropa movida. En ese instante miré al chico y me di cuenta de que traía las manos ensangrentadas y que también tenía la ropa movida. Llevaba la camisa por fuera, toda arrugada y los pantalones desabrochados, me imaginé lo peor y me fui acercando a el mientras él se iba alejando, pensando en  cómo le mataría.

Chico - Oye! Qué coño haces? Estás loca o qué?- dijo cuándo  le agarré de la camisa y le atraje a mí.

Yo - Que le has hecho??!!! Que le has hecho maldito degenerado!! Eres un hijo de puta, cómo pudiste!! Te voy a matar, como se te ocurre ponerle un dedo encima cerdo de los cojones!! Te voy a matar!!- decía mientras pensaba en cómo no pude haber llegado a tiempo para evitar que ese cerdo la golpease y la violase. Comencé a llorar y me dispuse a golpearle pero él me detuvo.

Chico - Estás pirada!!!!!! No sé qué coño te estarás imaginando pero yo no le he hecho nada!! Hace un buen rato ella entró un poco borracha y nos pilló en la cama a mi pareja y a mi!! Me dijo que se llamaba Anjou y que necesitaba un baño y yo le dije que podía utilizar éste! Estuvo un buen rato dentro pero cuando llamé a la puerta no contestó y decidí pasar! Me la encontré tirada en el suelo sobre un charco de sangre!! Si no me crees mira por ti  misma el lavabo y la taza de váter!!!

Nada más soltarme fui al baño a comprobar que lo que decía era verdad. Volví a la habitación y él seguía de pie.

Chico - Soy Sasha, creo que es tu turno explicarme que pintas aquí.

Yo - Soy Bri, lo…..lo siento de veras…. Pero pensé que habías maltratado y abusado de mi amiga y me cegué. Por favor, perdóname, he confundido las cosas- dije mirando el rostro amoratado de Anjou.

Sasha - Tranquila, ya pasó -dijo dándome una palmadita en la espalda- ahora hablemos de cosas serias y actuemos, tu amiga Anjou de veras me procupa, no tiene buen aspecto, debemos llevarla al hospital ya.

Yo - Tienes razón, iré a coger un  coche, yo misma la llevaré- dije decidida

Sasha - No, estás alterada, mejor voy a buscar yo mi coche y os llevo yo, es más seguro- solo asentí- será mejor que avises a tus amigos de que nos vamos.

Con mucha angustia eché un último vistazo al rostro de Anjou y me precipité lo más rápido que pude a encontrar a mis amigos. Cuando llegué estaban un poco más sobrios que antes, lo suficiente para entender el por qué tenía manchas de sangre en los brazos.

Darío - A quién has matado Bribri?- dijo provocando una risotada general, pero yo no podía reírme, apenas logré sonreír. En cuanto Bella y yo nos miramos a los ojos supo que algo no iba bien, parece que el terror se contagia, porque sus ojos empezaron a expresar lo mismo que lo míos. Nos apartamos para que pudiese explicárselo y así ella se lo explicase a los otros, yo no tenía tiempo para tratar de razonar con borrachos.

Bella - Bri…..que ha pasado?- dijo algo inquieta y totalmente despierta, al contrario que la otra vez.

Yo - es mejor soltárselo de golpe y ya- Bella no quiero que me interrumpas mientras hablo vale?- asintió sin entender- suspiré- Anjou ha tenido un accidente, se ha dado fuertes golpes en la cabeza y no para de sangrar, Sasha la encontró en el baño y él y yo nos la vamos a llevar al hospital porque lleva inconsciente 2 horas, ahora, me tengo que ir, llamaré para informarte.

Bella - Quiero ir…..- dijo como si fuese una marioneta rota- Bri, necesito ir… Bri necesito verla!!!!!- acabó gritando.

Yo - No- eso fue todo lo que dije mientras me alejaba corriendo hacia la mansión y volví a dejarla sola.

Bella

Había pasado una hora por lo menos desde que Bri se había ido a buscar a Anjou. Empezaba a pensar que la mansión se comía a las personas cuando vi a Bri correr hacia nosotros. Aunque se paró delante de todos parecía que solo quería hablar conmigo así que la seguí a un lugar algo más tranquilo. Iba a preguntarle si ya había visto a Anjou y a Sasha hacer un 69 cuando me miró a los ojos con la mirada más oscura de lo normal. Su rostro estaba demasiado inexpresivo, no tenía ese toque desafiante. Me dio miedo y me empecé a preocupar.

Yo - Bri….que ha pasado?- dije con un nudo en la garganta.

Bri - Anjou ha tenido un accidente…no para de sangrar- fue todo lo que escuché. Bri seguía hablando y escuché hospital.

Yo - Quiero ir…-dije con apenas aire en los pulmones, respire y entonces fui subiendo  el tono hasta gritar-Bri necesito ir….Bri necesito verla!!!!!- ella contesto con un monosílabo, NO y se fue corriendo. Antes de perderla de vista ya me había caído como un títere al suelo y me tapaba la cara escondiéndola  entre las rodillas para así tratar de no empezar a llorar pero las lágrimas que asomaban por mis ojos eran demasiadas y acabaron cayendo en cascada. Ahí, justo en ese momento, en ese lugar, me di cuenta de cuánto miedo tenía de  perderla.


Hasta aquí la tercera parte. Perdón por la tardanza! Agradecería cualquier tipo de comentarios sobre el relato, gracias por leer.:)

PD: publicaré la siguiente parte pronto.