Al llegar a casa

Una pequeña escena de dominación y juegos sexuales. Contiene lluvia dorada y sexo anal. Solo para mentes abiertas

Llego a casa a las 20.0h del trabajo y de hacer un par de compras, una de ellas muy especial. Acomodo mis cosas en el colgador, la chaqueta en la mesa del comedor y me dirijo al piso de arriba.  Voy a la habitación, y ahí esta ella sentada en el sillón completamente desnuda y con las manos atadas por detrás del respaldo, los tobillos atados a las patas y una bola en la boca. También lleva puesta en el cuello su correa de cuero negro en la q pone PET , con su cadenita atada al gancho de la pared. Le saludo amablemente, acaricio su cara como si de una mascota se tratara y le susurro al oído; “como esta mi putita? Tiene ganes de ir al baño después de tantas horas esperándome?”

Ella me mira y me hace q si con la cabeza dirigiéndome una mirada miedosa e inocente pero cargada de sumisión y entrega. Mientras gime (ya que no puede hablar por la bola en la boca) se le escapa un hilo de baba q cae encima de sus pechitos.

Me dispongo a desatarla y a concederle ese alivio, así q le desabrocho los tobillos, las manos, separo la correa de la pared y le digo; “ponte a cuatro patitas, vamos, camina”. Nos acercamos al cuenco con arena donde, sin necesidad que yo se lo diga, se pone de cuclillas y mirándome igual que antes, hace un pis larguísimo Se le ve el alivio en la cara, pues llevaba horas aguantando, pobrecita mía.

Una vez termina, le indico con un tirón suave de correa q se meta en la bañera. Ella está bien enseñada, no hace falta ser brusco; entiende, interpreta y obedece mis órdenes de una forma que hace que me sienta orgulloso de ella. Se pone de rodillas de nuevo mirándome a mí, esperando algo.. lo sabe, lo intuye. Yo, aunque hace poco tiempo que he ido al baño, he estado toda la tarde hidratándome mucho, así que de nuevo me muero de ganas de orinar. Bajo mi cremallera, el calzoncillo, y saco mi pene de dentro. Ella permanece expectante, mirando fijamente mi cara. No deja de hacerlo ni siquiera cuando un primer chorro de orina impacta contra su mejilla rosada y empieza a descender cuello abajo y por todo su cuerpo. Noto su excitación en su mirada, pero esta se hace evidente cuando empieza a gemir sutilmente con una voz aniñada y ahogada por la bola. Poco a poco empieza a moverse buscando el chorrito con su boca obstruida y el hilo de baba se mezcla con mi orina transparente fruto de la buena hidratación en las horas anteriores.

Cuando termino, con una sensación de placer abrumadora, de tanto del alivio y de la excitante imagen de tener a tan hermosa mascota a mis pies, le digo que se lave bien mientras yo observo. Abro el paso de agua y empieza a mojarse toda, eliminando los restos de baba, orina y de sus propios flujos vaginales generados, que no han sido pocos. La levanto para que tenga más comodidad y empiezo a manosearle los  pequeños pechitos, su depilada vagina y su precioso culito redondo, por supuesto, también rasurado al milímetro. En uno de mis movimientos acerco mi mano a su cuello donde lleva puesta aun la correíta y la cadena, se lo rodeo y, con firmeza pero de nuevo con suavidad, se lo aprieto. Sé que le encanta, que le hace sentir vulnerable ante mí, que le hace sentir mi propiedad. Acerco mi cara a la suya, y susurrando, le digo; “no te olvides a quién perteneces”. Inmediatamente suelta un gemido de placer. Esas simples palabras han hecho que se mojara aún más. Yo, con la otra mano, le quito la bola de la boca, se la abro y dejo caer en ella un gran chorro de saliva. Acto seguido empiezo a besarla con besos húmedos y profundos, a los que ella responde con una entrega absoluta. Adoro a mi perrita. Ella me adora a mí.

Le hago salir del baño, secarse con su toallita pequeña (para que os hagáis una idea, como las toallas de mano) y de nuevo, a cuatro patitas hasta la habitación. Yo me dirijo a mi sillón y le ordeno q se acerque y se tumbe encima de mí, con el culito hacia arriba. Ella sabe que me gusta que arquee la espalda para mí y ya no es necesario que se lo ordene, ya lo hace ella por iniciativa propia. Desnudita, limpita y con el culito hacia arriba encima de mí, empiezo a acariciar su espalda suavemente mientras una de mis manos desciende casi de forma inmediata hasta su ano. Voy separando sus nalgas y apretándolas cada vez más fuerte. Yo sé que le duele y ella sabe que me gusta.

No ceso de manosear su parte trasera y empiezo a darle cachetes, a los que ella responde de nuevo con unos gritos ahogados, pero más sonoros por la ausencia de la bola. Me gusta oír sus sollozos, sus lloros, y ella que lo sabe, sube la intensidad de los mismos a cada palmada y lo hace proporcionalmente a la fuerza con la que le doy.

  • Te gusta, putita?

  • Si, me encanta que me pegues..

  • Si, lo se..

  • Más por favor, hazme lo que quieras (me dice entre lloros)

Después de unos minutos azotando su culito, acerco a la mano a mi cara y escupo en ella, para luego esparcir toda la saliva en su agujerito. La otra mano en su carita, le aprieto los mofletes, le giro la cara para que me mire y le pregunto;

-Quieres que te abra el culito?

-Mmmmmssi… Msiimm…. (intentas responder. Mi mano impide que puedas vocalizar, pero está clara tu respuesta)

De golpe, le meto dos deditos en el culo, el índice y el dedo medio, hasta dentro y en forma de gancho hacia arriba, obligándole a arquear su espalda aún más. La verdad es que entran fácilmente, será por la de veces que he usado ese agujerito, o permitido que lo usaran. Ella, cada vez más excitada empieza a moverse como lo que es, una perrita en celo deseosa de ser violada.. y no deja de gemir y llorar para mí.

Yo empiezo a tener un estado de excitación elevado, y así lo demuestra mi pene, de modo que la saco de encima de mí y le indico que se ponga de rodillas, justo delante de mí, con las manos unidas por detrás de su espalda. Otra vez, su espalda bien arqueada para que sus pechitos despunten.

-Sabes lo que quiero, verdad?

-Si…

-SI PAPI (le corrijo autoritariamente)

-Si, papi… (responde con su tono mas sumiso)

  • Y que es lo que quiero que hagas ahora?

  • Quieres que te la chupe, que me ponga tu polla en la boca, que me la pase por la cara, que te la salive bien, que mi boca y tu delicioso pene queden unidos por hilitos de baba….

  • Muy bien perrita…. Muy bien. Y dime, tu lo quieres?

  • Mm.. si.. lo estoy deseando…. Por favoooor, papi…. (me suplica ella),

Es importante dejar claro que no es mi hija sino mi perrita. Pero me encanta jugar a este juego, y a ella le vuelve loca.

Acto seguido la hago incorporarse y arrodillarse después. Con las manos unidas detrás de su espalda le ordeno que se quede inmóvil. Yo me levanto y voy  por la compra especial que anteriormente he mencionado. Una cajita rectangular de color gris oscuro que he dejado abajo. Cuando subo mi perrita esta exactamente en la misma posición, tal y como le he ordenado. No es como para sentirse orgulloso de tan fiel animal?

Me acerco a ella y saco de una bolsa de papel una caja rectangular de color gris, en el interior de la cual hay un plug anal dorado, la base del cual es de imitación de diamante negro. Al verlo se le ilumina la cara, pero se contiene y no dice nada. Yo, me acerco con él a su cara y instintivamente abre la boca y saca toda su lengua.

-          Ahora lo vas a chupar y salivar bien, para que entre en tu culito, donde se quedara durante unos cuantos días, a excepción de cuando te deje hacer caquita, o cuando te esté follando el culito. De acuerdo?

-          Si papi, lo que tu digas… gracias…

Se lo meto en la boca, lo lame con total entrega y devoción. En algunos momentos cierra los ojos y deja que con su carita lo que yo quiera, y aprovecho para dejar caer de nuevo un hilo de baba, pero no en su boca sino en su carita inocente, donde lo dejo. Me encanta marcarla de todas las formas posibles.

Una vez considero que el juguete ya está bien lubricado le saco el plug de la boca y se lo acerco al culito.

-          A ver, dame ese culito perrita mía.

-          Si papi (me responde ella, al mismo tiempo que saca culo todo lo que su posición arrodillada con las manos detrás de la espalda le permite)

Entonces le meto el plug en el culito, sin ningún esfuerzo. Se lo clavo y ella emite un gemido de placer, de nuevo ahogado e inundado de sumisión.. podría decirse que es mas un llanto roto más que un gemido.

Ya con el plug en su sitio y ella en la misma posición, me dispongo a darle su premio. Mi pene erecto. De nuevo ella abre la boca, saca la lengua, y cierra los ojos, esperándolo, deseándolo. No me hago esperar y de una vez se la ensarto hasta la garganta. No bombeo, se la meto y la mantengo dentro al máximo posible, impidiendo su respiración. Aguanto 2 segundos, y 3, y 5… y hasta 10. La saco entonces y detrás de ella sale una prominente cantidad de saliva fruto de las arcadas que le he provocado. Dicha saliva cae a borbotones desde su boca bajando por la barbilla hasta sus tetitas. Algunos hilos unen mi miembro, duro como una piedra, y su húmeda y entregada boca. Repetimos la misma jugada, se la meto y aguanto dentro más de 10 segundos… y fuera. Mas arcadas, más fluidos, más saliva. La imagen a mí me encanta, pero sé que ella lo está disfrutando aún más. Me paso un buen rato jugando con su boca, follándomela de esta manera y generando una cantidad de saliva espectacular. Tanta, que no puede ser desaprovechada.

-          Sabes que vamos a hacer con tanta saliva y tanto fluido?

-          Mmm.. no se… haz lo que tu quieras papi..

-          Vamos a dártela de nuevo, pues es toda tuya

-          Mmm… vale…. (responde inocente parpadeando sus lindos ojitos)

Tan solo pronunciar estas palabras abre la boca y de nuevo saca la lengua. Yo, ayudándome de ambas manos, intento recuperar todo el reguero que se ha formado en el suelo y se lo empiezo a esparcir por toda su carita. Ella se deja y colabora e incluso me busca los dedos con su boca para chupármelos.. se moja aún más, se la ve extasiada.

-          Muy bien pequeña. Ahora ya estas lista para que te de por el culito. Quieres?

-          Mmmmm…. Si si.. por favooor… (me pide entre lloros)

-          No se si me convences (le contesto desinteresadamente)

-          Te lo suplico.. Papi, por favor. Follate el culito de tu niñita, de tu perrita… por favooor.. (Es alucinante su capacidad para llorar..)

La imagen es brutal; de rodillas, con las manos detrás de su espalda, un plug en el ano, cubierta de su propia saliva, y llorando mientras me suplica que le reviente su culito. Aunque me haga de rogar, es evidente que me muero de ganas.

No la hago esperar más, me sitúo detrás suyo y le indico como quiero que se coloque; Las rodillas tal y como están en el suelo, la espalda hacia delante de manera que sus hombros y su carita toquen el suelo, el mismo suelo sucio por sus babas. Le quito el plug, se lo acerco a la boca y le susurro;

-          No te lo quietes de la boca, de acuerdo?

-          Si papi.. gracias…me encanta…

Se lo meto dentro, bajo su cabeza y se la inclino de lado de forma que su melena rubia junto a las 4 rastitas que lleva se mojen con la saliva mientras poco a poco le meto la punta. Como era de esperar, entra fácilmente y de golpe… se la clavo casi entera. Ella gime, creo q de dolor. Aguanto un poco, me acerco de nuevo a su cuello y le digo bien flojito;

-          Papi te va a follar bien..

-          Mmmmmmmmmm….. mmmzzii…

Una nueva embestida, ahora ya hasta el final. Mi cara permanece al lado de la suya. Se le escapa un gemido que casi hace caerse el plug de la boca.

-          Te dolió?

-          Mm.. mmzii…

-          Y te gustó?

-          MMMMMMMZZZIIIIIII…..

-          Quieres que pare?

-          MMNOOO!!

-          Dime pues, que es lo que quieres?

Le saco el plug de la boca para permitirle vocalizar

-          Quiero… papi, quiero que violes a tu niñita, quiero que me folles el culito, que no es mío, es solo tuyo, toda yo soy de tu propiedad. Quiero que violes a tu hijita y me hagas llorar de placer.. POR FAAVOOOOR….

Entonces empiezo a embestirla una vez y otra. No de forma rápida, pero si potente, muy potente. Cada clavada la siente en el vientre y yo noto el tope en la puta de mi miembro. Las embestidas cada vez son más repetidas y voy cogiendo velocidad hasta que al cabo de unos minutos estoy llevando un buen ritmo. Ella empieza a llorar, lo hace tan bien que se le cae alguna lagrima

-          Mas? (le pregunto)

-          Mmmmmm… no dice nada, solo hace que si con la cabeza y me mira llorosa, con el plug en la boquita.

Sigo fallándomela fuerte y rápidamente y empiezo a notar la llegada del orgasmo. El ritmo cada vez es más alto y noto como ella se corre, juraría, en un par de ocasiones. Yo sigo y sigo, ahora ya concentrado en el orgasmo cercano.

-          Papi se correrá en tu culito

-          MMMMMMM (se le iluminan los ojos, se pone aun mas perra. De nuevo, se corre, esta vez lo afirmo con total seguridad)

Noto el escalofrío y las contracciones en la zona prostática y de repente un orgasmo espectacular inunda de electricidad todo mi cuerpo. Mientras me corro, le muerdo la oreja, el cuello y hasta la mejilla, aprieto sus brazos y sus hombros con ambas manos. Mi sudor se mezcla con sus babas, sus fluidos y por toda la zona posterior de su cuerpo. Entonces descargo todo mi esperma dentro de su anito en una corrida larga y abundante.

Me quedo unos segundos en estado de trance por tan placentera descarga. Ella, también en un nube, espera dócilmente a que su amo marque el siguiente movimiento.

-          Abre la boquita, peque.

-          AAHHH (obedece)

Le saco el plug de su boquita. Me dispongo a separarme de ella y justo al sacar mi miembro se lo meto en el culito, impidiendo que el semen salga de del interior. Me incorporo y la cojo de la cadenita. Ella también retoma la posición y se queda de cuatro patas, atada desde el cuello. Como ha sido tan buena, no la voy a atar, creo que merece un premio. La llevare a su jaulita, que compré una y exclusivamente para ella.

-          No te saques el plug, no te toques y tienes prohibido orinar.

-          Si papi

-          Si tienes sed tienes lechita en ese vol.

-          Gracias papito..

-          Yo me ducho y me marcho, vendré mas tarde. Pórtate bien.

Me voy al baño donde me aseo, me visto de nuevo, me pongo perfume y me dispongo a salir. Justo ante, me acerco a la jaulita, con mi mano derecha le apretó los mofletes, la acerco a mi cara, y le doy un profundo beso con lengua en la boca entre los barrotes.

-          Te quiero

-          Y yo, papi