Al historia de Laura IV

Se sorprendió pero como ella se había convertido en alguien repentinamente impredecible sonrió, se acercó me beso en la mejilla, y me limpio los labios que presumo estaban llenos de su pintura.

Me senté en el auto a pensar en ella, se veía tan dulce anoche dormida y hacia un rato saliendo de la cama, no muchos pueden decirlo pero ella era bella al natural y yo que la conocía bien sabia que era mas bella aun por dentro… decidí ir a comprar el periódico y cuando volví me sorprendió verla en el estacionamiento  esperando, se veía linda pese a que se notaba que tenia frio, por el tamaño su suéter, no había terminado de estacionarme cuando ya estaba dentro del auto.

- Me asustaste pensé que te había ido sin mi, Dijo con cara seria.

– ¿ porque me iría sin ti? Solo fui por el periódico.

-Y desde cuando Laura Solórzano lee la prensa en otro sitio que no sea su amado Smartphone?

-Solo necesito los clasificados querida, solo eso, y es más cómodo leerlos y marcarlos uno por uno acá que en el teléfono eso es todo.

-Y eso ¿Qué paso? Ya entro la desesperación por la soledad y buscaras chicos en los clasificados.

Reí por el chiste pero cambie la conversación, no quería hablar con ella aun el tema del negocio, tenía expectativas de que me contaría que había salido con Fernando pero cuando pregunte que había hecho dijo que nada. Mi mal humor reapareció, entre su mentira u omisión como quieran llamarlo, en fin estaba decepcionada porque no confiaba en mi y molesta por su aptitud de “aquí no ha pasado nada”, su naturalidad me enfermaba, será que yo soñé ese beso o lo mucho que duro ese abrazo el viernes cuando me dejo en casa? Maldita sea me estaba volviendo loca. Un grito me saco de mis pensamientos

- Laura que coño te pasa ¿estas loca? Casi atropellas a ese hombre.

-¿hombre? ¿Qué hombre? De que hablas Silvia

-En que mierda estarás pensando, ¿Dónde tienes la cabeza? Se te atravesó un hombre y ni lo vistes vas volando, has el favor de concentrarte que quiero llegar viva.

Definitivamente, esto me estaba volviendo loca, en serio, y honestamente no aguantaba mucho, estaba decidida a preguntarle lo que había pasado el viernes por ya estábamos llegando así que decidí que hablaríamos en el almuerzo, siempre comíamos juntas, era el primer día por lo que seguro no iba mucha gente a clases y tendríamos tiempo de conversar además así me daba tiempo a que se le pasara la molestia.

A mi profesora de la primera hora le pareció que nuestra educación no era lo suficientemente importante como para aparecer así que decidí a pasear por la ciudad, eran apenas las 8am así que tampoco había mucho que hacer. Cerca de las 11 le mande un mensaje a Sil y le dije que pasaría por ella cuando saliera de clases para ir a comer, a los pocos minutos me escribió diciendo que ya había salido que la buscara en la biblioteca. Cuando iba camino a la universidad me detuve en una panadería para comprar un café y vi en el mostrador su chocolate favorito y no resistí la tentación de comprarle uno. Cuando llegue estaba sentada hermosa frente a la biblioteca con varias compañeras, me sorprendió sonriendo enormemente al verme, me gusto como me miraba, se despidió de sus compañeras y se agarró de mi brazo mientras caminábamos al auto, iba sonriendo y contándome trivialidades del primer día de clases, este semestre tendría algunas practicas y eso la tenia emocionada, se veía tan bonita hablando de su carrera que se me olvidaba que yo estaba molesta con ella.

Subimos al auto y no era capaz de encenderlo, me quede inmóvil mirando como se quitaba el suéter, sonrió y pregunto porque no arrancaba, no pude mentir ni excusarme de nuevo, mientras encendía el auto le dije, te miraba te ves linda hoy… aunque la noche que cenaste con Fernando te veías mejor. Pero debo estar confundid, tu esa noche no hiciste nada. Solo te quedaste en casa leyendo, ¿no? Estuvo callada unos minutos hasta que al final dijo: - Lo siento, necesitaba salir a tomar algo y sabes que no manejo bien de noche. Fuimos a cenar a tomar algo y me llevo a casa, lo juro Laura, no quise decirte nada porque ya habíamos hablado de Fernando y sabia que te ibas a molestar.

No dije nada, la verdad en ese momento opte por no pensar en ella y había recordado que había una oficina en el centro comercial cerca de donde estábamos, le dije que pararíamos allí para averiguar algo, antes de bajarnos se recogió el cabello y me hizo reír al ver ese mecho rebelde que tenia y que por mas que luchaba estaba siempre sobre su rostro, seguíamos dentro del auto en el sótano del centro comercial mientras ella se retocaba el cabello y el maquillaje y recordé el chocolate que había comprado para ella, se lo di y sonrió como una niña y me lanzo un beso, de nuevo ese gesto me hizo suspirar. Nos bajamos, empezamos a caminar y me tomo de nuevo del brazo como en la universidad, averigüe lo de la oficina y decidí comprar una cámara había una cámara ya que había una tienda buena de la marca que me gustaba, ella estaba feliz con la decisión y me acompaño sonriendo y hasta menciono que ella debía ser mi primera modelo, cosa que me hizo reír porque sabia que era una broma, ella odia que la fotografiaran nunca le había gustado.

Pasamos un buen rato viendo tiendas hasta que vimos una de su marca favorita y supe que seria la perdición, y así fue pasamos cerca de 2 horas probándonos ropa y comprando, la verdad nos divertimos como antes pero aun así no podía verla igual. Esperaba por ella afuera de los probadores cuando me llamo porque tenia un problema con una blusa que no podía soltarse, había hecho con mucha fuerza el nudo del cuello, me acerque y lo desate sin problemas pero al darse vuelta quedamos nuevamente tan cerca como el viernes… mis manos la tomaron por la cintura y la acercaron aun mas a mi mientras mi rostro rozaba suavemente con el suyo, todo era tan perfecto cuando la tenia tan cerca de mi, sentí su respiración acelerada al tiempo que mis dedos se colaban bajo su blusa para sentir su piel, bese la comisura de sus labios, sus mejillas, y luego sus labios, eran besos suaves y tiernos que ella correspondía de igual forma, sentir sus labios me hizo inmensamente feliz… La seguí besando intentando buscar su lengua mis manos intentaban recorrer su espalda,  pero se separo al escuchar los pasos de una de las vendedoras, se quito la blusa y se puso la suya. Me disponía a salir per me tomo del brazo y me beso de nuevo, un beso intenso, diferente, había fuerza y premura, me hizo sentir maravillas con el roce de su lengua en la mía, me demostró cuan bien podía besar, luego me dio un beso suave y tierno que me hizo suspirar y sonreír pero no podía mas y sin dejarla salir del probador, aun sin soltarla, le pregunte que estaba pasado entre nosotras. Su rostro cambio, su expresión se hizo severa y aun entre mis brazos me dijo sin ningún lugar a dudas en dudas en su voz – Aquí no ha pasado nada Laura, Absolutamente nada. Tu eres mi amiga y nada mas, nunca va a pasar nada entre nosotras por que a mi me gustan los hombres. Es mas tú sabes bien que yo sigo enamorada de José. Sonrió y salió del probador dejándome allí helada, dolida y desconcertada, fuimos a comer y retomo su jodida naturalidad como si todo aquello no hubiese existido, no entendía como una persona podía cambiar tanto de un momento a otro.

Yo realmente estaba confundida y molesta, que pasaba, yo la conocía muy bien o al menos creía hacerlo, y la mujer dulce y hasta algo reservada de repente soltaba esas miradas de manipuladora o que se yo de que, lo que sabia es que me desconcertaba y para que negarlo hasta cierto punto también me atraía. Era tan desconocida como atrayente esa nueva faceta pero eso no anulaba mi molestia.

Ya no tenia ningún sentido hablar con ella sobre lo que había pasado el viernes así que decidí que lo mejor para nuestra amistad es que yo diera por olvidado lo que había pasado y actuara como si nada, si ella podía yo también. No me iba a permitir engancharme a algo que no podía ser, ya de eso tenía bastante con Santiago. Hice de tripas corazón y actué el resto de la tarde con naturalidad, fuimos al cine, luego nos encontramos a unos amigos y pasamos el resto del día en el centro comercial, nos fuimos y decidimos cenar en casa, compramos algunas cosas que hacían falta, bajamos al estacionamiento, y mientras yo buscaba mis lentes ella empezó a comerse el chocolate que le había regalado temprano y a bromear como siempre lo hacia diciendo que ojala no tuviese veneno, le dije que no pero solo porque no me había dado tiempo de ponérselo. – es mas podríamos aprovechar que no tiene y dame un pedacito. -¿de verdad quieres? Pregunto con una cara picara que al momento no entendí, y le conteste que si, se acercó mordió un poco del chocolate y me beso, esta vez no pensaba dejarme manejar por ella así que deslice mi mano detrás de su cuello con cariño pero con firmeza y comencé a jugar con sus labios y su lengua, el beso se convirtió en un volcán de pasión sus manos se aferraban a mi mientras le demostraba cuan podía besar yo, no la dejaba separase cada vez que lo intentaba mordía sus labios, los chupaba, abrí los ojos y la mire tan cerca de mi con los ojos cerrados, acelerada y me concentre en seguirla besando, bese su rostro, y baje a su cuello, lo bese y la escuche gemir cuando la mordí, mis manos acariciaban su espalda bajo la camisa y cuando la sentí mas relajada disfrutando mis besos que se precipitaban entre su boca y su cuello me acerque a su oído y le dije – tienes razón entre nosotras nunca puede pasar nada y me separe, se sorprendió pero como ella se había convertido en alguien repentinamente impredecible sonrió, se acercó me beso en la mejilla, y me limpio los labios que presumo estaban llenos de su pintura.

No sabia a que estábamos jugando pero yo no tenia intensión de perder; ya en casa el ambiente estaba de lo mas relajado pusimos música, cocinamos juntas y nos turnamos para estar pendiente de la comida la una mientras la otra se bañaba, nos sentamos a comer en su cama frente al televisor en pijamas y recién bañadas, yo llevaba un mono y una camiseta a mi estilo siempre deportivo, ella por su parte un short amplio y bastante corto de una tela que dejaba dibujar perfectamente la silueta de su diminuta ropa interior, y una camisa de tirante a juego que no se esforzaba en tapar sus senos, estaba hermosa y no podía evitar mirarla de vez en cuanto, pero estaba decida a no dar el primer paso. Estábamos conversando, o más debatiendo quien iba a fregar los platos y todo lo que estaba sucio en la cocina cuando sonó el timbre, - Abre tú que yo lavo los platos, dije. Me fui a la cocina y pude escuchar cuando abrió la voz de Fernando, mi primer impulso fue salir pero me controle, la escuche volver a entrar y me dijo que se pondría un suéter para hablar con Fernando en la escalera, que cuando terminara saliera. Y allí estaba de nuevo mi puto mal humor, pero me lo iba a tragar y a ser la más amable de todas, termine de recoger la cocina, me puse un suéter y Salí. Estábamos hablando de todo un poco, aunque claramente ellos estaban coqueteando, no pensaba irme para adentro el camino libre, me hice la desatendida, pero sonó el teléfono y entre a responder era su mama, que se imaginaba que estábamos despiertas y llamo a ver como estábamos y como nos había ido en la universidad, hable un rato con ella y le dije que iría por Silvia que estaba viendo televisión, no creo que por mucho que le cayera bien Fernando le gustara la idea de su hija en las escaleras cerca de las 12 de la noche con un vecino así que Salí a llamarla, y allí estaba ella sobre las piernas de Fernando, tragándose a besos, y con una de sus manos dentro de su suéter claramente acariciando sus senos, en plenas escaleras… - Silvia tu mama al teléfono, muévelo. Le dije sin mostrarme inmutada por la escena que veía, ella salto, se puso roja, intentaba dar una excusa pero no articulaba una frase coherente, - Silvia, tu mama espera, le dije que veías tele ve a atender. Me quede allí como si nada hablando con Fernando, le pregunte por su novia y me dijo que estaba bien que la había dejado hacia un rato en su casa, le sonó el teléfono y era ella, hablaron y para cuando había colgado Silvia estaba de regreso se despidió de nosotras porque debía trabajar el día siguiente, yo me levante para entrar y los vi besarse apasionadamente antes de irse. Sentía que mi cabeza explotaría de la rabia, pero no se lo haría saber, me fui a mi cama a leer, ella paso me conto que lo que estaba pensando darse una oportunidad con Fernando a pesar de que tenia novia, que era de probar no ser la idiota engañada sino la otra que se divertía. Le dije que era su decisión pero que ella sabia que la novia de Fernando era media psicópata que si se metía en un rollo yo no me iba a meter a defenderla, - tranquila yo no me quiero casar con el solo divertirme y pasarla bien. No dije nada, solo que apagara la luz cuando saliera porque iba a dormir. Así llevamos esa semana yo actuando de con la jodida naturalidad que ella me había enseñado, ella viéndose en las escaleras y en el ascensor con Fernando y yo haciéndome la loca porque su mama había regresado de viaje y en  la universidad cada una por su lado, parecía que todo se había terminado.

Disculpen la demora, es que mi pc esta fallando y tuve que escribir y subir todo por el telefono y fue algo complicado, Gracias por las lecturas y espero sus comentarios, Saludos :)