Al fin se metió, el sereno

En mi intimidad me llamo Viky

Hola a todos me llamo en mi intimidad viky, les cuento esta historia que me pasó hace dos años, tenia en ese tiempo 25 años, desde ya le digo que hace tiempo atrás me enloquecía la ropa femenina, recuerdo que cuando iba de vacaciones a lo de mis primas aprovechaba la ocasión para probarme escondido, en ese tiempo había una zona cerca de casa, más o menos 5 cuadras, una calle paralela a la vía del ferrocarril, aproximadamente 6 cuadras, justamente la estación de ferrocarril, abandonada, con pocas casas humildes y grandes depósitos abandonados que antes eran fabricas totalmente abandonados , casi sin movimiento, excepto a la noche en donde había algunos travestis a veces ofreciendo sus servicio, era también el paso de la gente más baja, obreros de todo tipo, diareros y transeúntes humildes. Acostumbraba a caminar por esa zona, primero por casualidad, y luego por que se me había prendido una idea…

Veía como los transexuales con su pollerita se ofrecían y los hombres en bicicleta se enloquecían por ellas, la verdad que era un espectáculo ante mis ojos y me encendía algo que no podía saber. Una noche como a las tres de la mañana, mirando una película pornográfica, se me cruzó por la mente recorrer esa zona baja, me coloqué una tanguita negra que había sacado a una prima, me miré en el espejo, en todos los ángulos, observando como se metía adentro de los cachetes blanquísimos. En verdad que como siempre fui lampiño, y gracias a practicar deportes tenía una cola espectacular.

Me puse un Jean reajustado, y decidir salir hacia esa calle que tanto se me cruzaba por la mente. Cuando me aproximaba a esa zona me subí todo el pantalón y me ajusté el cinturón, la verdad que me resaltaba las nalgas que lo pude observar en medio de la noche de invierno por un escaparate de un negocio de la zona. Hasta ahí todo normal y tranquilo, la noche parecía haber sepultado toda actividad, ningún transexual, ninguna persona. Cuando caminé dos cuadras y pasando por los grandes edificios industriales abandonados, pensé entre mi esta noche no pasa nada, cuando de repente sentí a lo lejos atrás mío un ruido de una bicicleta que venia, en la oscuridad reinante, me di vuelta y se acercaba una persona. En ese momento me paralicé del miedo, era la primera vez, que hacia o iba a ser, me subí más los pantalones, la remerita negra que tenía era corta, pensé ojala que el señor vea mi gran cola, se me ocurrió entonces moverme más femeninamente, a menearme más, esa sensación me produjo una excitación tremenda el sentir la tanga en mi zanja, y el saber que el hombre pasaría cerca mío, que era de madrugada, un lugar desierto, algo prohibido…

De los nervios apenas pude encender un cigarrillo, cuando miro de reojo y se me acerca el tipo, yo seguía caminando como si nada, me contorneaba más y más, de repente con una voz baja pero potente me pregunta si tenía un cigarrillo para convidarle, en eso giro y lo miro bien, era un hombre alto corpulento bien robusto, de tez bien morocha tipo tirando a negro con una barba corta bien poblada, yo casi no podía hablar estaba paralizado, cuando junté fuerza y le respondí con una voz bien aflautada, si, por supuesto, agarró el cigarrillo relojeándome, estudiándome todo el cuerpo, le alcancé el encendedor y vaya, tenía unas manos enormes. Rompiendo el hielo me preguntó que estaba haciendo a esa hora, le dije paseando, me miró como sabiendo la mentira, me dijo que era sereno de los galpones de la otra cuadra y que estaba mirando la zona, yo saqué más fuerzas empecé hablar más locuazmente, pero en una posición más sumisa, en eso me pregunta, ¿no querés tomar unos mates?, estaba por preparar me dijo, entonces empecé a maquinar y a imaginarme lo que debía ser estar con ese macho.

Caminábamos en la noche cerrada mientras que le preguntaba como era su trabajo y me respondía lo cansador que era estar toda la noche solo y aburrido, me dio pie para empezar con el jueguito, le pregunté si que pensaba de los transexuales que había en su zona,

cuando su respuesta me dejó atónito, mira, dijo, de tantos años que estoy en este trabajo y la soledad, me miró y se sonrió yo le dije dale contá, contá, me dijo que antes se había hecho amigo de un travesti y cuando no trabajaba estaba con él toda la noche cebándole mates y otras cosas ya sabes, no contame por favor, me salió la voz lo más femenina que pude, a todo esto mientras caminábamos hacia su guarida no me sacaba la vista de mi cola, entonces entrando en más confianza y poniendo sus toscas manos en mis hombros, era una mujercita.

Su mano en mi hombros y su respuesta me hacían temblar de excitación y de una especie de miedo a lo desconocido, pero más me gustaba, esta era mi oportunidad me decía. En eso llegamos al galpón y me dijo pasá, era un lugar oscuro y mal oliente a basura eso me excitaba más, subiendo una escalerita nos dirigimos a un altillo, aproveché subiendo los peldaños para mover más mis nalgas para que él lo viera. Nos sentamos y le empecé hablar mientras él me acarició la cara y me dijo que piel más suaves tenés, pareces una mujercita, en eso reuní fuerzas y le dije: y eso por que no viste mis nalgas, no podía creer lo que yo estaba diciendo, me respondió, ¿y se puede ver? si como no, me bajé los Jean y me saltó las nalgas, me apoyó sus manotas negras y ásperas diciéndome a la mierda, que hermosas que son, ¿y porque?, le dije, y son como de una mujercita, nunca tuve algo así me respondió, ¿son mejores que tu ex mujercita? le respondí, que te parece masajeándome con más presión, ¿las puedo besar?, me dijo, si no hay problema, estaba que me desmayaba de la emoción, por fin se me daba.

Me agacho más para sacarme el pantalón así mira mejor, le dije y de un envión me besó frenéticamente las nalgas, en eso acabé como loco o loca. Mira lo que tengo acá me susurró, palpé y era tremendo lo que estaba escondido bajo su pantalón sucio y me dijo, ¿por que no venís mañana más tempranito ahora ya es demasiado tarde así aprovechamos más?, le dije apoyando mis nalgas en su entrepiernas, si por supuesto, me vestí y me dirigía hacia fuera cuando me dijo, te espero mañana, no me falles, Salí presuroso de allí corriendo por la oscuridad con una mezcla de satisfacción hacia lo desconocido y con remordimiento.

Al otro día me masturbaba tres veces por día pensando lo vivido esa noche, era hermoso, sus manos su cuerpo bañado en pelos, sus aroma una mezcla de transpiración que le hacían bien macho, así pasaron tres días y no me animaba a repetir, pero por dentro quería con locura hasta que se me ocurrió una idea loca, y si me visto de mujer que pasaría, si alguien me viera, era demasiados interrogantes para mi cabeza yo quería estar con él.

Al cuarto día mi vecina me invita a una fiesta y decido ir con mi auto tratando de olvidarme de aquella noche, la fiesta estaba concurrida explotaba la casa de mi amiga, eran como las once de la noche cuando quiero ir al baño de tantas cerveza que había tomado, estaba ocupado el toillete, en eso subo por las escalera buscando el baño de arriba que compartía con la habitación de mi amiga.

Cuando empecé a orinar bajo la vista y veo desbordado el cesto de ropa sucia, me acerco y veo unas tanguitas espectaculares y ahí me acordé de mi migo el sereno. Mi corazón empezó a latir con fuerza como desprendiéndose de mi cuerpo, la idea que se me cruzaba por mi cabeza. Encendí un cigarrillo, me tranquilicé y cerré la habitación con llave esta noche es mía dije. Abrí el armario de amiga y empecé frenéticamente a buscar ropas y empecé a elegir una tanguita negra, una minifaldita negra, una remerita de tul negra y dije, ¿como hago?, miré la ventana que daba a la calle y me dije reúno todas las cosas y salto por la terraza al jardín de frente, total con el frío y la llovizna que empezaba a caer intermitentemente, quien va estar afuera, me reuní de coraje, total esta noche lo valía, en el espejo empiezo a ponerme un poco de rimel y maquillaje, me coloco la tanga, la mini, la remerita, me pinto los labios, las medias tipo bucaneras negras, me miro en el espejo, me veía hermosa, me levanto la minifalda y veo mis blancas y depiladas nalgas, se veían más grandes con la presión de las medias que ejerc&i

acute;an, tenia una excitación tremenda el estar vistiéndome en la pieza de mi amiga de mujer el que me descubra alguien, tan solo el que vivió eso sabe.

Agarré unos zapatos con tacos bajos tomé coraje ayudado con el alcohol y salí por la ventana, miré, todo tranquilo, bajé al jardín y subí al auto, parecían horas el trayecto.

Me latía sin cesar el corazón pero valía la pena esperaba encontrarlo a mi sereno, ¿me estaría esperándome todavía después de tres días?

Conduje el auto y a una cuadra del sereno estacioné me volví a armar de valentía me puse los zapatos me acomodé cuidadosamente la tanga las medias y la pollerita, bajé y por el vidrio polarizado del auto me miré, me puse de perfil y vaya, saltaba mis nalgas, al agacharme despacio se veían los cachetes la pollerita era recorta, gracias a mi buenas piernas era como una mujer, tomé coraje y empecé a caminar mientras arreciaba la llovizna, no había ningún alma. Impresionante lo que sentía por vez primera el roce de las medias, el vientito que se metía debajo de la falda la tanga hacia adentro era irrepetible, hermosa sensación. Llego al galpón, entré despacio, los olores me acrecentaban máXXXXXXXXXXs mi excitación, que estoy haciendo decía no había marcha atrás, me convertiría en una verdadera hembrita subo hasta el altillo golpeo la puerta y me responde una voz que me electrizo, quien es y abre al verme quedo desconcertado, me adelante y le dije disculpa el otro día no pude venir estaba de viaje, se apresuro en ubicar una silla y me senté me miraba como una mujer me decía piropos yo de la excitación quería tirarme a sus brazos pero se levanto y me ofreció un vaso de ginebra. Me tranquilice al paso de la conversación hablábamos de su trabajo, me contaba que a veces dormía ahí por que su casa estaba lejos, me mostró su refugio tenia una cocinita y un colchón, si un colchón me dije acá voy a estar?Con la copa por la mitad me fui tranquilizándome miraba su expresión sus manos su cuerpos lo grandote, negro, yo me cruzaba las piernas bien femeninas me excitaba. De repente se levanto y dijo espérame mi amor voy a cerrar el portón abajo, estallaba de los nervios ahora si que esto se define me dije encerrado y sin escapatoria, pero me gustaba.

Me volví a servir media copa y me acomode en un sofá cruzaba las piernas me acomodaba la tanguita por dios que hermoso.

Llega por fin y se sienta miro la hora las dos de la mañana seguíamos hablando el alcohol y su olor me sodomizaba, hasta que se dio, se me acerco y coloco sus manos en mi cintura me empezó a decir cosas bonitas que nunca tuvo una mujercita así de hermosa los otros travestís eran feo, yo en cambio era bien femenino, mi piel era lo mas suave que había tocado, mis nalgas bien blancas mi vestido, yo lo miraba, me decía también lo solo que estaba, en eso apoye mis manitos en sus pierna y le dije algo que no me imaginaba decir nunca, me gustas mucho y le di un beso en la boca le dije que yo también estaba buscando un novio enserio una persona cincuentona como el, fuerte, que me gustaría cocinarle lavarle sus ropa, no me dio tiempo y bajo su mano en mis nalgas y empezó a besarme, eran un beso romántico pero con fuerza su barba me hacían cosquillitas, me senté en sus rodillas y me dije en mis adentro, que se pudra todo, esto era lo que busque todo el tiempo, nos besamos como diez minutos.

Empecé a descubrir su cuerpo robusto con ese olor a macho le desprendí su cremallera lentamente y salto una cosa gruesa negra ahora si la podía ver bien con la luz, era espectacular casi acabo me contuve, le di besitos suave en su cabeza potente, recorría su pecho peludo y volvía a bajar en su miembro esto si que era el paraíso, y todo para mi. Un pensamiento raro era que quería brindarle todo y lo veía como mi macho con todas las letras, lo besaba toda la verga hasta los testículos seguía, seguía mientras que sus manos y su lengua recorrían mis nalgas y mi ano, me decía que tenia lindo olor a hembra y eso lo enloquecía. Hasta que paro se levanto y me alzo de una vez, ustedes se pueden imaginar yo en sus brazos rudos parecía una muñequita me llevo a su habitación y me dijo que se estaba enamorando de mi y que no le gustaría perder esa mujer, antes esa palabras casi acabe, lo mire lo bese en la lengua y le dije que nunca estuve con un hombre as&iacute

; quiero ser tu novia le dije, eso pareció encenderlo mas se saco el pantalón y sus slip me puso en cuatro y empezó a comerme literalmente el culo se zambullía, yo me miraba en un espejo del ropero del el como sus manos negras y rudas me abrían mis delicadas nalgas jamás tocadas, era una belleza esa postal, estando en cuatros y bien arqueado olía el colchón ese olor que hasta ahora me excita, mezcla de olor a transpiración, semen y a pie, me decía a mi mismo estoy bajo la merced de este tipo ahora mi novio..

Que ganas de ser su hembra para toda la vida, su lengua era un falo atravesaba hasta mi intestino sentía como mi agujerito se agrandaba y empezaba a pedir por favor quiero una buena polla mi careta de años se caía ante este ser rudo grotesco, bruto, negro inculto pero que siempre me gustaba, era mi nuevo y único macho, que me iba a desvirgar, cuando por el espejo observo su verga imponente sin complejos apoyándose en mis nalgas le pregunté si tenía alguna crema, me dijo que cosa, tengo manteca y se pasó por el miembro colocándome en mi ano excitado con su enorme dedo, fue ahí cuando empezó la cabeza a hacerse paso en mis carnes sentía un dolorcito pero pedía al fondo mi amor, embarázame!! Si me decía, vas a ser la madre de mis hijos, mi esposa, mi putita, todo y ni se te ocurra engañarme me dijo, en ese momento eyaculé, cosa que ni se notó salvo por mi gritito pero él majestuosamente seguía firme adentro mío, imposible que me zafe, sus manos enormes se arrollaron en mis caderas de vez encunado me daba chirlos en mis nalgas, yo miraba por el espejo y me preparaba para otra eyaculación.

Mientras se sentía el ruido exquisito del golpe de sus huevos en mis nalgas, como sus pelos me rozaban las nalgas, esto es lo que sienten siempre las mujeres me preguntaba, tardé veinticinco años en esperar esto lo que es mío, ahora en más, no envidiaba más a las mujeres, tenia a mi macho, en eso me agarró más fuerte y supuse que acabaría entonces sentí la necesidad en cuatro patas de hacerlo feliz a mi macho y le grité embarázame de una vez acábame quiero tu leche dentro de mi cola mi amor, si corazón tu macho para siempre te va a dar, y en eso sentí una catarata, dentro mío no me importo que no tuviese forro Salí y empecé a probar su pene todavía hinchado tragué todo lo que pude le decía quiero embarazarme por la cola y mi boca.

Terminamos abrazados rendidos yo le limpiaba bien el miembro a mi macho, esta conforme? te gustó? le preguntaba, si mi amor, no sabes como me decía, no sabes yo que estuve en la cárcel en mi juventud ocho años y siempre cogi travestis sos única sos una mujer mientras me abrazaba nos quedamos dormidos hasta el mediodía, me quedé todo le día no podía salir así, mi ropa de varón la tenia en el auto así que cogimos todo el día.

A veces me quedaba dos día le cocinaba y le lavaba la ropa fue a vivir a mi casa los dos solitos, estuvimos de parejas dos años hermosos hasta que tuve que cambiarme de provincia por el trabajo hasta ahora lo extraño.

atte

Tsver00

e-mail tsver00@gmail.com