Al fin me cogí a Glendy

Me llamo Daniel, soy Venezolano delgado cuerpo de deportista, de 1,70 de altura y con un pene normal unos 18,5 cm y unos 5cm de grueso, en términos generales un chico normal, la historia empieza en la oficina donde empecé a trabajar

Al fin me cogí a Glendy.

Hola a todos, este es mi primer relato y se trata de una experiencia real sucedida hace algún tiempo.

Me llamo Daniel, soy Venezolano delgado cuerpo de deportista, de 1,70 de altura y con un pene normal unos 18,5 cm y unos 5cm de grueso, en términos generales un chico normal, la historia empieza en la oficina donde empecé a trabajar, tenía dos jefas, una era mi jefa directa y la otra era jefa de un departamento diferente pero a la espera de una oficina propia trabajabamos los 3 juntos, esta última se llama Glendy y es la protagonista del relato, una mujer preciosa de unos 32 años, delgada, morena ojos cafe, cabello castaño oscuro con un par de tetas grandes y un culo bastante provocativo.

Eran personas muy buena gente y me ayudaron rápido a adaptarme a aquel que era mi primer trabajo como contable en una oficina real, poco a poco fuimos hablando cada vez con más confianza entre los 3 y con el pasar del tiempo la relación entre Glendy y yo había entrado más en confianza pues mi otra jefa solía irse antes a casa o a hacer algún otro trabajo, reuniones con proveedores y cosas así, dejándonos solos la mayoría del tiempo haciendo cada uno su trabajo pero al fin y al cabo era una oficina cerrada donde el espacio era como de dos metros por dos y pues hablábamos mucho en general hasta por mensajes a veces fuera de la oficina por alguna que otra tontería, yo sentía atracción por las mujeres mayores y Glendy era un bomboncito, al que su marido (que era un patán en toda regla) no le trataba bien yo era consciente de ello y en ocasiones recuerdo "aconsejarle" que se lo follara como si no hubiese mañana aunque no lo mereciera, pues teníamos ese nivel de confianza. Así pues cierto día y para mí sorpresa pasado ya un par de meses de haber empezado a trabajar en la oficina, me dijo que yo le parecía lindo que le gustaba y que pensaba mucho en mi por mensajes, al leer esto me sentí un poco vacilado, no lo creía pues en la oficina era una mujer muy de principios, muy conservadora del tipo que saben que su marido tiene aventuras pero ellas se ofenden si algún hombre sabiendo que son casadas le insinúa algo o le suelta algún piropo, entendí pues que era simplemente la falta de atención a esa cuerpo tan sensual le estaba pasando factura.

Llegado a este punto sabía que lo que quería era polla pura y dura y ella quería la mía, pues solo estaba sola en la oficina y era su mejor oportunidad porque aparte el marido es un celopata del tipo que no la deja sola casi nunca y menos con un descote o algo que le dejara ser vista tal y como es, un hembron como decimos en Venezuela, pero sabía que no estaba segura del todo de ser infiel así que decidí llevarla al límite para que se decidiera al 100% tonteandole por teléfono con preguntas sobre lo que sentía, en qué cosas pensaba sobre mi pero sin decirle mucho sobre que pensaba o sentía yo para que más sintiera ganas de mi, todo esto por teléfono y en la oficina cuando estábamos solos no insinuaba nada ni decía nada ella simplemente estaba a la espera de mi, hasta que un día quedamos solos y la sorprendí con un beso de lengua que ni se esperaba pero que respondió muy bien, su lengua era grande y me besaba como tímida pero con ganas, debo añadir que siempre andaba perfumada y que rico sentirla cerquita, al sentir eso empece a meterle mano en el culo que tenía tiempo con ganas de comerle, le empecé a toquetear entre las piernas todo esto sobre el pantalón y sentía como estaba de caliente, la apreté contra mí sentía esos pechotes jugosos y su respiración aumento y ya estábamos listos para proceder, empecé a desabotonarle el pantalón y me paro en seco diciendo que no podía, que no quería serle infiel a su esposo y me retiré inmediatamente y me fui a casa, pensé que al final reflexionó y no iba a querer follarme pero para mí sorpresa me escribió a los minutos para decirme que había sido increíble que estaba súper caliente y que el día siguiente sí había oportunidad si lo haríamos.

Al día siguiente todo iba como de costumbre, se notaba cierta tensión entre los dos pero no decíamos nada, hasta que mi otra jefa se fue y nos dejó solos, me levanté y era el momento, ahora si estaba segura de lo que quería y yo ya estaba seguro de que iba a ser mi puta y que me la iba a coger bien cogida hasta por los ojos.

Me levanté y caminando hacia su escritorio con una sonrisa le dije estamos solos llegó la hora, ella sonrió y dijo pensé que no se iba a ir estoy caliente desde que entre a la oficina, se levantó de su silla y nos fundimos en un beso apasionado y esta vez me deleite manoseando ese culito y ésos pechos tan grandes y ricos, le desabotone la camisa un par de botones y me dijo que no se los quiera más que su marido se podía dar cuenta después pero le baje otro par y los puede sacar, que bellos pechos, eran morenos pero claros y carnosos a pesar de que tenía hijos los tenía bien parados con una uriola grande y negra, se los empecé a chupar y notaba como su cuerpo se estremecía, luego empece a jugar con su clítoris y a meter mis dedos dentro de esa cuca, uff que placer estaba toda mojadita la puta de Glendy, estaba haciendo realidad mi fantasía de follarmela en la oficina a expensas de que podían venir y tocar la puerta en cualquier momento o que mi otra jefa llegase y abriera con su llave.

La escena era totalmente lujuriosa y desenfrenada, la tenía delante de mí gimiendo chupándole un pecho con una mano metiéndole los dedos en la cuca y con la otra apretandole esas nalgas, estaba en la gloria y ella también por sus gemidos y lo caliente que se sentía su respiración y su aliento, luego de un rato en ese juego le baje el pantalón y el hilito blanco que llevaba y se los dejé en las rodillas, la puse en 90 grados apoyada de manos sobre mi escritorio y me deleite de nuevo viendo esa postura con ese culito morenito listo para recibir las embestidas de mi polla, meti mis dedos en su cuquita, luego me lubrique un poco la polla y con un poco de saliva adicional empecé a penetrarla poco a poco, tenía una cuca jugosa y caliente, grande sentía como su cuerpo reaccionaba ante la penetración, gemía y cuando se lo tenía dentro hasta la mitad, se lo empuje de un golpe, gimió fuerte pero no me importaba si se oía de echo eso me puso mas cachondo y empece a embestirla con mi polla en su máxima erección entraba y salía con mucha facilidad de lo excitada que estaba la putita de Glendy al recibir una polla joven y caliente con ganas de darle lo que su marido no le daba como se merecía, sentía como seguía lubricando y se la metía duro y se la sacaba rápido, apretaba esas tetotas que ahora bamboleaban en el aire a medio descubrir, me sentí en la gloria la empujaba hacia mí con más y más fuerza y sentía como mis bolas chocaban entre sus piernas, no creo que pasara más de 4 minutos en el bombeo frenetico y que sentí como se corría, las piernas le empezaron a temblar y los gemidos eran casi como los de un cachorrito cuando tiene frío, me lleno la polla de fluidos sentí como apretó un poco con ese cuca golosa y en ese momento empecé a jugar a sacar y meter mi polla entera de ese agujero tan divino, pero al repetir el mete y saca un par de veces pude verle el agujero del culo medio abierto, estaba tan lubricada que al siguiente mete se lo puse en el culo y para mí sorpresa entró la cabeza y parte de la polla sin mucha protesta, pude sentir que no reaccionó muy bien a esa penetración tan repentina en su culo, pero ya lo tenía dentro y al ver que ese culito se comió casi la mitad de mi polla de un tirón me puse como a mil y la cogí de los hombros y se la termine de clavar toda, joder que puto placer sentí al meterle toda mi polla en el culito apretado de Glendy, grito un poco y pude ver como ella aunque sentía dolor no decía nada era parte de la misma situación y el dolor se le conviertio en placer en cuanto empece a bombearle ahora ese culo precioso, empecé suave pero con todo el ambiente de que nos podían descubrir en cualquier momento, empecé a darle una follada monumental a ese culo que desde el primer día que vi le tenía ganas en secreto, le daba tan duro como podía, con una mano en su hombro y otra en una de sus tetas hacia una presión intensa que al cabo de otro par de minutos pare solo porque me vine toda mi leche en las entrañas de ese culito tan rico que ahora aunque no se volviera a repetir, ya había sido mío, pude ver como ella intentaba recomponerse pues la muy puta se corrió junto conmigo otra vez, pero yo en mi fantasía no lo había notado, no tenía fuerza en las piernas y en su cara pude ver que le faltaba un poco el aliento, mi jefa había disfrutado tanto como yo de esa tan esperaba follada.

Oí pasos fuera de la oficina y volví a mí subiendome rápido el pantalón y limpiandome un poco la polla que la tenía aún viva con ganas de otros dos polvos más a ese culo y ella también empezó a subirse el pantalón y a arreglarse tan rápido como pudo para al acabar darme un besito en la boca y decirme me encantó como me cogiste Daniel eres un animal y que huevo tan grande y rico tienes.

A partir de ese día mi jefa y yo tuvimos muchos más días de sexo pero eso ya lo dejo para otro relato si les gusto este.

Deseo que les haya gustado mi historia.