Al este del meridiano de greenwich

Pipipi…pi pipipi…pi pipipi…pi. Demonios me giro y placaje al puñetero despertador, quien demonios lo habrá puesto.  Se habré la puerta de golpe y esa luz cegadora del techo dios mi pesadilla ya llego. Despiérrtaaa…PEREZOSA, me incorporo en la cama y hay esta ella mas fresca que una lechuga, preparada y lista, “JODER” que rabia de tía. ¡Meritxell por favor…  apaga las puñeteras luces!  Baya , baya alguien se a despertado de mala leche.

Paso de ella, me recuesto hecha un ovillito y me cubre con el nórdico hasta la cabeza, de pronto Meri  (mi pesadilla)  tira de mi pie, la muy bruta, me ha hecho caer de la cama.

Ahora te vas ha enterar señorita diabólica, me levanto de un brinco  y corro tras ella cruzando  la enorme casa, hasta que escapa por una cristalera hacia el jardín,  Meritxell va muerta de la risa,  la muy  bicho, me saca cierta ventaja y ha conseguido lo que se proponía para variar.

Las dos corriendo por el césped por un sendero que usábamos  para  correr, ella con su equipo deportivo de lo mal pijo, ultimo grito que en vez  de ropa deportiva, pareciera sacado de las paginas de Vogue. Y  yo descalza con mi castaño y lacio cabello alborotado, un mini short y una camiseta de tirantes, que dejaba poco por no decir nada a la imaginación.

¡ Vamos, como recién fugada de un manicomio!

Pero ya no había vuelta atrás Meri es realmente veloz, pero a mi me encanta ganar y tengo un punto de traviesa…Cuando estaba convencida de haberse librado de mi, aminoro su carrera.

Yo ataje saltando un murete que delimitaba el sendero, salte como en los cincuenta metros vallas por encima de unos macizos azulados de hortensias, y zas ya me tenia encima, estaba perdida la atrape, me la cargue al hombro mientras le hacia cosquillas, cosa que la deja en off, recorrí con ella los escasos  veinte metros hasta la piscina y al agua patos.

Meritxell Graells  luna me miro con mirada asesina, y es que estamos a finales de octubre y en Madrid hace un frio considerable. Cuando me harte de reír, estúpida de mi le tendí la mano y como no mi bicho me tiro a el agua, se acercó me dio un gran beso en la mejilla y nos dimos un  abrazo.

Meritxell es mi mejor amiga lo mas parecido a una hermana que tendré jamás y estábamos cinco largos meses sin vernos.  Me dijo Mar salgamos del agua que vamos ha coger una pulmonía, las dos ya castañeando los dientes.

Desde la terraza vi como Fabricio nos gravaba con el móvil, con una  sonrisa de diversión.

La noche anterior había regresado de Tokio, mi bicho y Fabricio me esperaban en la T-4 del aeropuerto de Barajas.

Siempre me abruma el crisol  de culturas, de este espectacular prodigio de la arquitectura moderna, con su maravilloso lucernario.

Cuando Salí de transito de pasajeros, ha lo lejos divise ha  Meritxell que ya venia corriendo seguida de Fabricio me salto encima y me beso los labios al igual que Fabricio que me envolvió en un apretado abrazo.

Y es que pocas veces nos separábamos Meritxell y yo, al ser ella mi asistente en la empresa “Corporación Viana” de la que soy administradora única Mar Viana Sanz. Meritxell y yo compartíamos espacio valga la redundancia pues nuestras oficinas centrales están en Torre Espacio un edificio del skipeline  madrileño, en una de las plantas superiores.

Esa noche cenamos en el restaurante mas alto de Europa en la planta 33 de  torre espacio, cortesía de Fabricio Castaglioni…ja ja ja , debió de costarle un pastizal.

Después salimos de marcha por toda  la capi, yo estaba realmente fundida después de tantas horas de avión. La verdad no estaba para discotecas… pero como dice un refrán  en España donde hay patrón no manda marinero, y mi pesadilla es sumamente insistente “Así es la vida”.

Me arrastro de garito en garito por todo Madrid, guau  ¿Como tiene tantísima energía? Esta impresionante mujer.

Fabricio es directivo de proyectos arquitectónicos de la corporación.

Aun siendo una empresa tecnológica,  habíamos diversificado mucho el negocio, fabricando, construyendo, e investigando en múltiples campos de la economía civil.

Había conocido a Fabricio cuatro años antes recomendado por un estupendo trabajo, no lo pensé y lo contrate de inmediato para dirigir el proyecto en Florencia, ya que el diseño de todos los centros lo realizaba yo en persona.

Cuando llegue a Florencia con Meritxell, se conocieron y de poco no me electrocutan con semejante tensión eléctrica y sexual.

Me largue de esa oficina a punto de arder como las fallas de Valencia…uuuff.

La verdad es que estoy absolutamente feliz por ellos, no podría quererlos más de lo que ya los amo.

Pobrecita mi bicho como iba a estar, Fabricio es como una escultura de esas de los dioses del olimpo,  cabello rubio dorado con rizos  suaves , ojos color azul, intensos y tiernos, labios carnosos muy bien esculpidos, mide alrededor de 1.90,  su cuerpo es la perfecta pirámide invertida si si si …mi pesadilla tiene un gusto sublime…ja ja ja.

Aunque ella no se queda atrás Meritxell es rubia con un bonito tono miel, su piel aterciopelada ligeramente tostada, tiene el cabello largo, generalmente lo lleva suelto, y suavemente ondulado, tiene una naricita recta, pequeña un poquito respingona, de ojos grandes rasgados y vivaces con un tono muy claro de ámbar, casi dorados es Valenciana al igual que yo, y como yo un autentico huracán .

La noche de antes cuando llegue… dios solo quería dormir pero mi bicho me había preparado una supuesta cena  tranquila, alegando que sabia que nunca comía nada en el avión… bueno paciencia una cena rapidita y a mi camita.

Cuando llegue al restaurante, casi se me caen los palos del sombrajo, tenia que haberlo supuesto, pero ya era demasiado tarde para escapar, había un nutrido grupo de amigos y compañeros no podía excusarme sin mas; si las miradas mataran Meri se habría volatilizado, la muy cobarde, se escabullo como una rata.

Por supuesto la cena fue sublime, un menú degustación de esos de comida de diseño del súper chef Ferrán Adrià de veintitantos platos.

Regados con súper vinazos como Vega Sicilia, Pingus de 1999, L, Ermita…y algún que otro mas, todos de distintas denominaciones de origen español, con precios entre los 400 euros y los 900 del Pingus todos alabados y reconocidos por diferentes gurus de la enología.

Los muy sibaritas aun remataron la juerga con champan francés, Cristal para mas señas.

Después de todo mi bicho aun realizo sexo acrobático salvaje con su adorado ¡Fabricccioo! aun durmiendo en otra ala de la casa me llego el susodicho grito…de hay lo de la energía…unas tanto y otras tan poco…ja  ja ja.

Mi bicho me pego un cachete para sacarme de la ensoñación “Hey que te pasa te has quedado catatónica “.  Venga sal de una vez de la piscina.