Al Caribe por trabajo (8)

Cristina, una bella auditora, viaja al caribe por trabajo, pero, ¿solo trabajara? Capitulo 8: Cena con los directivos (2)

Capitulo 8: Cena con los directivos (2)

Y ahí estaba yo, abierta de patas en mitad de la mesa con una botella de champan incrustada en el interior de mi vagina, tras haber disfrutado del mayor orgasmo de mi vida, y oyendo como los dos cabrones se reían a mi costa, cosa que en ese momento me importaba bien poco, bastante tenia con recuperarme de mi corrida. La que me había tragado hasta la ultima gota era la del camarero, que andaba derrengado encima de mi cara, pero aun con su polla, cada vez mas flácida, dentro de mi boca.

  • Vamos chaval que te la deje reluciente y te largas de aquí, y encárgate de que nadie nos interrumpa a no ser que avisemos con algo, que ahora nos toca a nosotros darle un señor repaso a la guarra esta. Esta tarde parecía puta, pera a cada minuto se supera la muy cerda jajaja – escuche decir a Juan
  • Si que es verdad, pero ahora le vamos a quitar las ganas por un tiempo de ir golfeando por ahí. La vamos a reventar como bien sabemos hacer jajaja – afirmo el Jonathan

El camarero no espero ni a que se la limpiase. Debía tenerles pánico a estos chulos, porque retiro la polla de mi boca, y rápidamente salio de la sala privada, escuchando como echaba el cierre con llave para dejarnos en la intimidad que le habían pedido.

  • Vamos puta abajo de la mesa que ahora toca que nos la chupes a nosotros – dijo Juan

Realmente lo escuche pero hice como si no, aun no era capaz de moverme, estaba exhausta de antes, aun notaba correr por mis piernas la espuma del champan junto con mis flujos. Pero poco le importo a esta gente. Me agarro por el cuello y levantándome en el aire, lo cual me cortaba la respiración, me tiro en medio del suelo de la sala, en la cual aterrice con mi espalda dando un grito de dolor por la caída y el trato recibido.

  • Que sea la primera y la ultima vez que no obedeces lo que te pedimos, o creenos que te arrepentirás. Vamos de rodilla como las perras, y en el suelo que las furcias como tu no se merecen follar en cama. Y levanta bien ese culo. Rápido he dicho joder – Y Juan me dio una bofetada que me termino de espabilar.

O hacia lo que querían estos dos sádicos o me iban a dar una paliza, aparte de follarme de todas maneras. De lo segundo no me iba a escapar, intentaría al menos no salir con marcas de la jodida cena. Me incorpore del suelo y me coloque de rodillas como me habían pedido, resaltando hacia fuera mi ya de por si abultado y apetecible trasero, lo que no paso desapercibido para ambos, que se desabrocharon sus pantalones para que comenzara la faena.

  • Bien putita acércate sensualmente sin levantarte hacia nosotros, y empieza a gozar de nuestros cipotes, que pocas veces tendrás oportunidad de tener dos anacondas a tu entera disposición a la vez jajaja – dijo Juan
  • Eso, jajaja, vamos putita, haznos disfrutar con esa boquita de piñón. Nada de manos, eso si, o nos enfadaremos, y hemos quedado que no conviene jajajaja – dijo Jonathan – Quiero esas manitas una en cada nalga dejándonos ver bien esos agujeritos que vamos a reventarte jajaja

Era cierto para mi pesar lo que decían, vaya par de pollas que tenían encima estos cabrones. Una vez que las dejaron al aire, aun sin estar empalmadas del todo, ya debían medir sus 20 cms bien cada una, ademas de ser bastante gruesas, principalmente la de Jonathan que parecía una tubería por su grosor. Estaba muerta de pánico, iban a destrozarme, y nada podía hacer o se enteraría todo el mundo de mi pendoneo, especialmente en mi trabajo y mi querida Susana.

  • Puta te he dicho que no quiero repetirte las cosas, las manos a tus nalgas joder – dijo Juan a la vez que me daba un cachetazo en la cara con su polla mientras se reía a carcajadas, cosa que procedí a hacer rápidamente
  • Muy bien guarra muy bien, así me gusta haciendo caso jajaja – dijo Jonathan mientras también me daba un cachetazo con su enorme polla, a la vez que me daba un nalguetazo que me erizo la piel, pero del que intente contener mi quejido para que no se enfadaran, pero no pude evitar meter mi culo algo hacia dentro.
  • Culo para fuera joder – aprovecho la ocasión Juan para castigarme dando un tremendo palmetazo en la otra nalga que si me hizo gritar de dolor, pero me compuse rápidamente para evitar el castigo colocándome nuevamente con el culo lo mas afuera posible, y mis manos abriendo mis nalgas.
  • Bien putita, veo que vas aprendiendo, y ahora queremos esa boquita abierta en todo momento, y que esas manos no se muevan de donde están – dijo Jonathan

Y comenzó la follada de boca, porque es la mejor manera de definir lo que me hicieron. Fueron pasando uno detrás de otro, y tras restregarme su enorme miembro por toda la cara, me hacían abrir la boca el máximo posible, y empezaban a meterla y sacarla con violencia, intentando en cada embestida llegar mas adentro, hasta que conseguían que mi nariz hiciera tope con sus vellos púbicos.

Para ayudarse entre ellos, el que quedaba libre se colocaba a mi espalda, y cogiéndome del pelo hacia presión en mi nuca para ayudar en la penetración bucal del otro. Mis arcadas eran impresionantes, varias veces intente con mis manos retirarme pero era reprendida con fuertes cachetazos que hacían que devolviera mis manos a su posición inicial. Mi boca estaba a su merced, mi saliva recorría ya todo el frontal de mi cuerpo, bañando mis tetas y mis endurecidos pezones.

En esa postura me tuvieron turnándose en mi boca mas de 25 minutos, tenia mi mandíbula dormida, pero ya tragaba con menor dificultad sus pollas hasta mi garganta. En eso estaban cuando Juan, que me estaba follando la boca, me cogió del pelo y me metió mi cara hasta sus pelotas casi asfixiándome, tirando de mi hacia delante, lo que hizo que mi culo se elevara aun mas por la forzada postura.

  • Joder esto no hay quien lo aguante mas. Allá voyyyyyyyyy – escuche entre arcadas a Jonathan sin saber que quería decir hasta que lo sentí. Vaya si lo sentí

El muy cabrón al verme en esa postura con mi culo levantado me incrusto su enorme y gordisima polla de un golpe por mi pobre ano, sin mas lubricacion que la que tuviera de mi boca en su miembro. Decir que me dolió es poco, estuve a punto de desmayarme de la impresión, incluso me clave las uñas en mis nalgas al sentir la tremenda e inesperada profanación anal. La sensación de tener ese miembro gordo como una tubería y largo en mis intestinos era desesperante, A pesar de que no se había movido desde que me penetro, el dolor no cesaba. De mis ojos salían gordos lagrimones que corrían por mi cara, que tenia apoyada en el suelo, ya que Juan me había sacado la polla de la boca.

  • Eres un cabrón, por poco la guarra esta me da un bocado en la polla. Avisa antes de reventarla joder – le grito Juan
  • Perdóname tío pero no me he podido resistir. Lo he visto levantadito y se la he enchufado hasta los huevos jajajaja – se reía Jonathan mientras me abría el culo en canal el muy cabrón.
  • Ya veo. Joder vaya puta que se ha tragado tu tubería de un golpe. No llores putita que esto acaba de empezar – me increpaba Juan mientras me mordía los labios por el dolor
  • Que rico tío esto tienes que probarlo – gozaba Jonathan con su polla aun sin moverla adaptándose a mi ano.
  • No lo dudes, pero empieza a barrenarla de una vez que me tienes aquí en sequeras, y no me atrevo a meterle la polla en la boca mientras te la follas por el culo – le dijo Juan sentándose a pajearse y ver el show en un sillón contiguo.
  • Ok a tu salud amigo – le dijo Jonathan

Y se puso manos a la obra. Empezó a deslizar hacia atrás su polla mientras notaba como mi esfinter parecía que se iba detrás de el hacia fuera de mi agujero. El dolor era terrible cuando movió nuevamente su herramienta. Cuando casi había llegado a sacar la polla, solo teniendo su glande dentro de mi ano, volvió a dar otro empujón enorme para volverme a clavar hasta los huevos su cipote

  • Aaaahhhhhhhhh, noooooooooo por faaaaaavorrrrrrrr – grite como una posesa al notar la nueva intrusión en mi agujero posterior
  • Cállate y aguanta como hacen las buenas putitas – grito Jonathan – Y abre bien estas piernas de zorrita

Coloco sus piernas a los laterales de mis caderas, y con mi culo empinado la postura era ideal para hacer muy profundas sus penetraciones. Y empezó un martilleante y a la vez doloroso maltrato de mi ano. Metía y sacaba su polla en toda su extensión en cada clavada, pero todo ello realizado a una velocidad vertiginosa. Sentía en mi alma cada punzada que me daba, mi expresión facial aparecía con un rictus permanente de dolor, mis dedos y manos se crispaban a cada arremetida, tenia sudor frio por todo el cuerpo...

  • Vamos Jonathan déjame un rato a mi follármela, que le vas a dejar el culo que no voy ni a notar metersela – le increpo Juan
  • Vale joder follatela, pero es que esta tan rico este culito casi virgen jajaja – le dijo Jonathan mientras me sacaba la polla y se colocaba en el sillón.

No me dio tiempo a relajarme ya que Juan se coloco en la misma posición y empezó a bombardearme el culo igualmente, aunque con mayor rapidez aun ya que estaba descansado. Poco a poco he de reconocer que el dolor iba remitiendo algo, ademas esta nueva polla era un poco mas llevadera. Era una polla también enorme, pero en comparación y después del tratamiento recibido por Jonathan se hacia mas manejable, por lo que mis chillidos y quejas se fueron amortiguando, y mi cuerpo empezó a reaccionar de placer, pero intentaba controlarme en lo posible.

Cada 5 minutos cambiaban de posición entre ellos para descansar, mientras mi culito no descansaba en ningún momento. Sufría cada vez que Jonathan me embestía con su enorme tubería, y disimulaba mi disfrute cuando era Juan quien me follaba, a pesar de que eran igual de rudos.

Así debimos estar mas de media hora, hasta que una vez que estaba follándome Juan me indico de cambiar de postura, y sin sacármela del culo me dio la vuelta colocándose debajo mía, y haciéndome abrir las piernas por fuera de las suyas, empezó a metermela rápidamente, a la vez que cogiéndome por las caderas me daba sentadillas que la conjunción de ambas cosas hacia muy profundas, y porque no decirlo, muy placenteras las penetraciones.

  • Así putita disfruta tu también de la follada que sabemos que te gusta jajaja – dijo Juan notando mis fluidos correr por sus piernas.

Con mi mano me acariciaba el clítoris para darme mas placer aun. Así nos debimos llevar un buen rato, perdí la noción del tiempo, estaba a punto de correrme nuevamente.

Entonces note como Jonathan retiraba mis piernas hacia el lateral, e incrustándose en medio me penetraba por mi vagina con su polla, lo que me hizo enloquecer, y chillar y correrme como una autentica puta. Como era posible que tuviera ese comportamiento, estaba siendo vejada y maltratada por esos indeseables, que encima me acababan de hacer mi primera doble penetración de mi vida, después de casi reventarme el culo, y allí estaba disfrutando de ese trato. Que había cambiado en mi ser desde que había llegado a esa maldita isla.

Pero estos pensamientos vinieron a posteriori, en ese momento me limitaba a disfrutar y sentir como esos dos pollones me llenaban por completo, y arremetían contra mis agujeros de manera deliciosa y a la vez despiadada. No debía ser la primera vez que lo hacían ya que estaban muy compenetrados.

Me fueron cambiando de postura, para ir cambiando de agujeros entre ellos, pero siempre siendo penetrada doblemente, lo que era la primera vez que probaba pero me encantaba, he de reconocerlo. Lo que me había perdido con mi mojigateria anterior.

No se cuantas veces me pude correr mientras me follaban. Yo era una muñeca en sus manos. Ellos me colocaban en la posición que les interesaba, y yo me limitaba a recibir sus pollones en mis poco antes casi vírgenes agujeritos, y disfrutar como una puta de su trato.

Vaya aguante que tenían Juan y Jonathan. Yo me había corrido innumerables veces, y ellos aun aguantaban, hasta que después de mas de dos horas no pudieron mas. Llenaron una copa de champan, y vaciaron su abundante semen ambos en la copa, la cual después me ofrecieron para que me la bebiera

  • Vamos guarra bebetela todita para acabar la noche por todo lo grande jajaja – dijo Juan

Y eso hice, pero no por miedo sino por agradecimiento de lo que me habían hecho sentir a pesar de todo. Saque mi lengua y fui derramando poco a poco el contenido de la copa, para que pudieran verlo completamente, y me trague todo el contenido, incluso rescate con mis dedos pequeños restos que habían quedado en la copa, llevándolos a posteriori a mi boca y chuparme los dedos hasta dejarlos relucientes, en una situación realmente morbosa

  • Joder tía eres una de las mayores guarras que me he encontrado en la vida. Y parecías una mojigata en las fotos que envió tu empresa jajaja Creo que nos lo vamos a pasar muy bien con tu presencia – me dijo Juan
  • Esperamos que esto no quede aquí Cristinita, que tu has disfrutado tanto o mas que nosotros – dijo Jonathan
  • ya veremos chicos tiempo al tiempo, pero gracias por esta noche – les dije mientras recogía mi ropa y les daba dos besos en la mejilla y me despedía.

Rápidamente me vestí y salí del restaurante, que estaba totalmente en silencio, al igual que el resto del hotel, dado la hora que debía ser, y me encamine hacia mi suite.

Continuara...


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