Al Caribe por trabajo (2)

Cristina, una bella auditora, viaja al caribe por trabajo, pero, ¿solo trabajara? Capitulo 2: Fin del vuelo a New York

Capitulo 2: Fin del vuelo a New York

Desperté no se cuanto tiempo después. Seguía acurrucada en mi asiento, arropada por la manta que Susana había cogido para mi del compartimento superior, totalmente desnuda solo con mis zapatos de tacón, tal y como quede tras el orgasmo justo antes de conciliar el sueño.

Susana, era solo pensar en ella, recordar su nombre, y mi piel reaccionaba de inmediato. Esa mujer producía en mi ser unas sensaciones que no sabía explicar. Siempre admire la belleza de otras mujeres, pero jamas había sentido atracción sexual por ninguna, a pesar de tener amigas bastante guapas jamas pensé en besarlas o acariciarlas.

Cierto es que tampoco podían compararse con Susana en cuanto a belleza. Era la perfección hecha mujer, o al menos eso pensaba yo entonces. Ademas de su físico, me parecía una mujer inteligente y muy bien educada, no era capaz de encontrarle ningún defecto.

La busqué por la sala, pero no estaba. Adrián sí seguía allí, aun dormía. Aun sentía en mi coño la rudeza de sus penetraciones. El cabrón no tuvo compasión alguna de mi. Como me dolió cuando me penetró de sopetón, si podía iba a devolverle con creces el escozor que notaba en mi vagina. Iba a estudiar su departamento con lupa, iba a conocer quien era la verdadera Cristina.

Pero mi mente no dejaba de pensar en como había disfrutado a pesar del dolor inicial. Quería pensar que fue por la presencia de Susana, de como sabía llevarme a ese estado de excitación, como tocaba las teclas precisas para volverme loca. ¿O era que realmente me gustaba que me trataran como a una puta? ¿Que me gustaba ser follada de manera animal? ¿Que mi placer era superior a cualquier dolor que me pudieran infligir?

Negaba con mi cabeza como queriendo apartar de mi mente estos pensamientos. Mi coño estaba comenzando a lubricarse solo de pensar lo que había sucedido horas antes allí mismo. No, me dije, no quiero pensar mas, tenía que mirar hacia adelante, esa era una de mis principales premisas en la vida. El ayer ya paso, solo importan el hoy y el mañana.

Me destapé de la suave manta que acariciaba mi cuerpo, y busque por el compartimento mi ropa, la cual estaba tirada por el suelo y en algún asiento cercano. Cogí mi tanguita y me lo coloque con cuidado de que no se enganchara en mis tacones. Cuando me lo acomode en mis intimidades, note la humedad de la que aun disfrutaba a pesar del tiempo transcurrido. Da igual, pensé, así tendría fresco en mi cabeza todo lo ocurrido.

Rápidamente me coloque de nuevo mi top, cerrando el broche entre mis pechos, y el resto de mi ropa, ya que mi vejiga, tras el champagne ingerido y las horas de sueño, pedían una rápida evacuación.

Me incorpore de mi lugar, y me dirigí con urgencia hacia el cuarto de baño, el cual se encontraba en la separación entre la zona Vip y la zona turista digamos, manteniendo la terminología que usan las compañías aéreas, al ser compartido por ambas zonas.

Abrí la puerta, rápidamente levante la tapa del retrete, y deje correr mi caliente orina en su interior. Que descanso, pensaba en ese momento, cuando escuche unas risas y voces no muy lejanas, entre ellas me pareció adivinar la de Susana, que según creía venían del otro compartimento. Claro, así no la había visto al despertarme.

Susana, mi bella Susana. Seque mi coño y coloque mi húmedo tanguita en su posición, y me dispuse a ir a su encuentro. Quería verla, necesitaba verla, admirar su belleza, deleitarme con su cara y su figura...

Que imagen me encontré al descorrer la tupida cortina que separaba ambas salas. En un primer impulso la cerré nuevamente y volví sobre mis pasos, pero mi morbo pudo mas que mi prudencia, y me acerque nuevamente, entreabriendo con sumo cuidado la cortina para que no se notara mi presencia.

Susana tenia los brazos colocados en el cuello de Jairo, uno de los azafatos del avión, mientras ambos se besaban con una pasión alucinante. Las bocas de ambos parecía que se juntaran en una sola, los sonidos que emitían al unir sus carnosos labios eran tremendos, sus lenguas se entrelazaban, queriendo llevarse el jugo que desprendían el uno del otro. Jairo tenia colada su mano por debajo del pantalón de Susana, que por donde se notaba el bulto y el movimiento del mismo, estaba dándole todo un repaso a su coño.

Pero todo no quedaba ahí. Michael, el segundo de los azafatos a bordo, estaba colocado a la espalda de Susana. Se dedicaba a besar el cuello y la zona de piel detrás de la oreja de esta, que como sabemos es una zona muy erógena en las mujeres, mas aún en una hembra caliente como era la que tenia delante. Sus manos no estaban quietas tampoco, le acariciaban los majestuosos senos por encima de su blusa, o bien colándolas por debajo para disfrutar a conciencia de sus desnudos pechos, ya que no llevaba sujetador.

Estaban haciendo un sandwich entre ambos con Susana, a la que se veía disfrutar de su posición agasajada por ambos hombres, que estaban de muy buen ver como ya indiqué, al ver el rictus de excitación que presentaba su cara.

  • Si chicos vamos quitadme la ropa y demostradme lo machos que sois – oí decir a Susana mientras Michael le levantaba los brazos y deslizaba la blusa por su cabeza, teniendo dificultades para sobrepasar las montañas de carne de sus pechos, a la vez que Jairo se arrodillaba y le bajaba sus pantalones.

Vi como Jairo la invitaba a reclinarse en un asiento, para poder mas cómodamente descalzar a Susana. Con sutileza agarro por detrás del tobillo su pie derecho y deslizo su lindo zapato de tacón, dejándolo en el suelo. Levanto dicho pie hasta su boca, jugando y acariciandolo con su lengua por toda la superficie, e introduciendo a veces en su boca el dedo pulgar. A continuación realizo la misma acción con el pie izquierdo.

A Susana era evidente que las caricias que estaba recibiendo le gustaban. La veía desde mi posición elevar su espalda y echar su cabeza hasta tocar con el espaldar del asiento en señal de gozo.

Mi boca se abría a medias por asombro y morbo a cada momento. Susana masajeaba con sus manos por encima del pantalón de Michael el evidente bulto que se notaba en el mismo, debido a la excitación que este debía llevar. Susana pasaba su boca aprisionándole la polla por encima del pantalón, frotando como si se la estuviera lubricando en toda su longitud, dejando humedades evidentes desde mi posición por la saliva usada.

Michael se quito su pantalón, y bajo sus boxers para darle libre acceso a Susana, que en la postura que estaba su boca, quedaba a la altura de la polla de este. Ella empezó a pasar su lengua por el glande de este, notando las gotas de liquido preseminal que ya había soltado el pene, las cuales engullo una vez lo aprisionó con sus labios.

Se notaba que Susana tenía experiencia en este arte, al menos comparada conmigo. Pasaba su boca por toda la longitud de la polla de Michael, que hay que decir que tenía un tamaño y un grosor bastante apreciable, al menos en comparación con las que yo había visto, introduciendosela toda hasta que notaba como su nariz chocaba con su piel, notando en la misma el cosquilleo de los rizados pelos de su pubis. Una vez en esta postura, sacaba la punta de su lengua y jugaba con sus huevos, pasándola en zigzag por los mismos.

Tras unos segundos, volvía a sacar lentamente de su boca el pene, pero sin dejar de agarrar con sus labios el tronco del mismo, dejando a su paso un reguero de saliva por su polla. Michael estaba disfrutando de la mamada que estaba recibiendo, por la cara que veía de placer desde mi sitio, y por lo que comentaba de viva voz...

  • Ohhhhh. Dios, sigue puta, sigue chupando, cometela toda guarra. Joderrrrrrrrr, vaya chupada me estas dando, como sigas me voy a correr en nada – decía Michael a la vez que emitía quejidos constantes de placer.

  • Disfruta cabrón, aquí tienes mi boca dispuesta para que te corras cuando quieras. Follame la boca cabrón vamossssss – le decía Susana aumentando el estado de excitación reinante en la sala.

Y eso es lo que hizo, se subió en el asiento, colocando su polla sobre la cara de Susana, que se había reclinado del todo, y como si estuviera en el gimnasio haciendo flexiones, empezó a subir y bajar su cuerpo, momento en el que ella abría su boca todo lo que le era posible, y acomodaba en su interior toda la polla de Michael, llegándole la misma hasta la garganta.

  • Gluppp, aaagggg, glupppp, aaagggg, glupppp, glupppp – era todo lo que escuchaba desde mi ubicación, debido a las arcadas que sufría Susana por las penetraciones bucales que estaba sufriendo, las cuales Michael iba aumentando de velocidad a cada momento, teniendo su cara bañada de saliva, que expulsaba de su boca.

Michael, ya sin fuerzas en sus brazos, se dejo caer sobre la cara de Susana, momento en el que su polla se introdujo en su boca, pasando por toda su garganta y produciendole unas nauseas que casi no pudo controlar, pues debido al peso de su cuerpo no podía quitárselo de encima, creyendo que iba a asfixiarse en ese instante. Movía su cabeza hacia los laterales buscando aire, y con sus manos intentaba separar el cuerpo de Michael, hasta que este se elevo un poco, lo que aprovecho para sacarse su polla, daleando su cara para empezar a estornudar y expulsar la saliva acumulada, quedándose a punto de haber vomitado según me contó posteriormente, y se podía adivinar por la expresión de su cara.

  • Hijo de puta, que me vas a ahogar cabrón – escuchaba decirle a Michael una vez que iba recuperando el aire en sus pulmones, con toda su cara llena de babas.

Ajeno a esto, Jairo, una vez descalzada Susana, le retiro sus pantalones, dejando a la vista su mojado coño, ya que el tanga se lo rompió durante el masaje, no llevando ropa interior en ese momento, cosa que ya había notado con sus escarceos anteriores. Se coloco entre sus piernas y empezó a recorrer con su lengua toda su extensión, abriendo con sus manos los labios vaginales, aprisionándolos con su boca y extrayendo el jugo que destilaban. Luego se concentro en su clítoris, hacia movimientos con su dedo pulgar sobre el mismo, para a continuación pasar su lengua por su superficie. Aprovecho que su boca estaba mas arriba para deslizar primero un dedo y luego otro dentro de la vagina, al ver la facilidad con la que se colaban debido a la lubricación. Jairo notaba la piel de los muslos de Susana erizada debido al placer, ademas del incontenible reguero de fluidos que escapaban del interior. Tenia la boca totalmente pringada por los mismos.

Jairo tenia ya ganas de que Susana le comiera la polla. Para ello le propuso cambiar de sitio a Michael, lo que este acepto encantado dado las ganas de follársela que tenía. Una vez intercambiados, Jairo se coloco de rodillas sobre la cara de Susana para que esta le chupara su polla.

Que Susana estaba disfrutando de la situación me era evidente. Cogió entre sus manos la polla de Jairo, igual de larga pero un poco mas gorda que la de Michael, y empezó a masturbarla, a la vez que colocaba su boca debajo de sus huevos, pasando su lengua por los mismos, e introduciéndoselos completamente en su boca, dándole chupetones cuyo sonido llegaban con nitidez a mi lugar. Jairo debía estar disfrutando, viendo como temblaba su cuerpo. Luego se introdujo la polla en su boca como hizo con Michael, pero de una forma mas relajada. Era ella la que movía su cabeza para metérsela todo lo que podía en su boca, que era en toda su extensión. Que boca tenía Susana, pensaba yo en ese momento, que placer estaba dándole a esos chavales.

Michael fue a continuar con la chupada, pero al ver lo mojada y lubricada que estaba Susana, y a las ganas de follársela que él tenía, la atrajo mas hacia el borde del asiento, y colocándose entre sus piernas, deslizo su polla con suavidad al interior de la vagina. Notó como las paredes de esta se amoldaban a su paso, apretando su polla dándole un profundo placer.

  • Ahhhhhhhhh, que gusto, aaaaahhhhh, sigue, Michael, fóllame, dame placer – decía Susana una vez sintió como se colaba en su coño la polla. Irguió su espalda de placer, lo que contribuyo a hacer mas profunda la mamada que le estaba dando a Jairo, a la misma vez que sintió una descarga de adrenalina recorrer su cuerpo. Había sufrido, o mas bien disfrutado, de su primer orgasmo durante aquella follada.

Jairo no aguantó mas y cuando notó llegar su polla a la garganta de Susana, se corrió dando unos gigantescos berridos, y soltando casi directamente en el estomago de esta su semen sin sacar la polla de su boca. Ella no hizo ningún gesto de desagrado, limpiándole la polla cuando se la saco, dejándola reluciente, y paladeando con su lengua el sabor que había quedado en su paladar. Podía ver como a Susana le encantaba el sabor del semen, algo que no había probado jamas al darme mucho asco.

Michael tampoco aguanto mucho mas. Al sentir el orgasmo de Susana, y como sus músculos vaginales aprisionaban su pene, no pudo controlarse mucho mas, y tras dos o tres embestidas mas se corrió dentro de su coño, que debió ser abundante debido a los muchos segundos que su cuerpo permaneció tensado mientras expulsaba el semen.

  • Susana, lo siento, pero no he podido aguantar mas – le dijo Michael, preocupado por haberse corrido dentro de ella.

  • No te preocupes cariño, vengo preparada para lo que pueda ocurrir. Nunca se sabe donde va una a encontrar dos yogurines como vosotros jajajaja. Eso si, no te perdono que no me dieras a probar tu semen - obsequiándole con un gesto mitad gracia mitad recriminación que lo hizo relajarse por completo, sacando su polla de su interior, donde aun la tenía, y recostándose en un asiento contiguo, al lado de Jairo que ya lo había hecho con anterioridad.

Vi como Susana se metía dos dedos dentro de la vagina, sacando de dentro ambos pegajosos del semen de Michael, para a continuación llevárselos a su boca y saborearlos, para una vez encontrarse estos relucientes volver de nuevo a la tarea.

Vaya visión que tenía. Mi idolatrada Susana, demostrando lo caliente y zorra que era. Me demostraba que era igual de bella que de guarra. Ni me di cuenta, ver esa situación me llevo a subir mi pie izquierdo sobre un taburete del cuarto de baño, para con una mano retirarme el tanga y con la otra comenzar a darme placer en mi coño.

No se porque lo hacía, siempre me había dado asco ver lo que se tragaba Susana, pero verla a ella hacerlo me resultaba lo mas erótico y salvaje que existía en el mundo, como esa belleza de cuerpo espeluznante y belleza cautivadora sabía disfrutar del sexo. Me acariciaba mis partes intimas con pasión, dejándome llevar por el clima presente. Nada de acariciarme mis labios, me introducía dos dedos dentro de mi vagina, aun resentida de la follada anterior, todo lo dentro que era capaz.

  • Aaaaaahhhh, aaaaaaaaaahhhhhhhhhhhh – gemía lo mas bajo que era capaz para que no descubrieran mi furtiva presencia. Quería seguir todo desde mi posición de voyeur.

Susana percibió los gemidos, y miro hacia donde me encontraba. Note como me mandaba una mirada de complicidad, a la vez que se relamía sus dos dedos una vez mas. Me guiño un ojo, y me dedico una sonrisa, que me llegaron al alma,o no se adonde, solo se que seguí intentando dedearme lo mas hondo posible, mas aun si era capaz.

Volviendo la mirada de mi ser hacia los dos chicos, Susana se puso de rodillas, y como si fuera una gatita en celo, fue gateando a la vez que movía la colita hacia el asiento donde se encontraban ambos.

Jairo y Michael, viendo venir a semejante mujer en esa postura, empezaron a recuperarse de sus corridas. Poco a poco sus penes empezaban a volver a endurecerse. Las veía poco a poco crecer desde mi ubicación, las pocas veces que quitaba mi vista del culo de Susana.

  • Chicos, dos jóvenes como vosotros no estaréis ya satisfechos, ¿verdad? Porque yo sigo siendo una gatita en celo, miauuuuuuu – les decía Susana mientras gateaba sensualmente hasta su posición.

La cara de ellos no daban crédito de la suerte que estaban teniendo en ese vuelo, el mejor de sus vidas. Susana llego hasta donde se encontraban, mirándolos eroticamente a los ojos con esa verdosa mirada que Dios le había dado, agarrando cada pene con una de sus manos y empezando una masturbación, para terminar de recuperarlos.

Se escupió en cada mano, y cogiéndo los penes con fuerza, pasaba su mano por todo su grosor a la vez que hacia gestos obscenos con su cara como sacarles la lengua, o morderse el lateral del labio inferior con sus dientes, gestos obscenos pero cargados de erotismo.

En un momento, debido a la juventud de ellos y a la sabiduría sexual de ella, ambos penes habían vuelto al mismo estado de antes de que se corrieran. Susana empezó a chupar con su boca uno de ellos mientras seguía masturbando con su mano el otro. Iba cambiando rápidamente en su boca de polla sin olvidarse de masturbar la que quedaba libre. Se introducía por completo toda la longitud, hasta tocar con su nariz sus pelos púbicos, para ensalivarlas por completo.

Yo seguía metiendo mis dedos en mi coño, ahora tres. Tenia la mano empapada de mis flujos, que recorrían todo mi muslo. Veía como Susana era la dueña de la situación, ella mandaba y los dos chicos obedecían sus ordenes, como había hecho yo unas horas antes. Quien iba a resistirse a una mujer así, pensaba yo mientras no paraba de gemir mientras me masturbaba. Intentaba no ser descubierta por los chicos, pero ya me daba igual, ya mi diosa me había visto. Amortiguaba en lo posible mis sonidos pero tampoco me preocupaba, me centraba en darme placer.

Susana mando  a Jairo recostarse por completo en los dos asientos que ocupaban, indicándole a Michael que se levantara, sin dejar por supuesto de masturbarlo. Se subió encima de Jairo, y sin ningún miramiento se sentó sobre su polla hasta que se la introdujo por completo en su vagina. Empezó a cabalgarlo como una jineta sobre su caballo. Su melena se movía al compás de los saltos, pegándose en su cara debido al sudor y a la saliva acumulada de las mamadas realizadas, así como la que escapaba por los laterales de su boca en ese instante debido al intenso placer que estaba sintiendo. Sus ojos estaban desorbitados, que visión tenía...

  • Michael, aaahhhhhhhhhhhhhhh, rápido cariño acércate a por mi bolso, aaahhhhhhhhhhh, que necesito algo que hay en su interior, aaahhhhhhhhhhh, por Dios que pollaaaaaaaaa tienes Jairo. Es marrón. Correeeeee Michael que vas a disfrutaaaaaarrrrrrrrrrrrrr – escuche decir a Susana.

Salí de mi estado al oír esas palabras. Solo tuve tiempo de encerrarme en el cuarto de baño, con mi tanga a medio muslo, que casi no me dejaba caminar. Vislumbre por la mirilla como Michael pasó con su cipote empalmado camino de la zona Vip, sin preocuparse de que alguien pudiera verlo. Lo escuche remover algo, y en segundos volver a la carrera donde estaba anteriormente, pero con el bolso de Susana en la mano.

Rápidamente volví a ocupar mi lugar, un poco mas relajada tras el susto, para ver que tenía pensado Susana en esta ocasión, para que quería su bolso. Vi como Michael se lo hacía llegar, y ella cogía un bote del interior para acto seguido debido a que Jairo empezó a bombearla con toda la potencia que podía, tirarlo como pudo al suelo derramando parte de su interior.

  • Ahhhhhhhh, cabrón, sigue, sigueeeeeeeeeeee. Me mataaaaaaaaaaaaasssssssss, pero de gustoooooooooo, que ricoooooooo. Vamoooooos Michael, abre el bote de aceite, aaaahhhhhhhh, y prepararme el culo, que quiero que me lo folleis. Sigueeeee Jairo nooo paresssssssss aaaahhhhhhhhhhhh – le dijo Susana a Michael, que se puso manos a la obra sin pensárselo.

Se la iban a follar por el culo. Jamas había dejado que ninguno de mis ligues ni mis novios, no por falta de insistencia de su parte, ya que era la parte de mi cuerpo que mas llamaba la atención, me hubieran siquiera introducido un dedo, era totalmente virgen por el ano. Y hay estaba Susana pidiendo ella misma que la encularan. ¿Que se sentiría al follar por el culo? ¿Sería doloroso o aun mas placentero que por el coño?, pensaba yo mientras veía como Michael echaba un poco de aceite en el agujero del ano de Susana.

En eso estaba cuando noté un aliento en mi cogote, y como unas manos se colaban por debajo de mi chaqueta.

  • ¿ Te gusta lo que ves, Cristinita?

  • Déjame en paz, Adrián, por favor – le respondí recordando el tacto de sus rugosas en mi cuerpo como anteriormente en ese mismo lugar.

  • ¿Que si te gusta lo que ves te digo, puta? – me preguntaba de nuevo, mientras colaba sus manos bajo mi top, abarcando mis tetas con sus manos, a la vez que restregaba su pene por mi trasero, ya que aún seguía tal cual como quedo tras acabar de follar, como Dios lo trajo al mundo.

  • Si, me gusta lo que veo, siiiiiiiiiii, ¿estas contento ya? – le respondía cada vez haciendo menos intentos de deshacerme de sus toqueteos, dejándome hacer a su antojo.

  • Estaba mas a  gusto hace un rato metiéndote la polla hasta las entrañas, pero ahora a disgusto no se puede decir que este jajajajaja – agregaba Adrián mientras quitaba el broche de mi top, para tener libre acceso a mis tetas, acariciándolas en su plenitud, parándose a dar pequeños tirones en mis pezones, aun doloridos del masaje anterior, pero que se rebelaron ante su contacto, poniéndose nuevamente bien firmes.

No aguantando mas la excitación, me recosté sobre el pecho de Adrián, dejándole hacer, mientras notaba como su polla se refregada por mis glúteos, debido a la apertura trasera de mi falda.

Desde esa postura veía como Michael, una vez untado de aceite el ano de Susana, metía su dedo indice en su culo. Al principio le costo un poco de esfuerzo, teniendo que apretar con fuerza para que entrara hasta el final, lo  que se reflejaba en el rictus mezcla de dolor y de excitación de la cara de Susana. Una vez acostumbrado su ano a dicha incursión, procedió a introducirle también el dedo corazón, y por último el anular. Metía y sacaba los tres dedos del culo, aumentando la velocidad y la presión que ejercía en cada empuje. Cuando saco por fin los dedos, el cerrado orificio del principio se había convertido en casi una bola de golf.

A todo esto podía ver como Jairo y Susana, como una pareja de bailarines, acompasaban sus embestidas para ahondar lo mas profundo posible la penetración vaginal. Al haberse corrido no hace demasiado, Jairo aceleraba sus movimientos, tranquilo de encontrarse lejos de volver a correrse, cosa de la que no estaba tan lejos Susana, que si notaba en su cuerpo las rudas penetraciones que estaba sufriendo, recostándose en su pecho y jadeando de placer.

  • Michael, métemela por el culo, vamos cabrón, rómpeme el culo de una vez. Aaahhhhhhh Jairo hijo puta aaahhhhhhhhhhhhh

Y mientras Adrián seguía gozando de mi cuerpo, y yo volviendo a encenderme a cada tocamiento que recibía, vi como Michael se colocaba detrás del cuerpo de Susana, colocando su glande a la altura de la entrada de su ano, le escupía en el mismísimo agujero, para a continuación hacer presión con su polla para de un empujón alojar dentro de la cavidad anal mas de la mitad de su polla.

  • Aaahhhhhhhhhh, cabrón, mas despacio que me partes, ahhhhh aahhhhh ahhhhhhhhh – susurro mas que dijo Susana, con su cuerpo encorvado por el dolor que sentía por la brutal acometida que había sufrido su ano. Intento con su mano retirar hacia atrás a Michael, pero este cegado por la lujuria del momento dio un nuevo empujón alojando su polla en su totalidad dentro del esfinter de Susana.

Yo pensaba que le tenia que haber llegado al estomago, debido al tamaño de dicha polla. Veía como Susana estaba ensartada por dos pollas, las cuales las tenia alojadas en su totalidad en sus dos agujeros, y como resoplaba por su boca esperando que su cuerpo se habituara a dicha invasión.

  • ¿Quieres que te la meta yo también por tu culo, zorra? – me decía al oído Adrián mientras me daba puntazos con su polla en mi culo sobre la tira de mi tanga, aparte de seguir con una mano en mis tetas, y otra haberla bajado hasta colarla por dentro de mi tanga.

  • Déjame te lo suplico por favor, no has tenido ya bastante – rogaba yo intentando que se apiadara de mi. Estaba hirviendo nuevamente de placer, y mi mente se preguntaba si era por la imagen de ver follando a Susana con dos hombres, o era por la manoseada que me estaba pegando el guarro de Adrián. Mi mente no quería reconocer que me estaban poniendo cachonda sus soeces comentarios, sus insultos.

  • Jamas me quedo harto de putitas como tu jajajajajaja...

Yo me dejaba hacer. Seguía observando que ocurría en la otra sala. Parecía que el cuerpo de Susana ya se había acostumbrado a tener dos pollas en su interior, y si no tenia que aguantar de todas formas, ya que Jairo y Michael se movían en su interior con una potencia y un empuje fruto de su edad. Ambos se compenetraban muy bien en esta suerte, a pesar de ser la primera vez que ambos realizaban un trío. Acompasaban las embestidas que daban a los respectivos agujeros, mientras uno penetraba hasta el fondo el otro retraía un poco su follada. Ambos notaban los avances y retrocesos del otro, debido a que solo los separaba una pequeña membrana.

Pero la que si notaba los avances y retrocesos era Susana. La estaban reventando a pollazos. A pesar de estar físicamente en plena forma, tener que aguantar las embestidas de estos chavales, ademas de que tenia que aguantarlas por duplicado, la tenia en un estado cercano al desfallecimiento. Su cuerpo era un juguete en manos de los dos azafatos, ni tenia voluntad ni fuerza para imponerla. Se contentaba con disfrutar lo que le era posible de dicha follada, que a pesar de lo ruda y potente que estaba siendo, también estaba disfrutando.

  • Date la vuelta guarra que vamos a cambiar de agujeros – escuche como le dijo Jairo a Susana parando ambos su penetración.

Como vieron que Susana no hizo movimiento alguno, no por no haberse enterado, sino por falta de energías en ese momento. Estaba desmadejada en un estado de excitación que se había llevado a otro sitio su entendimiento, Su cuerpo no obedecía las ordenes que su mente le enviaba.

Viendo que no se movía, entre ambos, una vez sacadas sus pollas del interior de Susana, le dieron la vuelta, quedando aun Jairo debajo de ella. Michael le elevo el culo a Susana, mientras Jairo colocaba su polla en la entrada de su ya dilatado ano. Tenían que hacerlo todo entre ambos, en esos momentos era una muñeca en sus manos.

Cuando Jairo colaba su polla en su culo, la agarró por sus caderas, y de un fuerte tirón le inserto todo su pene de una sentada.

  • Aaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh – fue todo lo que salio de la boca de Susana. El mayor grosor del pene de Jairo hizo que pareciera que la abría en canal. Su cuerpo se contrajo debido al dolor que le produjo, dejándose caer encima de su cuerpo casi desvanecida. Para evitarlo Michael le dio dos leves guantadas en sus cachetes que la hicieron reaccionar un poco. Su boca era un reguero de saliva que recorría parte de su cuerpo, embadurnado sus pechos, que relucían espectaculares.

Una vez que Michael noto que las facciones de Susana se relajaban, se coloco nuevamente sobre ella y le introdujo su pene en su vagina. Nuevamente empezaron a bombearla sin compasión, cada uno intentaba ahondar en cada follada mas dentro que la vez anterior. Susana solo se dejaba hacer, seguía recostada sobre el cuerpo de Jairo, pero ya no sentía dolor, solo gozaba del sexo que le estaban proporcionando esos dos machos. Michael desde su postura disfrutaba, aparte de la follada, de los pechos de ella, los cuales engullía con su boca, dando pequeños mordiscos a sus pezones que la derretían.

  • Joder, que guarra es mi jefecita. Que aguante tiene la muy puta, ¿ Tu también eres igual de puta Cristinita? – escuchaba que me decía Adrián, pero yo ya no le contestaba, me dejaba tocar todo lo que quisiera. La imagen de Susana me tenía excitadísima. Adrián ya había introducido sus dedos en mi vagina apartando a un lado el tanga, y estaba a punto de tener mi tercer orgasmo del día.

  • No puedo mas chicos me corrooooooooooooo – dijo Susana tras varios minutos siendo penetrada en esa postura, y de recibir las caricias en sus senos. Su cuerpo aun se desplomo mas sobre Jairo cuando sintió una corriente eléctrica que le recorrió todo el cuerpo, desde el mechón del pelo hasta el ultimo dedo del pie, como suele decirse. Sus manos se aferraron a la espalda de Michael, arañandosela por la tensión del orgasmo, y haciendo movimientos de cabeza como si se hubiera vuelto loca.

Ver esa imagen, junto a la masturbación que me estaba proporcionando Adrián, hizo que me viniera otro orgasmo. Note como mis flujos salían disparados de mi entrepierna y corrían por mis muslos. Adrián saco sus dedos de mi vagina, y me los coloco a la entrada de mi boca, invitándome a que se los limpiara. Me dio un poco de asco, pero abrí diligentemente mi boca y note el sabor mi vagina, deguste sus dedos manchados por mis flujos, hasta dejarlos relucientes.

En el intervalo de tiempo que mi mente se difumino mientras me recuperaba, los dos chicos se habían salido del cuerpo de Susana, que estaba recostada sola en los asientos, con su boca abierta de par en par.

Jairo y Michael se masturbaban sus penes, dejando entrever por sus gestos que estaban cercanos a terminar. El primero que se corrió fue Michael, que acerco la punta de su polla a la boca de Susana, descargándole dentro 4 chisquetazos de semen impresionantes, a pesar de haberse corrido no hace demasiado. Se veía el semen dentro de su boca, como jugaba con su lengua sin tragárselo aun, cosa que no hizo hasta que un par de minutos Jairo le descargo dentro también.

Una vez recibió todas las corridas en su boca, Susana sello sus labios y engullo gustosamente toda la simiente que le habían regalado esos dos chicos. Que guarra era mi diosa, pensaba yo, cuando note como me agarraban del pelo...

  • Vamos puta de rodillas que me toca correrme a mi. A chupar como buena puta que eres, quiero esa boca bien abiertecita para mi polla – escuche que me decía Adriaán a mi oído a la vez que agarrándome del pelo con una mano, tiraba con la otra de mis hombros hacia abajo.

  • De eso nada, hazte una paja en el baño porque yo paso de... - fue todo lo que pude decir, ya que una vez de rodillas aprovechando mi dialogo me puso la polla en mis labios, y tapándome la nariz con una mano y tirando de mi cabeza con la otra, logro introducirme la polla dentro.

Comenzó a bombearme la boca como un loco. Yo, a duras penas, debido a mi poca practica, ya que solo a mis novios se lo había hecho y en contadas ocasiones, no era capaz de albergar en mi interior casi ni la mitad de su polla, por mas que me forzaba. Mis ojos estaban llorosos, y de mi boca salían espumarajos de saliva debido a las arcadas que me daban al ahondar sus incursiones bucales.

Viendo que no avanzaba, Adrián coloco mi cabeza contra la pared, y se dejo caer sobre mi boca, y comenzó literalmente a follármela. Yo no me podía retirar hacia atrás debido a mi posición, por lo que notaba como su polla cada vez penetraba mas, la notaba a veces cercana a mi garganta, hasta que de un empujón brutal la alojo en mi interior en su totalidad, llegando a mi garganta.

Note como el champagne que tomamos al montarnos en el avión hizo un intento de salir despavoridamente por mi boca, pero pude controlarlo no se de que manera. Adrián se mantuvo en esa postura unos segundos, mientras yo le daba débiles golpes en su culo ya que me estaba realmente asfixiando. No me entraba el aire, ya que mis fosas nasales estaban parcialmente taponadas debido a la gran cantidad de espuma que había salido de mi boca.

Note su polla hacer espasmos, y como mi boca se llenaba de un liquido con un gusto amargo que no sabia que hacer con el.

  • Tragatelo guarra, o te ahogas. No pienso sacártela hasta que te lo comas todito, y me limpies bien mi polla – me dijo Adrián mirándome con cara de loco a mis desencajados ojos de los que caían gruesas lagrimas que se juntaban con mi rimmel negro, dejando surcos negros por toda mi cara.

No teniendo elección, era tragar o morir ahogada, opte por la primera opción. A duras penas trague todo el contenido que albergaba mi boca, tuve que hacer varias intentonas ya que mi estomago se resistía a recibir esa comida. Por fin Adrián retiro su pene lentamente y yo pude respirar al fin. Recosté mi cabeza casi contra el suelo y empece a toser sin poder controlarme,y vi como llegaba hasta donde estábamos Susana, ya que reconocí sus pies.

Estaba tosiendo e intentando recuperarme, cuando me vino una arcada tremenda y tuve que salir rauda hacia el baño a devolver todo lo que había tragado. Mi estomago se negaba a recibir el semen del cabrón de Adrián. Vomite todo lo que tenia en mi cuerpo de ese día, me quede limpia y desmadejada en el baño.

Mientras estaba en el baño, Susana hablaba con Adrián. No entendía lo que decían, pero mas adelante si me entere de lo que estuvieron hablando...

  • Eres un gilipollas Adrián. No tienes control, algún día te vas a buscar la ruina.

  • Pero si tu eres igual que yo, lo que pasa que tienes tantas ganas como yo de comértela y como aun no has podido...

  • No te lo niego, pero yo soy mas lista que tu. Acabas de joderla, ya no va a querer verte por las buenas en su vida, y yo por ahora voy a intentar disfrutarla con su consentimiento. No se porque de tus prisas, si vamos a tenerla con nosotros unos pocos meses para hacer con ella de todo.

  • No me jodas que yo por las buenas o por las malas pienso seguir follándomela.

  • Por ahora ni lo sueñes, hasta que no la tengamos totalmente sometida. Si quisiera te podía denunciar por violación, imbécil por lo que le acabas de hacer. Voy a intentar que no lo haga. De todos modos te quedas en New York unos días a hacer gestiones, y yo le contare algo hasta que vuelvas. Ya lo solucionaremos.

  • Ok, si no queda remedio me aguantare unos días, pero ten claro que no mucho mas. Tengo que follarme ese culo que estoy viendo ahora mismo.

  • Todo a su debido tiempo, tranquilo que lo harás pero hay que ir poco a poco con ella o la podemos dejar tocada psicologicamente. Es preferible tenerla disfrutando del sexo que sometida por la fuerza, así es mas placentero todo.

En ese momento salí del baño como pude, llorando a lagrima viva. Adrián le hizo un pequeño gesto a Susana que no note acerca de mi presencia, tras lo que añadió:

  • Como te acabo de comentar estas despedido desde este mismo instante. En cuanto lleguemos a New York te quedaras allí y te buscas la vida, y ya te haremos llegar tus cosas donde nos indiques, desgraciado. No quiero volver a verte en el resto de mi vida, ni yo ni Cristina tampoco, ¿verdad cariño? - escuche que le decía Susana mientras me aferraba a su cuerpo aun totalmente desnudo.

Yo solo atine a afirmar con mi cabeza. No podía hablar debido a los pucheros que hacia al llorar. Vi como Adrián se volvía y se dirigía hacia el otro compartimento, lo que no pude ver es la risa que se podía vislumbrar en su cara por el teatro que habían hecho el y Susana, sobre todo esta ultima. Le costaba no reírse a carcajada plena, pero le interesaba con vistas al futuro aguantarse, ya tendría tiempo de hacerlo en mi cara mas adelante, y no solo reírse pensaba.

Susana me acompaño hasta mi asiento, llevándome en todo momento acurrucada en su cálido cuerpo, y consolándome y diciéndome que tampoco había pasado nada que fuera demasiado grave, nada que no se pudiera olvidar. Yo la escuchaba, y cada vez sus palabras hacían mas mella en mi mente. En ese momento todo lo que me dijera esa mujer era sagrado para mi. Ademas eche mano de mi dicho de cabecera de que hay que mirar al mañana, que el pasado ya no vuelve, o al menos eso pensaba yo con Adrián.

Gentilmente me ayudo a colocarme nuevamente mi top, que estaba desperdigado por el suelo, y a colocarme con dulzura mi ropa correctamente, quitándome los churretones de mi cara y volviendo a maquillarme para dejarme tan guapa como era, según me comentaba.

Se quedo a mi lado acariciándome amorosamente hasta que no se cuanto tiempo después fruto del cansancio me quede profundamente dormida.

No se cuanto tiempo pasó, hasta que note que me hablaban al oído y entreabrí lo ojos para verla nuevamente a ella, a mi Susana.

  • Cariño, despierta, que estamos llegando a New York.

Continuara...


Gracias por anticipado por su lectura. Espero recibir sus comentarios sobre este relato, tanto aquí como si lo prefieren a mi email.

Un saludo, y hasta la próxima.