Al calor de unas copas ii

Hola amigos aquí les dejo la segunda parte de la noche de copas, pasada por mucho sexo, lujuria, juegos BI y morbo. Muchas gracias por sus comentarios, espero les gusten mis aventuras y seguir contando con sus enriquecedores consejos.

Después de descansar un poco María se despertó, Ricardo, Juan Carlos y yo seguíamos dormidos por el alcohol y el delicioso sexo que habíamos tenido.

Ella se levantó sigilosamente preparó una picada y sirvió dos copas de vino se acercó a mi lado y me despertó con un tierno beso en la mejilla muy cerca de los labios, no lo esperaba y me susurró al oído que no me asustara que solo quería ofrecerme una copa.

Tomamos un poco de vino y ví en su mirada ese fuego que me prendió de una, me acerqué a ella y le dí un beso en el cuello acariciando su hermoso cabello y poco a poco nos fuimos fundiendo en un delicioso beso que fue pasando de lo tierno a lo sexy y excitante. Poco a poco mis pezones se fueron parando y mi entrepierna se fue humedeciendo, ella me besaba de una manera deliciosa y sabia donde tocar para encenderme más.

Siguió besándome y fue bajando hasta llegar a mi ya muy húmeda vagina y comenzó a lamerme lenta pero magistralmente, su lengua subía y bajaba desde el nacimiento de mis labios hasta mi ano y yo sentía con cada lamida una llamarada que me quemaba y me desesperaba, mis ojos estaban cerrados y solo quería disfrutar de ese placer tan maravilloso…

En ese momento me olvidé por completo de que estábamos con nuestras parejas al lado y me entregué al placer por completo.

Mientras su lengua subía y bajaba profesionalmente por mi húmeda vagina sus dedos comenzaban a entrar y salir de ella de una manera rítmica.

Por un momento su lengua se detuvo pero sus dedos no y me decía mi muñeca hermosa dámelo en la boca, quiero sentir como te vienes para mí, quiero tu  leche en mi boca y su boca se aposentó en mi pezón y me lamia y mordía y sus dedos seguían en un ritmo que me tenían ya a punto de correrme, que boca de esa mujer¿ por Dios, yo  sentía que no aguantaba más, ella sabia que ya iba a llegar y bajó de inmediato y comenzó a lamer como si no hubiera mañana y me vine en  su boca como pocas veces he podido llegar.

María vino a mi encuentro y comenzó a besarme tiernamente mientras pellizcaba muy suave mis pezones y yo quería devorarla toda así que ella se acomodó de tal manera que yo le diera la espalda a mi Juan Carlos y a Ricardo, yo los ignoré por completo, ellos estaban despiertos disfrutando de ese espectáculo, pero María les había hecho señas que solo podían mirar, no podían tocar.

Yo comencé a besar todo ese bello cuerpo, esa mujer me tenía jodidamente caliente, parecía perra en celo y ella lo sabía, besé esos hermosos senos, grandes y ricos, los lamí, mordí y besé como creo no lo había hecho antes, seguí besándola hasta llegar a esa gruta que estilaba líquidos, líquidos que me sabían a gloria…

Le chupé esa vagina lo mas rico que pude, yo estaba en cuatro, brindado una deliciosa vista a nuestros espectadores, lamia, chupaba y puenteaba con mis dedos por ambos agujeros, ella gemía y decía cosas que no entendía, solo sabía que iba por muy buen camino, mis manos cada vez se mojaban más, y yo con más ímpetu arremetía con mi lengua y dedos en esa vagina deliciosa y ese ano complaciente. María explotó en mi boca y yo como posesa no dejaba de chupar todo ese néctar que emanaba mi nueva amante…